sumario
arte
contacta
 


Arte y Cultura Olmeca
Susana Hermoso-Espinosa
26/07/2007


Una de las grandes civilizaciones sobre las que se asienta la Historia de México es la Cultura Olmeca [Nota 1], los primeros en establecerse en México, más concretamente, en la región que comprende la parte sur del estado de Veracruz y al oeste del estado de Tabasco, sobre el Golfo de México, entre el río Grijalva y el Papaloapa, ocupando un área de 18.000 kilómetros cuadrados.

Limitada por las montañas de los Tuxtlas, y por la Sierra Madre del Sur se encuentra la región denomina área metropolitana, área clímax o zona nuclear debido a que en ella se encuentran las que tal vez fueron sus capitales: La Venta, San Lorenzo de Tenochtitlán, Laguna de los Cerros y Tres Zapotes. La ubicación de estos lugares muestra que los olmecas preferían los cursos de los ríos, donde la agricultura podía beneficiarse de las lluvias periódicas y de la proximidad de los bosques.

Cabeza olmecaEs posible situar esta civilización entre los años 1300 y 600 a.C., basándonos principalmente en su producción escultórica en piedra. Sin embargo es mucho lo que se desconoce sobre este pueblo. Existen numerosas interpretaciones acerca del origen de esta cultura y cómo se desarrolló. Para algunos, y esta es la interpretación más aceptada y extendida, es la cultura madre de la civilización en Mesoamérica. Pero es tanto lo que se desconoce que llega hasta el punto de no saber si las ciudades en realidad tenían una unidad política, o por el contrario, como sostiene Beatriz de la Fuente, fueron una especie de ciudades-estado que tan sólo les unía una serie de vínculos religiosos, económicos y culturales.

La Historia Olmeca puede dividirse en dos periodos: Olmeca I y Olmeca II. En el primero de los periodos parece que fue San Lorenzo de Tenochtitlan quien tuvo un mayor peso cultural, por encima de La Venta. De este primer periodo habría que destacar a su vez varias fases: Ojochi (1500-1350 a.C.); Bajío (135-1250 a.C.) y Chichasrras (1250-1150 a.C.) Del segundo periodo mencionaremos las fases de: San Lorenzo, Nascate y Palangana. También hay que destacar las fases tardías de Templas (300 a.C.) y Villa Alta (110-1200 d.C.).

Aunque ignoramos el número concreto de yacimientos, todo indica que los principales centros olmecas fueron La Venta, San Lorenzo y Tres Zapotes, en ellos se han encontrado grandes edificaciones e impresionantes esculturas.


San Lorenzo

Es el yacimiento olmeca más estudiado, y el único del que se ha trazado un mapa detallado. Se puede fechar antes de 1300 a.C.

         

El centro ceremonial de San Lorenzo, localizado cerca del Río Coatzacoalcos en la costa de las tierras bajas de la ciudad de Veracruz, mide más de un kilómetro en una línea que corre de norte a sur. La mayoría de sus construcciones fueron erigidas sobre una gran plataforma de 45 m de altura y 50 hectáreas de superficie. Este asentamiento contó con plazas rectangulares y estructuras habitacionales, se han hallado numerosos basamentos de casas, se cree que la población pudo haber llegado a mil personas, pero es obvio pensar que esta ciudad servía como centro ceremonial a un número mucho mayor de personas. Lo más destacado de este asentamiento es la construcción de un sistema de control hidráulico.


La Venta


En 1100 a.C., y según las fechas de radiocarbono, comienza su construcción. Es una zona arqueológica ubicada en el extremo noroeste del estado mexicano de Tabasco, a unos escasos quince kilómetros de la costa del golfo de México.

Se levanta sobre una isla en medio de la región pantanosa que forma el río Tonalá, que forma el límite entre Tabasco y Veracruz. Posee una orientación norte-sur y se compone de diez complejos ocupados por 111 estructuras.

Las características principales del sitio son la zona A, que se compone de diez montículos distribuidos en dos patios cerrados, al norte, por el montículo A-2. La zona B muy deteriorada, y el complejo C, al norte que consta de una extensa plataforma con una gran pirámide, construida en arcilla y revestida de piedra. Es una de las pirámides más tempranas conocidas en Mesoamérica que contiene 100.000 m³. de terraplen de tierra, mide 32 metros de altura y posee un diámetro de 128 metros.

      

Los edificios fueron construidos con barro seco, las estructuras de piedra son casi inexistentes. Los monumentos están agrupados en torno a una plaza rodeada de columnas de basalto. El concepto de centro ceremonial, así como el orden y la simetría, son muy palpables.

Desde el año 1000 hasta el 600 a.C. este asentamiento presenta una mayor monumentalidad escultórica y un trazo de la ciudad aún más organizado. Aproximadamente en el año 800 a.C. tuvo su apogeo, su destrucción se sitúa aproximadamente entre el 500 y el 400 a.C.


Tres Zapotes


Situado en las tierras bajas del golfo de México en el llano del río Papaloapan, al sur de Veracruz. Puede fecharse entorno al 1000 a.C., aunque es a partir del 500 al 100 a.C. cuando se da su apogeo. Es el menos conocido de los yacimientos olmecas, aunque fue contemporánea de los anteriores, e incluso les sobrevivió.

Estela C   Cabeza olmeca de Tres Zapotes   Estela de Tres Zapotes

El centro ceremonial tiene más de 50 montículos agrupados en patrones regulares. Uno de los hallazgos más importantes fue la Estela C que tiene una fecha de tipo maya (31 a.C.) la cual proporcionó los primeros indicios de la antigüedad de los olmecas, el sistema de barras y puntos fue adoptado más tarde por los mayas y los zapotecos.

Su decadencia y fin se fecha aproximadamente entre el 100 a.C. y el 100 d.C..


Manifestaciones artísticas

De las realizaciones artísticas olmecas, lo más destacable es, sin duda, la escultura y el relieve. A pesar de no existir una cantera de piedra cercana, se cree que las transportaban de la provincia de Tuxtlas y de las laderas de la sierra de Chiapas, realizaron enormes monumentos de piedra y esculpieron colosales figuras.

Trabajaron con piedras volcánicas, así como con piedras duras y semipreciosas, principalmente con jadeítas traslúcidas de color verde esmeralda, azul verdoso o grisáceo y, en menor escala, la serpentina, la hematita y hasta se han encontrado en La Venta cuentas de amatista y de cristal roca.

Su esmerada factura, así como su perfección no fue alcanzada por ningún pueblo civilizado del Nuevo Mundo en el tratamiento de las piedras duras como lo hicieron los olmecas. Fueron ellos los primeros en posicionar las jadeitas por encima de metales tan preciados como el oro o la plata. Esto se perpetuó en toda la América Media, desde los mayas hasta los aztecas.

La búsqueda de esas piedras a las cuales atribuían valor supremo, llevó a los Olmecas a emprender expediciones y tal vez, a crear colonias a grandes distancias de su centro principal, en dos direcciones: hacia el oeste y el norte, a través del Altiplano Central, hacia las serpentinas de Puebla y los jades de Guerrero; hacia el sur y el este, a través de Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec, a lo largo de las costas de Chiapas y de Guatemala, hasta El Salvador y Costa Rica. Esto se debe a que los yacimientos de jade que los Olmecas pudieron explotar se encuentran situados muy lejos de su territorio: sin duda a una centena de kilómetros al oeste de Taxco, en las montañas de rocas metamórficas de Guerrero, en la cuenca del Balsas. En cuanto a la serpentina, fue en el actual Estado de Puebla donde casi con toda seguridad pudiero hallarla. La magnetita de que se sirvieron para producir sus extraordinarios espejos provenía, sin duda, de yacimientos situados al sur de la zona Olmeca ‘metropolitana’, en Oaxaca y en la extremidad meridional del Istmo de Tehuantepec.

Todo ello hace pensar que la expansión de la cultura olmeca podría deberse a la búsqueda de este tipo de piedras
.

En cuanto a la producción de obras escultóricas que se han hallado en los principales focos olmecas, se pueden dividir en cuatro apartados:

- Cabezas monumentales: han sido descubiertas en los yacimientos de La Venta, San Lorenzo, Tres Zapotes, Nestepe y Cerro Vigía.

  

La primera de ellas fue descubierta en 1862 en Tres Zapotes. Sin embargo, San Lorenzo fue un centro de poder territorial importante y por ello es este lugar donde se han encontrado el mayor número de cabezas colosales.

Cabeza olmeca, La Venta   Cabeza olmeca, La Venta   Cabeza olmeca, La Venta

Son monolíticas, suelen medir entre 1’60 y 3 metros de altura; su peso oscila entre 6 y 25 toneladas, (aunque hay excepciones como la cabeza de Cobata, hallada en Tres Zapotes que posee 65 toneladas). Posee unas características físicas que recuerdan a la raza negroide: nariz ancha, labios gruesos y ojos abotagados, que se cubren con un casquete ajustado que cae por los lados. Cada una de ellas muestra rasgos faciales distintos, como si fueran retratos. Pudieron haber sido reyes o sacerdotes. También se ha especulado con la posibilidad de que fueran jugadores de pelota porque el tocado que llevan, ya que podría tratarse del casco de protección para este juego ritual. Otros sostienen que podrían ser ‘cabezas de linaje’, es decir que serían un monumento de culto a los muertos. Su significado, al igual que casi todo lo que rodea a esta cultura tampoco está claro, lo que sí se sabe es que las cabezas estaban totalmente pintadas porque la mayoría presentan restos de pintura.

- Altares pétreos: encontrados en los yacimientos de La Venta, San Lorenzo y La Laguna de los Cerros. Estos altares se caracterizan por ser piedras monolíticas de forma prismática y con un tamaño aproximado de 2’50 x 1’60 cm. Poseen una decoración, tanto en bajo como en alto relieve, de escenas que sorprenden por sus volumetrías, aunque no se desmarcan del marco arquitectónico del que emergen. En numerosos altares se representa una figura sedente, emergente de una cueva u hornacina que se interpreta como la boca de un dragón, que podría representar al dios o diosa del Inframundo.

Altar, monumento 4, La Venta   Altar olmeca

- Hachas ceremoniales: otra de las representaciones típicas de los Olmecas. Su tamaño es bastante reducido, a pena superan los 30 centímetros de alto. Se decoran en la parte frontal con la figura de un extraño personaje, una mezcla entre real y fantástico. Para realizarlas utilizaron materiales de gran dureza como el jade o similares. Consiguieron un alto nivel de expresividad y una técnica de pulimentado muy perfeccionado.

Hacha de jade. Museo Británico          Hacha ceremonial

Se cree que tuvieron un simbolismo religioso-ceremonial, ya que según aparecen en las ilustraciones del Códice Trocortesiano del Museo de América de Madrid, los dioses se valían de ellas para golpear las nubes para hacer que lloviera. Esta teoría cobra mayor fuerza teniendo en cuenta el lugar donde han sido halladas, cerca que construcciones ceremoniales.

-Figuras humanas de bulto redondo: son muy abundantes y poseen unas características muy avanzadas para la época, el escultor olmeca no se conformó con copiar meramente la realidad, sino que optó por la simetría y la monumentalidad de las formas.

Figura antropomorfa, San Lorenzo   Señora de las Limas, La Venta   Monumento 23 Príncipe de Cruz del Milagro,l Monumento 10 de San Lorenzo

También existe una pequeña muestra de pintura mural, aunque fuera del área central. En las cuevas de Oxtotitlán y Juxtlahuaca (Guerrero) existen escenas que representan posibles ceremonias elitistas con simbología olmeca.

Pintura rupestre olmeca del estado de Guerrero   

En cuanto a sus edificaciones, estaban construidas con materiales perecederos, como son el adobe, el barro y la paja. Sus calles estaban dispuestas de norte a sur, sus edificios más importantes se situaban en torno a grandes espacios abiertos, y el resto de edificios se disponían en torno al centro ceremonial.




Bibliografía

  • LÓPEZ AUSTIN, Alfredo y LÓPEZ LUJÁN Leonardo.: ‘II. El preclásico mesoamericano’ en El pasado indígena, México, Fondo de Cultura Económica / El Colegio de México/ Fideicomiso Historia de las Américas, 1996, (Serie Hacia una Nueva Historia de México).
  • AMADOR SELLERIER, Alberto.: Historia del Arte Mexicano (Tomo 1). Arte Prehispánico Arquitectura en la Costa del Golfo, Editorial Salvat, 1982.
  • BERNAL, Ignacio.: El mundo olmeca. México, D. F.: Editorial Porrúa, 1968.
  • COE, M.D. (1967); San Lorenzo and the Olmec Civilization, in Dumbarton Oaks Conference on the Olmec, Dumbarton Oaks, Washingon, D.C.
  • DE LA FUENTE, Beatriz.: Historia del Arte Mexicano (Tomo 3). Arte Prehispánico Escultura Olmeca, Editorial Salvat, 1982.
  • DE LA FUENTE, Beatriz.: Los hombres de piedra: escultura olmeca. México, D. F.: Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, 1977.
  • DE LA FUENTES, Beatriz.: Escultura monumental olmeca. Catálogo, México, Instituto de Investigaciones Estéticas, U.N.A.M. (Cuadernos de Historia del Arte, 1), 1973.
  • DIEHL, Richard A.: Los olmecas en La Venta en México. Esplendores de Treinta Siglos, México, Amigos de las Artes de México, 1991.
  • KIRCHHOFF, Paul.: Distribución geográfica de los elementos culturales atribuidos a los Olmecas de las tradiciones. En ‘Mayas y Olmecas’. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1942.
  • NIEDERBERGER BETTON, Christine. : Paléopaysages et archéologie pré-urbaine du bassin de México. Tomes I & II published by Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, México, D.F., 1987.
  • PIÑA CHAN, Román.: Los olmecas antiguos. México, D. F.: Consejo Editorial del estado de Tabasco, 1982.


Nota 1: Se les denomina olmecas o habitantes de Olman. Etimológicamente el nombre olmeca, deriva del náhuatl olli y mecatl (mecate), ‘habitante del país del hule’, también se les conoce como tenocelome, ‘la boca de tigre’.