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Introducción a la escultura griega
Marc Montijano Cañellas y Susana Hermoso-Espinosa García
31/05/2009


La escultura monumental griega surgió en el siglo VII a.C. más concretamente en la Escuela de Creta, y en ella destacó Dédalo, considerado el ‘inventor de la escultura’, ya que se dice que fue el primero en abrirles los ojos y separarles las piernas. Las características principales de las esculturas dedálicas:

• Cuerpo aplastado.
• Pies y manos juntos y muy grandes, ambos pies apoyados en el suelo.
• Cintura muy alta y marcada.
• Caras demasiado geometrizadas, muy triangulares y con la frente ancha.

Hasta entonces, la plástica griega se manifestó a través de figurillas ejecutadas en materiales blandos como la madera, el marfil, la terracota o la cera, que servían de base para obtenerlas de metal.

Grecia en la antigüedad      Evolución de la escultura

Esta escultura de gran tamaño surgió por influencia de oriente, sobre todo, de Egipto, de ahí su gran parecido. Los egipcios mantuvieron la formula de sus representaciones escultóricas prácticamente invariable a lo largo de casi tres mil años. Los griegos, por el contrario, no dejaron de modificar sus modelos durante los cinco siglos que duró su civilización. Esta modificación consistía en una progresión sin freno hacia el realismo, pero un realismo idealizado. Como la democracia corregía los errores individuales, las imágenes de los artistas corregían los defectos de la naturaleza. Para ser satisfactoria una estatua debería tener un aspecto completamente humano, sin ninguno de aquellos pequeños e inevitables defectos que todo ser humano posee.

La escultura se destinaba originariamente a los templos y a las tumbas. Servían de estatuas de culto en los edificios sagrados y eran depositadas como exvotos en su interior. Todas eran arquetipos, humanos y divinos, la representación individualizada no tuvo lugar en Grecia hasta que hubieron declinado los valores específicos de su cultura (el retrato se desarrollo en el periodo helenístico).

Kuros de bronce "dedálico" de Delfos, c. 630 a. C.         Kuros dedálico      Dama de Auxerre Dama de Auxerre     Kuros de anavyssos Kuros de anavyssos

El material del que estaban realizadas la mayor parte de las esculturas era de bronce o de piedra, y en menor medida de oro y marfil (crisoelefantinas). También se hicieron en madera, terracota e incluso en hierro. Todas las esculturas, excepto las de bronce, se policromaban. Esta viva policromía hacia que la obra acentuase su carácter realista estableciendo una estrecha relación entre escultura y pintura. Una estatua en blanco, tal como han sido divulgadas siempre las clásicas, habría sido irreconocible para los griegos por su irrealidad.

La mayoría de las estatuas griegas han desaparecido, aunque en época romana se copiaron y adaptaron muchos modelos. Muy poco nos ha llegado de las obras originales, quizás porque fueron realizadas con materiales preciosos (como, por ejemplo, la gran estatua de la diosa Atenea esculpida por Fidias para el interior del Partenón, que era de oro y marfil), y, por tanto, incitaban al robo; o porque desaparecieron en el curso de los siglos a causa de su menor tamaño y mayor fragilidad con respecto a la arquitectura. Lo que conservamos, sobre todo de la época clásica, son las copias que los romanos ricos encargaron como adorno de sus residencias.

    

El artista solía firmar sus obras. En Grecia, tuvo una alta condición social, aunque era considerado más un artesano que un genio.

La escultura griega se divide en tres etapas o periodos:

ETAPA ARCAICA: (S. VII y VI a. C.). Es un periodo de aprendizaje, el escultor poco a poco modela el cuerpo humano y lucha por dar expresión al rostro.

ETAPA CLASICA: (S. V y IV a. C.). En este periodo alcanza su máximo apogeo. Los modelos se aproximan sorprendentemente a la realidad, aunque siempre de una manera muy idealizada. Las obras adquieren una enorme naturalidad en cuanto a sus formas y a su expresión Se subdivide en los siguientes períodos:

ESTILO SEVERO (500 450 a. C.). Es un periodo muy breve, y en él se consiguen algunas notas que se desarrollarán aún más en los siglos V y IV en cuanto a anatomía, expresión y postura de las figuras. Éstas estarán siempre proporcionadas y habrá una búsqueda de realismo. Se conservan esculturas de frontones y metopas pero también exentas, y algunas de carácter público.

CLASICISMO PLENO (450 400 a. C.). Fruto de las búsquedas y logros precedentes, en la segunda mitad del siglo V a.C., la escultura griega consigue un dominio perfecto en la representación del cuerpo humano en sus movimientos naturales. Además, es un momento en que los artistas buscan la mayor simplicidad posible en sus obras, sin añadir elementos secundarios o anecdóticos superfluos. Y sobre todo, intentarán plasmar la realidad no como es, sino idealizada.

CLASICISMO TARDIO (400 323 a. C.). En esta etapa el artista trata de buscar una representación en la que lo cotidiano se impone a lo heroico y divino de las obras anteriores.

Discóbolo  Hermes y Dionisos  Auriga  Laocoonte

ETAPA HELENISTICA: Desde la muerte de Alejandro (323 a. C.) hasta la integración de Grecia como parte del imperio Romano. En esta etapa se pierde el equilibrio clásico, busca más la realidad del individuo, que la perfección física y prefiere la expresión dramática a la serenidad espiritual y las actitudes violentas a las reposadas. Se introduce la escultura griega en un cierto grado de Naturalismo, aunque siempre matizado por una cierta dosis de idealismo que impregna el espíritu griego.

Surgen escuelas y hay una expansión hacia Asia Menor y el área oriental del Mediterráneo. Las escuelas más importantes son la de Pérgamo, Rodas y Alejandría.




Bibliografía

- BIANCHI Bandenelli, R. y Paribeni, E.: El Arte de la Antiguedad Clásica, Akal, Madrid, 1985.

- BOARDMAN, John. El arte griego . Barcelona: Ediciones Destino, 1991.

- BOARDMAN, John. Escultura griega del periodo clásico tardío y la escultura en las colonias de ultramar . Barcelona, Ediciones Destino, 2001.

- BOARDMAN, John. Escultura griega: el periodo clásico . Barcelona, Ediciones Destino, 1999.

- CHARBONNEEAUX, J. Martin, R. Villard, F.: Col. El Universo de las formas, La Grecia Arcaica, 1969.

- PIJOÁN, José.: Summa Artis. Historia del Arte, vol. IV, Madrid, Espasa Calpe, 1931.

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DATOS DE LOS AUTORES:

Marc Montijano Cañellas (n. 1978, Vic, Barcelona) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, y Experto en Organización y Gestión de Empresas Culturales por la Universitat Oberta de Catalunya. Tiene una amplia experiencia académica y profesional en diversas instituciones y empresas culturales. Es fundador y codirector del portal de Arte y Cultura Homines.com.


Susana Hermoso-Espinosa García (Málaga, España) es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, y Master en Museología por la Universidad de Granada. Tiene una amplia experiencia profesional en diversas instituciones y empresas culturales. Directora de la Revista Científica de Estudios Histórico Artísticos SUMA. Es fundadora y codirectora del portal de Arte y Cultura Homines.com.