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Entrevista a la artista Beth Moysés
Susana Hermoso-Espinosa García
16/07/2015


Beth Moysés (São Paulo, 1960) es una artista de las que te llegan, de las que te hacen pensar en lo que pasa en el mundo, principalmente de lo que les pasa a esas mujeres que son invisibles a los ojos machistas de nuestra sociedad. Su obra es profunda, armoniosa y delicada, pero sobre todo necesaria.

Estudió en la Universidad FAAP (Fundação Armando Alvares Penteado, São Paulo, Brazil), pronto comenzó a trabajar en una agencia de publicidad en la que permaneció cuatro años, hasta que retomó el dibujo y su carrera artística: "Había estudiado Artes Plásticas, y un año de Comunicación Visual, pero siempre tuve esta cosa del arte, aunque tenía dudas sobre si seguir por el camino de la publicidad o por el del arte. Cuando terminé la universidad noté que el primero no era mi camino y retomé el dibujo. Empecé a dar clases con Carlos Fajardo (artista plástico brasileño) y de eso hace ya bastantes años.” En 1999 realizó el Mestrado em Artes en la Universidade Estadual de Campinas, Campinas, SP. Brasil terminando en 2004. Y se doctoró en Comunicación y Semiótica en la Pontifícia Universidade Católica de São Paulo

La obra de Beth Moysés es única, transgresora y universal. Se enfrenta de una manera clara y directa al drama de la violencia de género, desde la década de los noventa ha realizado innumerables acciones sobre ello.

  Beth Moysés, servilleta núm 48 "Vacuna para el alma" 

En un primer momento exploró el potencial visual y semántico de elementos como el vestido de novia, el velo, las rosas o la aguja, metáforas de la mitificación del amor romántico, que según la propia artista: “es una de las causas centrales de la violencia, física y psicológica, en contra de la mujer.”

Pero ha ido más allá, empezó a trabajar con esa terrible memoria común del sufrimiento, generando, con actuaciones públicas, una especie de purgación del dolor, en la que se vislumbra una fuerte connotación autobiográfica. El clima de violencia entre los padres, vivido por la artista desde su niñez, le ha servido como importante punto de partida en esa evolución de su obra.

El lenguaje y los materiales explorados por Beth son bastante diversos. De hecho su obra se puede dividir en dos grandes núcleos, uno de carácter colectivo y otro más intimista.

En el primer grupo situaríamos las diversas presentaciones organizadas por la artista en distintas partes del mundo como la acción “Memoria del afecto” (2000), donde 150 mujeres, casi todas víctimas de violencia, desfilaron vestidas de novias por São Paulo o “Palabras anónimas” (2014) donde un colectivo víctima de violencia machista pasearon por los jardines del Museo provincial de Jaén, vestidas con túnicas blancas y con frases escritas en sus brazos.
En el segundo grupo estaría las creaciones como “Trans-bordando” (2012), donde están presentes aspectos centrales de su poética. El vídeo promueve una reflexión sobre la potencia semántica de objetos (el dedal), atributos (el flujo, lacrimal o menstrual) y colores (rojo y blanco) normalmente femeninos o “Despontando Nós” (2003) donde pueden verse manos femeninas de distintas edades, que van desanudando tallos de rosas con espina), pero la herida, aunque parezca superficial, se revela más honda e incurable.

- Eres una artista muy reconocida, pero me gustaría saber cómo te ves tú, ¿Cómo te definirías?

Estoy enamorada de lo que hago es mi manera de comunicarme con el mundo.

No me preocupa mucho, si soy o no una artista muy reconocida y sí seguir trabajando con seriedad y verdad.


-Empezaste con el dibujo y la pintura, ¿cuándo surgió tu interés por la performance?

Cuando se me agota un medio, entonces, veo cual es la mejor manera de expresarme. La performance vino cuando el trabajo me dijo: necesito algo más, algo que tenga vida, que se mueva y que contenga sentimiento de verdad.

No he tenido grandes influencias, soy una pionera, una de las artistas que más ha trabajado en espacios públicos y con un gran número de mujeres integrantes de algún tipo de colectivo. Por ejemplo: en la performance “Memoria del Afecto” realizada en 2000 en São paulo, conté con la participación de 150 mujeres en la calle, después en Madrid con unas 200 mujeres. Ahora veo a muchos artistas trabajando con colectivos, antes no era así.

No hago solo performance, como ya dije: trabajo con muchos medios. Primero surge la idea y después busco el mejor modo de expresarme, el mejor soporte.

-¿Cuáles son tus influencias en este campo, el de la performance?

Algunas de las artistas que me interesan son: Marina Abramovic, Vanessa Beecroft, Janine Antoni, Suzanne Lacy y Louise Bourgeois por su historia de vida.

 Memória do afeto, 2000. Performance nas ruas de São Paulo. Memória do afeto, 2000. Performance nas ruas de São Paulo. Memória do afeto, 2000. Performance nas ruas de São Paulo.

- ¿Se ha deteriorado la imagen que tenemos del arte? Si es así, ¿por qué?

Creo que el arte representa a su tiempo, su historia. Hoy hay de todo, pero creo, que estamos viviendo una época de transición. Existe un problema muy grave, que es la inversión de valores, hoy en día es el mercado es el que dicta las reglas.

- En ocasiones, parece que importa más la firma que la propia obra. ¿Crees qué la autoría en el arte está sobrevalorada?

Sí, creo que pasa eso, y también que hay una valoración excesiva de los jóvenes artistas, aunque, no se sepa si en un futuro seguirán o no siendo artistas.

- Dicho todo esto, ¿qué significa para ti ser artista?

Ser artista es una manera de expresarte, de hacer que la gente pueda reflexionar y pensar de un modo al que no está acostumbrado, de una forma simbólica

- ¿Qué te inspira en tu trabajo?

Hacer lo que me gusta, que me ayuda y ayuda a los demás. Dar la oportunidad a esas mujeres a formar parte del trabajo, mujeres, que en Brasil no tienen visibilidad, a las que nadie escucha o mira.

Diluidas en agua. São Paulo. Pinacoteca del estado. Ed. 1/5, 2011 Vídeo 6''30" Beth Moysés, Diluidas en agua. São Paulo, 2011  Beth Moysés, Diluidas en agua. São Paulo, 2011

 Beth Moysés, Diluidas en agua. São Paulo, 2011  Beth Moysés, Diluidas en agua. São Paulo, 2011

- ¿Qué haces para que cada proyecto sea una nueva motivación?

Si el proyecto es nuevo siempre es una nueva motivación. Cuando me invitan a repetir un proyecto que ya hice en el pasado, aunque sean otras mujeres y lugares distintos ,me gusta intentar algo nuevo, me gusta el riesgo.

- ¿Hacia dónde te lleva en los últimos tiempos tu constate investigación sobre la violencia hacia las mujeres?

Me lleva a sitios nuevos, camino como una peregrina por donde sea necesario, me encanta trabajar en las casas de acogida, dar voz a esas mujeres.

- ¿En qué medida crees que este tipo de acciones logra el cometido de concientizar sobre la violencia de género?

No estoy segura de nada, solo le propongo a ellas una participación en la performance. Creo que el colectivo es fuerte y juntas pueden pensar, sentir y moverse. Intentar cambiar los sentimientos. Se trata de un rito y como todo rito promueve cambios.

Romántico Amor. Ed. 1/5,2011 Lambda Print siliconada sobre metacrilato 80 x 110 cm.  El plato de mi padre. Ed. 1/5,2011 Lambda Print siliconada sobre metacrilato 80 x 110 cm  Beth Moysés, 'Desatar Tiempos', 2014. Foto: Luis Eduardo Herran

- ¿Qué importancia tienen los medios de comunicación en este tipo de manifestaciones artísticas?

Los medios de comunicación son muy importantes. Son ellos los que llevan a la gente que no está allí, en el momento de la performance, lo que quiero transmitir. Los medios de comunicación lo invaden todo y amplían el conocimiento sobre el tema, haciendo que más gente pueda reflexionar al respecto de la Violencia doméstica.

- En América Latina, en la última década, la performance ha sido el lenguaje protagonista y la mayoría de las veces capitaneado por mujeres. Nos ha enseñado a hacer una lectura de lo que está pasando allí. La performance se consolida internacionalmente al romper las barreras geográficas. Por ejemplo Regina José Galindo y su León de Oro en la Bienal de Venecia, o Tania Bruguera, quien convocó a los cubanos a acudir a la Plaza de la Revolución para que, durante un minuto y bajo el lema #YoTambiénExijo, expusieran libremente sus ideas . ¿Qué te hace pensar esto?

Creo que son artistas comprometidas. Estas son, las que con sus ideas consiguen mover a la gente, crear polémica para que algo cambie, como ya dije antes, el arte tiene ese potencial de transformación y en concreto la performance está viva, mueve sentimientos.

Beyh Moysés, "Reconstruyendo Sueños".  Série Manos bordadas, 2005 Beth Moysés, Trans-bordando, São Paulo, 2012 Beth Moysés, "Palabras Anónimas", Jaén, España, 2014. Fotografía: Marc Montijano

- Para terminar me gustaría que nos contaras de tus últimos proyectos, ¿en qué estas trabajando ahora?

Sigo trabajando sobre la misma temática, pero busco maneras distintas de hacerlo. El artista es un idealizador e intenta con sus ideas promover algo nuevo, hace una semana, realicé la performance “Diluidas en Agua” en una nueva versión.

Esta vez las mujeres no se quitaron los vestidos para lavarlos en las palanganas. Los lavaron sobre su propio cuerpo, como si de una segunda piel se tratase, al mismo tiempo que los lavaban, estos se iban ensuciando . Los trajes blancos iban poniéndose rojos. Y escuché decir a un espectador: ¿ellas están lavándose o ensuciándose?

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Para saber más
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DATOS DE LA AUTORA:

Susana Hermoso-Espinosa García (Málaga, España) es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, y Master en Museología por la Universidad de Granada. Tiene una amplia experiencia profesional en diversas instituciones y empresas culturales. Directora de la Revista Científica de Estudios Histórico Artísticos SUMA. Es fundadora y directora del portal de Arte y Cultura Homines.com.