Fluxus es informalmente
organizado en 1962 por George Maciunas (1931-1978). Este movimiento
artístico tuvo expresiones en Estados Unidos, Europa y Japón:
en el movimiento Fluxus, figuran artistas como Joseph Beuys , Nam June
Paik, George Maciunas, entre otros.
Fluxus se desarrolla a partir del nuevo interés que surge tanto
en Estados Unidos como en Europa por el dadá y la figura de John
Cage. Opuesto a la tradición artística este movimiento
busca ante todo la fusión y la mezcla de todas las prácticas
artísticas: música, acción, artes plásticas.
Una vez elegido el nombre del movimiento Maciunas edita una antología
vanguardista elaborada por Young y proyecta una publicación que
refleja el estado de flujo en que se funden las artes. En 1962 Maciunas
organiza una gran 'Gira Fluxus' que dura hasta 1964, pasando por Moscú,
Tokyo y Berlín. En 1963 Joseph Beuys se une a Fluxus en Düsseldorf
y los conciertos del grupo de multiplican por toda Europa. Esta efervescencia
de Fluxus va acompañada de panfletos, sellos, carteles, películas
y cajas que se reeditan muchas veces. En Fluxus se mezcla la alta cultura
con la popular, el arte, el juego, lo insignificante y un inexistente
valor mercantil del producto o acciones realizadas.
Como Dadá, Fluxus escapa de toda tentativa de definición
o de categorización. El lenguaje no es el fin, sino el medio
para una noción renovada del arte, entendido como ‘arte
total’.
Fluxus es antes
que todo un estado de ánimo, un modo de vida impregnado de una
soberbia libertad de pensar, de expresar y de elegir. De cierta manera
Fluxus nunca existió, no sabemos cuándo nació,
luego no hay razón para que termine.
La revolución artística de Fluxus –intrínsecamente
vital– incitada por el presente y dirigida hacia el futuro, creó
la noción de que cada individuo constituye una obra de arte en
sí mismo y que la vida se puede entender como una composición
artística global.
Los atributos singulares de los conciertos Fluxus y sus arreglos –
por poner sólo un ejemplo– son un reconocimiento al carácter
aleatorio de la realidad.
Pareciera que para justificar el estatus elitista, profesional y parasitario
del artista en la sociedad, debe demostrar su indispensabilidad y exclusividad,
debe demostrar la dependencia del público con respecto a él,
debe demostrar que nadie más que el artista puede hacer arte.
Por lo tanto, el arte debe parecer complejo, pretencioso, profundo,
serio, intelectual, inspirado, habilidoso, significativo, teatral.
Debe parecer calculable como una mercancía, de modo que le proporcione
un ingreso al artista.
Para elevar su valor (el ingreso del artista y la ganancia de sus patrocinadores),
el arte se hace para que parezca raro, de cantidad limitada y por lo
tanto accesible sólo para la élite social y las instituciones.
Por lo tanto, el arte entendido como
creatividad y praxis lúdica, esto es, como diversión debe
ser simple, divertido, no pretencioso, preocupado por las insignificancias,
que no requiera habilidades o ensayos interminables, que no tenga valor
ni institucional ni como mercancía. En Fluxus esta pues en juego
la idea de arte como diversión, como desenfado.
El valor del arte-diversión debe reducirse haciéndolo
ilimitado, producido en masa, obtenible por todos y eventualmente producido
por todos. El arte-diversión fluxus es la retaguardia sin ninguna
pretensión impulso de participar en la competencia de ‘legar
a otro nivel’ con la vanguardia. Apela por las cualidades monoestructurales
y no teatrales del evento natural simple, un juego o una broma. Es la
fusión del Vaudeville de Spike Jones, la broma, los juegos de
niños y Duchamp [Nota
1].
Más que de un planteamiento positivo, Fluxus se define a partir
de lo que no pretende. Como acontecimiento que surge de manera espontánea,
se atiene al instante del ser y acepta su propio carácter efímero.
Sus acciones y performances rechazan la repetición. La distancia
temporal hacia los acontecimientos es casi insuperable.
Y así, en sentido estricto, Fluxus sólo puede ser difundido
a partir de una contradicción constitutiva, es decir, como documentación,
mediante fotografías, apuntes, objetos-reliquia, múltiples
y publicaciones
[Nota 2].
Las primeras actividades de Fluxus se llevaron a cabo a principios de
los años 60. El campo de tensión de los múltiples
movimientos anti-arte que sucedieron las ideas de Marcel Duchamp -neo-dada
en Nueva York, nouveau réalisme en París, Zero
en Düsseldorf- permitió una libre exploración de
la realidad y cuestionó el significado tradicional de los medios
artísticos. En el intento de reconciliar el arte con la vida
se basó un importante impulso para el surgimiento de nuevas formas
artísticas que no se centraban en la producción de artefactos,
sino en la acción y la participación activa del público,
la interactividad.
“
La estética que inspiraba al
movimiento provenía de Estados Unidos. John Cage la había
impreso del espíritu de la música; de esta manera, Fluxus
se deriva no tanto de la historia evolutiva de las artes plásticas
sino, sobre todo, de la música experimental. En esta conexión
de pensamiento radica también el motivo de la transposición
de límites mediáticos que caracterizó desde el
inicio sus actividades. Fluxus reunió a músicos, literatos
y artistas plásticos en producciones conjuntas y encontró
una expresión sensorial en conciertos, eventos, manifiestos y
ediciones.
Este proceso encuentra su punto de mayor alcance en la formulación
del concepto ampliado de arte y en la búsqueda de la consecución
de la obra de arte total [Nota
3]. ‘Esta formula –y esta búsqueda–
la practicó Joseph Beuys cuando quiso articular vitalmente lo
ético, lo político y lo artístico, la intentó
–también– Marcel Duchamp cuando afirmó su
idea de arte como filosofía crítica y la explotó
Andy Warhol gracias a su prodigiosa habilidad para disolver todo gesto
artístico en la esfera de las comunicaciones y el mercado o,
en otra palabras, volver la mercancía obra de arte’ [Nota
4].
Beuys y Fluxus; la plástica
social
La carrera artística desarrollada por Beuys se halla estrechamente
relacionada con el movimiento Fluxus espacio – que como se ha
visto – se abre a la imaginación como espacio ideológico,
que atiende, prioritariamente, a la defensa de la acción como
objeto artístico.
En las propuestas de Beuys se alienta el espíritu vanguardista
que intenta identificar arte y vida, y proclamar que todo ser humano
es depositario de una fuerza creativa. Para Beuys, esa fuerza creativa
universal se revela en el trabajo. Y, por tanto, la tarea del artista
no es, en su raíz, distinta de la de los no artistas.
Beuys solía decir ‘estoy
a favor del arte’ y ‘a favor del anti-arte’. Beuys
no deseaba producir un anti-arte que ocupara los museos como alternativa,
sino uno que abriera los museos pero sobre todo, que abriera nuevas
posibilidades al hombre. Deseaba que éste recuperara su contacto
con la animalidad [Nota
5] y las plantas [Nota
6], así como con los ángeles y la dimensión
espiritual del arte.
La consecuencia más importante de estas concepciones en el desplazamiento
del centro de interés creativo. Beuys no buscaba producir objetos,
‘obras’, sino acciones. Beuys ambiciona la condición
del nómada. En el reino del hombre urbano sedentario, quiere
ser desplazamiento continuo. Lo nómada es la existencia en un
lugar que es camino hacia todos los lugares. Es goce del movimiento;
es proyección hacia el volumen completo del espacio [Nota
7]
Beuys se califica a sí mismo como escultor social; precisamente
este es un punto de inflexión donde su arte deviene política
o más exactamente en bio-política. Qué es política,
sino dar forma a la vida de un pueblo. La política como arte,
el arte como política, en el continuum arte–vida. La corriente
vital que es el lenguaje... La idea de un pueblo esta ligada de forma
muy elemental a su lengua; un pueblo no es una raza !. Estas convicciones
han llevado a Beuys a desarrollar su concepto de escultura social que
se origina en el discurso y el pensamiento que lo aprende y los conceptos
que dan forma a la emoción y el deseo. De esta manera la verdadera
historia de la invención del pueblo vendrá en manos del
artista chamán en tanto que es quien convoca sobre sí
los poderes ancestrales, las agitaciones y la verdadera razón
de estar juntos. Beuys a este respecto señala: 'Si quiero crear
un concepto revolucionario del hombre, tengo que hablar sobre todos
los poderes que están relacionados con él. Para establecer
sus lazos descendientes con animales, plantas y naturaleza, así
como sus vínculos ascendentes... tendré que hablar de
todos los poderes de nuevo'.
Nota
1: Manifesto on Art / Fluxus Art Amusement by George Maciunas,
1965.
Nota
2 : ZELLER, Ursula, Extractos del Catálogo Fluxus, MAC,
Agosto, 2005.
Nota
3 : Vásquez Rocca, Adolfo : "Joseph Beuys 'Cada
hombre, un artista'; Los Documenta de Kassel o el Arte abandona
la galería" En Revista Almiar, MARGEN CERO, MADRID, Nº
37 - diciembre de 2007 - Margen Cero © , Fundadora de la Asociación
de Revistas Culturales de España, ISSN 1695-4807. http://www.margencero.com/articulos/new/joseph_beuys.htmll
Nota
4 : VALENCIA CARDONA, Mario A., “Los orígenes
del arte crítico: La metáfora Rothko”, En Revista
de Ciencias Humanas, UTP, 2005.
Nota
5 : El devenir animal – informe para una academia-.
Nota 6:
Homeopatía.
Nota
7 : IERARDO, Esteban.: “La liebre y el coyote; encuentros
con lo animal y lo secreto en la obra de Joseph Beuys”, en
Temakel, 2005.
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DATOS
DEL AUTOR:
Adolfo Vásquez Rocca, Doctor en Filosofía por la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad
Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV. Profesor
de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología
y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad
Andrés Bello UNAB. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado
por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo
de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial
Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México.
Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista
de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Director
de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la
Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto
europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Ha publicado recientemente
el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas
de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial
de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia,
España, 2008.