1.- Joseph Beuys, la Documenta
de Kassel y el concepto de Arte ampliado.
Beuys es el heredero directo de toda la tradición del Idealismo
y el arte Romántico del Centro y el Norte de Europa. En su educación
serán fundamentales las lecturas de Novalis, Holderlin, Schiller,
Jean Paul, Tieck, Nietzsche, Hegel, Kierkegaard y más tarde el
teósofo y educador Rudolf Steiner, auténtica columna vertebral
de sus teorías sociales que ya había influenciado poderosamente
a otros artistas de esta tradición romántica como Kandinsky.
A lo largo de su itinerario, Joseph
Beuys [Nota 1]
pretendió acabar con la idea del arte como una práctica
aislada para configurar un concepto ‘ampliado’ del arte
[Nota 2] abriendo
el horizonte de la creatividad más allá del ghetto del
arte. El arte siempre se ha alejado de las necesidades del ser humano
y se ha ocupado de innovaciones estilísticas y artísticamente
inmanentes. De lo que se trata ahora –sostenía Beuys–
es de implicar al ‘cuerpo social’ en su conjunto [Nota
3], de dar paso, a través del arte y su concepción
de ampliada de la estética a una teoría antropológica
de la creatividad. Para ello en 1974 funda la ‘Universidad Libre
Internacional’ junto al premio Nobel de literatura Heinrich Böll.
Se trata de una universidad sin sede, donde se ponen en práctica
las ideas pedagógicas del artista, ocupando la creatividad un
lugar privilegiado como ciencia de la libertad; cada hombre es un artista,
con facultades creativas que deben ser perfeccionadas y reconocidas.
El artista que adhiere al programa
de la continuidad arte-vida, opera bajo diversas estrategias para perpetrar
el atentando cultural por antonomasia, poner las obras en libertad,
en libre circulación, así las obras abandonan la Galería
para actuar directamente en la realidad gracias a una disposición
artística y política determinada. Este es el sentido de
la proposición horizontal de Joseph Beuys ‘cada hombre
es un artista’ [Nota 4],
que opera la apertura de la experiencia estética creadora en
el espacio público horizontal, legitimando las capacidades de
mucha gente que –teniendo voluntad expresiva y sensibilidad artística-
no se veían a sí mismos como artistas. El arte adquiere
así un alcance social y una dimensión político-espiritual
que intenta dar cuenta tanto de la precariedad como de la grandeza de
lo humano como fenómeno de prodigalidad extrema, íntimamente
socializadora. De allí que Beuys haya desplegado sus acciones
de arte –instalaciones y proyectos comunitarios– en zonas
desvaforecidas o ‘de incertidumbre e inestabilidad’ social,
intentado introducir en la escena del arte aquello con lo que el hombre
ha convivido en su historia natural como especie.
Este
proceso encuentra su punto de mayor alcance en la formulación
del concepto ampliado de arte y en la búsqueda de la consecución
de la obra de arte total. ‘Esta formula –y esta búsqueda–
la practicó Joseph Beuys cuando quiso articular vitalmente lo
ético, lo político y lo artístico, la intentó
–también– Marcel Duchamp cuando afirmó su
idea de arte como filosofía crítica y la explotó
Andy Warhol gracias a su prodigiosa habilidad para disolver todo gesto
artístico en la esfera de las comunicaciones y el mercado o,
en otra palabras, volver la mercancía obra de arte’ [Nota
5].
En las propuestas de Beuys se alienta
el espíritu vanguardista que intenta identificar arte y vida,
y proclamar que todo ser humano es depositario de una fuerza creativa.
Para Beuys, esa fuerza creativa universal se revela en el trabajo. Y,
por tanto, la tarea del artista no es, en su raíz, distinta de
la de los no artistas.
La consecuencia más importante de estas concepciones en el desplazamiento
del centro de interés creativo. Beuys no buscaba producir objetos,
‘obras’, sino acciones. Beuys ambiciona la condición
del nómada. En el reino del hombre urbano sedentario, quiere
ser desplazamiento continuo. Lo nómada es la existencia en un
lugar que es camino hacia todos los lugares. Es goce del movimiento;
es proyección hacia el volumen completo del espacio [Nota
6].
Los objetos de Beuys no son ‘autónomos’: forman parte
de un circuito comunicativo que se despliega en las acciones en que
son utilizados. Y después se convierten en signos, o ‘documentos’
según la expresión del propio Beuys, depositarios de la
memoria de dichas acciones.
Para Beuys ‘todo conocimiento
humano procede del arte’ [Nota
7], toda capacidad procede de la capacidad artística
del ser humano, es decir, de ser activo creativamente. ‘El concepto
de ciencia es sólo una ramificación de lo creativo en
general’ [Nota 8].
Por esa razón –sostiene Beuys– hay que fomentar una
educación artística para el ser humano, pero no como una
materia relegada al mero ámbito de las manualidades, sino emplazada
estratégicamente en el centro del currículum académico,
como el medio más eficaz en la reproducción de la inteligencia
técnica y el desarrollo de nuevas miradas sobre las cosas, un
campo para el ejercicio crítico de la configuración espacial.
De acuerdo a estas convicciones sólo se puede preparar adecuadamente
a los futuros ciudadanos mediante este tipo de entrenamiento –inspirado
por un concepto de estética ampliado– en competencias necesarias
para la solución de las tareas políticas del futuro –urbanísticas,
energéticas y sociales–, imbricando en su quehacer todos
los medios de expresión humanos.
Que las personas aprendan a mirar
es importante en un sentido eminente –señala Beuys–,
por ejemplo que vieran que existen conceptos de ciencia distintos, es
decir que la ciencia se puede pensar desde diversos paradigmas. ‘La
ciencia no es una cosa fija; lo que sucede es que hay fuerzas poderosas
en el mundo que quieren fijar el concepto de ciencia y dejarlo encofrado’.
Pero qué es la ciencia en cada momento es algo que hay que estudiar
con detalle. ‘La ciencia de los egipcios era distinta a la de
los romanos, y la de la edad moderna es diferente de la ciencia del
futuro, eso está muy claro –agrega Beuys–. Así
que no cabe decir simplemente que hemos llegado al fin de la historia.
Hay que preguntar si el –pretendido– pensamiento exacto
de las ciencias naturales es la forma final del concepto de ciencia,
o sólo una forma de transición’. Una forma que puede
dar paso según las circunstancias al futuro próximo. Así
–Beuys– ve los pensamientos humanos también como
plástica, la primera plástica que surgió del ser
humano. Que el ser humano pueda contemplar sus pensamientos como un
artista su obra, esto es, que mire en su pensamiento, esa es la propuesta
de Beuys que aquí se suscribe.
2.- Arte y antropología o la violencia original de la
modernidad.
Las polaridades –Arte y vida, arte y ciencia, cultura y naturaleza–
aparecen en la filosofía que Beuys procesa para su propio pensamiento.
Beuys buscaba esa obra de arte total, esa imagen de creador absoluto
tan cara a los Románticos. Sin duda alguna, su obra se acerca
más que ninguna otra a este concepto, en especial por ese dominio
del lenguaje que lleva a emplear palabra e imagen. Beuys formuló
con el término ‘proceso paralelo’ la importancia
del lenguaje en su obra: el elemento material del arte tiene que ir
acompañado de la expresión verbal de lo espiritual.
La acción, tal y como el artista la concibe, no es un mero recreo
o un acto de provocación y participación, como el ‘happening’
de Fluxus. Es una experiencia catártica, un rito de iniciación
donde –desde una perspectiva antropológica– arte
y ritual van unidos de un modo dramático en operaciones chamánicas
de intensa concentración y hondo alcance espiritual. Para Beuys,
como se ve, el concepto del acto artístico tiene un carácter
eminentemente antropológico.
El gesto iconoclasta de Beuys -con su declaración de abandono
del arte- pone así en operación el sueño vanguardista
de la disolución del arte en la vida.
Quizás haya que poder fracasar como artista para avanzar como
hombre. Beuys -el utopista, el pintor, el escultor, el diseñador
gráfico, el performer, el teórico del arte, el político,
el poeta, el hombre de las cavernas, el profesor, el líder carismático,
el chamán, el héroe de guerra incombustible [Nota
9], condecorado dos veces con la Cruz de Hierro, el político
pacifista- hizo de su vida una obra de arte. Los desmontajes de la felicidad
creativa tal como operan en sus performances muestran al arte la dirección
para hacerse a un lado.
La acción, tal y como Beuys la concibe, no es un mero recreo
o un acto de provocación y participación, como el ‘happening’
de Fluxus. Es una experiencia catártica, un rito de iniciación
donde –desde una perspectiva antropológica– arte
y ritual van unidos de un modo dramático en operaciones chamánicas
de intensa concentración y hondo alcance espiritual.
En Beuys son recurrentes estas puestas en escena de acciones
antropológico-sociales, para ello recorre el imaginario del héroe
y del anacoreta: el ser que se aleja de la ciudad y luego regresa a
ella, el ser que se abstrae de la sociedad y que luego vuelve a formar
parte de ella, un ser que necesita ‘hospitalización’
(por eso, el artista es trasladado en ambulancia a la habitación,
y desde ella al aeropuerto). La cultura, la civilización técnica,
producen inválidos. Así, Beuys se envuelve en fieltro,
como un muerto viviente. El enfrentamiento entre el artista y el coyote,
su recíproco amansamiento, simbolizan la reconciliación
entre cultura y naturaleza. ‘Esta acción ejemplar, significa
magníficamente el nuevo papel que Beuys confiere al artista,
intérprete de la crisis, formulador de otras temporalidades,
escucha de civilizaciones, magnetizador de los elementos, agitador de
los tiempos primordiales que, por su retraimiento e inaccesibilidad,
se ha de investir con el don y el poder de reactivar la cohesión
colectiva y la creatividad de todos por un retorno imaginario a los
tiempos primordiales, al pensamiento original de los ideales y las funciones
prístinas’ [Nota
10].
Beuys
en su indagación de lo primordial –de la naturaleza previa
a toda civilización– se interna en el territorio de la
animalidad y en una de sus performances experimenta ‘los secretos
del coyote’. Los aullidos del animal representan para Beuys la
violenta colisión de culturas, el punto neurálgico psicológico
del sistema de las energías americanas: el trauma del conflicto
americano con el indio. Convivir con el animal aquí no es salida
de la civilización hacia un manantial de vida universal; aquí,
lo animal le otorga al artista y, por extensión al hombre, un
raro poder: el de atravesar mediante una acción simbólica
el vacío íntimo de una cultura para llegar hasta su fondo
de angustia y opresión. La teoría crítica atraviesa
la sociedad capitalista mediante el concepto y una mirada distante.
Pero el artista traspasa desde dentro la desolación que el teórico
crítico observa siempre desde una prudente distancia [Nota
11].
Durante tres días, Beuys hurga, ausculta, camina sobre la culpabilidad
reprimida de la civilización norteamericana. Culpabilidad surgida
de la matanza injustificable del indio. El indio debía ser exterminado
no tanto para arrebatarle sus tierras, sino por su experiencia más
amplia de la libertad. El indio vivía tan libre como el coyote
o el búfalo. Por eso, oprimir o exterminar al indígena
fue un despedazar la propia bandera de la libertad que la sociedad norteamericana
decía representar. La angustia de esta contradicción se
retuerce en el fondo oscuro del alma colectiva del país del Norte.
Mediante el coyote-guía, el artista atraviesa un presente de
máscaras y arriba al trauma que nació del exterminio de
la libertad india. La convivencia con el animal de los aullidos es así
escena simbólica para atravesar la intimidad de una cultura y
regresar a su trasfondo de trauma y contradicción.
Bibliografía
* BEUYS, Joseph, BODENMANN-RITTER Clara, Joseph Beuys: cada hombre,
un artista: conversaciones en Documenta 5-1972, Editorial Visor,
Madrid, 1995
* HOFMANN, W. y THOMAS, K.: Beuys
vor Beuys. Trabajos tempranos. Colección Van der Grinten,
(Catálogo). Diputación de Zaragoza y Caja Madrid. Zaragoza,
1989.
* BERNÁRDEZ SANCHÍS,
Carmen, Joseph Beuys, Madrid, Ed. Nerea, 1998.
* BEUYS, Joseph, Aprovechar a
las ánimas. Fer profit a les animes, Catálogo de
la Exposición, Sa Nostra. Caixia de Balears, y Diputación
Provincial de Granada, 1992.
* BEUYS, Joseph, Catálogo
de la exposición, Szeemann, H. (com.), París, Musee National
d´Art Moderne Centre Georges Pompidou, 1994.
* MARCHAN FIZ, SIMÓN: Del
arte objetual al arte del concepto. Ed. Akal. Madrid, 1986.
* STACHELHAUS, HEINER: Joseph
Beuys. Ed. Parsifal. Barcelona, 1990.
* GARDNER, James, ¿Cultura
o Basura?, Acento Editorial, Madrid, 1996.
* LAMARHE-VADEL, BERNARD, Joseph
Beuys. Ed. Siruela. Madrid, 1994.
Nota 1: Artista, profesor y activista político alemán.
Nació en Krefeld el 12 de mayo de 1921. En 1940 fue piloto de
un bombardero. En el invierno de 1943 su avión se estrelló
en Crimea, donde los tártaros le salvaron la vida al envolverle
el cuerpo con grasa y fieltro, materiales que aparecerán una
y otra vez en su obra. Después de participar en diversas misiones
de combate, fue hecho prisionero en Gran Bretaña desde 1945 hasta
1946. Posteriormente, Beuys estudió pintura y escultura en la
Academia Estatal de Arte de Düsseldorf desde 1947 hasta 1952. Durante
la segunda mitad de la década de 1950 trabajó como peón
en una granja. En 1961, regresó a Düsseldorf para dar clases
de escultura. Fue expulsado en 1972, por apoyar a los estudiantes radicales,
pero fue readmitido seis años más tarde. Sus campañas
a favor de la democracia directa, el medio ambiente y otras causas similares
incluyeron la utilización de un local de la Documenta de Kassel
en 1972 como oficina, la presentación sin éxito de su
propia candidatura para el Bundestag (cámara del Parlamento)
en 1976, y la campaña para plantar numerosos árboles en
Düsseldorf. Su obra abarca desde performances como 'Coyote: Me
gusta América y a América le gusto yo' (1974), en la que
convivió con un coyote (y un cobertor de fieltro) en una galería
de Nueva York, hasta esculturas como El final del siglo XX (1983), que
consiste en 21 piezas de basalto taponadas con grasa y objetos más
convencionales, entre los que se incluían numerosos dibujos y
acuarelas. Murió en Düsseldorf el 23 de enero de 1986.
Nota 2: 'Arte ampliado': La auténtica obra de arte reside
en la transformación de la conciencia del espectador para activar
la realidad y el pensamiento.
Nota 3: BEUYS, Joseph, BODENMANN-RITTER Clara, Joseph Beuys:
cada hombre, un artista: conversaciones en Documenta 5-1972, Editorial
Visor, Madrid, 1995.
Nota 4: BEUYS, Joseph, BODENMANN-RITTER Clara, Joseph Beuys:
cada hombre, un artista: conversaciones en Documenta 5-1972, Editorial
Visor, Madrid, 1995.
Nota 5: VALENCIA CARDONA, Mario A., 'Los orígenes
del arte crítico: La metáfora Rothko', En Revista
de Ciencias Humanas, UTP, 2005.
Nota 6: IERARDO, Esteban 'La liebre y el coyote; encuentros con
lo animal y lo secreto en la obra de Joseph Beuys', en Temakel, 2005.
Nota 7: BEUYS, Joseph, BODENMANN-RITTER Clara, Joseph Beuys:
cada hombre, un artista: conversaciones en Documenta 5-1972, Editorial
Visor, Madrid, 1995, p. 71.
Nota 8: Ibid.
Nota 9: Beuys sobrevivió envuelto en fieltro y grasa a
las quemaduras tras un accidente del avión militar que pilotaba
sobre Crimea.
Nota 10: LAMARHE-VADEL, BERNARD, Joseph Beuys. Ed. Siruela.
Madrid, 1994.
Nota 11: IERARDO, Esteban 'La liebre y el coyote; encuentros
con lo animal y lo secreto en la obra de Joseph Beuys', en Temakel,
2005.
__________________________
DATOS
DEL AUTOR:
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense
de Madrid, Departamento de Filosofía IV, Teoría del Conocimiento
y Pensamiento Contemporáneo. Áreas de Especialización
Antropología y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto
de Filosofía de la PUCV, Profesor de Antropología en la
Escuela de Medicina y de Estética en el Departamento de Artes
y Humanidades de la Universidad Andrés Bello, UNAB. Profesor
asociado al Grupo Theoria Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado.
Director de la Revista Observaciones Filosóficas www.observacionesfilosoficas.net.
Secretario de Ejecutivo de PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía
de a PUCV http://www.philosophica.ucv.cl/editorial.htm.
Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista
de Filosofía y Culturas en Diálogo http://www.konvergencias.net.