1
Con el cubismo, Picasso analiza la forma de representación del
objeto, así como el arte abstracto analiza el color. El cubismo
geométrico analiza la posición de los elementos
en el plano. El cubismo analítico realiza un
análisis de las facetas del objeto, de las formas; el color carece
de importancia. El cubismo sintético analiza
los elementos que componen el objeto, por eso, cambia la realidad de
la que se ocupa y ya no analiza la figura humana -de la que se ocupará,
no sin dificultades, al final de este período (Hombre con
pipa, 1915, donde encontramos una obra figurativa dentro de una
composición cubista), y después de él, con gran
acierto, cuando oficialmente ha abandonado este estilo (partiendo de
su Arlequín de 1915). Picasso llevó el estudio
del objeto mediante el cubismo analítico y sintético hasta
el límite, podíamos decir, en que el análisis la
representación que se va a realizar mantiene relación
formal con los aspectos del objeto (posición, forma y composición).
Propiamente, realiza su análisis hasta que las facetas que se
eligen del objeto no permiten una mayor aproximación, en el primer
caso, y, en el segundo, hasta que se alcanza la mayor reducción
posible en la búsqueda de la esencia de su composición.
Sirvan como ejemplos, respectivamente, Guitariste (La mandoliniste),
1910 y Guitarra de 1913. Puede parecer que el desarrollo lógico
del estudio llevará a una total desaparición del objeto,
pero tal cosa ocurriría si se estudiara la pintura en lugar de
la técnica; ese principio lógico no es aplicable en este
caso.
Una confusión
similar se puede producir con las obras surrealistas de Picasso. Para
aclararlo, debemos investigar, de nuevo, la esencia de su obra. Y el
origen de esa representación, no está, como en los surrealistas,
en el sueño ni en el subconsciente ni en la irracionalidad; está
en la propia realidad. Picasso analiza la representación, mediante
el procedimiento de los surrealistas, del objeto que reproduce. Nuevamente,
Picasso interpreta la realidad estudiando otra forma de expresión
en la que también investigó sus límites. Tiene
aspectos que parecen relacionarle con el surrealismo pero, aunque las
formas coincidan, la esencia es distinta.
2
Con el cubismo Picasso creó valores, estableció una forma
de representación que no partía de la percepción
de las formas sino de los principios de representación; Pero
Picasso buscaba el drama, no solo las bellas apariencias. Por ello,
afirma Ruhrberg:
Abandonó el cubismo cuando consideró que se había
vuelto demasiado científico. [Nota
1]
Con lo que se quiere manifestar que Picasso buscaba expresar el sentido
de la vida:
Lo increíble y monstruoso forman parte de la realidad....
[Nota 2]
Que Eros y Tánatos, la alegría y la tragedia, son
gemelos, se revela de forma más clara en la obra de Picasso que
en la de ningún otro artista de nuestro tiempo. [Nota
3]
Es decir, buscaba la intuición y se quejaba de la comprensión
racional. Parece que Ruhrberg ha intuido el sentido de la última
etapa de la pintura de Picasso. Frente a quines han valorado, por encima
del resto, sus primeras obras y especialmente el cubismo, por la influencia
que ha tenido en otros artistas y por la profundidad de ese estilo,
méritos que son innegables, Picasso le supera por ser un conocimiento
racional que acaba por reducir el pensamiento y nos ofrece una forma
de conocer que, más que intuitiva, pretendía ser instintiva,
y presenta un arte ajeno a toda racionalización: Acabó
realizando un expresionismo simple, destacando la sencillez y la inmediatez.
Después de concebir la técnica más difícil,
acabó haciendo las obras más sencillas, en contraposición
a aquellos que, cuanto más pequeños, más necesitan
la seguridad de una técnica y notar el peso de los conceptos
-el estilo lo es- antes que disfrutar de la liviandad de las ideas.
Los críticos de Picasso piensan que todo lo que no es intelectual
(con lo que se quiere decir racional) carece de calidad. Así,
las últimas obras de Picasso son de gran valor, pues en ellas
nos habla de la esencia del gran hombre, por eso, está lejos
de ser comprendido. Su obra es más filosófica que artística.
La trasformación de Picasso no se ha entendido: Picasso se ha
hecho niño en tanto, que antes, era león.
3
Debemos intentar aclarar por qué la simplicidad que considerábamos
un demérito en el arte del siglo XX, es en Picasso una superación.
En general, la simplicidad es un síntoma de falta de recursos
y en Picasso la sencillez es el abandono de todos los recursos. Con
la escasez de medios para la representación, Picasso nos está
demostrando el amor fati, que la vida merece ser vivida por encima de
cualquier otra consideración que, por muchas limitaciones que
se tengan en ella, se la pueden reconocer ventajas, solo hace falta
ser capaz de aceptar los inconvenientes y los sufrimientos para apreciarlas,
para comprender el placer de vivir. Picasso se impone todas las limitaciones
y se exige una precisión en su trabajo que no requiera ninguna
modificación del trazo realizado y no se permite representar
ningún elemento que distraiga la esencia que muestra: que esas
limitaciones de la vida no pueden ser inconvenientes para ella, sino
que son su esencia. Así, la simplicidad es, en unos casos, incapacidad,
en otros, una superación: En la evolución de su obra no
buscó la contemplación estética del arte, sino
de la vida, es decir, percibía las ideas que subyacen en toda
representación del mundo y nos las muestra. Picasso, acompasó
su vida y su obra a su edad.
También en el libro citado
se refleja el comentario de Picasso en el que dice que 'todo el mundo
quiere entender el arte' (…) ¿Por qué no intentan
entender el canto de un pájaro? [Nota
4]. Esta es la clave para comprender el arte de sus
últimas etapas. Intenta hacer un arte que no tenga que justificarse
con razonamientos, intenta evitar una interpretación racional
de sus obras, lo cual al hombre moderno, es decir, al hombre teórico,
le parece algo inconcebible, por lo que sus obras no han sido entendidas
y, por ser inconcebible la intención, se rechaza la forma. Después
de investigar todas las formas de expresión artísticas
que existían en el mundo, buscó las instintivas que tenía
dentro de sí para mostrar su voluntad, no su conocimiento. A
través del arte quiere hablarnos de la vida, de una vida superior.
Lo que pretende es que la pintura se comprenda por el instinto, de tal
forma, que ese modelo se aplique a otras situaciones, vaciándolas
también de todo compromiso e interpretación pues lo racional
conduce a la confusión. Nos dice: esto es un cuadro, no intentes
comprenderle, siéntele; con lo que nos quiere decir, ahí
tienes la vida, no la analices, vívela; o, ante un problema,
no uses la razón, aplica el instinto. Quiere que la vida se comprenda
de la forma en que se escucha el canto de un pájaro, sin buscar
razones. Picasso sabía, al igual que Nietzsche, que solo la razón
no sirve para la vida. Y nos mostró la tragedia de la vida. Su
obra se puede llegar a conocer pero no la puede comprender quien carezca
de instinto. Si el arte sólo le pueden comprender los artistas,
supuestamente individuos con instinto, la obra de Picasso sólo
la puede comprender un artista que a la vez sea filósofo: un
artista de la vida. No hay en nadie en el siglo XX que haya pretendido
nada semejante; desde el mundo del arte es absolutamente imposible analizarle,
solo conociendo teorías filosóficas que se cuestionan
el valor de la razón, se puede uno aproximar a él. Y Picasso
lo entendió -instintivamente.
Nota
1: Kart Ruhrberg, Arte del siglo XX, Ed. Taschen,
Edición de Ingo F. Walter, Colonia, 2005, p. 212.
Nota
2: Ibíd. P. 214.
Nota
3: Ibíd. P. 217.
Nota
4: Ibíd. P. 212.
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