Al entrar en la sala [Nota
1] un ojo nos observa (Sin título n. 239,
2009). Un ojo azul emerge recortado sobre una masa de color negro, un
ojo presumido con las pestañas recubiertas de rimel negro, los
que nos anuncia que nos adentramos en un universo femenino, del que
todavía desconocemos las claves.
Los cuadros no están colgados, simplemente apoyados sobre la
pared de forma desigual, ocho, tres y siete, en total dieciocho obras
de gran formato con un cierto aroma decadente y melancólico.
Las modelos miran, sonríen, posan congeladas, páginas
arrancadas de una revista de moda, manipuladas por la artista, Susy
Gómez (Pollença, Mallorca, 1964), a las que añade
pintura, cera, purpurina o joyas. Las piezas que componen la exposición
El timón de mis almas, comisariada por Fernando Francés,
están realizadas a partir de una selección de fotografías
de 20 años de la revista Vogue España.
Sigo caminando por la sala y el ojo
de la entrada se repite, nos sigue y nos vuelve a observar (Sin
título n. 245. 2009). Esta vez jugando con la proporción
áurea, la artista cubre un parte de la imagen con pintura rosa
chicle, hasta la altura de los ojos de la modelo. Una pintura craquelada,
repleta de surcos y grietas, metáfora del paso del tiempo que
avanzan y engulle la belleza. A la par una música melancólica,
que es ese momento ignoro de donde proviene, envuelve a las obras y
las dulcifica, les da un carácter eterno acrecentando el juego
misterioso del conjunto. Las modelos inmortalizadas y a la vez convertidas
en meras formas, elementos plásticos dentro de una composición;
cosificadas y divinizadas, exaltando su languidez, sus miradas atemporales,
la fragilidad de su belleza. Qué hay detrás de esto, qué
significan esta sucesión de imágenes tan despersonalizadas
y a la vez tan personales.
La exposición, como ha afirmado
Susy Gómez, está dedicada a las tres hermanas de su padre,
Emma, Adonina y muy especialmente a la mayor, su tía Licinia.
Un especie de homenaje o reconocimiento a la vida y obra de estas mujeres
que han influido tanto en la artista. Pero también hay un aroma
más universal que se respira en toda la sala, un carácter
que supera ese reconocimiento privado de la artista a sus raíces,
un mensaje trascendental en el que se cuestiona el presente, el destino,
el sentido de la vida, la identidad.
Sólo queda un cabo suelto, de dónde sale esa melodía,
la música que me ha acompañado en la exposición
y ha guiado estas palabras. Completa la muestra una videoperformance
de 75 minutos, proyectada en el espacio 5, una estancia contigua,
que rubrica el mensaje de Susy Gómez y cierra el círculo
de El timón de mis almas.
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Para
saber más
Nota
1: Exposición celebrada en el CAC Málaga, Centro
de Arte Contemporáneo de Málaga, del 3 de abril al 21
de junio de 2009.
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DATOS
DEL AUTOR:
Marc Montijano Cañellas (n. 1978, Vic, Barcelona)
es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Málaga,
Experto en Organización y Gestión de Empresas Culturales,
y Postgrado en Gestión Cultural por la Universitat Oberta de
Catalunya. Tiene una amplia experiencia académica y profesional
en diversas instituciones y empresas culturales, así como un
extenso currículum como investigador y crítico de arte.
Es fundador y codirector del portal de Arte y Cultura Homines.com
y corresponsal de la revista ART NOTES.