Verdaderamente
sorprende conocer cómo se han gestado estas obras. Sorprenden
no solamente por la soltura y resolución con que son llevadas
a cabo, de mano de un artista y pintor que se ha formado con el oficio
de ‘hacer’ constantemente y por ello, dotando a toda su
propuesta de una mirada personal, en una búsqueda constante que
le caracteriza por reflexionar a partir de imágenes proporcionadas
por el entorno cotidiano. Resueltas con total libertad expresiva, estas
piezas -de un puzzle mayor- podrían graficar un fragmento de
la vida de alguno/a de nosotros/as, en un día cualquiera en que
transitamos por la ciudad, con sus remanentes de historias, de recuerdos
y, por qué no decirlo, de ciertas trampas temporales puestas
en ella que no nos dejan a veces recordar lo propio.
Estas obras perfectamente pueden hacernos
reflexionar -a partir de lo anterior y retomando la idea del puzzle-
acerca de la memoria, del recuerdo y por ello también, acerca
del olvido que ellas mismas contienen, de aquel tiempo que fue capturado
con una cámara y transformado luego a través de su paleta,
con trazos enérgicos que parecen invadir el formato escogido:
más grande o quizá más pequeño, las piezas
se humanizan de acuerdo al propio recuerdo. La transformación
de la primera imagen, tomada a modo casi de un ojo caníbal que
los engulle en un momento en que estos cuerpos ‘viajan’
y sin que ni siquiera ellos mismos noten su presencia, son capturados/as
a escondidas en el metro, en un instante imprevisto, en un momento que
a nadie –ni siquiera a ellos/as- parece importarle, excepto a
Squance, que ve allí una fuente de reflexión inquietante
que cuestiona los modelos impuestos, a través de lo que sugieren
sus –ahora personajes- sin escenario definido, donde a través
de la inmediatez del trazo enérgico, estos personajes son vueltos
a la vida, al escenario del vacío, allí donde todo puede
pasar: la ‘still life’ que traduciríamos simplemente
como ‘naturaleza muerta’, puede cobrar sentido también
desde este punto: la suspensión de estos cuerpos en el espacio
que desafían toda gravedad, parecen demostrárnoslo.
Su trabajo se inserta en la memoria,
a la vez que convierte aquellos acontecimientos sencillos del día
a día en un hecho susceptible de ser tomado en consideración,
nos hace fijarnos en cada momento, en cada instante por fugaz
que parezca y darle un nuevo sentido. Nos hace remitirnos a su propia
historia dentro de las que posee la ciudad en su totalidad: ¿quiénes
son?, ¿a dónde van?, un universo interminable de preguntas
pueden sucumbir nuestro interior al momento de verles retratados, en
esta still life capturada con su móvil: son anónimos/as
que no se percatan que han sido retenidos/as, memorizados/as, que serán
estudiados/as y luego auscultados/as, para ser transformados/as por
su pincel, su brocha y la performatividad de su hacer al momento
de trasladarles con total densidad a su nuevo espacio.
La unión de la pintura, de
un dibujo brutal y de la tecnología, nos deja como resultado
una obra de una singularidad expresiva a la vez que densa, donde la
utilización del alto contraste también nos permite re-leer
su obra asociándola al recuerdo, donde las posturas de sus personajes
-a veces indescriptibles y enmarañadas- son resueltas con dinamismo
y sobriedad en el lienzo blanco que nos muestra un espacio dominado
por el vacío, asemejándose a la imposibilidad de recordar
en totalidad.
En esta exposición, se configuran estos elementos sembrándonos
además la duda acerca de lo que ocurre en cada imagen que pareciera
flotar en medio de escenarios dominados por el vacío: sólo
una postura, un cuerpo, sin importar de quién se trata. Podría
ser cualquiera de nosotros que esté siendo parte de estas obras.
Podría pasar también, que en algún momento, la
experiencia fuera más directa y nos identifiquemos y reconozcamos
en alguna de ellas.
Nota:
Las imágenes que acompañan el texto son cortesía
del artista, excepto el detalle, de Davixo Berimbá.
Para conocer ésta y otras de sus obras, visitar:
www.tonysquance.com
/ (previous work (mostly ad. agencies)
tonysquance.blogspot.com
/ recent work (mostly film makers)
Para
saber más
Nota 1: Esta exposición puede visitarse hasta el 20
de julio de 2012, en la Sala de arte El Brocense, en la Diputación
de Cáceres.
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DATOS
DE LA AUTORA:
Marla Freire. Trabajadora en cultura. Estudia y
expone la problemática de los roles de género y su relación
con el poder.
Ha participado en diversas exposiciones y festivales.
Entre sus líneas de investigación se encuentran: identidad
de género y poder, estudios de género en el arte, arte
como activismo, performance, usos del espacio y políticas corporales.
Actualmente realiza su Investigación Doctoral en la Universidad
Autónoma de Madrid, como parte del programa vinculado al Museo
Reina Sofía.
