Facebook; del desprecio
de las masas a ‘la sabiduría de las multitudes’ [Nota
1]
Adolfo Vásquez Rocca
08/01/2013
Normalmente solemos favorecer la opinión
de los expertos, pues consideramos que sólo una persona con experiencia
y conocimientos es capaz de emitir juicios correctos en un área
o materia en particular.
Sin embargo, hay evidencias de que las decisiones tomadas colectivamente
por un grupo de personas suelen ser más atinadas que las decisiones
tomadas sobre la base del conocimiento de un experto.
1.- Facebook como estado de 'conciencia ambiental'.
LFacebook es un estado de ‘conciencia ambiental’, una enorme
manera de matar el tiempo (o perderlo, por supuesto), una maquinaria
de conexiones, que responde a la lógica de la hipertextualidad,
del hiperlink, de los motores de búsqueda esponsorizados y el
posteo compulsivo. Un poderoso engranaje de la industria global que
trafica con bases de datos, estadísticas, rainting televisivos,
y perfiles psicologógicos, en un exhaustivo proceso de estratificación,
que apunta sus esfuerzos –como cualquier consultora– a que
el mercado se active y los negocios prosperen.
Aunque el proyecto fue concebido por Mark Zuckerberg, la cara real detrás
de Facebook es Peter Thiel, inversor de capital de riesgo y filósofo
futurista. Es también un vigoroso activista del neoconservadurismo.
Se graduó en Filosofía en Stanford y es coautor del libro
El mito de la diversidad, un ataque minucioso al multiculturalismo y
al liberalismo.
El mentor filosófico de Thiel
es René Girard [Nota
2], de Stanford, quien propone la teoría de que el
comportamiento humano funciona por deseo mimético. Girard alega
que la gente es esencialmente borrega y se copia una a otra sin mucha
reflexión. La teoría parece ser correcta en los mundos
virtuales de Thiel: el objeto de deseo es irrelevante. Todo lo que se
necesita saber es que los seres humanos tienden a moverse en manadas.
De ahí las burbujas financieras. Y de ahí la enorme popularidad
de Facebook.
Internet es muy seductor para Thiel porque promete un tipo de libertad
en las relaciones humanas y en los negocios, libertad de las leyes de
los países. Internet abre un mundo de expansión del libre
mercado y laissez faire. A Thiel también le encantan los paraísos
fiscales –como las Islas Caimán– donde esta el 40%
del dinero del mundo.
Ahora, si se analiza bien la política de privacidad de Facebook
es ambigua o prácticamente no existe. Facebook parece más
un régimen totalitario virtual, ideológicamente motivado,
con una población que crece unos dos millones de personas por
semana y que ya ha superado los 65 millones. Thiel y sus socios han
creado su propio país. Un país de consumidores.
Facebook ha devenido un experimento genial a la vez que 'maquinal',
una república virtual global, donde nuestras relaciones y amigos
son convertidos en bienes que se venden a las grandes marcas globales.
En Facebook nuestras vidas son un libro abierto, donde nuestros datos
son objeto de una transa bursátil.
2.- La desconcertante sabiduría de las multitudes o la
Teoría de los Enjambres.
A comienzos del 2000 ya vivimos el
desarrollo de las redes descentralizadas versus el paradigma del control
jerárquico. Ahora el ciberespacio se ha hecho denso; se ha impuesto
la ‘sabiduría de las multitudes’ [Nota
3] y el ‘periodismo ciudadano’ de los blogs.
Esto podría alentar la idea que la Web acabará convirtiéndose
en un sistema nervioso global, un cerebro en el que cada internauta
constituye una neurona y que acabará generando algún tipo
de inteligencia colectiva que produzca pensamientos e ideas por encima
de las capacidades de cada una de sus pequeñas partes. Este enfoque
de la inteligencia recuerda al descrito por Philip K. Dick [Nota
4] SIVAINVI [Sistema de Vasta Inteligencia Viva] que, de
algún modo, se define como la suma de muchas inteligencias individuales,
subalternas, ocultas, fundidas en una sola, única y ¿despersonalizada?
inteligencia colectiva; inteligencia que, pese a todo, se define entre
las redes de la telaraña —y fuera de ellas también—
como la nueva panacea del conocimiento. Cabría entonces cuestionarse
qué es, cómo funciona, por qué —como las
sirenas— atrae —y atrapa— a los navegantes entre los
procelosos hilos de la web [Nota
5].
La inteligencia colectiva —siempre
dentro de contextos globalizados— requiere, para su constitución,
de la interactividad, del diálogo al interior de la web. Diálogo
que tiende a favorecer nuevos modelos discursivos accesibles a todos,
cuyas expresiones —siempre de carácter público—
se deslizan a través de las autopistas de la información
en busca de participaciones colaborativas en un espacio mutante y deslocalizado
conocido como la Web 2.0.
La hiper-conectividad y el ciberespacio habremos de entenderla como
una realidad simulada, un ‘no-lugar’, que opera como una
red de tránsito de información, donde desarrollamos nuestras
interacciones comunicativas mediáticas, en el paroxismo de las
nuevas redes sociales, y el desarrollo de nuevas formas de ciber-subjetividad.
Donde vemos que conceptos como el de ciudadanía, intimidad y
lugar (no-lugar) se redefinen en este nuevo entorno de poderes anónimos,
imperios tecnofinancieros implacables e implosiones sociales.
El término Web 2.0 nació
a mediados de 2004 y se popularizó a partir de sus aplicaciones
más representativas, Wikipedia, YouTube, Flickr, WordPress, Blogger,
MySpace, Facebook, OhMyNews, y de la sobreoferta de cientos de herramientas
intentando captar usuarios– generadores de contenidos.
Según O’Reilly [Nota
6] principal promotor de la noción de Web 2.0, los
principios constitutivos de ésta son siete: la World Wide Web
como plataforma de trabajo, el fortalecimiento de la inteligencia colectiva,
la gestión de las bases de datos como competencia básica,
el fin del ciclo de las actualizaciones de versiones del software, los
modelos de programación ligera junto a la búsqueda de
la simplicidad, el software no limitado a un solo dispositivo y las
experiencias enriquecedoras de los usuarios.
Así se potencian los efectos de red conducidos por una ‘arquitectura
de participación’; innovación y desarrolladores
independientes; pequeños modelos de negocio capaces de sindicar
servicios y contenidos. Como Web 2.0 pueden entenderse entonces ‘todas
aquellas utilidades y servicios de Internet que se sustentan en una
base de datos, la cual puede ser modificada por los usuarios del servicio,
ya sea en su contenido (añadiendo, cambiando o borrando información
o asociando datos a la información existente), bien en la forma
de presentarlos, o en contenido y forma simultáneamente.’
[Nota 7]
Asumida la revolución de los sistemas de publicación de
contenidos como weblogs y wikis, en la web 2.0 la atención se
desplaza desde la información hacía la metainformación.
La cantidad de datos generados empieza a ser de tal volumen que no sirven
para nada si no vienen acompañados de otros que les asignen jerarquía
y significado. La estrategia de dotar a los usuarios de instrumentos
para clasificar la información colectivamente se ha definido
como folksonomía, y su implementación más popular
son los tags o etiquetas. Si los blogs democratizaron la publicación
de contenidos, las folksonomías están democratizando la
arquitectura de la información. Los usuarios de Flickr, por ejemplo,
no sólo comparten sus fotografías a través del
servicio, sino que al asignarles múltiples etiquetas con las
que asocian significado a las imágenes, construyen una gran estructura
semántica de imágenes que se puede recorrer en todas las
direcciones. En el servicio de ‘bookmarks’ social del.icio.us,
los usuarios etiquetan con diferentes conceptos los enlaces de interés
que encuentran en la Red, generando así una clasificación
temática muy precisa del crecimiento diario de la Web. La comunidad
de del.icio.us está llevando a cabo el simulacro más eficaz
del viejo sueño de la Web Semántica, una Web que se entienda
a sí misma.
La sabiduría de las multitudes
[Nota 8] es otra
forma para llamar a la entrada en escena de las masas –ahora en
el ciberespacio–. A este respecto James Surowiecki señala
que ‘los grupos funcionan mejor que las individualidades si y
sólo si se cumplen cuatro condiciones: diversidad de opiniones,
descentralización, independencia y mecanismos de agregación
de la multitud; bajo dichas circunstancias, cada individuo aporta y
valora una parte de la información para, junto al resto de los
individuos, alcanzar un veredicto colectivo ’[Nota
9]. Pese a ello, está aún por demostrarse que
la inteligencia colectiva promovida por los teóricos del enjambre
—suma de muchas inteligencias— sea más efectiva que
las élites reducidas.
Surowiecki inicia su argumento con una anécdota del científico
británico Francis Galton. En 1906, durante una feria ganadera,
Galton se propuso averiguar hasta qué punto podría un
grupo de 787 personas determinar el peso exacto de un buey. Cuando el
peso del buey fue revelado -543 kilogramos-, resultó que la estimación
promedio de la multitud había sido, asombrosamente 542,5 kilogramos.
En su momento, el libro de Surowiecki se convirtió en un bestseller
y el concepto -la sabiduría de las multitudes (The wisdom of
crowds , en inglés)- se popularizó en el mundo corporativo.
De hecho, la operación de sitios como Yahoo, Google, MySpace
y Netflix está basada en esta suerte de colectivismo online y
recientemente Netflix, la empresa líder en alquiler de películas,
convocó a un certamen internacional apelando a la ‘sabiduría
de las multitudes’ para perfeccionar su sistema de recomendaciones.
Por seductora que resulte la apuesta a la superior inteligencia de las
multitudes, no sería mala idea detenerse en la advertencia de
Charles MacKay ’ [Nota
10] en su famoso libro –Delirios extraordinariamente
populares y la locura de las multitudes– donde se cuestiona
¿por qué individuos habitualmente sensatos e inteligentes
se convierten en masas idiotas cuando actúan colectivamente?
‘La gente, es sabido, piensa en manadas; se verá que también
enloquece en manadas y sólo recobra la cordura lentamente, uno
por uno’. [Nota 11]
Existen otras redes sociales en Internet como HI5 y Myspace que partieron
antes, o fenómenos puntuales como Orkut que en Brasil e India
es más popular que Facebook. El fenómeno Facebook puede
ser explicado por su simplicidad, efectividad y oportunismo. Llegó
en le momento preciso ofreciendo lo adecuado para el usuario común
y de manera fácil. Eso es lo que lo ha hecho tener tanto éxito
en nuestros países. La gente abrumada con el mensaje elitista
que afirmaba que la única manera de participar en la web estaba
en los blogs, es decir, en escribir hoy ve en Facebook su oportunidad
ya que se simplificó el esquema con funciones prediseñadas.
Facebook facilita la interacción y la presencia telemática,
sin embargo como tecnología de la información cada vez
se encuentra más relacionada con asuntos ‘inútiles’
o con la mera entretención más que con información
relevante.
Facebook es una red dentro de la red
que cada vez se hace más grande y poderosa; las posibilidades
de intercambio de información posiblemente no tengan límites.
Tampoco hay límite para las aplicaciones añadidas al sistema:
Guerras de vampiros, hombres lobo, zombies, etc. Algunas tan ‘atractivas’
que se tornan adictivas.
Hay un flujo constante de información reclamando nuestra atención,
también, invitaciones que exigen una respuesta. Así casi
sin notarlo nuestra cuenta comienza a saturarse de estas aplicaciones
que vienen a ser una extensión del ocio que no permite distinguir
las invitaciones a aplicaciones verdaderamente útiles y relevantes.
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- VIRILIO, Paul, Estética de la desaparición,
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Nota
1: Este Artículo, hasta ahora inédito, publicado
parcialmente en Manuscritos de Blog – Gabinete de Trabajo–
del Autor, fue escrito durante la primavera de 2010. Recientemente ha
sido incluido en una sección antológica de la Revista
Almia, MARGEN CERO de Madrid:
Vásquez Rocca, Adolfo, 'Facebook; del desprecio de las masas
a la «sabiduría de las multitudes»', En Revista Almiar
– Nº 66 – 2012 – MARGEN CERO, Madrid, <http://www.margencero.com/almiar/facebook-desprecio-masas/.
Nota 2: René
Girard (Aviñón, 1923). A más de ochenta y cuatro
años, René Girard –considerado el más grande
antropólogo viviente, cerca de lo que fue Lévi-Straus.
Notable por su teoría de la mímesis que surgió
en primera instancia para analizar obras literarias en las que se muestran
relaciones interpersonales miméticas. Posteriormente fue aplicada
al análisis de la violencia en las sociedades primitivas que
se fundamentan en lo sagrado; y por extensión, a la violencia
en las sociedades contemporáneas.
Nota 3: SUROWIECKI,
James, Wisdom of crowds (La sabiduría de las multitudes),
Doubleday, 2004
Nota
4 :Sivainvi (1981). Famosa trilogía del autor de ciencia-ficción
estadounidense Philip K. Dick, caracterizado por introducir el colectivismo
[inteligencia colectiva, alucinaciones colectivas, conciencia colectiva...]
en la mayor parte de sus novelas.
Nota 5:
RIVERA, Idalia – TOACHE, Mario, La desconcertante sabiduría
de las multitudes: De la Teoría de los Enjambres a la Teoría
de los Borregos y otras cosas parecidas, RECA, 4 (2012), UNAM.
Nota
6 : El término Web 2.0 fue acuñado por Tim O'Reilly
en 2004 para referirse a una segunda generación en la historia
de la Web basada en comunidades de usuarios y una gama especial de servicios,
como las redes sociales, los blogs, los wikis o las folcsonomías,
que fomentan la colaboración y el intercambio ágil de
información entre los usuarios.
El concepto original del contexto, llamado Web 1.0 era páginas
estáticas HTML que no eran actualizadas frecuentemente. El éxito
de las punto-com dependía de webs más dinámicas
(a veces llamadas Web 1.5) donde los CMS servían páginas
HTML dinámicas creadas al vuelo desde una actualizada base de
datos. En ambos sentidos, el conseguir hits (visitas) y la estética
visual eran considerados como unos factores muy importantes.
Los propulsores de la aproximación a la Web 2.0 creen que el
uso de la web está orientado a la interacción y redes
sociales, que pueden servir contenido que explota los efectos de las
redes creando o no webs interactivas y visuales. Es decir, los sitios
Web 2.0 actúan más como puntos de encuentro, o webs dependientes
de usuarios, que como webs tradicionales.
Nota 7:
RIBES, Xavier; Web 2.0: El valor de los metadatos y de la inteligencia
colectiva, En 'Telos. Revista de Comunicación, Tecnología
y Sociedad', 73 (Octubre-Diciembre 2007).
Nota
8 : SUROWIECKI, James, Wisdom of crowds (La sabiduría
de las multitudes), Doubleday, 2004.
Nota 9:
Ibid.
Nota 10:
MACKAY, Charles ( 1841). Extraordinary Popular Delusions and the
Madness of Crowds, New York: Harmony Books. MACKAY, Charles, Delirios
extraordinariamente populares y la locura de las multitudes, Traducción,
1980.
Nota
11: Ibid.
__________________________
DATOS DEL AUTOR:
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense
de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía
Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto
de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética
en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés
Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela
de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago.
Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB
– DUOC UC – Miembro del Consejo Editorial Internacional
de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director
del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de
Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del
Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de
Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro
del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional
do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial
de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad
Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista
Philosophica PUCV. –Miembro de la Federación Internacional
de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica.
Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante
en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian
University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto
europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean
University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría
de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello.
–Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica
de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor
Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad
(CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado
el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas
de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial
de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia,
España, 2008. Invitado especial a la International Conference
de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale
2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección Architecture
de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine
. Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée
CFIC, Bès Editions , París, © 2012.
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