La arquitectura gótica surgió
en Francia y Normandía a mediados del siglo XII y desde ahí,
se expandió por toda Europa durante los siglos XIII y XIV en
gran parte debido al movimiento de la reforma cisterciense, llevado
a cabo por San Bernardo, en 1112, ya que surgen en toda Europa una serie
de abadías, que se hacen eco de las nuevas técnicas. Es
así, como a principios del siglo XIII, la arquitectura gótica
dejó de ser exclusiva de Francia para extenderse por toda Europa.
Algunos de los ejemplos más significativos en Francia de este
estilo son las Catedrales, y de ellas son de las que vamos a ahblar
a continuación.
La Catedral de Chartres, fue destruida por un incendio
a finales del siglo XII e inmediatamente se inició su reconstrucción
entre los años 1195 1220. Quedaron las torres y la fachada interior
del nártex, reducida de proporciones que se colocó en
primer plano, formando lo que es hoy el pórtico real. El desastre
ocurrió en momento propicio, cuando el estilo gótico había
alcanzado la madurez y no manifestaba todavía señales
de petulancia técnica y decorativa. Rodin dice que Chartres es
la acrópolis de Francia. Y en verdad, lo que representa el Partenón
para el arte griego, lo es la catedral de Chartres para el arte gótico.
La catedral es obra de una gran unidad
y aunque en la época de su construcción hubiera allí
varios arquitectos, cuyos nombres desconocemos, es indudable que una
mente genial directora puso los cimientos del edificio. Lo imaginó
terminado con nueve torres y en esto falló porque solo se conservaron
las dos de la fachada principal. Presenta planta de cruz latina en la
que el transepto se realizó a mitad del eje longitudinal. La
parte oriental está ocupada por el ábside central y el
doble deambulatorio con capillas radiales, lo cual determinó
la realización de cinco naves para comunicar la cabecera de la
iglesia en el transepto, sin embargo, solo tiene tres naves.
La gran novedad fue la supresión
de las tribunas y la articulación vertical del muro interior
en tres niveles, de los cuales el inferior corresponde a las arcadas
que separan las naves, cuyos pilares reciben los pesos de las bóvedas
y están cubiertos por columnillas que transmiten dicho peso hasta
el suelo del edificio.
En el nivel medio, se sitúa
el triforio, estrecho pasadizo con arquerías situado entre la
tribuna, que se halla sobre las naves laterales, y el nivel de los ventanales
superiores llamado claristorio, característica del gótico
del siglo XIII.
En esta catedral se utiliza de forma definitiva, la bóveda cuatripartita.
También en el alzado del exterior se observan la característica
general que se va a repetir a partir de este edificio. Los arbotantes
se utilizan en todo el contorno exterior para contrarrestar los empujes
de la bóveda hacia el exterior.
Más de doscientas ventanales
de la Catedral de Chartres conservan aun sus vidrieras de colores. Tienen
la fama de ser las más bellas obras de pintura transparente que
se ha producido. En los días de sol caen chorros de luz desde
lo alto como si fueran producidos por la incandescencia de gemas preciosas.
La Catedral de Laon, 1174, presenta una estructura
a cuatro niveles con dos torres en la fachada. Ofrece una composición,
de origen normando que hará fortuna, maravillosamente combinadas.
Dos a cada lado del crucero y una en el cruce de las naves que ostenta
la disposición de un cimborio románico, reminiscencia
de las grandes iglesias monásticas de Normandía. Para
ser más singulares en cada ángulo de su último
piso asoman pares de bueyes de piedra mirando hacia la ciudad y el país
circundante.
Carece de girola y sobre la arquería
cabalga tres cuerpos de vanos. El de la tribuna, el del triforio y el
de los ventanales.
Presenta un deambulatorio sin capillas adosadas y las tres naves divididas
por filas de columnas cilíndricas con tribunas sobre las naves
laterales. Su coro termina en una pared plana en lugar de un ábside
semicircular .
La Catedral de Noyon, 1152, primera entre las originadas
en la escuela de Saint Denis, es un edificio de respetables dimensiones,
algo más que una aplicación de las técnicas empleadas
en la Abadía Real. Posee también un esquema donde se contempla
una estructura a cuatro niveles, propio de las iglesias del siglo XII.
Lo mismo que Laon y Paris, se cubren con bóvedas sexpartitas
en la nave central y se alternan pilares con las columnas.
Parece un monumento pobre, pequeño,
provinciano, comparándole con las catedrales magnificas que se
construyeron después, pero tiene la categoría de haber
sido la primera y sólo posterior o contemporánea a Saint
Dennis de Suger.
La Catedral de Notre Dame de París, en una isla
del Sena, aparece desde los muelles como un navío anclado, que
las torres serían los mástiles y los contrafuertes los
remos.
Comenzada treinta años antes que la catedral de Chartres, fue
concebida con un plan todavía derivado del de San Denis, pero
fue terminada mucho después, y el espíritu que predomina
Chartres, eclesiástico y de escuela catedral, es anterior al
espíritu universitario y monárquico que manifiesta Notre-Dame
de París. Y es que no es posible separar Notre-Dame de la Universidad
de Paris, que creció a su sombra. Más que una catedral
de capital de la monarquía, era capilla mayor de las escuelas
que constituían la Universidad.
La construcción de la catedral
de Notre–Dame de París, también del siglo XII, fue
impulsada por el obispo Mauricio de Sull, es por tanto de iniciativa
episcopal. La fachada que encuadra un espacio matemático con
sus torres simétricas divididas horizontalmente en zonas, produce
efecto de armonía pensada y sentida. Es el compuesto de números
y espíritus que se ha realizado pocas veces en la tierra. Se
consiguió en Egipto y Grecia y en algunas Iglesias de Francia.
Concretamente en Notre-Dame. La novedad de la catedral es que los arbotantes
quedan al descubierto.
Interiormente está dividida en cinco naves por filas de columnas
de fustes cilíndricos. Los soportes algo monótonos, terminan
en capiteles llenos de hojas de flora de la región de París.
Las naves laterales son bajas, porque conservan las altas galerías
de Saint-Denis, cubiertas con bóvedas de ojiva sencilla. En el
lugar del triforio aparece un óculo circular en forma de rosetón.
Presenta doble girola dividida en
tramos triangulares. La cabecera es semicircular. La capilla mayor,
poco profunda y cubierta por una bóveda sexpartita.
No conocemos el autor del plan de Notre- Dame. De nuevo nos encontramos
en Paris con una obra anónima como Chartres.
La Catedral de Amiens, 1220, del siglo XIII es una
maravilla del mundo, sobre todo por las dimensiones. Es la iglesia más
grande de Francia. Comenzada por Roberto de Lusarches, posee tres naves,
incluso en el crucero, y una gran capilla mayor de cuatro tramos y cierre
con dobles naves laterales y una sola girola. Hacia los pies se han
aprovechado los espacios que hay entre los contrafuertes para formar
capillas. Hay una bóveda de terceletes en el centro del pasillo.
La excelencia de la catedral de Amiens reside en ser enteramente arquitectura.
Mientras que no podemos concebir la catedral Chartres sin sus esculturas,
podemos sin gran esfuerzo desnudar la catedral de Amiens de su estatuaria.
En ella predomina la magnifica nave, el coro de sublimes proporciones
y las líneas de las pilastras acentuando su elevación
con exquisito molduraje. Cuando entramos en la catedral quedamos sorprendidos
de la grandiosidad del conjunto y de la armonía de sus partes.
En la Catedral de Reims, también del siglo XIII,(1210)
sus tres naves están cubiertas con bóvedas ojivales sencillas
de arcos cruceros. Presenta crucero de tres naves sobresaliendo en planta,
con tres portadas en cada fachada del crucero.
La catedral carece de galerías altas y capillas, lo cual acentúan
su elevación. La piedra de Reims, de un gris claro, da al edificio
el aspecto de ir vestida de fiesta. Si Victor Hugo dijo que la catedral
de Notra-Dame es la reina de las catedrales, puede decirse que la de
Reims, es la catedral de los Reyes de Francia, así es llamada
y su historia así lo confirma. Tal como quedó, sin terminar,
la catedral de Reims es un gran monumento. Colosal por sus dimensiones.
De haberse construida completa, hubiera sido excesiva.
La Catedral de Bourges sigue el modelo de la Catedral
de París, Notre-Dame. Ofrece cinco naves y carece de crucero,
presenta doble girola, con bóvedas de estilo curvilíneo.
La parte más antigua de la catedral es la cripta. Posiblemente
del siglo XII. Es un puro sótano de sostenimiento. Es dudoso
que se haya practicado allí algún culto, ni tiene vinculadas
memorias de reliquias. Acaso esto contribuye a que impresione como obra
laica, lugar de justicia y administración más que de piedad.
Rodin dijo que hubiera deseado ver allí la estatua del El Pensador.
En realidad era un impropio escenario para su escultura predilecta.
¡Un pensador desnudo en una cripta cavernosa! Pero tal vez encontró
una analogía entre su estatua y la cripta. Ambos eran severos
y nervudos. (Mejor se habrá sentido el Pensador a final de la
Calle Larios, mirando al mar, en su reciente visita a Málaga)
El coro es algo descomunal por sus dimensiones. Sus medidas no le dan
grandiosidad.
En el exterior es como un espectáculo
al que contribuyen distintas artes, así recupera la monumentalidad
que en el interior se había perdido. La obra colosal de Bourges
mantiene la presión de sus bóvedas equilibradas con contrafuertes
en filas equilibradas como falange militar. Vista la catedral desde
lo alto, produce el efecto de una perfecta maquinaria trabajando silenciosamente.
Todo el sistema mecánico de contrafuerte se mantiene en perfecto
estado de funcionamiento como una máquina bien engrasada y reluciente.
Conserva el antiguo entramado para la cubierta que sostiene el tejado
de pizarra. Las vigas de castaño, de 14 metros de longitud, de
una sola pieza, forma un bosque gigantesco de estacas que con razón
se le llama la foret del tejado.
La escultura ni tiene valor decorativo.
Sin embargo, el conjunto de las cinco puertas desplegándose sobre
un pedestal de peldaños, por más de 50 metros, da un efectismo
inolvidable.
Las catedrales de Burgos y Toledo derivan de las de Bourges. Cuando
empezó la catedral burgalesa, las de París, Reims, Amiens
y Chartres estaban ya concluidas en sus partes esenciales. Bourges iba
rezagada a las demás. Es posible que en Bourges se reclutaran
obreros y capataces para las catedrales españolas, allí
más abundantes que en las catedrales del Norte.
A la arquitectura de la Capilla
Santa del antiguo Palacio Real de París, de Pierre de
Monterean y del siglo XIII, se la puede llamar arquitectura de cristal.
Las dos grandes aspiraciones de la arquitectura gótica, la ligereza
unida a la luminosidad y la elevación, alcanzan sus metas extremas.
Su estructura estaba justificada ya que servía de relicario de
la corona de Cristo. Es un edificio doble. Su planta baja, más
que cripta, es un pedestal para levantar la capilla alta, con objeto
que destacara sobre las demás dependencia del palacio. Y así
sucede. Desde que se construyó ha sido admirada sin reservas.
Se considera como el edificio donde se ha llevado el máximo de
perfección el sistema de reducir los muros del cerramiento.
La Sainte-Chapelle,
como los edificios modernos de cristal, tiene las paredes formadas por
ventanales. En los puntos donde van apara los arco de bóvedas
hay soportes formados por haces de de columnitas. Aunque por fuera estos
soportes se entienden como sólidos contrafuertes, desde el interior
el edificio parece sostenido por finos puntales. En cambio las ventanas
se ensanchan emitiendo luces maravillosas. Los ventanales perforan el
muro por completo. No puede decirse que la luz entre por ellos, hay
tanta luz dentro como fuera. Las vidrieras son de gran interés
porque suplen la información que nos hubiera procurado las de
Notre-Dame. Estas no fueron destruidas en el periodo revolucionario
sino mucho antes. Los canónigos, en 1740, las hicieron cambiar
por otras de fría grisaille. La belleza del colorido era proverbial.
Se decía de un vino tinto transparente, vino del color de las
vidrieras de la Sainte-Chapella.
Para
saber más
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Texto basado en los apuntes de clase de la asignatura Medieval II
impartida por el profesor Rafael Sánchez-Lafuente Gémar,
Profesor Titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad
de Málaga en 1996.
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DATOS
DE LA AUTORA:
Remedios García Rodríguez, Profesora
de Educación, Licenciada por la Universidad Complutense de Madrid
(1968), Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia
de Salamanca (1969), Master en Psicología por la UNED de Madrid
(2000). Inspectora de Educación en las Autonomías de Euskadi
y Andalucía desde 1980. Redactora de Homines.com.