La exposición Arquitecturas
pintadas. Del renacimiento al siglo XVIII que se desarrolla entre
los días 18 de octubre de 2011 y 22 de enero de 2012 en Madrid,
España, queda dividida en dos partes, la primera de ellas instalada
en el Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado, 8) y la segunda en
la sala de exposiciones de la Fundación Caja Madrid (Plaza de
San Martín, 1).
Los lienzos han sido agrupados en salas por orden cronológico.
En el Thyssen nos espera la primera de ellas, La
arquitectura como escenario (I), donde destaca el uso de la perspectiva,
en la mayoría de los casos forzada, para abrir el espacio a escenas
interiores, exponiendo al público momentos íntimos, como
ocurre en La Natividad de la Virgen (F. da Rimini, c. 1320-1330).
En La curación del niño endemoniado y la traición
de Judas (F. d’Antonio, c. 1425-1426) es evidente la predilección
del artista por un escenario all’antica, la Catedral
florentina de Santa Maria dei Fiori, que adquiere tanto protagonismo
que estos episodios pasan a un plano secundario. En la Jerusalem de
P. di Giovanni d’Ambrosio (1435-1440) conviven cúpulas
clásicas y torres medievales, asimismo La Anunciación
de B. Bonfigli (c. 1455) se produce en un escenario clásico,
casi sacado de un estudio arqueológico sobre piezas encontradas
en una excavación, mientras que su paisaje remite a estampas
medievales con un skyline similar al de San Gimignano. Es la
dicotomía del gusto presente, el debate de los arquitectos trasladado
a la pintura. Esta misma línea se continúa en Perspectiva
y espacio (II), donde tras observar el estudio de la Antigüedad
en la construcción que cobija a la Virgen de La Anunciación
de G. Bellini (c. 1475) o en el tempio rotondo de El rapto
de Dina (G. Bugiardini, c. 1535), llegamos a lo sublime de la arquitectura
clásica en la sala hipóstila y la galería que Tintoretto
reproduce en Cristo y la mujer adúltera (c. 1546).
La ciudad Histórica: memorias
y ruinas (III) es un ensalce a la ruina, entre ellas la más
famosa de todas el Coliseo de Roma (M. van Heemskerck, c. 1553)
o la basílica intuida en La Virgen con el Niño
(atrib. A. del Verrocchio y taller, c. 1470), que conserva su alzado
de pilastras compuestas con fuste acanalado mientras el mantenimiento
de las basas de los pilares permite leer su planta. De admirar son las
reproducciones de las ciudades, principalmente la de Roma en el
siglo XV (anónimo, d. 1538) donde los monumentos clásicos
se dibujan en un blanco puro –nada que ver con la situación
actual del travertino en la Ciudad Eterna– lo que hace
que destaquen de la amalgama de edificios rosas que compone la urbe
medieval, convirtiéndolos así en hitos urbanísticos.
De La ciudad ideal (IV) destacamos una pieza por su calidad
y curiosidad; en este caso no se trata de un lienzo, sino de un cassone
(anónimo, siglo XV) realizado completamente en madera. En su
frontal se representa la vista de una ciudad en la que se hace uso de
la perspectiva y la geometría en el suelo de la plaza que se
diseña, para dotarla de profundidad, imagen que hace inevitable
la rememoración de la famosa obra de P. della Francesca. La
Vista de una ciudad atribuida a G. da Cotignola (1520) parece representar
más un escenario teatral que una calle real. Las dos tablas de
Scheggia (Historia sin identificar y Tiberio Graco y Cornelia,
historia de dos serpientes, 1465-14710) también presentan
arquitecturas en perspectiva, mayoritariamente logge, para de nuevo
presentar escenas internas, pero a diferencia con aquellas en este caso
hay un gusto por la ocupación de casi toda la superficie pictórica
con arquitecturas de fachadas cerradas, más cercanas principalmente
a un estilo medieval.
El interés
por la arqueología se hace presente en tres lienzos atribuidos
a L. de Caulery dedicados a Las Maravillas del Mundo –antiguo,
evidentemente– (c. 1617). En ellos se representan El Mausoleo
de Halicarnaso, en una perspectiva curiosa, desde uno de sus vértices,
presentado casi a modo de pirámide escalonada pero construida
con elementos clásicos; El Faro de Alejandría,
conformado mediante una superposición de templos circulares decrecientes
coronados por una cúpula; y El Coloso de Rodas. Las
proporciones magnas de estos tres hitos destacan sobre unas minúsculas
ciudades en las que se aprecia un urbanismo antico. A la misma sala,
Arquitecturas y ciudades legendarias (V), pertenece La
Torre de Babel (L. van Valckenborch, 1595), entendida por su autor
como un zigurat helicoidal construido mediante un sistema abovedado.
Arquitecturas imaginarias y fantásticas (VI) presenta
dos conceptos diversos. El primero se dispone a través de la
composición de palacios inventados por parte de sus autores –que
sin duda podrían haber sido construidos–, entre los que
destaca el Capricho arquitectónico con Moisés
salvado de las aguas (F. Gutiérrez Cabello, c. 1655-1665),
donde el episodio bíblico se traslada a un quimérico canal
–con góndolas incluidas– flanqueado por magníficas
arquitecturas occidentales de corte onírico en las que se entremezclan
estilos y que vienen a sustituir a las egipcias que hubiesen acompañado
tal hecho. Por otro lado se exponen los muestrarios arqueológicos
de F. de Nomé, donde conviven arquitecturas y esculturas que
en alguna ocasión se transforman en Perspectiva teatral
(con el sacrificio de Abraham; Arquitectura 1621).
En La Antigüedad como paisaje
(VII) la referencia principal es la ciudad de Roma a través
de sus monumentos clásicos, el Obelisco de Carrara (V. Codazzi,
c. 1645), el Arco de Constantino (J. Lemaire, c. 1630-1635 y V. Codazzi,
c. 1650-1660), el Coliseo e incluso Villa Medici (C. de Lorena, 1639-1640
y 1637), que en este lienzo se localiza en una zona portuaria, a pesar
de que la original se ubica en la colina del Pincio.
El título de la siguiente sala, La ciudad moderna como metáfora
del poder (VIII), explica por sí sólo el concepto
que pretende mostrar. Es por eso que destacamos los lienzos que consideramos
más pedagógicos para la Historia del Arte. Dos piezas
de V. Codazzi en las que se representa San Pedro del Vaticano. En el
más antiguo (c. 1636) se nos muestran algunos aspectos desaparecidos
de esta gran basílica como es el caso de los dos campanarios
–de los que Bernini tan sólo llegó a construir uno–
o el antiguo acceso a los palacios papales; en el otro (c. 1667) se
observa ya la solución constructiva definitiva con los dos primeros
brazos del Colonnato. En la Vista de la plaza y del palacio
de Montecavallo (G. van Witter, 1684) se observa que el obelisco de
la Piazza del Quirinale aún no ha sido transportado desde las
ruinas del Mausoleo de Augusto, ambos en la ciudad de Roma. Además
de lienzos se trata de documentos históricos.
Ya en Caja
Madrid, Las ciudades del Grand Tour (IX) nos esperan.
Los lienzos se separan en función de las ciudades que han sido
plasmadas en ellos mediante la técnica del óleo. Son Venecia,
destacándose el gran lienzo La plaza de San Marcos (c.
1723-1724), obra del genio conocido como ‘Il Canaletto’,
donde los edificios enmarcan la gran basílica dedicada al evangelista
y el campanile original, el que se derrumbó en el terremoto
de 1902; Florencia, con La Piazza della Signoria (B. Bellotto,
1742); Roma, donde otra vez se conjugan espacios urbanos reurbanizados
y la pasión por la ruina, como Piazza Navona (1699),
donde G. van Wittel da mayor protagonismo al lateral en el que se disponen
las posesiones de la familia Pamphilj, ya que uno de sus miembros, el
papa Innocenzo X, fue quien volvió a dar protagonismo a este
lugar, o El arco de Septimio Severo (‘Il Canaletto’,
c. 1743), siendo también dignas de mención La via
de Ripetta, gracias a la cual podemos contemplar el antiguo puerto
fluvial homónimo hoy desaparecido, y el paisaje urbano de Santa
Maria d’Aracoeli y el Capitolio (B. Belloto, 1743-1744 y
c. 1743) ya completamente alterado tras la unificación de Italia;
y finalmente Nápoles.
Dentro de La
imagen de la ciudad y la arquitectura en Europa (X) aparecen entre
algunas de las ciudades que ya hemos observado a lo largo de esta interesante
exposición, otras como Padua; Viena, donde un juego de sombras
y luces destaca los elementos decorativos de las fachadas de la Universidad
e iglesia de los Jesuitas (B. Bellotto, c. 1760); Greenwich (Londres),
con la magnífica perspectiva de su Hospital en la orilla
del Támesis (‘Il Canaletto’, c. 1750-1753),
cuya impresionante arquitectura se inspirada en el conjunto de San
Pedro; París, con El Pont-Neuf y la iglesia de la Samaritaine
(J-B-N. Raguenet, 1777) donde se presenta un primer plano de este templo
desaparecido; Madrid y El Escorial con una Vista de la calle Alcalá
(a. Joli, 1754) amplísima y donde destacan los chapiteles
típicos de la arquitectura de los Austria. Bajo el subepígrafe
La ciudad y la fiesta se presenta una serie de conmemoraciones
entre las que destaca Il Bucintoro (‘Il Canaletto’,
c. 1745-1750), donde no sólo se enfatiza la arquitectura del
Gran Canal, sino la majestuosidad de la galera del dux y de las góndolas.
En Caprichos
arquitectónicos (XI) llama la atención la composición
de W. Marlow (c. 1795-1797) en la que dispone la Catedral de San Pablo
de Londres en el Gran Canal. A continuación La poética
de las ruinas (XII), una visión más romántica
de la Antigüedad a través del estado abandonado de la arquitectura
clásica, pero que sigue sirviendo de excusa para pincelar edificios
oníricos, como en el caso de H. Robert en su Capricho arquitectónico
con puente y arco triunfal (1768).
La última sala, La ruina y la memoria como proyectos (XIII)
más intima, se reserva a la figura de Piranesi. En ella se disponen
una serie de grabados en los que se recogen distintas vedute de la ciudad
de Roma, algunas más reales, frente a otras ideales como es el
caso de Il Campo Marzio dell’Antica Roma (1762) o sus
famosas cárceles (1791).
La exposición
Arquitecturas pintadas no sólo nos presenta la maestría
de los autores de las obras que en ella se exponen, sino que posee un
sentido arqueológico e histórico en relación a
los escenarios que en sus piezas se recrean. Más que una muestra
es una inclusión en las páginas de un libro de Historia
del Arte, bien a través del paso de la arquitectura medieval
a la recuperación de la clásica, bien ante la descripción
visual de edificios y espacios urbanos que han ido cambiando con el
paso del tiempo. Es una visita obligada para los amantes de la pintura,
para los historiadores del arte, para los arquitectos, para los arqueólogos
y para los turistas que verán representados bajo los trazos de
genios las estampas que tanto han captado con las lentes de sus cámaras
fotográficas para poder disfrutarlas luego en casa.
Índice iconográfico
[1 y 2] Francesco d’Antonio (Florencia, c. 1393/1394-documentado
hasta 1433), La curación del niño endemoniado y la
traición de Judas, c. 1425-1426 (Christ Healing a Lunatic
and Judas Receiving Thirty Pieces of Silver). Temple y oro sobre
lienzo. 115,2 x 106 cm. Filadelfia, Philadelphia Museum of Art,John
G. Johnson Collection, 1917.
[3] Gentile Bellini (Venecia (?), 1429-Venecia 1507), La Anunciación,
c. 1475 (The Annunciation). Técnica mixta sobre tabla.
133 x 124 cm. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza.
[4] Atribuido a Girolamo Da Cotignola. (Girolamo Marchesi) (Cotignola,
1470/1480-Roma, después de 1531). Vista de una ciudad,
1520 (View of a City). Temple sobre tabla. 67 x 50 cm. Ferrara,
Pinacoteca Nazionale.
[5 y 6] Lucas van Valckenborch (Lovaina, 1535-Frankfurt, 1597). La
torre de Babel, 1595 (The Tower of Babel). Óleo
sobre tabla. 43,5 x 64,5 cm. Coblenza, Mittelrhein-Museum.
[7] Viviano Codazzi (Bérgamo, c. 1604-Roma, 1670). El arco
de Constantino, c. 1650-1660 (The Arch of Constantine).
Óleo sobre lienzo. 100 x 137 cm. Compiègne, Depósito
del Musée du Louvre en el Musée National du Château
de Compiégne.
[8 y 9] Claudio de Lorena (Chamagne, 1604/1605-Roma, 1682). Puerto
con Villa Medici, 1637 (Port with Villa Medici). Óleo
sobre lienzo. 102 x 133 cm. Florencia, Galleria degli Uffizi, Istituti
museali della Soprintendenza Speciale per il Polo Museale Fiorentino.
[10 y 11] Giovanni Antonio Canal, llamado “Il Canaletto”
(Venecia, 1697-1768). La plaza de San Marcos en Venecia, c.
1723-1724 (Piazza San Marco in Venice). Óleo sobre lienzo.
141,5 x 204,5 cm. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza.
[12] Bernardo Bellotto (Venecia, 1722-Varsovia, 1780). La Piazza
della Signoria en Florencia, 1742 (The Piazza della Signoria
in Florence), Óleo sobre lienzo. 61 x 90 cm. Budapest, Szépmüvészeti
Múzeum.
[13] Gaspar van Wittel (Amersfoort,1652/1653-Roma, 1736). Piazza
Navona, 1699 (Piazza Navona). Óleo sobre lienzo.
96,5 x 216 cm. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito
en el Museo Thyssen-Bornemisza.
[14 y 15] Bernardo Bellotto (Venecia, 1722-Varsovia, 1780). Santa
Maria d’Aracoeli y el Capitolio en Roma, c. 1743 (Santa
Maria d’Aracoeli and the Capitol, Rome). Óleo sobre
lienzo. 86,4 x 148,6 cm. Petworth House, The Egremont Collection, adquirida
en lugar de tasa de H. M.Treasury en 1957 y posteriormente transferida
al National Trust.
[16 y 17] Giovanni Antonio Canal, llamado “Il Canaletto”
(Venecia, 1697-1768). El Greenwich Hospital en la orilla del Támesis,
c. 1750-1753 (Greenwich Hospital from the North Bank of the Thames).
Óleo sobre lienzo 68,6 x 106,7 cm. Greenwich, Londres, National
Maritime Museum, Caird Collection.
[18] Antonio Joli (Módena, 1700-Nápoles, 1777). Vista
de la calle de Alcalá en Madrid, 1754 (View of the Calle
de Alcalá, Madrid). Óleo sobre lienzo. 81 x 139 cm.
Colección Duques de Alba.
[19 y 20] Hubert Robert (París, 1733-1808). Capricho arquitectónico
con puente y arco triunfal, 1768 (Architectural Caprice with
Bridge and Arch). Óleo sobre lienzo. 106 x 139 cm. Inglaterra,
Co. Durham, The Bowes Museum.
_______________________
Para
saber más
__________________________
DATOS
DEL AUTOR:
Antonio Jesús Santana Guzmán (n. 1978,
Málaga) Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de
Málaga (2003), ha sido Personal Docente e Investigador en Formación
(2005-2009), posee el Diploma de Estudios Avanzados (2006) con la investigación
de los edificios de culto contemporáneos de la Costa del Sol
y desarrolla su Tesis Doctoral sobre la obra del Arquitecto Eduardo
Caballero Monrós; ha participado en diversos proyectos I+D entre
los que destaca el Informe Histórico Artístico sobre el
Antiguo Mercado de Mayoristas de Málaga, el catálogo de
edificios protegidos del Plan General de Ordenacion Urbana de Málaga
y el actualmente en vigor Arquitectura, ciudad y territorio en Málaga
1900-2008 de la Junta de Andalucía. Tras la concesión
de la beca Erasmus en Roma ha realizado diversas estancias en Italia
a través de la Facoltà di Architettura dell'Università
degli Studi Roma Tre para el estudio de la arquitectura contemporánea
italiana. Sus líneas de investigación principales son
la Arquitectura, el Urbanismo y el Patrimonio. Ha participado en diversos
congresos y foros sobre Arquitectura y Arte, con la presentación
de ponencias, como en Murcia (2008) y Oaxaca, México (2011),
o como colaborador en diversas secretarías técnicas organizadoras.