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Arte Paleocristiano. Arquitectura Imperial
Remedios García Rodríguez
06/06/2007


El arte paleocristiano hace referencia al arte que floreció en el periodo temprano del cristianismo, es decir, en el tiempo transcurrido entre su aparición como hecho religioso-cultural y la generalización de esta doctrina por todo el territorio ocupado por la tradición romana. En su desarrollo cabe distinguir dos etapas, separadas por el Edicto de Milán, en el 313. La primera comprende la época en que el cristianismo se desarrolla clandestinamente bajo el imperio romano, siglos I al III. La segunda etapa comienza a partir de la citada fecha, cuando Constantino declara al Cristianismo como religión del Imperio Romano. Este período no se cierra con la destrucción del Imperio Romano de Occidente en el 476, pues tanto en Oriente, donde se funde con las formas iniciales del Arte Bizantino, como en Occidente, donde coexiste con el arte de los pueblos bárbaros, el arte paleocristiano persiste como tal, hasta entrado el siglo VII.

Los orígenes del arte cristiano, que iba a ser el de toda la Edad Media, están relacionados con Oriente y Egipto. Roma aparece solo con rotundidad en los frescos de las catacumbas y en los relieves de los sarcófagos, que si bien son ejecutados en Roma y en Occidente, su iconografía revela, por lo menos para la interpretación de los asuntos, un origen oriental. Y es que el civis romanus era todavía hebreo, sin contaminación de latinidad. Hay que tener en cuenta que en el siglo segundo, los cristianos de Oriente deberían ser el elemento predominante en las iglesias romanas.

El conocimiento del arte cristiano se inicia través de la pintura de las catacumbas, pues es un hecho claro que no existe una arquitectura anterior al impulso creador de Constantino y sus arquitectos. Hasta la paz de la Iglesia no se encuentra una arquitectura cristiana que constituya tipos artísticos concretos y tenga en ellos su funcionalidad litúrgica explícita y apropiada. Las primeras iglesias en Roma estaban en los hogares de cristianos. San Pablo, el Apóstol, mencionó tales iglesias en Romanos 16, 3-5 donde él saludó a Prisca y Aquila y ‘a la iglesia que está en su casa’. Toda la Iglesia preconstantiniana se resume en los famosos titulus romanus, que significaba inscripción en piedra, y en donde el nombre del dueño estaba generalmente inscrito en una losa de la puerta, por el que se identificaban. Llamada también loca ecclesiasticae o domus eclesiae, desde el siglo, III estos locales eran propiedad de las comunidades y estaban situados en edificios privados, sin que se visualizara ningún rasgo constructivo externo. Este estado de clandestinidad y de silencio, va a cambiar radicalmente con el Edicto de Constantino en el 313 y con el proteccionismo del Emperador y su familia, en especial de su madre Santa Elena, al desarrollar una política directora de la Iglesia que llevará a la monarquía teocrática. Podemos decir que el siglo IV es el momento un tanto explosivo de la arquitectura cristiana por impulso Imperial en Roma y en otros lugares alejados, como son Palestina y Constantinopla, sin olvidar Tréveris, ciudad del oeste de Alemania o Aquilea, ciudad del noroeste de Italia, cerca del Adriático. Pero este momento no creará tipos fijos y seguros de arquitectura. Esto llegará en la segunda mitad del siglo IV, cuando en Roma se repitan, hasta convertirlas en norma, ciertas estructuras basilicales como San Pedro y San Pablo, fijando arquitectónica y litúrgicamente, las variantes creadas por los arquitectos constantinianos. A mitad del siglo IV, Milán adquiere gran importancia por Galileo y por albergar la corte hasta finales del siglo V, que será trasladada a Rávena por Honorio. El arte iniciado en Milán tendrá un gran propulsor en San Ambrosio, gran Obispo y pensador, que lo llevará a nuevas y transcendentes creaciones arquitectónicas de amplia difusión en Italia del Norte, la Provenza y Norte de Hispania.

En un principio, a lo largo del siglo IV, el poder de los emperadores es absoluto. Será el propio Constantino el que inicie una política constructiva, levantando enormes iglesias conmemorativas en los lugares sagrados del cristianismo. (Roma y Constantinopla). El mismo Constantino convierte a Constantinopla en capital del Imperio. A veces, estas basílicas están asociadas al propio conjunto palacial. Por lo general, estas primeras iglesias cristianas responden a unas mismas características y posiblemente toman el modelo de edificaciones romanas de carácter utilitario e ideológicamente neutro, aunque se discute y es dudoso este origen de la basílica. Se la cree también derivada de la casa romana, de la sinagoga o de las basílicas de culto oriental.

Hay que destacar que los dos monumentos únicos de tipo profano construidos por Constantino en Roma, en lugar de traernos la solución que demandábamos del enigma de procedencia, nos confunden, porque uno, la basílica de Majencio, es abovedada, y el otro, el Arco Triunfal de Constantino, es de tipo tradicional, con sus tres puertas y sus entablamentos del más estricto estilo helenístico romano. Cabe pensar ¿vacilaba el Emperador? ¿Oscilaban sus funcionarios y arquitectos entre la construcción de techo plano adintelado y la construcción de bóvedas con empujes que requieren organizar el edificio en un sistema de fuerzas y contrafuertes? Es probable que adoptaran uno u otro, según las circunstancias.

Basílica de Majencio, Roma   Planta de la Basílica de majencio, Roma   Alzado de la Basílica de Majencio, Roma

Arco triunfal de Constantino, Roma    Dibujo del arco triunfal de Constantino, Roma

También de la época de Constantino, cubiertas con techumbre plana de madera y casetones, son las dos monumentales basílicas construidas en los lugares donde sufrieron martirio los apóstoles San Pablo y San Pedro. Una en la vía Ostiense, donde fue decapitado San Pablo, la otra se elevó sobre las ruinas del circo de Nerón, donde fue crucificado San Pedro, y se encontraba su sepulcro, según cierta tradición. De ambas ha llegado suficiente documentación de las sucesivas transformaciones hasta una época que permitió estudiarlas. La de San Pablo sufrió un incendio en 1850, pero fue reconstruida en su tipología basilical, al menos, y la de San Pedro, aunque derribada en el siglo XV porque estaba ruinosa y para dejar sitio a la Iglesia actual, se tuvo cuidado de medirla y dibujarla con todos sus detalles. No queda, por tanto, duda alguna de que las Iglesias de San Pedro y San Pablo en Roma eran de planta basilical con naves separadas por columnas.

Basilica San pablo Extramuro, Roma   Planta Basilica San pablo Extramuro, Roma 

 Dibujo de la Iglesia de San pedro, Roma   Planta de la Iglesia de San pedro, Roma

Según algunos autores, sin embargo, la pregunta de por qué Constantino adoptó con preferencia planta basilical rectangular en la mayoría de las Iglesias que construyó, se contesta, mirando una sinagoga moderna y leyendo la Constituo Apostolorum. Deducen que Constantino subvencionó y patrocinó la construcción de iglesias en Roma y en las provincias, pero eran los obispos de las localidades los que cuidaban de los detalles de la forma de la planta.

Otros opinan que el cristianismo recibió ya logrado este tipo arquitectónico y que no hubo sino una adecuación al culto. En esta línea argumental, el templo cristiano se llamó muy pronto basílica como referencia a Dios como basileus, rey en griego y cumple las mismas funciones que la basílica romana. Creen que se elige la basílica romana no solo porque desde un punto de vista del interior sea amplia y acoge a un gran número de personas, sino porque desarrolla funciones que no desempeñaban otros edificios, aunque también se tomarán en otro sentido como modelos. La basílica, que servía para la administración de justicia, con su patio rodeado por pórtico con columnas así como el alzado, va ser imitado en la basílica cristina. Las salas termales, que como espacios amplios que eran, tenían una sala central cubierta con cúpula, se utilizaran de referencia.

El tipo de basílica romana creado a lo largo del siglo IV, tendrá, tres naves con ábsides y cubierta a doble vertiente, sin utilizar las bellas bóvedas de la arquitectura monumental romana. Las naves están separadas por columnas y arcos, como en las ruinas romanas de Split, Croacia,o en Leptis Magna, único monumento romano que queda en Trípoli, construida para hacerle honor a Marco Aurelio en el año 173, y algunas veces la mayor altura de la nave central condiciona una doble hilada superpuesta como en Leptis Magna o en la Basílica Ulpía de la misma Roma.

Split, Croacia  Split, Croacia  Leptis Magna  Basílica Ulpía, Roma

Entre los templos romanos de más relevancia, que se van a proyectar en la cultura cristiana, podemos citar al Templo de Vestas, de planta centralizada, el Panteón de Agripa también de este mismo tipo, que se quiso dedicar a los nueve dioses del panteón romano y el Mausoleo de Adriano que sirvió de recinto funerario y es de planta circular.

Templo de Vestas, Roma  Panteón de Agripa, Roma  Mausoleo de Adriano , Roma

Hay autores que descartan las teorías anteriores. Argumentan que hay que tener en cuenta que el primitivo templo cristiano es tenido por la casa de Dios y que las primeras comunidades cristianas utilizaron para sus reuniones las casa patricias, por lo que es lógico pensar que los orígenes de la basílica han de hallarse en las formas de una casa romana transformada, sin que ello excluya ni la influencia de la sinagoga o de templos de culto oriental, ni la idea de que la basílica pueda considerarse como una solución sincrética de acuerdo con las necesidades del culto. Pero sostienen que es innegable que todo el edificio está regido por el esquema de la casa romana, en la que se reunían para el ágape o comida de confraternidad.

Planta basilicalEn cualquier caso, en la basílica cristiana en donde va a desarrollarse un culto interior y de participación, predomina el eje longitudinal y se obtiene la sensación de movimiento hacia el altar. Las columnas guían la vista, pero también la plenitud de los muros. El presbiterio queda enmarcado por el arco de triunfo, es decir, una gran arcada de medio punto, que ciertamente viene a emular el efecto triunfal de los arcos conmemorativos romanos. Pero aquí el significado es religioso, es el triunfo de la Iglesia lo que quiere representarse. Hay, por lo tanto, un espacio-tensión, o espacio-camino, que será normativo en la arquitectura cristiana medieval. Y es la nave mayor el eje de mayor tensión, hasta el extremo de que las naves laterales actúan como meros pasillos. El pueblo tiende a aproximarse hacia el presbiterio con objeto de participar de manera más activa en el culto. Eso determinará el desarrollo del crucero. Efectivamente, el muro se rompe por los lados a la altura del presbiterio, formándose una nave transversal.

Es, desde luego, un resultado práctico, pero ello no impide que se derive un efecto simbólico, ya que se ha formado una planta en forma de cruz, de brazos desiguales, es decir cruz latina. Y es que el templo cristiano, a diferencia del pagano, es a la vez morada de Dios, recinto del culto y lugar de reunión de la comunidad o de la asamblea cristiana.

Estas funciones van a repercutir en la manera de concebir el edificio religioso cristiano (basílica), dando más importancia al interior que al exterior, que va ser más simple. Este interés viene dado porque el exterior se relaciona con el cuerpo humano, materia finita, y el interior con el alma que está animada por la luz divina.

Hay que tener en cuenta así mismo que los cristianos se organizan de forma muy jerárquica y, en consecuencia, la organización de la basílica cristiana refleja esta jerarquización en pirámide. El ábside, o exedra en la basílica romana, será para el obispo. Los neófitos que no están bautizados, se colocan en el nártex o pórtico. Al interior de la basílica entrarán los que están bautizados. El espacio entre ambos, que es el que antecede a los coros catedralicios, lo ocupan los cristianos y el espacio central de la basílica, lo llena el clero intermedio. El presbiterio se reserva al clero superior.

Al periodo inicial de la época de Constantino corresponden además de las desaparecidas Basílicas de San Pedro, de cinco naves, y la de San Pablo Extramuro, en principio, de tres naves, después Teodosio haría una mayor que la de San Pedro, ya citadas, la Iglesia de Santa Inés, y la de San Lorenzo Extramuro, pequeño oratorio en la época de Constantino, así como la de Santa Maria la Mayor, para muchos autores la más antigua, que sería en su origen una sala pagana construida en el siglo III, auque no consta esa adaptación. También la de San Juan de Letrán hoy en buena parte reconstruida, aunque ha conservado bastante su aspecto original. La última reforma interior fue hecha por Borromino, mientras que la fachada, es un añadido del siglo XVII. Según algunos autores, Constantino regaló al Papa el palacio de Sixtus Lateranus, erigiéndose en su lugar la Basílica de San Juan de Letrán del siglo IV. Fue la Iglesia principal y residencia de los Papas desde Constantino hasta la construcción de San Pedro, 1313. Es una iglesia de cinco naves, de cruz latina, con la nave central más destacada y ancha, en relación con las naves laterales. De estructura ligera de madera, con hileras dobles o par de hileras, bóveda es de mosaico azul con adornos de volutas vegetales. La estructura favorece que la visión vaya hacia la cabecera debido a la sucesión rítmica de arcos. La decoración y la arquitectura del interior pertenecen a la intervención llevada a cabo en el XVI por Borromini. Hoy la iglesia es prácticamente la que él imaginó y embelleció. Su enorme ábside, fue restaurado en el XIX, en tiempos de León XIII. Los baptisterios, que están separados del templo, tienen pilas circulares o poligonales para el bautismo por inmersión.

Iglesia de Santa Inés   San Lorenzo Extramuro   Santa Maria la Mayor   Basílica de San Juan de Letrán

A todas ellas, hay que añadir la gran basílica que se hallaba ante el Santo Sepulcro en Jerusalén, destruida por los persas en el 614, reconstruida posteriormente en distintas ocasiones, y la Basílica de Belén, con planta octogonal.

Santo Sepulcro en Jerusalén   Interior de la Basílica de Belé

Planta de cruz latinaPlanta de Cruz griega Después del periodo representado por Constantino, 350 a 550, las comunidades cristianas de Oriente y de Occidente se desenvuelven paralelamente en la búsqueda y desarrollo de un tipo de templo cristiano, concretándose dos tipos de Iglesias diferentes. La de planta latina derivada del tradicional tipo basilical y la de planta de cruz griega de brazos iguales o de plan central. El hecho fundamental es el dominio de la bóveda. De tipo constantiniano son la basílica de Santa Sabina en el Adventino, en Roma, de la que sus puertas tan gran interés presentan, debido precisamente a su antigüedad, San Juan de Estudión, en Constantinopla, San Demetrio,en Salónica. De comienzos del Siglo VI es la basílica de Santa Sofía de Salónica, que ofrece la novedad de la bóveda y la cúpula en el crucero por lo que se relaciona con el arte bizantino. También es importante la de San Juan Evangelista en Rávena, en las que aparecen las cámaras o sacristías, de influencia oriental. Africa del Norte conoce una gran eclosión de arquitectura paleocristiana, pues no en vano Roma había colonizado con gran celo esta región. En los templos se advierte la aparición de una ábside a poniente o contraábside, opuesto al principal y que se suele dedicar a enterramientos.

basílica de Santa Sabina en el Adventino,  Roma   San Juan de Estudión, en Constantinopla   San Juan de Estudión, en Constantinopla

El Occidente europeo aportó menos. Aunque desde el siglo VI con los visigodos y merovingios se operó un resurgir constructivo. En España predomina el plan basilical. Ejemplo de ello tenemos en las iglesias baleáricas de Son Peretó en Mallorca y Son Bon en Menorca. Se usa el contraábside en la casa Herrera de Mérida y se da el tipo de cruciforme exento en la iglesia de Zorita de los Canes de Guadalajara y el mixto, en el que se junta la basílica con una cruz latina,en la iglesia de Segóbriga en Cabeza de Griego en Cuenca. También hay que citar la iglesia basilical, de una nave, de Vega del Mar, San Pedro Alcántara en Málaga, con dos ábsides contrapuestos.

Son Peretó en Mallorca  Son Bon en Menorca  Vega del Mar, San Pedro Alcántara en Málaga

En Oriente y Egipto hay una arquitectura paleocristiana de extraordinario interés y de mayor transcendencia, quizás que la occidental. Se forma con las peculiares características de lo romano helenístico tardío en ciudades como Alejandría y Antioquia, la tercera ciudad del Imperio. Aquí se prefieren las plantas circulares, poligonales y de cruz griega, de brazos iguales. Se usan bóvedas y cúpulas sobre pechinas. Presentan rica decoración pintada, de mármoles de colores y mosaicos. Del tipo de basílica constantiniana es la célebre iglesia de la Virgen Maria de Efeso.

El principal foco de edificios monasteriales se sitúa en Siria. Se desarrolla una nueva concepción tectónica de los edificios basada en el sabio sistema de contrarresto de los empujes de las bóvedas a base de contrafuertes exteriores que apoyan los muros, sosteniendo los apoyos exteriores. En Deir Semaan se encuentra el Monasterio de San Simeón el Estilita la más colosal edificación monástica Siria. Este edificio, hoy una masa imponente de ruinas suficientemente conservadas, en medio del desierto, en las que se puede reconocer aún las partes de que constaba, tiene interés arquitectónico por los elementos empleados como ornamentación, tales como arcos ciegos, columnas adosadas, ménsulas y otros variados temas, que posteriormente serán usados como decoración en la arquitectura romana y bizantina. También las Iglesia de Turmanin, y Bora y el desaparecido Santo Sepulcro de Jerusalén.

Monasterio de San Simeón el Estilita   lanta Monasterio de San Simeón el Estilita   Iglesia de Turmanin

Planta de la Iglesia de Bora    Planta de la Iglesia del Santa Sepulcro de Jerusalem

Los baptisterios, en occidente serán de planta circular o hexagonal y estarán próximos a la iglesia, pero exentos, mientras que en oriente, serán pequeñas salas de planta cuadrangular unidas al templo. En principio se construían para dedicarlos a la ceremonia del bautismo, convirtiéndose más tarde en templos normales. El baptisterio de Neonia o de los Ortodoxos en Rávena.

El baptisterio de Neonia o de los Ortodoxos en Rávena   El baptisterio de Neonia o de los Ortodoxos en Rávena   

Los mausoleos suelen ser de planta circular, muy suntuosos. En Roma están los de Santa Elena y Santa Constancia, con un pequeño pórtico en la entrada, cubierto con cúpula sostenida por columna dobles y arcos de medio punto, con galería en torno al espacio central donde se sitúa el cuerpo de la santa. En Rávena, el de Gala Placidia fue construido por orden de la princesa entre los años 425 y 450, es uno de los edificios más representativos del arte paleocristiano. El más antiguo de los monumentos de planta cruciforme, cuyo interior está decorado de mosaicos de distintos colores. Lo construyó para albergar los restos de su familia, la de su marido Constacio II y la de su hermano Honorio, fallecido en el Mausoleo de San Gedeón, en Alemania, de planta oval, con capillitas semicirculares.

Exterior del mausoleo de Santa Constancia, Roma   Alzado del mausoleo de Santa Constancia, Roma   Interior del mausoleo de Santa Constancia, Roma   Planta del mausoleo de Santa Constancia, Roma

Exterior mausoleo Gala Placidia, en Rávena   Interior mausoleo Gala Placidia, en Rávena

Los martyrias, cuyo precedente es el mausoleo, son edificios destinados al culto a las reliquias y a la conmemoración de los mártires. Para este tipo de edificio se utiliza, por lo general, edificios de planta central, bien de tipo circular, cruciforme o poligonal. Se cubre con cúpula por ser este un elemento cargado de simbolismo. También va a influir la leyenda mantenida de que la tumba de Cristo era de forma circular. En España del siglo IV es el martyrium de la Alberca, en Murcia. La cripta situada en el subsuelo se halla totalmente cerrada. Deriva del mausoleo de Marusinac en Dalmacia, pero es el antecedente de la Cámara Santa de Oviedo. Monumento relevante es el mausoleo de Centelles en Tarragona. Consta de dos cámaras cuadradas, cubiertas con cúpulas. Una de las cámaras posee la cripta, bajo la cual hay otra, subcripta.

Martyrium de la Alberca, en Murcia   Dibujo del martyrium de la Alberca, en Murcia   Planta del martyrium de la Alberca, en Murcia

Exterior del mausoleo de Centelles en Tarragona   Alzado del mausoleo de Centelles en Tarragona   Interior del mausoleo de Centelles en Tarragona   Planta del mausoleo de Centelles en Tarragona

 

Bibliografía

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- Zovatto, Paolo Lino.: Il Mausoleo di Galla Placidia, architettura e decorazzione, Edizioni A. Longo, Ravenna, 1968.




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DATOS DE LA AUTORA:

Remedios García Rodríguez, Profesora de Educación, Licenciada por la Universidad Complutense de Madrid (1968), Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1969), Master en Psicología por la UNED de Madrid (2000). Inspectora de Educación en las Autonomías de Euskadi y Andalucía desde 1980. Redactora de Homines.com.