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Arte Prehelénico. Civilización Cretomicénica
Remedios García Rodríguez
06/04/2009


Como precedente inmediato del arte griego han de considerarse las manifestaciones artísticas que se desarrollan con anterioridad en torno al mar Egeo, en las islas Cícladas y tierras aledañas. Allí, a partir del IV milenio a.C. coetánea a la cultura egipcia y mesopotámica, se consolida una gran civilización basada en el poder marítimo, que sienta las bases del futuro arte griego, frente a los conceptos del arte del Antiguo Oriente. Dicha civilización es llamada cretomicénica, por tener en Creta y en Micenas, sus centros más importantes. Se inicia hacia el 2700 a. C. y desaparece de forma súbita a mediados del siglo XIII a. C., al invadir la península griega los pueblos dorios, procedentes del Norte. Es entonces cuando llega la llamada edad oscura de la que en torno al año 1000 a.C. nacerá la cultura griega.

Civilización cretense

El primer foco cultural de la cultura prehelénica, fue la isla de Creta. Más tarde se extendería a las demás islas, a la zona continental y por las costas de Asia Menor.

La isla de Creta

La cultura desarrollada en Creta entre 2100 y 1450, aproximadamente, fue denominada minoica por su descubridor Sir Arthur Evans, evocando el mito del rey Minos, y con él, la legendaria hegemonía de Creta en el ámbito del Egeo, es decir, de la futura Grecia. Los cretenses fueron los fenicios del segundo milenio antes de Cristo. Sus barcos, cargados de mercancías, surcaban todo el mediterráneo. De ahí el extenso viajar de sus influencias artísticas.

Frente a la pobreza del mundo griego, Creta estaba viviendo un periodo de lujo y esplendor, debido a su prosperidad en materiales y a su talasocracia o dominio del mar. Su posición estratégica le permitía ser el centro de las rutas comerciales del mediterráneo oriental. Tal posición privilegiada le facilitó servir de puente entre el mar Egeo, Asia Menor, Siria y Egipto, que a su vez, aportan a la isla un baúl lleno de influencias orientales que dieron luz a la oscuridad que la primitiva Grecia vivía. Fueron los cretenses la placa giratoria entre oriente y occidente. Dentro de la rigidez militar de aquel territorio, la vida cretense está perfumada por un placentero sentido de libertad, anunciando a Grecia. Su cultura será heredada por el mundo griego al ser conquistada la isla por los micénicos.

La cultura cretense es conocida gracias a las excavaciones de Sir Arthur John Evans que excavó durante cuarenta años la isla, y a las escrituras descubiertas y descifradas que nos aportaron numerosos datos.

Al parecer, se han dado en Creta tres tipos de escrituras.

Un tipo utiliza una serie de signos pictográficos representando objetos, como cabezas, manos, estrellas, encontrados en sellos de piedra y en barras de arcilla. Es el tipo más primitivo de escritura.

La segunda clase o prototipo, también utiliza signos pictográficos, pero reducidos a simples trazos, con finalidad desconocida. Se cree que utilizó en Cnogsos y en otras partes de la isla. Este tipo de escritura se denomina ‘Lineal A’, tal como la llamara Evans. Se escribe de izquierda a derecha y la encontramos impresa en objetos de piedra y bronce. Un ejemplo es el disco de Phaistos o Festos [Nota 1] que se lee en espiral y está realizado en terracota.

El tercer tipo es la llamada ‘La lineal B’, no se ha llegado aún a saber cuando sustituye a la ‘Lineal A’, sólo se han encontrado ejemplos de tablillas en Cnogsos. Es menos elaborada que la ‘Lineal A’, por lo que se cree que las dos pudieron derivarse de otra escritura antigua desaparecida, semejante a la jeroglífica, pero independiente de esta. Aparece en materiales perecederos como el cuero, la madera, el papiro, aunque las notas más importantes se tomaban en tablillas de barro.

Disco de Phaistos o Festos  Tablilla cerámica con escritura silábica lineal B

La arquitectura minoica se desarrolló a partir de varios centros de poder y de control económico que existieron en la isla. Centros administrativos, grandes palacios, residencias nobiliarias, villas o aldeas. El Palacio es la construcción más representativa y desarrollaba una función militar, religiosa y económica.

El desarrollo de la cultura y el arte minoico tuvo lugar a lo largo de los dos periodos de vitalidad de estos palacios.

El primero, al que se le llama protopalacial o de los primeros palacios, fue el de la aparición de estos núcleos y de la caracterización elemental de su arquitectura y de las demás manifestaciones del arte cretense, cuya producción estaba ligada a los talleres palatinos. Hacia 1700 a. C. se produjo una brusca interrupción de toda actividad en la isla, durante la cual los palacios fueron destruidos. La recuperación comenzó hacia 1550 a.C. Fue rápida y dio lugar a una etapa mucho más brillante que la anterior.

El segundo periodo es el palacial o de los segundos palacios, que representó la madurez de la cultura y de las expresiones artísticas minoicas.

El elevado grado de civilización que alcanzó rápidamente la Creta Minoica se debió a su contacto con las culturas avanzadas que abarcaban a la isla en el Mediterráneo oriental. Pero su producción artística se encuentra en las antípodas de los principios que prevalecían en Egipto, en Mesopotamia o en sus áreas periféricas, con las que los cretenses mantenían una relación habitual. El arte minoico introdujo en la historia del arte, valores distintos a los del orden, regularidad y jerarquización. La espontaneidad, la expresividad y el dinamismo se manifestaron como posibilidades de expresiones alternativas. Sin duda, la sociedad que las propugnó, fue también muy distinta de sus vecinas.

En general, los palacios se sitúan en lo alto de una colina, orientados de Norte a Sur. Todo el edificio está en función de un enorme patio central, principio ordenador, rodeado de típicas columnas cretenses, más estrecha por su base que por su cabeza. El patio era el punto de arranque a partir del cual se yuxtaponían aglomeradamente las unidades arquitectónicas. La función del patio era religiosa y civil. En él se celebraban grandes fiestas para torneos deportivos, donde los muchachos se enfrentaban a un toro y hacían acrobacias sobre él.

En el interior se aglutinaban dependencias oficiales para ceremonias religiosas y administrativas, y otras para la vida privada de príncipes y sacerdotes, además de almacenes y talleres. Poseían dos o tres plantas que se comunicaban a través de unas escaleras que era el foco de luz y ventilación. Los muros, de mampostería reforzados con madera formaban una estructura sólida y elástica para soportar los seísmos. Las solerías, de alabastro, y las paredes cubiertas de pinturas al fresco, era un aditamento esencial de esta peculiar arquitectura. Pinturas en bandas, ondas, espirales, motivos naturales o simples manchas informes de colores brillantes, anulaban los límites racionalmente ortogonales del interior de las habitaciones de los palacios, al independizarse de la forma geométrica de su contenedor.

En el exterior no mostraban fachadas sino que los muros presentaban entrantes y salientes, de una habitación a otra. A veces había patios exteriores para celebraciones y funciones teatrales. Eran como grandes laberintos, dentro y fuera, hasta límites indeterminados, puesto que no existía un perímetro que enmarcara el edificio y en el que se destacara los accesos al interior, que, por el contrario, quedaban engullidos por la compleja variedad de volúmenes que configuraban el exterior del palacio.

Es evidente que la cultura minoica no invoca el mundo de la razón sino al de los sentidos.

Quedan pocos palacios cretenses, ya que fueron destruidos, no se sabe exactamente cómo, aunque existen las hipótesis de que fueron los Hicsos o bien los terremotos naturales, frecuentes en la isla, la causa de su desaparición. Lo que sí se sabe con precisión es que tras su caída se abrió paso, y con gran actividad, la cultura micénica (1450 a.C.). Importantes son las ciudades palacios de Cnosos, Festos, Hagia-Triada y Mallia. El palacio de Cnosos, del siglo XVI-XV a.C. fue el mayor y más rico de la isla.

Plano del Palacio de Cnosos Palacio de Cnosos Palacio de Cnosos 

 Palacio de Festos Palacio de Hagia Triada Cripta pilares de Malla

Otras construcciones fueron las villas nobiliarias, las casas y las aldeas. Las primitivas casas aparecen gracias a las primeras poblaciones de Cnosos. Eran chozas hechas de madera. Más tarde de barro y ladrillos secados al sol, sin cimiento de piedras. Hubo una evolución que desembocó en las villas nobiliarias que eran palacios en miniatura y sin patio central. Cumplían la misma función económica y constaban de enormes habitaciones, incluso algunas, decoradas con pinturas al fresco.

Las villas rurales eran casas con cierta calidad, con aparejo de doble sillares, muros de mampostería y recubiertas de estuco, con suelo de losas y con balcones.

Las ceremonias de culto eran realizadas en cuevas, en templos al aire libre, pero sobretodo, dentro del palacio. Esta arquitectura la conocemos principalmente por los exvotos, ya que actualmente quedan pocos ejemplos.

De la arquitectura funeraria existen diversos tipos. Tumbas excavadas en las rocas. Tholos o cámara funeraria, con falsa bóveda. Tumbas o edificios de forma rectangular, con diversas habitaciones como una vivienda. Criptas o complejo de habitaciones, donde se deposita el ajuar junto al enterramiento. La tumba templo o conjunto en el cual se accede a un patio abierto al fondo donde se abre una cripta sostenida por dos pilares y la cámara sepulcral.

Troya fue otro de los tres grandes hogares de la civilización prehelénica. Los poemas homéricos hablan repetidamente de Troya. Hay quienes la consideran una leyenda. La ciudad fue sucesivamente reconstruida. La sexta reconstrucción corresponde a la ciudad destruida e incendiada en el famoso sitio. Era amurallada, teniendo sus puertas y torres edificadas con piedras sin desbastar. La casa era el mégaron. Había primeramente un vestíbulo que conducía a una sala alargada, en cuyo centro se encontraba el hogar para el fuego. Circunstancialmente, detrás aparece otra pieza, dormitorio o thalamos. La guerra acabó con Troya pero de aquí pasó el mégaron a Grecia.


Civilización micénica

La civilización micénica se desarrolló entre el 1400 y el 1200, aproximadamente a.C. Tuvo como focos principales los palacios que se erigieron en diversos puntos del continente y que, como en Creta, constituía centros políticos y económicos de un territorio bajo su control. Esta cultura no se refiere solo a Micenas sino a la zona del Peloponeso y a otras ciudades, como Atenas, en Atica, o Pilos, en Micenia que fueron edificadas por los aqueos, y Tirinto. Micenas sirvió para dar nombre a esta cultura de la Hélade.

Mapa del Peloponeso

El arte micénico demuestra la profunda influencia que la Creta minoica ejerció sobre el continente desde el momento del esplendor de la isla. Sin embargo, la arquitectura, lejos de emparentar a las dos culturas del Egeo, las diferencia con rotundidad. Los palacios y las tumbas familiares se oponen netamente a los planteamientos y a los valores de las construcciones minoicas. Una rigurosa disposición de espacios, monumentalización de la zona culminante del palacio o de la tumba, es la base de estas obras.

La arquitectura micénica es de carácter militar, urbano y funerario. El habitat se sitúa en lo alto de una colina para una mejor defensa, rodeada de murallas construidas con enorme bloques de piedras sin tallar, colocadas unas sobre otras en seco, como la muralla de Tirinto. Se accede por empinadas rampas a través de entradas monumentales. Sobre el dintel de la entrada se sitúa el triángulo de descarga formado por aproximación de hiladas de piedras. Además de las puertas principales hay otras entradas generalmente más reducidas que son unas entradas en embudos para su mejor defensa. Se ve que vivían pendientes de amenazas norteñas, que, en efecto, acabaron con el poderío micénico. La acrópolis o ciudadela, donde está el palacio, tiene su propio sistema de defensa, a base de otros recintos amurallados interiores.

El palacio es un edificio cerrado que se organiza en un eje longitudinal. La parte principal es el megarón, punto central que preside la construcción palaciegadel y germen del templo griego posterior. Su fachada destacaba, amplia y singular, al fondo de un patio porticado. A través de prodomos o vestíbulo, se accede a las demás habitaciones. A él se llegaba por el propileo o puerta monumental. Los Propileos, o puerta monumental con columna, patio y fachada tenían la función de subrayar la importancia del edificio, símbolo del poder, en el palacio.

La habitación principal o salón del trono está centrada alrededor del hogar, rodeado por cuatro columnas, tomadas del modelo minoico, que sostienen el piso superior y una abertura de salida de humos y el pozo de luz.

El suelo es de tierra batida de gran calidad. Su acabado incluía la pintura de motivos geométricos y algún que otro animal estilizado de cuadrículas, al modo de los actuales suelos de terrazo. Las paredes de mampostería con sillares en las esquinas y algún zócalo, están armadas con postes de madera. Los paramentos se recubrían con estucos y eran decorados al fresco con cubierta de carpintería y techo plano.

Las casas son generalmente de un piso aunque en algunas se han encontrado muestras de escaleras de subida, dispuestas ordenadamente y en graderías, con calles anchas y escalinatas que unen unas partes con otras.

Las ciudades-palacios micénicas de mayor importancia: Micenas y Tirinto

Micenas, según el poeta Homeroera la ciudad de 'las anchas calles', 'rica en oro', fue residencia de grandes reyes de la Grecia prehistórica. Esto viene a ser confirmado por los arqueólogos que opinan que Micenas constituyó el centro de la primera civilización avanzada griega. Su época de esplendor se situa entre 1400 y 1100 a.C, fecha en la que fue invadida por la civilización doria.

Micenas se levanta sobre una colina, y su acrópolis tiene una forma casi triangular. Aunque parte de las construcciones, del palacio y un tramo de la muralla son del año 1400, a.C. según las placas de loza egipcia con el sello de Amenofhi III, la mayor parte de los restos, corresponde al año 1250 a.C., fecha en la que se realiza la Puerta de los Leones, al ampliar las murallas. Se construyó con grandes bloques rectangulares, con aristas redondeadas y perfectamente ajustadas. En la puerta, dos enormes jambas sostienen el dintel.

Plano de Micenas Círculo A de la ciudad de Micenas Puerta de los Leones de Micenas

Una vez traspasada la puerta, a un lado queda el cuerpo de guardia, el círculo A de tumbas y toda la barriada de casas y talleres. A través de la escalinata se llega a la acrópolis. Aquí había un patio por donde se entraba a una habitación de culto, a un lado, y el megarón quedaba enfrente.

En el lado noroeste de la ciudad, dentro de las murallas, se situababa un grupo de casas y la entrada a la llamada fuente de Perseia, que constituía un túnel de 104 escalones que conducía a una pequeña alberca.

De la ciudad de Tirinto, al igual que sucede con Micenas, sólo han quedado restos de la ciudadela. Está situada sobre un espolón rocoso que apenas sobresale de la llanura circundante. La ciudad se edificó sobre restos de la población anterior. En palabras de Pausania, la ciudad estaba hecha de enormes bloques sin tallar tan grandes que ni si quiera dos mulas lograrían mover los más pequeños. Según la leyenda fue fundada por el mitológico Proteo.

Plano Palacio de Tirinto Vestigios de la ciudad de Tirinto Murallas de Tirinto

La construcción de esta ciudad palacio se hizo por etapas, a partir de 1350 a.C. mediante sucesivas ampliaciones de murallas que muestra una ingeniería tremenda en su afán por ser inexpugnables. En la ciudadela residían los príncipes micénicos y sus allegados, mientras que en los talleres vivían los artesanos a pie de la acrópolis. El patio, con pórtico de columna en tres de sus lados, en el cuarto resalta la fachada del mégaron, que aparece como edificio principal de la ciudadela. El megarón es de planta circular con un pórtico de dos columnas entre las prolongaciones de sus muros laterales, llamadas antas, un vestíbulo y una amplia estancia al fondo llamada domos.

La civilización micénica era de tipo feudal, ensalzada en 'La Iliada' por Homero. Fue eminentemente guerrera y comerciante. Desarrollaron sus actividades comerciales en el Mediterráneo oriental, Egipto y litoral del mar Negro. Entre el 1.200 y el 1.100 a.C. otros invasores indoeuropeos, los dorios, aniquilaron estas ciudades y tomaron el timón de la historia griega.




Nota 1: Disco de Festo: Es un disco de arcilla de 16 cm de diámetro descubierto en 1963 en el palacio de Festo. Grabado por ambas caras son símbolos pictóricos en espiral, hasta ahora no se ha descifrado ni su significado ni su origen, aunque probablemente se trate de un cántico sagrado.




Bibliografía

- BIANCHI Bandenelli, R. y Paribeni, E.: El Arte de la Antiguedad Clásica, Akal, Madrid, 1985.

- CHARBONNEEAUX, J. Martin, R. Villard, F.: Col. El Universo de las formas, La Grecia Arcaica, 1969.

- COTTERELL, Arthur.: Historia de las civilizaciones Antiguas, Editorial Crítica, Barcelona.

- GOMBRICH, Ernest H.: Historia del Arte, Alianza Editoria, Madrid, 1988.

- PIJOÁN, José.: Summa Artis. Historia del Arte, vol. IV, Madrid, Espasa Calpe, 1931.

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DATOS DE LA AUTORA:

Remedios García Rodríguez, Profesora de Educación, Licenciada por la Universidad Complutense de Madrid (1968), Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1969), Master en Psicología por la UNED de Madrid (2000). Inspectora de Educación en las Autonomías de Euskadi y Andalucía desde 1980. Redactora de Homines.com.