sumario
arte
contacta
 


Introducción al primer arte hispano-musulmán
Marc Montijano Cañellas
23/01/2005


1. Introducción a la cultura islámica.

El Islam, tras el judaísmo y el cristianismo, es la tercera de las grandes religiones monoteístas, surgidas en el Próximo Oriente. Su irrupción en la historia se computa a partir del día 16 de julio del año 622 de la era cristiana, fecha en que Mahoma (Muhammad ibn Addallah) se expatrió desde la Meca hasta Yatrib (Medina). Esta expatriación o 'hégira' es el acontecimiento que determina el inicio del calendario religioso islámico.
El libro sagrado del Islam es el Corán, donde se contiene la palabra de Dios (Allah), revelada por medio del arcángel Gabriel al profeta Mahoma.

Si ninguna cultura puede comprenderse sin considerar el hecho religioso, en el mundo islámico el fenómeno religioso impregna toda la vida de la comunidad. No existe diferencia entre lo laico y lo religioso. Por la misma razón los rasgos esenciales del arte islámico están configurados por la fe musulmana, son consecuencia directa del concepto de divinidad.

El concepto de la divinidad en el Islam no permite su representación en imágenes, aunque no lo prohíbe expresamente el Corán. Dios es inasible por los sentidos, su esencia es inaprensible. De Él sólo conocemos sus nombres y sus atributos. Pero la inexistencia de imágenes de la divinidad se suple con la presencia de uno de sus atributos divinos, la palabra contenida en el Corán y revelada en lengua árabe. Las inscripciones en árabe juegan en el arte islámico el papel equivalente al de las imágenes en el arte cristiano. La decoración islámica se sobrepone a todas las superficies, creando un continuo decorativo sobre suelo, muros y techos, a la vez que se prolonga en el mobiliario, alfombras y tapices. En la decoración lo esencial es el ritmo, de carácter repetitivo, basado en series, una repetición rítmica de los mismos motivos. Todo transmite sensación de reposo, de armonía interior.

Los elementos básicos de la decoración musulmana son tres: la caligrafía, los motivos vegetales y los motivos geométricos. Pero las inscripciones árabes no juegan sólo un papel ornamental sino también iconográfico, funcionando como sucedáneo de la imagen religiosa.

2. El arte hispano-musulmán

En España, la rápida caída del reino visigodo en el año 711, permite el asentamiento del Islam en la península ibérica durante ocho siglos, hasta el año 1492 en el que el reino nazarí de Granada capitula ante los Reyes Católicos.

La presencia del Islam sobre el solar hispánico diferencia en profundidad la historia medieval española de la europea occidental. Durante estos ocho siglos, España queda dividida entre la Cristiandad y el Islam, dos mundos política y religiosamente enemigos, que se enfrentarán militarmente sobre las tierras hispánicas. Pero la historia de la Reconquista enmascara otra historia más rica y enriquecedora, la de los contactos de civilización entre musulmanes y cristianos. En un primer momento comunidades de cristianos (mozárabes) y de judíos vivirán como tributarios bajo dominio musulmán, mientras que bastantes cristianos se convertirán al Islam (muladíes). Con posterioridad, cuando la balanza política se inclina al lado cristiano, serán los musulmanes (mudéjares) y los judíos quienes vivan sometidos a los reyes castellanos y aragoneses.

Los tres primeros siglos de la presencia del Islam en España (VIII al X) suelen dividirse desde le punto de vista de la historia política en tres periodos. El primer periodo, el más corto (711-756), suele conocerse como el emirato dependiente de Damasco, porque al-Andalus [Nota 1] es gobernada por walíes con poder delegado del califato omeya; son los momentos de la conquista, y de la expansión del Islam en España, así como de las luchas y rivalidades entre los diferentes clanes árabes.
Este periodo termina con la llegada a al-Andalus de Abderraman I (Abd al-Rahman I). Aprovechando las fuertes luchas internas entre los clanes árabes Abderraman I entra en Córdoba en el año 756, haciéndose proclamar emir, fecha con la que se inicia el periodo conocido como emirato independiente de Córdoba. Era un sistema de gobierno de poder político absolutamente autocrático e independiente del califato abbasí de Bagdad, al que sin embargo se le reconocía la jerarquía religiosa del Islam.
Esta situación termina en el año 929, cuando Abderraman III se proclama califa y príncipe de los creyentes, concentrando en la figura del califa el poder político y religioso. Se inicia así el periodo de esplendor del califato cordobés, que se mantiene hasta el año 1008, con la muerte de Abd al-Malik, el hijo de Almanzor, que dará lugar a las guerras civiles y a la descomposición del califato cordobés.

3. La Mezquita como lugar de oración

La palabra deriva del árabe maschid, que significa 'un lugar donde uno se postra (frente a Dios)'.
Existe en el Corán la obligación colectiva de la plegaria ritual, una vez a la semana, al mediodía del viernes. Para ello el Islam ha creado un edificio, la mezquita. La mezquita del viernes o gran mezquita, con capacidad para reunir a toda la comunidad, recibe el nombre de mezquita aljama.
La mezquita no es un templo en sentido estricto, es tan sólo un lugar para la oración, ya que el Islam es una religión que carece de culto y de clase sacerdotal. Por ello el iman no es otra cosa que el director de la plegaria colectiva.

Su estructura consta de:

a) Patio o Sahn, porticado, con una fuente para las abluciones o sabil (palabra árabe que significa fuente pública) servía para purificarse antes de entrar en el haram. También, antes de entrar al templo, hay que descalzarse para evitar la posibilidad de que sustancias impuras se depositen en el suelo de la mezquita.

b) Sala de oración o haram, generalmente estructurada en naves, paralelas y/o perpendiculares al muro de la quibla, que a su vez está orientado hacia la Meca.

En la quibla, generalmente en el centro, se abre un santuario o nicho: el mihrab. Su función no está clara, puede servir para señalar la dirección hacia la que hay que orientarse al orar o, por otra parte, puede simbolizar el lugar en el que se colocaba el primer imán para dirigir la oración (Mahoma).

La macsura, se halla delante del mihrab. Es un espacio pequeño y delimitado reservado al príncipe o al califa, que está en el centro de la quibla, lo más cerca posible al mihrab. Así evita posibles atentados al príncipe y marca las diferencias entre el príncipe y sus súbditos. Próximo al mihrab se halla el mimbar, es un pulpito oficial desde el cual el imán predica y dirige la oración.

c) El alminar o minarete desde donde el almuédano o muecín llama a la oración. Es el único elemento vertical de la arquitectura musulmana. Es único y esta adosado a la mezquita

4. La Mezquita de Córdoba

Es uno de los edificios fundamentales del arte islámico universal. Construida sobre una antigua iglesia visigoda (San Vicente), la mezquita de Córdoba ha sufrido numerosas alteraciones y adiciones hasta llegar a ser lo que es hoy.

Su construcción fue iniciada a finales del siglo VIII (785), bajo Abderraman I. Se Organiza un templo de 11 naves perpendiculares a la quibla, y para ganar altura y obtener por tanto mayor luminosidad, se disponen una serie de soportes superpuestos. Columnas que soportan pilares enlazados con arcos de medio punto en la parte superior y de herradura en la parte media.
En la primera mitad del siglo IX, Abderraman II, la amplia derribando la antigua quibla.

Posteriormente, en el siglo X, Abderraman III, amplia el patio (Patio de los Naranjos) y construye el alminar.

Más tarde, también en el siglo X, Alhaquen II inicia la gran reforma de la mezquita, se vuelve ampliar tirando el muro de la quibla. En la macsura se disponen magníficas bóvedas de crucería y mosaicos de artistas bizantinos y musulmanes. Al mismo tiempo que se prodiga una fastuosa decoración con motivos vegetales y epigráficos.

              

Ya en los últimos decenios del siglo, Almanzor amplia la mezquita en sentido lateral, añadiendo 8 naves, dando lugar a una mezquita de 19 naves, y sigue con la decoración de la gran reforma de Alhaquen II. Los capiteles muestran una extraordinaria variedad: jónicos, corintios, compuestos. Casi todos ellos eran romanos o visigodos.

En el siglo XIII (1236) la mezquita fue convertida en Catedral. La planta de la mezquita es un rectángulo que mide 180 por 130 metros, tiene en total una extensión de 23400 m2.


Nota 1: Los escritores árabes utilizaron siempre le término al-Andalus para referirse al territorio español dominado por los musulmanes, de manera que la expresión al-Andalus equivale estrictamente a la de España musulmana o a la de Islam español.



Bibliografía utilizada para elaborar este escrito:


G. BANGO, I, y BORRÁS, G.: Arte bizantino y Arte del Islam, Conocer el Arte nº 3, Historia 16, Madrid, 1996.

OLEG GRABAR.: La formación del Arte Islámico, Cátedra, Madrid, 1990.

BORRÁS, G.: El Islám. De córdoba la Mudéjar, Introducción al Arte Español, Sílex, Madrid, 1997.


Índice iconográfico


1- Miniatura s XIII.

2- Pendon de Navas de Tolosa, 1212-50.

3- Yeseria con inscripciones cuficas, 1369, la Alhambra, Granada.

4- Vista de la Mezquita de Córdoba.

5- Interior de la Mezquita de Córdoba 785-988.

6- Mezquita de Córdoba, Arcos lobulados, 962-967.

7- Vista de una ventana de la ventana de Córdoba.