El otro día salí pronto
de trabajar y estaba cansado por lo que decidí venir a casa.
Al llegar me senté en el sofá y decidí poner la
televisión para ver que había en ese momento. En la primera
cadena estaban poniendo un programa que lleva por titulo ‘Gente’,
tal vez revelador en su cabecera de la jauría humana que podemos
encontrar.
La primera noticia contaba la muerte de una mujer maltratada a la que
su marido, después de emborracharse y saltarse la orden de alejamiento
le había pegado 17 puñaladas delante de uno de sus hijos.
Las noticias continuaban con el mismo tono entre vecinos y vecinas que
aclaraban la situación exculpando al asesino, diciendo que era
buena persona o bien expresando su conocimiento de la situación.
Así pues pasamos por una niña desaparecida cuyo cadáver
se había encontrado con síntomas de violencia, un hombre
extranjero muerto en la calle después de un forcejeo con la policía,
un indigente quemado en un cajero de Barcelona y finalmente un hospital
abandonado en Ucrania donde habían aparecido los cuerpos de cuatro
niños muertos y abandonados a su suerte. Las imágenes
de esta última noticia eran aterradoras y realmente impactantes,
en un despacho, sobre una colchoneta aparecían los cuerpos de
dos niños muertos y abandonados, vestidos y con una extrema delgadez,
sus rostros parecían estar comenzando la descomposición,
realmente aterrador. Junto a ellos otra niña aparece muerta encima
de una mesa de exploración y, por fin, otro niño en el
mismo estado se encuentra encima de uno de los armarios, encogido, tal
vez por el dolor, con la cara llena de pústulas y los brazos
y piernas excesivamente delgados.
Esta
última descripción no es una noticia del programa sino
la instalación que ha presentado en ARCO el artista Enrique Marty
en la galería Espacio Mínimo, pero que no desentona mucho
con alguno de los otros titulares del programa.
Y es que a veces el arte es un reflejo de nuestra sociedad, acostumbrada
cada vez más, a ver este tipo de imágenes (que nos hablan
de muerte, soledad, impotencia) en las noticias de la televisión.
Son los dramas diarios que escuchamos y vemos con el corazón
endurecido y cada vez con menor gesto de sorpresa.
Por lo tanto no debe sorprendernos. Es macabro pero Lucía Etxebarria
en su libro titulado ‘De todo lo visible y lo invisible’
decía que las mujeres españolas se conforman escuchando
las desgracias de los demás y viendo como hay personas que son
más infelices que ellas. Tal vez eso es un poco lo que nos ocurre
a nosotros con esas noticias o esas imágenes.
Con Enrique Marty comenzamos el repaso a lo que da de si el paseo por
ARCO 2006, una feria que ha cumplido 25 años y que se encuentra
en un momento de transición con el cambio de directiva (este
año ha sido el último de Rosina Gómez Baeza y el
próximo será el primero de Lourdes Fernández tras
su paso por la Manifesta de San Sebastián y por la Galería
Malborough).
Pasear
por la feria supone encontrar todo tipo de situaciones, como la peformance
realizada por la artista japonesa afincada en Salamanca desde hace quince
años Kaoru Katayama (financiada por el Domus Artium 2002 y por
la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura), donde un grupo de
charros ataviados con su ropa tradicional bailan música disco,
realizando una fusión entre lo moderno y las raíces propias
de la cultura salmantina. El video de la performance (programada para
las 12 del miércoles día 8 de Febrero pero que debido
al éxito tuvo que repetirse a las 18.00 horas del mismo día)
se exponía en el stand de la Galería T20 de Murcia y fue
galardonado con el premio ARCO de la Comunidad de Madrid para jóvenes
artistas, ya que según la consejera de cultura: ‘crea un
efecto muy sugestivo y casi humorístico al mezclar culturas y
tradiciones’.
No voy a negar este año un interés personal por la escultura,
aunque tampoco se muy bien explicar el porqué. Supone, quizás,
la búsqueda de un modelo de representación que cabalga
entre lo irónico, lo inquietante, lo gestual y lo icónico.
Buenas pruebas de ello podemos encontrar en las esculturas de Richard
Stipl, artista checo afincado en Canadá que bajo el título
Pentagram I presenta un grupo hiperrealista de personajes de tamaño
reducido (todos ellos con el rostro del artista en diferentes gestos)
que observan o participan en una bacanal de descomposición y
antropofagia cuya conclusión debemos imaginar, pero que sorprende
por su crudeza y su turbador desenlace.
Eugenio Merino es un joven artista que desde hace años busca
el lado mas irónico de las imágenes cómicas, presentándonos
aspectos crueles de símbolos infantiles y jugando con la personalidad
de los mismos. Este año presentaba en la Galería T20 de
Murcia una imagen escultórica de Bart Simpson pero negro, extremadamente
delgado y con una cara de tristeza que no estamos desacostumbrados a
ver en las imágenes del hambre africana, curioso reflejo del
lado más oscuro de la sociedad de consumo. La obra se completa
con un mapa del continente africano en negro donde unos ojos de dibujo
animado nos observan y un sonido de moscas acompañan la figura
del niño Simpson.
La
galería japonesa Carol Lu de Tokio presentaba un grupo de esculturas
de niños sentados en sus asientos, como si estuvieran preparados
para escuchar al profesor en clase. Sus rostros, todos iguales, transmitían
alegría y al mismo tiempo eran siniestros, todos tan quietos,
tan ordenados, tan sonrientes, lleva a pensar que están preparando
algo malo. Todo se acentuaba cuando el segundo día de la feria
faltaba uno de los asientos y el tercer día faltaban dos asientos,
¿premeditado? Puede que si, pero me hacía sentir intranquilo.
Por último, dentro de este repaso escultórico, junto a
instalaciones reducidas y polémicas como las de Oscar Seco en
la Galería Ferrán Cano, es curioso observar como Mariscal
recupera fuerza mostrando un Chevrolet totalmente tuneado que juega
con las líneas diagonales y cuyo motor se encuentra expulsando
todos los muelles y válvulas posibles, una situación mas
visible en una película de dibujos que en una feria de arte,
pero cuya ironía hace de la pieza una de las más curiosas
de la feria de este año.
En
el 25 aniversario se encargó a María de Corral, la comisaria
española más internacional, seleccionar a 16 artistas
españoles representativos del pálpito actual del arte
español, los artistas emergentes que muestren al mundo que España
merece un espacio junto a las grandes figuras del arte internacional
y que por la razón que sea (complejo, poca promoción,
falta de carácter) no se ve en el exterior [Nota
1].
Por eso y aunque coincidamos o no con la selección realizada
[Nota 2], los artistas
representados son algunos de los nombres jóvenes españoles
que están en boca de todo el mundo y cuya promoción debe
acrecentarse.
Revisemos, pues, los nombres porque algunos son lo mejor y más
prometedor del arte contemporáneo español: MP&MP Rosado,
Sergio Prego, Daniel Verbis, J: Carlos Bracho, El Perro, Ester Partegas,
Sergio Belinchón, Vicente Blanco, Pierre Gonnord, Manu Muniategiandikoetxea,
Jaime Pitrach, Francesc Ruiz, Jacobo Castellano, Simón Zabell,
Alicia Martín, Mabel Palacín.
Personalmente, entre ellos, me quedo con el video de Sergio Prego.
Dentro de las proyecciones de video destacamos la visión personal
que el colectivo Masbedo (Nicolo Massazza y Jacopo Bedogni) nos ofrece
de la última novela de Michel Houellebecq [Nota
3] en su obra ‘Il mondo non e un panorama’, cuyo
tema y texto han escrito en colaboración. En tres pantallas de
video nos ofrecen las imágenes de una chica clonada que llevaría
el nombre de Maria 23 la cual camina sobre un paraje de destrucción
(imágenes rodadas en la isla de Lanzarote) postnuclear donde
los neohumanos viven sin emociones, sin risa ni humor, sin lágrimas,
un lugar donde la incomunicación llena la escena de sufrimiento
y de dolor.
Por su parte David Rokeby nos ofrece en la Galería Pari Nadimi
de Canadá una gran proyección sobre lo que puede ser un
paseo por la Plaza de San Marcos, donde tras mucho trabajo con el ordenador,
sacando las figuras humanas e introduciendo de nuevo el reflejo de sus
pasos, consigue una imagen pictórica dentro de la pantalla de
plasma.
Por supuesto que hay otras manifestaciones en otros soportes no por
ello menos destacables, las fotografías de Nicola Vinci en la
Galería Bonelli Arte Contemporáneo, o bien las pinturas
de Nicola López en Caren Golden Fine Art y es que ARCO es un
gran mercado, donde puede encontrarse todo tipo de representaciones
y entre ellas siempre es posible entresacar algo positivo.
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Para
saber más
Nota 1: Buena prueba de ello es la última publicación
del Vademécum artístico de la editorial Taschen, Art Now
2, donde entre los artistas más representativos del arte actual
no aparece ningún español, repito, ni uno, entre los más
de 150 seleccionados.
Nota 2: La comisaria dice respecto a esto: ‘Yo estoy curada
de la crítica española. Te puedo decir que me importa
exactamente un bledo. He tenido que ser así porque este país
es muy difícil y las envidias son una cosa terrorífica.
Yo he hecho esto con el máximo interés’.
Nota 3: La última novela de Michel Houellebecq lleva por
título “La posibilidad de una isla” y con su personal
estilo nos narra la historia de un personaje que descubre la posibilidad
de la vida eterna gracias a una secta que ofrece la posibilidad de clonar
a sus miembros. Las obsesiones del escritor aparecen en esta nueva novela
ya que el sexo, el paso del tiempo y las relaciones humanas son algunos
de sus temas preferidos.
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DATOS
DEL AUTOR:
Rafael López Borrego es licenciado en Historia
del Arte por la Universidad de Salamanca, Premio Extraordinario de Licenciatura,
ha trabajado durante 8 años como profesor de Historia del Arte
Contemporáneo en la Universidad de Salamanca. Actualmente es
Coordinador de Exposiciones del Domus Artium 2002.