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Banksy, el Arte del graffiti
Susana Hermoso-Espinosa
22/11/2007


De Banksy, apodo por el que se conoce al artista del graffiti más reconocido de los últimos tiempos, se sabe poco o nada, solo se lo conoce gracias a sus obras cargadas de criticas ácidas al ‘establishment’ o por sus mensajes políticamente subversivos que transmite a través de sus esténcils (graffitis hechos con plantillas), como el de las niñas abrazando bombas e intentando volar globos rojos o el de un policía cacheando a una niña; o gracias a sus esculturas como la que realizó a escala humana de un preso de la cárcel de EE.UU en Guantánamo, en medio de Disneyland en California.

Banksy, como suele suceder con este tipo de artistas, es un personaje desconocido, aunque se cree que es de Bristol, Reino Unido, lugar donde se encuentran mayor número de sus obras. Utiliza su arte urbano y callejero para promover visiones distintas a las de los grandes medios de comunicación. Esta intención política detrás de su llamado ‘daño criminal’ puede estar influida por los Ad Jammers (movimiento que deformaba imágenes de anuncios publicitarios para cambiar el mensaje).

      

Pero Banksy también trabaja cobrando para organizaciones benéficas como Greenpeace y para empresas como Puma y MTV, e incluso, vende cuadros en circuitos comerciales o en la galería de su agente, Steve Lazarides, en el Soho londinense. Aquí reside la contradicción de este artista, lo que ha suscitado cierta polémica y el nacimiento de opiniones encontradas sobre el compromiso ético de su trabajo. Incluso, se le ha llegado a acusar de ‘vendido’ por otros artistas y activistas, al incurrir en una evidente contradicción, ya que por un lado va contra el sistema que ahoga a la sociedad y por otro, forma parte de eso que tanto critica en sus graffitis.

En 2004 el colectivo de anarquitectos Space Hijackers repartió octavillas frente a una exposición de Banksy para resaltar el irónico uso que el artista hace del imaginario anticapitalista y de protesta, mientras trabaja para grandes empresas y galerías de arte. Otros, como Peter Gibson, portavoz de la campaña Keep Britain tidy, consideran que su obra, como la de otros grafiteros es simple vandalismo.

      

En esta espiral de amor-odio, debemos ser cautos y medir las críticas al respecto con inteligencia, ya que entre otras cosas, rentabilizar sus creaciones le permite financiar nuevos proyectos. Porque en definitiva es simplemente un artista, ni más ni menos, que actúa como crítico de un sistema del que participa y alimenta, como todos. ¿Acaso los que prejuzgamos su trabajo y predecimos su advenimiento por haber caído en las redes del capitalismo, no nutrimos este sistema a diario?

Superando estas críticas sobre la idoneidad de comerciar con un arte anticapitalista, técnicamente se trata de un talentoso artista del graffiti, con una obra con un fuerte contenido social, ácida, inteligente y mordaz, que merece la pena tener muy presente. Banksy sabe poner el dedo en la llaga y procura sacarle los colores a un occidente bienpensante que mira casi siempre para otro lado. En agosto de 2005 realizó murales sobre el Muro de Cisjordania, construido por Israel en los territorios ocupados (concretamente en Belén, Ramala y Abu Dis).

      

Aparte de su obra en la calle, Banksy es conocido por colgar sin autorización algunas de sus obras en museos. Sus primeras intervenciones consistieron en producir parodias de obras de arte o antigüedades que logró colocar en museos sin que nadie en un principio las descubriera. De este modo, ha expuesto su obra en la Galería Tate Modern de Londres; el MOMA (Museum of Modern Art), Museo Metropolitano de Arte, el Museo de Brooklyn, y el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, y el Museo Británico de Londres.

   

Otras de sus ocurrencias la realizó en 2006, cuando reemplazó los CD de Paris Hilton por otros con sus propias mezclas musicales a las que tituló con preguntas como ‘¿Por qué soy famosa?’, ‘¿Qué he hecho yo?’ y ‘¿Para qué sirvo?’. También cambió las fotografías de la portada del disco y del folleto interior donde aparecía Paris con cabeza de perro o su cabeza con cuerpo de maniqui.

   

Banksy se ha autopublicado varios libros con fotografías de su obra en varios países, además de sus obras en lienzo y sus exposiciones, acompañadas de sus subversivos y a menudo agudos escritos. Su primer libro, publicado en blanco y negro es Banging your head against a brick wall (‘Golpeando tu cabeza contra una pared de ladrillo’) seguido de Existencilism. En 2004 publicó Cut it Out y en 2006, Wall and Piece.

         

Policías que se besan, La Mona Lisa sonríe con un bazooka, ratas que cortan candados y cadenas, un tigre que escapa de su cárcel-código de barras, pájaros que destrozan cámaras de seguridad… Probablemente Banksy sea el principal exponente del arte callejero actual, por su capacidad para crear un discurso crítico, por su interacción con la ciudad y por su pericia a la hora de buscar el más difícil todavía y seguir conservando el anonimato, aunque esto último, y a luz de unas fotos publicadas en los medios de comunicación en noviembre de 2007, cada vez le sea más difícil.


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DATOS DE LA AUTORA:

Susana Hermoso-Espinosa García (Málaga, España) es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, y Master en Museología por la Universidad de Granada. Tiene una amplia experiencia profesional en diversas instituciones y empresas culturales. Directora de la Revista Científica de Estudios Histórico Artísticos SUMA. Es fundadora y codirectora del portal de Arte y Cultura Homines.com.