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Determinar lo político en el arte
Ramón Almela
19/06/2011


En 1988 el cantautor Leonard Cohen desgranaba en una de sus canciones: Everybody knows the fight was fixed: the poor stay poor, the rich get rich. That how it goes. Everybody Knows.

En la actualidad se incrementa el interés por redefinir lo político en las prácticas de creación contemporánea. No es inducido tan sólo por la inconformidad generalizada en por la actuación gubernamental, vienen desde el Fobaproa o el ‘Pemexgate’, y que empujan a movimientos de resistencia global creando nuevas corrientes de crítica y confrontación que se vuelcan en el arte. En el III Simposio de Teoría de Arte Contemporáneo (SITAC) se enfocó el concepto de ‘Resistencia’ indagando sobre la posibilidad de un nuevo activismo social, cultural y artístico. ‘Redefinir lo político en el arte’ fue el tema de una de las mesas del III ForHum (Foro de Humanidades de la UDLA). Donde Fabián Giménez realizó un exhaustivo análisis de la obra de Barbara Kruger constatando sus estrategias de sentido analizándolas desde las posturas de Roland Barthes. Barbara Kruger utiliza la imagen y el lenguaje escrito en una apropiación sobrecodificada adentrándose a través de la crítica a aspectos de consumo de la sociedad, desmontando estereotipos como los asumidos por lo femenino.

Barbara Kruger "Your Body is a Battleground" Barbara Kruger "We don't need another hero", photo silkscreen/vinyl, 109 x 210 cm,1987 Barbara Kruger, Untitled (Not Perfect), 1980. Gelatin silver print, paint and tape, 60 x 40 inches (152.4 x 101.6 cm). Solomon R. Guggenheim Museum, New York, Exxon Corporation Purchase Award  81.2809. ©

La función y existencia del arte y el artista se encuentran en entredicho. Su galopante comercialización y sobrevaloración como inversión, la disolución de las prácticas artísticas en la esfera generalizada de la imagen, los cambios en el sistema productivo económico que el arte reproduce, junto al acceso extendido a nuevos soportes de imagen electrónica y su difusión han provocado -más allá de las reconsideraciones críticas postmodernistas- un replanteamiento de la acción artística y el estatuto del artista.

No es una situación nueva. Actitudes radicales fueron impulsadas por la Internacional Situacionista en la década de los '60 centrando la atención en la crítica a la sociedad neocapitalista. La emancipación del arte lograda por las vanguardias históricas condujo el arte hacia su función crítica impulsando el componente ético por encima del estético al reforzar la vinculación orgánica entre las prácticas artísticas y culturales, y las prácticas sociales y políticas. No fue un rechazo al arte con una acción antiestética, sino un compromiso con otro horizonte estético. Comenzando con la Ilustración, es innegable que, y cito a Thierry de Duve, que una buena parte del arte moderno ha considerado su función crítica como garante del proyecto ético de emancipación aliado con la Historia, anclado en el terreno político, y solidario ideológicamente con una revolución. Los ejemplos abundan: David y la Revolución Francesa, Gericault y la revolución de 1830, Courbet y la de 1848, Tatlin y la de 1917. La exposición ‘Utopías invertidas: Arte de Vanguardia en Latinoamérica’ en Houston abarcaba artistas poco conocidos que maduraron en las décadas de los '20 y '60 de 9 países mostrando una larga tradición de arte comprometido socialmente.


 Marc Montijano, "Do you need a chance?, Vic, Barcelona, 2011  Colectivo Flujo Visual en la exposición "Sobre el muro" en Entre Estudio&Galería  Armando Miguelez. Pegando sobre un muro de San Andrés Cholula. PUEBLA, "If we talk in English they wont understand us"

Es decir, el arte se despega en las vanguardias históricas de la sujeción a los compromisos de representación inducidos desde las estructuras de hegemonía social; la legitimación del dominio de clase. El arte queda libre para reencontrar su propia vocación que impulsa una visión crítica buscando modificar las estructuras sociales y enfatizando una postura ética desde una nueva estética. Aquí es donde se halla la situación actual coordinando las prácticas artísticas con la política. Sería preciso definir el concepto arte y al mismo tiempo, lo político para replantearse esa propuesta redefinición de lo político en el arte.

Los actos de ver se relacionan con el ejercicio de poder, ya que todo ver es el resultado de una construcción cultural. El impacto crítico y el rol social del arte no resultan de gran intensidad y directa influencia sobre la sociedad, pero fundamentan la tendencia visual. Los artistas tienen que competir con rivales que dominan los procesos y canales de comunicación mejor que ellos. En toda imagen se pone en juego la articulación efectiva de la ideología, los intereses de representación vigentes, como pueden ser los grupos de creencias, la clase social, las diferencias culturales, la distinción de género y de raza. La imagen así, no es simplemente un objeto aséptico sino que está condicionada y construida culturalmente influenciando el acto de ver. La imagen recibirá su sentido de la mirada que ordena lo visible dictada por las estructuras cognoscitivas educadas por el poder.

Benjamín Alcantara. De la serie "Estaba un día el Santos" Benjamín Alcantara. De la serie "La vida con mi perro" Jorge Juan Moyano en la exposición "Sobre el muro" en Entre Estudio&Galería

La imagen materializa una densa cantidad de procesos como los textuales, imaginarios, sensoriales, mediáticos, técnicos e institucionales. La imagen explicita esas relaciones de poder, de dominación, de privilegio y control determinando lo visible como registro de significado cultural que se constituye como escenario de batalla, como campo políticamente connotado, escenario donde se despliegan las intenciones simbólicas a través de la circulación pública. Como se ve, la relación de la imagen con la política -como organización de la experiencia- es ineludible, de lo que se deduce la imbricación necesaria con el arte donde se constituye el imaginario. El arte es afectado por la economía actual pasando, como ella, de ser un comercio de mercado a un proceso de distribución y de difusión. El arte se envuelve aún más, entonces, en la red de simbolización social y política al disolverse dentro de toda la esfera de producción de realidad en el régimen visual de la sociedad (imagen estática y en movimiento) por la fuerza de reconocimiento identitario y por la determinación de subjetivación y socialidad que ejerce.

Es preciso un posicionamiento claro de la función actual de las prácticas estéticas en el mundo del dominio globalizado y de la resistencia. Los grandes momentos de la Historia están marcados por la actuación de los artistas que, vislumbrando su entorno conversan directamente con la realidad y adoptan posiciones radicales sustentadas en el trípode del arte, la ética y la política.


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Para saber más


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DATOS DEL AUTOR:

Ramón Almela (Lorca, Murcia, España, 1958). Doctorado en Artes Visuales por la Universidad Complutense de Madrid. Tesis doctoral: ‘La Pictotridimensión. Proceso Artístico Diferenciado’. Constatación en Nueva York, 1989-90. Revalidado como ‘Ph.D. in Art’ por ‘World Education Services’. Licenciado en Pintura, Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Revalidado como ‘Bachelor´s and Master´s Degree in Fine Arts and Art Education’ en 1992 por ‘World Education Services’. Título de Profesor de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.