Las inmaculadas paredes se llenan
de recuerdos, enormes lienzos fruto de la memoria prestada por el tiempo
vivido. Huellas de personajes recientes de la historia, la política
o la vida social. Recreaciones de escenarios simbólicos donde
fluyen sentimientos veraces ante escenas no vividas. La memoria colectiva,
preciosita, plena de detalles.
El Centro de Arte Contemporáneo
de Málaga presenta una interesante exposición de Dexter
Dalwood (de 10 septiembre al 28 noviembre 2010), la primera que realiza
este artista británico (n. Bristol, Inglaterra, 31 de agosto
de 1960), en España. Una retrospectiva compuesta por pinturas
y collages que reúne trabajos de la última década
y que recoge su particular visión de algunos de los acontecimientos
y personajes que marcaron el siglo XX. Un recorrido, a través
del arte, por hechos políticos y sociales que permanecen en la
memoria colectiva. Dalwood recurre al pasado para tratar de explicar
el presente y cómo éste puede llegar a condicionar la
imaginación y la cultura contemporáneas, así como
las de generaciones futuras. Esta exposición, por la que el artista
ha sido nominado al prestigioso Turner Prize, está organizada
por la Tate St Ives en colaboración con el CAC Málaga
y el FRAC Champagne-Ardenne
En las obras de Dexter Dalwood están
representados lugares marcados por la historia personal de sus protagonistas
o bien por haber sido los escenarios de un acontecimiento político
o social de gran repercusión histórica. Muchos de ellos
están rodeados de dramatismo, glamour o, simplemente, se han
instalado en nuestro subconsciente como parte de la memoria colectiva.
A pesar de la exactitud con la que Dalwood reproduce dichos escenarios,
nunca ha estado en ellos ni los ha vivido en primera persona. Es esa
globalización de los hechos, así como la repercusión
mediática que los mismos han tenido, lo que convierte sus obras
casi en un monumento conmemorativo o en una recreación prácticamente
forense de los distintos escenarios que simbolizan.
La exposición de Dexter Dalwood
en el CAC Málaga está compuesta por un total de 44 obras,
entre pinturas y collages. Una oportunidad única no sólo
para disfrutar de su creación pictórica sino para contemplar
sus collages, los cuales pertenecen a su archivo particular y nunca
han formado parte de una exposición pues, como él mismo
ha declarado, ‘el collage es el motor para realizar un cuadro,
hasta ahora no los había expuesto porque no los consideraba como
obras totalmente acabadas aunque, en el contexto de una retrospectiva,
cobran más sentido y me di cuenta que exponiéndolos podrían
estar representadas una serie de obras para las que no había
espacio suficiente como pinturas.
Para Fernando Francés, director del CAC Málaga, 'visitar
la exposición de Dexter Dalwood es realizar un recorrido histórico,
a través del arte, por algunos de los episodios sociales y políticos
que han marcado el siglo XX; baste como ejemplos Birth of UN,
2003, Bay of Pigs, 2004 o The Brighton Bomb, 2006,
en alusión al atentado que sufrió Margaret Thatcher en
octubre de 1984 a manos del IRA. Pero Dalwood no sólo retrata
hechos y lugares sino que en sus obras también alude a personajes
en cuyas vidas, aparentemente ricas y glamurosas, la tragedia y el dramatismo
han estado muy presentes: Kurt Cobain´s Greenhouse, 2000,
Janis Joplin´s Bed, 2000 o Mapplethorpe´s First
Loft, 1999. En todas ellas hay unos protagonistas claros, pero
resulta paradójico que no aparezca figura humana alguna, lo cual
evidencia la grandeza del artista para recrear vidas ajenas (Diana
Vreeland, 2003 o The Queen´s Bedroom, 1998)'.
Antes de comenzar su carrera como
artista Dalwood fue miembro de la banda de punk-rock The Cortinas
(1976-78). Posteriormente, completó un curso en la Fundación
San Martin's School of Art and Design, Londres (1981-82), una
licenciatura de Bellas Artes en la misma escuela (1982-85), y una Maestría
de Bellas Artes en el Royal College of Art, Londres (1988-90).
Sus pinturas durante la década de 1980 y 90 fueron figurativas,
basadas a menudo en sus viajes en la India. En 1996 comenzó a
hacer pinturas de la memoria, una serie de experimentos que culminaron
en la primera pintura que con imaginación reconstruye un espacio
fantástico el Puente de la Empresa (1998, óleo
sobre lienzo, 121,9 x 152,4 cm., Colección Saatchi).
En sus siguientes obras siguió reconstruyendo espacios igualmente
glamorosos, tanto de ficción como reales, entre ellos están
Graceland de Elvis Presley y el Museo Liberace en Las Vegas.
Sobre la base de pequeños collages que comenzó a hacer
a principios de 1998, y que pinta de una manera conscientemente torpe,
va haciendo referencias a la historia del arte y a artistas tan diversos
como Gustav Klimt o Pieter Jansz Saenredam. A finales de la década
de 1990 su obra se centra más en la política. Todavía
se basa en espacios imaginarios construido a partir de collages simples,
pero centrados en personajes políticos. Ese es el caso de Estudio
de Mao Tse- Tung (2000, óleo sobre lienzo, 223,5 x 223,5
cm., Gagosian Gallery, Londres).
La forma en la que Dexter Dalwood
construye sus pinturas es un proceso creativo muy sofisticado. En ellas
confluyen historias personales, políticas y sociales con el arte,
la cultura popular y la biografía. Todas sus obras nacen a partir
de pequeños collages, composiciones que crea cortando y pegando
páginas de revistas y de libros de arte. La asombrosa y fiel
reproducción de los mismos una vez plasmados en óleo hace
que incluso mantengan las uniones de los recortes, creándose
distintos ambientes o secciones que pueden provocar en el espectador
quietud y misterio, tal y como sucede en Manderley (2009).
El Arte Pop está muy presente en su obra. Su fascinación
por los escándalos protagonizados por famosos parece ser su tributo
personal a Andy Warhol (Sharon Tate´s House, 1998), aunque
también se inspira en técnicas de otros artistas como
Ed Ruscha (véase el letrero de Hollywood que aparece en White
Bronco, 2001), Francis Bacon, Morris Louis e, incluso, el grafitero
Banksy (Poll Tax Riots, 2005).
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