El guardarropa del artista nacido en
Guanajuato, México sale del armario, ya que se encontraba guardada
en bodegas de la casa que tenía en Altavista en la CDMX. En ella
se exhibe trajes, sombreros, pijamas, batas, calzados y bastones originales
del pintor Diego Rivera, así como material documental, pintura,
fotografía y gráfica. La muestra que está conformada
por 230 piezas fue distribuida en las tres casas que componen el conjunto
funcionalista del recinto museístico, las cerca de 75 prendas
que se pueden apreciar dan cuenta del carácter, talla, humor
y faceta de trabajo de uno de los miembros fundadores de El Colegio
Nacional.
Está comisariada por Renato
Camarillo Duque, y ha sido posible gracias a la restauración
de las piezas. Se trabajó durante mucho tiempo en este proyecto,
en el que durante más de nueve meses se estuvieron haciendo evaluaciones
y restauraciones a través del taller de textiles, artes decorativas
y artes aplicadas del Centro Nacional de Conservación y Registro
del Patrimonio Artístico Mueble del INBA, y aunque los textiles
estaban en buen estado: “claro, con polvo acumulado y algunas
manchas. Hay que distinguir entre una mancha de grasas y una histórica”,
es decir “Una huella del tiempo en el objeto”, como “Un
rastro de sangre en una bata de algodón de hospital o de oleo
en una prenda de Diego que utilizó cuando pintó un cuadro
emblemático”, según comentó el propio comisario.
Y añadió que “la exposición tiene el interés
de dar a conocer un Diego Rivera a través de su indumentaria,
lo cual nos ofrece muchos detalles desconocidos del artista, así
como aspectos históricos, tecnológicos y de estética
que ayudan a comprender el México y periodo histórico
que vivió”.
El propósito, dice el comisario, es que los visitantes aprecien
estos objetos como piezas con información, simbolismos y huellas
que no se pueden encontrar en otro lugar, piezas únicas. "Por
ejemplo, verán cómo la silueta de Diego fue evolucionando
a través del tiempo, la calidad de sus trajes, el origen de las
telas, de sus zapatos, que eran americanos o rusos", explicó
Camarillo, restaurador especializado del Instituto Nacional de Bellas
Artes (INBA).
"Son trajes que pertenecieron
a su último período de vida, cuando estaba mermado de
salud, pero que al integrarlos al espacio arquitectónico de este
museo hacen que tengan un diálogo que va a impactar a las personas
que lo visiten", manifestó.
Considerando que la vestimenta es una forma de expresión tanto
individual como colectiva, en el caso de Diego Rivera, es posible observar
a través de su indumentaria cierta pluralidad e incluso contrastes.
Mezclilla, trajes, sombreros, bastones, corbatas y paleacates son algunos
elementos que contrastan el perfil político del pintor con un
estilo de vida opulento y cosmopolita.
También se exhiben una selección
de fotografías muy poco conocidas en las que aparece Rivera,
así como un conjunto de caricaturas de creadores como José
Luis Cuevas, Ernesto 'el Chango' García Cabral, Rafael Freyre
y Miguel Covarrubias, con quienes Rivera polemizó en algún
momento de su vida. "La idea es mostrar a un personaje genial que
no sólo trascendió por su actividad plástica sino
por todo lo que generó. Es un Diego Rivera menos convencional,
menos estatuario y más de carne y hueso al que retrataron sus
contemporáneos, a veces de manera crítica, caricaturizada
o ironizada", indicó Luis Rius, director del espacio museístico
Rius.
Camarillo reveló
que uno de los textos que le sirvió para entender la importancia
de mostrar esta faceta del muralista fue 'El Retrato de Diego', escrito
por Frida Kahlo y publicado en el catálogo de la exposición
'Homenaje Nacional por 50 años de labor artística' , que
editó el INBA en 1951, donde hace una descripción del
aspecto físico, emocional y tan cercano que tuvo con Diego Rivera.
"Los visitantes verán que curiosamente Diego era un hombre
que estaba muy desproporcionado: tenía manos muy pequeñas,
pies muy grandes, piernas largas, un vientre amplio y hombros caídos.
Era un hombre con mucha desproporción", precisó.
Rius resaltó que la muestra “está orientada al regreso
de Diego Rivera a su casa-estudio, a través de investigaciones
y curadurías originadas desde el propio acervo que buscan abrir
nuevos horizontes a partir de indicios desconocidos o poco explorados”.
La muestra tiene como eje la indumentaria del artista, quien vivió,
trabajó y murió en este espacio, para poner en escena
a un Diego Rivera más real, de carne y hueso, el que está
impregnado en la memoria de su ropa y tiene que ver con el genial pintor,
el polemista, con el humorista, el crítico puntilloso e irónico
que le dio energía a la primera mitad del siglo XX.
La exposición se divide en cinco partes. “Genio y figura”:
donde pueden verse los orígenes. Se centra en los inicios de
la familia Rivera Barrientos en Guanajuato, así como la llegada
del pintor a la Ciudad de México y su ingreso a la Academia de
San Carlos.
“Yo pintor, Diego Rivera y su pincel” en este espacio se
recrea una escena del estudio del muralista mexicano y sus característicos
trajes, trajes hechos con material americano, inglés y francés
de primera calidad, los cuales probablemente eran confeccionados por
Emma Hurtado, su última esposa. También la peculiar bata
que usaba cuando ya se encontraba muy enfermo y que llevó hasta
sus últimos días.
“Diego íntimo” se aprecia los espacios de descanso
y aseo del artista, su maleta de viaje, puesto que realizó diferentes
travesías y se proyecta el cortometraje Retrato de un pintor,
en el que se ven interesantes imágenes de época de su
habitación, filmadas en 1952. En vitrinas se muestra un huipil
tehuano de Kahlo y una camisa de rivera, que deja ver las proporciones
y talla de la pareja, asimismo, se observan cartas y puede escucharse
una entrevista a una de las hijas del pintor, Ruth Rivera.
En la Casa O’Gorman se disponen
dos núcleos: “Diego Rivera. Gran maestro” y “Diego
animado: de tinta y lápiz”. En el primero se reúnen
los testimonios de diferentes personalidades al respecto de Rivera,
destaca la obra Diego va a firmar, del pintor José Chávez
Morado. En el segundo exhibe una selección de caricaturas sobre
Diego Rivera de Miguel Covarrubias, Ernesto El Chango García
Cabral, Matías Santoyo, Ángel Zamarripa y Rogelio Naranjo,
con las que se invita al espectador a reflexionar sobre el papel trascendental
del muralista en la escena plástica y cultural de México
del siglo 20.
Diego Rivera. Genio,
figura y silueta
Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
Calle Diego Rivera s/n, San Ángel Inn, 01060 Álvaro Obregón,
CDMX, México
Desde el 28 de junio hasta el 23 de septiembre de 2018
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