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Diego Rivera. Genio, figura y silueta en el CDMX
Redacción Homines.com
04/07/2018


El guardarropa del artista nacido en Guanajuato, México sale del armario, ya que se encontraba guardada en bodegas de la casa que tenía en Altavista en la CDMX. En ella se exhibe trajes, sombreros, pijamas, batas, calzados y bastones originales del pintor Diego Rivera, así como material documental, pintura, fotografía y gráfica. La muestra que está conformada por 230 piezas fue distribuida en las tres casas que componen el conjunto funcionalista del recinto museístico, las cerca de 75 prendas que se pueden apreciar dan cuenta del carácter, talla, humor y faceta de trabajo de uno de los miembros fundadores de El Colegio Nacional.

 

Está comisariada por Renato Camarillo Duque, y ha sido posible gracias a la restauración de las piezas. Se trabajó durante mucho tiempo en este proyecto, en el que durante más de nueve meses se estuvieron haciendo evaluaciones y restauraciones a través del taller de textiles, artes decorativas y artes aplicadas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del INBA, y aunque los textiles estaban en buen estado: “claro, con polvo acumulado y algunas manchas. Hay que distinguir entre una mancha de grasas y una histórica”, es decir “Una huella del tiempo en el objeto”, como “Un rastro de sangre en una bata de algodón de hospital o de oleo en una prenda de Diego que utilizó cuando pintó un cuadro emblemático”, según comentó el propio comisario. Y añadió que “la exposición tiene el interés de dar a conocer un Diego Rivera a través de su indumentaria, lo cual nos ofrece muchos detalles desconocidos del artista, así como aspectos históricos, tecnológicos y de estética que ayudan a comprender el México y periodo histórico que vivió”.

El propósito, dice el comisario, es que los visitantes aprecien estos objetos como piezas con información, simbolismos y huellas que no se pueden encontrar en otro lugar, piezas únicas. "Por ejemplo, verán cómo la silueta de Diego fue evolucionando a través del tiempo, la calidad de sus trajes, el origen de las telas, de sus zapatos, que eran americanos o rusos", explicó Camarillo, restaurador especializado del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

 

"Son trajes que pertenecieron a su último período de vida, cuando estaba mermado de salud, pero que al integrarlos al espacio arquitectónico de este museo hacen que tengan un diálogo que va a impactar a las personas que lo visiten", manifestó.

Considerando que la vestimenta es una forma de expresión tanto individual como colectiva, en el caso de Diego Rivera, es posible observar a través de su indumentaria cierta pluralidad e incluso contrastes. Mezclilla, trajes, sombreros, bastones, corbatas y paleacates son algunos elementos que contrastan el perfil político del pintor con un estilo de vida opulento y cosmopolita.

También se exhiben una selección de fotografías muy poco conocidas en las que aparece Rivera, así como un conjunto de caricaturas de creadores como José Luis Cuevas, Ernesto 'el Chango' García Cabral, Rafael Freyre y Miguel Covarrubias, con quienes Rivera polemizó en algún momento de su vida. "La idea es mostrar a un personaje genial que no sólo trascendió por su actividad plástica sino por todo lo que generó. Es un Diego Rivera menos convencional, menos estatuario y más de carne y hueso al que retrataron sus contemporáneos, a veces de manera crítica, caricaturizada o ironizada", indicó Luis Rius, director del espacio museístico Rius.

 

Camarillo reveló que uno de los textos que le sirvió para entender la importancia de mostrar esta faceta del muralista fue 'El Retrato de Diego', escrito por Frida Kahlo y publicado en el catálogo de la exposición 'Homenaje Nacional por 50 años de labor artística' , que editó el INBA en 1951, donde hace una descripción del aspecto físico, emocional y tan cercano que tuvo con Diego Rivera. "Los visitantes verán que curiosamente Diego era un hombre que estaba muy desproporcionado: tenía manos muy pequeñas, pies muy grandes, piernas largas, un vientre amplio y hombros caídos. Era un hombre con mucha desproporción", precisó.

Rius resaltó que la muestra “está orientada al regreso de Diego Rivera a su casa-estudio, a través de investigaciones y curadurías originadas desde el propio acervo que buscan abrir nuevos horizontes a partir de indicios desconocidos o poco explorados”. La muestra tiene como eje la indumentaria del artista, quien vivió, trabajó y murió en este espacio, para poner en escena a un Diego Rivera más real, de carne y hueso, el que está impregnado en la memoria de su ropa y tiene que ver con el genial pintor, el polemista, con el humorista, el crítico puntilloso e irónico que le dio energía a la primera mitad del siglo XX.

La exposición se divide en cinco partes. “Genio y figura”: donde pueden verse los orígenes. Se centra en los inicios de la familia Rivera Barrientos en Guanajuato, así como la llegada del pintor a la Ciudad de México y su ingreso a la Academia de San Carlos.

“Yo pintor, Diego Rivera y su pincel” en este espacio se recrea una escena del estudio del muralista mexicano y sus característicos trajes, trajes hechos con material americano, inglés y francés de primera calidad, los cuales probablemente eran confeccionados por Emma Hurtado, su última esposa. También la peculiar bata que usaba cuando ya se encontraba muy enfermo y que llevó hasta sus últimos días.

  

“Diego íntimo” se aprecia los espacios de descanso y aseo del artista, su maleta de viaje, puesto que realizó diferentes travesías y se proyecta el cortometraje Retrato de un pintor, en el que se ven interesantes imágenes de época de su habitación, filmadas en 1952. En vitrinas se muestra un huipil tehuano de Kahlo y una camisa de rivera, que deja ver las proporciones y talla de la pareja, asimismo, se observan cartas y puede escucharse una entrevista a una de las hijas del pintor, Ruth Rivera.

En la Casa O’Gorman se disponen dos núcleos: “Diego Rivera. Gran maestro” y “Diego animado: de tinta y lápiz”. En el primero se reúnen los testimonios de diferentes personalidades al respecto de Rivera, destaca la obra Diego va a firmar, del pintor José Chávez Morado. En el segundo exhibe una selección de caricaturas sobre Diego Rivera de Miguel Covarrubias, Ernesto El Chango García Cabral, Matías Santoyo, Ángel Zamarripa y Rogelio Naranjo, con las que se invita al espectador a reflexionar sobre el papel trascendental del muralista en la escena plástica y cultural de México del siglo 20.


Diego Rivera. Genio, figura y silueta

Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
Calle Diego Rivera s/n, San Ángel Inn, 01060 Álvaro Obregón, CDMX, México
Desde el 28 de junio hasta el 23 de septiembre de 2018

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