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Haim Steinbach: el artista y el objeto
Alfredo Rodríguez Iglesias
05/12/2011


Todos nosotros vivimos en un caos más o menos ordenado de objetos que forman parte de nuestra cotidianeidad, objetos a los que apenas si prestamos más atención de la necesaria para utilizarlos cuando los necesitamos o para echarlos de menos cuando los hemos perdido y notamos, por lo que sea, su ausencia. Objetos que nos hacen la vida algo más sencilla, que nos ayudan, nos divierten y que son capaces de convivir en los estantes de la cocina, por ejemplo, formando una sinfonía de colores, tamaños unas veces más armónicas que otras.

Tonkong rubbermaid II (2007) 13 pigs (2007) Devil kong (2008)

Objetos con los que establecemos relaciones extrañas, de afecto, capaces de producirnos asociaciones de ideas absolutamente personales e intransferibles, de hacernos rememorar momentos y sensaciones placenteras o no. Objetos fruto de nuestro consumismo, testigos de una cultura del tener, de una cultura, en ocasiones, de la sensación de necesitar tener sin pararnos a reflexionar acerca de si realmente lo necesitamos o no.

De ahí que cuando nos encontramos con artistas como Haim Steinbach (Rehovot, Israel, 1944), de padres judíos huidos de la Alemania nazi y luego instalados en Estados Unidos en los años 50, sentimos una extraña desazón. Encontrarnos cara a cara con objetos totalmente reconocibles, con juguetes que podrían ser los de nuestros hijos, lámparas que pueden estar en nuestros salones, en fin, objetos definitorios de nuestro día a día, no podemos evitar una cierta sensación inquietante.

Esos objetos han cambiado los armarios de la cocina por unas estanterías colocadas en las paredes de una sala de exposiciones, cambiando así radicalmente su contexto y, por tanto, la percepción que tenemos de ellos, se han convertido en símbolos, nos están mirando desde la altura y nos señalan con el dedo, nos hablan a las claras de nuestra sociedad de consumo muchas veces irracional.

 Flying dutchman 2 (2008) a defining moment 1 (2008) Live at red rocks 2 (2007)

Llegados a estas alturas del artículo cabe empezar a pensar que la base del trabajo de Steinbach tiene que ver con el concepto de ready-made de Duchamp, del objeto construido convertido en obra de arte por el simple hecho de que el artista estampa en él su firma. Sin embargo, Steinbach tiene en cuenta algo más, valora el contenido estético de los objetos que utiliza (comprados en tiendas o mercadillos o prestados por amigos o encontrados en las calles), potencia ese contenido y propone un acercamiento estético a esos objetos.

Piezas muchas veces combinadas por parejas de elementos capaces de establecer contrastes sugerentes, capaces de generar asociaciones insólitas y un cierto sentido de orden en el caos aparente que supone esa asociación. Un acercamiento nada sencillo de hacer y en cuyo camino fácilmente podemos perdernos acostumbrados como estamos a buscar explicaciones rápidas a las cosas sin dejarles tiempo a calar, a dejar su mensaje, su huella.

Objetos de consumo que tal vez no sean más que autorretratos de la sociedad en la que vivimos y, por lo tanto, autorretratos de todos y cada uno de nosotros, y pienso siempre en eso que llamamos sociedad occidental o desarrollada. Y es que los objetos que poseemos hacen un retrato infalible de nuestros gustos, hábitos o deseos, hablan más de nosotros que nosotros mismos.

Sin embargo, los inicios artísticos de Steinbach estuvieron relacionados con la pintura con una serie de obras enmarcadas dentro de la corriente minimalista las cuales, una vez producido el cambio de rumbo, serían destruidas por el propio autor culminando así una suerte de catarsis artística. En ese tiempo pictórico, Steinbach reivindicaba su interés por el Surrealismo y el uso del color de Cézanne.

crate & barrel 1 (2008) mandarin red (2008) Froot loops 2 (2008)

Precisamente con la intención de conocer de primera mano las obras más relevantes del Cubismo y del Surrealismo, con 21 años hizo un viaje a París. Una estancia que terminó siendo más determinante de lo que el propio artista podía sospechar una vez iniciado.

Y es que una vez en la capital francesa, el mismo Steinbach cuenta que 'me encontré con una gran ventana y el arte estaba allí, bueno yo no lo aprecié como una obra de arte, pero allí estaban esas pinturas de una lavadora y otros productos', tal y como lo cuenta Andrew Russeth en Observer.

Más adelante dice: ‘Yo estaba interesado en el Surrealismo y en el Cubismo. ¿Y la ilustración de una lavadora? Eso era una mierda’. Una vez de vuelta en los Estados Unidos, Steinbach conocerá en una galería el trabajo de Andy Warhol y de Roy Lichtenstein, unos artistas de los que dice que ‘presentaban al espectador lo obvio pero no era obvio en absoluto’.


Su primera instalación se tituló Display #7, realizada en 1979 en Nueva York e inmediatamente llamó la atención del público. Ese fue el primer paso en su trayectoria apropiacionista, en presentar objetos a los que la sociedad de consumo apenas si presta atención pero que de su mano muestran unas cualidades realmente extraordinarias. ‘Mi trabajo no trata sobre la representación, es acerca de la presentación. Conceptualmante, ese es un acercamiento muy diferente’, explica Steinbach en una entrevista en Artforum que firma Tim Griffin.

Oz (2009) A military theme (2008) Display #55A - North East South west (2000)

La modificación del contexto del objeto, su diálogo con otros objetos de muy diferente naturaleza o utilidad, trae consigo un cambio en la percepción del espectador acerca del mismo, le hace ser consciente de algo de lo que no lo es en su vida cotidiana, acostumbrado como está a ver objetos muy diferentes compartir espacio en grades superficies o en pequeñas tiendas.

Cierro este artículo recogiendo un párrafo que se puede leer en la web oficial del artista: ‘Los objetos que presenta Steinbach van de lo natural a lo ordinario, de lo artístico a lo etnográfico, dando forma de obra de arte a objetos que esconden sus identidades y sus significados inherentes. Explorando los aspectos psicológicos, estéticos, culturales y ritualísticos de los objetos, así como su contexto, Steinbach ha redefinido de una forma radical el estatus del objeto en el arte’.

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DATOS DEL AUTOR:

Licenciado en Geografía e Historia, especialidad en Historia del Arte, además de Especialista Universitario en Gestión Cultural y master en Dirección de Comunicación y Nuevas Tecnologías. Todo ello por la Universidad de Oviedo. Trabaja como periodista. Autor del blog lavidanoimitaalarte.blogspot.com, además de publicar artículos en la sección de música de la revista digital alenarte.