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Los Angeles frente a Nueva York por el Arte Contemporáneo
Ramón Almela
09/05/2012


New York es el centro neurálgico del arte contemporáneo mundial que otras ciudades tratan de emular o destacarse frente a ella. Los Angeles mostró señales de ello con la reivindicación colectiva realizada con el proyecto financiado por la Fundación Getty, que estuvo en marcha hasta Abril 2012, ‘Pacific Standard Time: Art in L.A.’ donde más de 60 instituciones culturales a lo largo del sur del Estado de California, 13 de ellas en el mismo centro de LA, se unieron para celebrar el nacimiento de la escena de arte de Los Angeles que, aunque creativamente activa desde 1945 no disponía de poderosos centros de arte. Alrededor de 2006 experimenta un aumento atrayendo influyentes galerías, museos, exposiciones, ferias y marchantes de arte contemporáneo que se van dando cita en el ámbito de Los Angeles. A través de este magno proyecto con diversas muestras de cerámica, arte conceptual, política e identidad cultural, diseño y arquitectura, pintura y escultura, performance, gráfica y fotografía, se revela cómo California contribuyó y llegará a ser pivote importante en la creación contemporánea.

Vista general en MOCA "Under the Big Black Sun"  Vista general en MOCA "Under the Big Black Sun"  Vista general en MOCA "Under the Big Black Sun"

De las muestras de mayor aportación fue la que se desarrolló en el MOCA (Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles) Under the Big Black Sun con más de 130 artistas y 400 obras, que examinaba la excepcional diversidad de las prácticas artísticas en California en el periodo marcado entre la era post-Vietnam y el Watergate en 1974 y la ascensión a la presidencia de Ronald Reagan en 1981. Aborda el espíritu de desilusión y pérdida colectiva de fe en las instituciones. El arte propugnaba una libertad desde una visión heterodoxa florecida en esta etapa en LA con una ecléctica combinación de medios y movimientos que rompían las formas tradicionales y géneros. Se cuestionó la narrativa maestra de la modernidad impulsando la conciencia que caracteriza el post-modernismo con las temáticas del racismo, sexualidad, género, cultura urbana, guerras y activismo político. En un amplio espacio se encontraban tanto obras desconocidas del inicio de artistas que fundamentaron el arte contemporáneo, Mike Kelley, Bruce Nauman, Chris Burden, Edward Ruscha, John Baldessari, Bas Jan Ader, Paul McCarthy, Raymond Pettibon, Vija Celmins, así como de poco renombrados artistas cuyas piezas se entrelazaban ofreciendo una visión pluralista de estrategias que aunque resuenan a las prácticas contemporáneas desde esa libre experimentación, tendrían mucho que señalar hacia el activismo en el arte actual.

Edward Ruscha "The back of Hollywood" 1977 en MOCA "Under the Big Black Sun"

Suzanne Lacy "Three weeks in May" 1977 (Violaciones en L.A) en MOCA "Under the Big Black Sun"  Chris Burden "The reason for the neutrin bomb" 1979. 50,000 monedas con cerillas en MOCA "Under the Big Black Sun"  Peter Reiss "Retarded individuals"1979. en MOCA "Under the Big Black Sun"

En la museografía había que destacar la comprensiva explicación de las cartelas contextualizando la contribución de las obras, que cooperó a la formación del público, que también se apreciaba en la exposición ‘Now Dig This!’ examinando el legado cultural de L.A. de los artistas afroamericanos en el UCLA Hammer Museum con un gran número de creadores desconocidos y un fuerte bagaje de pintura y escultura, que incluía una fascinante maleta que permaneció cerrada durante 30 años, y que permitía comprobar con el contenido cómo el artista negro no estaba desconectado intelectualmente del resto del mundo del arte.

La exposición subrayaba cómo los artistas se sintonizaban con los movimientos de Derechos Civiles y el Poder Negro reclamando desde la identidad de la raza en la cultura americana reflejando el poder de los artistas para involucrar las comunidades en el logro de un cambio positivo con las acciones visuales; de nuevo, un reclamo hacia el necesario compromiso crítico del arte en la época actual.

"Now Dig This!" en Hammer Museum. "Now Dig This!" en Hammer Museum. Maleta de Charles White mantenida en New York sin abrir por 30 años, en "Now Dig This!" en Hammer Museum.

Siguiendo con la reivindicación del movimiento negro americano se mostraba en el LACMA (Museo de Arte del Condado de Los Angeles) la restrospectiva de un artista actual, Glenn Ligon, con su exploración de lenguaje y raza que resultaba un ejemplo de coherencia y ahondamiento plástico engarzando signo y materia. Era la primera vez que se mostraba la obra de Edward Kienholz ‘Five Card Stud’ después de su creación en 1972 para la Documenta 5 en Kassel, que representa en tamaño natural a seis hombres blancos atacando a un hombre afroamericano encontrado bebiendo en su camioneta por la noche; un recordatorio de este racismo aún prevalente en México con los indígenas o con los crímenes de odio y homofobia. El movimiento chicano tuvo su espacio en el MOCA con la retrospectiva del grupo de performance y graffiti, ASCO, que en aquellos turbulentos años contribuyó al desarrollo de la conciencia sociopolítica.

‘Hollywood es Newark, New Jersey, con palmeras’ dijo Arthur Fellig, fotógrafo con el sobrenombre Weegeee quien dejó New York, donde destacaba por las brutales imágenes de escenas de crímenes del New York nocturno (que el MOMA incorporó a su colección de arte moderno), para intalarse en Los Angeles donde se centró en la banalidad de las estrellas de cine incorporando trucos y caleidoscopio generando miles de fotografías condensadas en el libro Naked Hollywood, que dió el nombre a esta retrospectiva de su obra mostrada por el MOCA. Años después de dejar Los Angeles, Weegee se encontró con Andy Warhol en New York como da cuenta una fotografía en la exposición; dos generaciones que se entretejen en la misma acción de captar y manipular la imagen de las celebridades.

Weegee "Naked Hollywood", en retrospectiva en MOCA    Weegee "Naked Hollywood", en retrospectiva en MOCA    Weegee "Naked Hollywood", en retrospectiva en MOCA

Weegee "Naked Hollywood", en retrospectiva en MOCA   Weegee "Naked Hollywood", en retrospectiva en MOCA   Weegee "Naked Hollywood", en retrospectiva en MOCA

Pero New York sigue poseyendo esa atracción que lo distingue en el mercado del arte y su dinámica creativa al ser polo fundamental del comercio internacional del arte emplazado entre sus cientos de galerías extendidas entre los barrios de Manhattan y Brooklyn que pueden recorrerse consecutivamente. Muchos de los artistas exponiendo ahora en Manhattan, en el área de Chelsea, una de las áreas que se consolidan después de la relevancia experimentada por los espacios del Soho y East Village, residen en Los Angeles. Numerosas galerías se distribuyen a lo largo de sus calles haciendo de New York un inmenso escaparate de la creación artística mundial. Todo este diálogo visual inmerso en los discursos museísticos va marcando pautas y atención a la producción artística.

Desde que el arte y las instituciones pivotan peligrosamente hacia el consumo especulativo, los artistas emergen con un sentido de libertad comunicativa alejada de las restricciones que el comercio impone. La Bienal del Museo Whitney de Arte Americano ofreció una reflexión a esta reivindicación del artista por un mundo personal sin constricción de disciplinas, sujeto tan solo a las inclinaciones intuitivas del individuo con sus amplias perspectivas de significación social, económica, política y artística. Un vistazo a esta agrupación de artistas revela una clara decisión por parte de los comisarios de tomar en cuenta de manera equilibrada tanto el objeto artístico, como la video producción, el cine, o la danza y el teatro, con una inclusión heterogénea de diversos estilos sin determinación por alguno; eso sí, cada uno de los conjuntos creativos de los integrantes transpira una fuerte identidad visual...

La museografía se alejó de la extendida grandiosidad de muchas presentaciones del mercado artístico, inclinándose por la escala modesta en una apertura ambital, el espacio como posibilidad de múltiples direcciones de lectura dentro de la amplitud arquitectónica de la sala, lo que facilitó un acercamiento a las obras, tal y como la existencia se nos impone. Incluso la alternativa virtual y presencial se conjugó de manera única con algunos artistas, involucrando también la performance dentro de varias obras de instalación. La vivencia directa de una artista, Dawn Kasper, dentro del museo como si de su estudio se tratara diluyó fronteras de la obra y la institución, así como la circulación del visitante por espacios entre vestuario-club nocturno que transpone la idea de lo privado hacia el contacto público, así como el acercamiento a los ensayos de la actuación de danza que el visitante alcanzó a presenciar hasta el camerino donde se maquillaban los bailarines.

Lutz Bacher "Pipe Organ", Bienal 2012 Museo Whitney Joana Malinowska, Bienal 2012 Museo Whitney   Wu Tsang "Green room"Video instalación Bienal 2012 Museo Whitney

Por otro lado, el énfasis puesto en artistas menos conocidos que producen su obra bajo excepcional compromiso acentuó lo creativo frente a lo comercial, reafirmándose con audacia frente a este mundo del arte preso en la saturación creada por el valor económico. Artistas que se centraron en revisar y recuperar la obra de otros artistas, o afirmándose en la escritura crítica como forma de arte (Andrea Fraser), esculturas que remueven la atención hacia el diálogo entre espacio y material, o tornan su mirada a la esencia del origen cultural entrelazándose con iconos contemporáneos, esculturas que conforman instalación implicando el desafío de la tecnología, el automatismo y los ámbitos en los que el hombre actual está sumergido.

La atención del visitante se desplazó entre la denuncia visual y la percepción del proceso del arte envuelto por la tensión establecida en la interacción entre las obras. Recorrer los espacios de esta Bienal dejó el sabor de proximidad a la vibrante energía de los artistas desde su núcleo creativo en un complejo panorama económico, y en el que el artista resiste abocándose hacia lo que él sabe mejor; su propia esencia. El mismo catálogo de la exhibición se convierte en una extensión de cada una las propuestas individuales de los artistas. Una Bienal que apostó y apuntó hacia un uso del arte no secundando intereses del mercado y reivindicando la realización individual de profundo compromiso social y reflexivo de la existencia humana.

Por otro lado, la selección artística expuesta en las galerías de New York se fundamentó en intereses e inclinaciones del coleccionismo, bajo la óptica del mercado. En estas fechas, la orientación advertida representó el sustrato desde el cual los artistas construyen: las prácticas artísticas predominantes marcan las ideas que sostienen las intenciones destacadas de este tiempo concreto, su realización contemporánea que, junto a las obras de otras etapas mostradas, crean un conjunto que no obstante heterogéneo conduce la mirada a una reflexión sobre la época en que vivimos marcada por grandes colapsos económicos y políticos en medio de las tecnologías de comunicación e información que saturan nuestro mundo.

Dawn Kasper "This could be something if I let it", Bailarines de Sarah Michelson descansando en camerinos, Bienal 2012 Museo Whitney   Ensayo de coreografía Sarah Michelson "Devotion study" Bienal 2012 Museo Whitney

El arte se perfila como medio de simbolización de la confrontación con esta realidad que apunta hacia la renovación desde la crisis anticipada con el advenimiento del año 2000 al iniciar el siglo XXI. Con los cambios ocasionados por las tecnologías de la comunicación se predice la modificación paulatina de la esencia del ser humano y su estructura relacional. Como efecto retardado, el hombre se encuentra en este tiempo agónico contemplando la finalización de algo y no distinguiendo hacia dónde se encamina en un futuro sin posibles salidas; una especie de oscurantismo medieval del que surgirá recompuesto.

El mercado del arte engulle todas las dimensiones de la creación y se advierte en la producción artística, lo que la Bienal del Whitney en New York delató con la tendencia predominante hacia la introversión en discursos estéticos de mundos personalizados concentrados en la forma y lo objetual con el debate interno subjetivo, y la resistencia a las imposiciones del mercado. Pero el espacio del mercado está vivo y muestra las tensiones de las vivencias del momento: un re-encuentro plástico con el caos y la fragmentación donde la expresión figurativa navega entre la representación convencional y la construcción desde el residuo enfatizando lo obsoleto como fuerza en la cultura de masas y el arte.

La búsqueda de la idiosincrasia con su afirmación y expresión bajo una actitud artística retoma la historia, la mitología, las metáforas de la vida actual, los procesos de la vida social, originando expresiones visuales que convocan una interiorización reflexiva en el espectador. Una visita al panorama expositivo conduce, desde luego, al encuentro de las grandes firmas y revisiones de diferentes movimientos entre lo conceptual y expresivo -valores comerciales asimilados- pero, sobre todo, permite un recorrido por la apuesta del mercado hacia una ejecución no supeditada a la tecnología valorando el uso de estrategias mixtas donde la creación pictórica y el collage se extienden mayoritariamente sobre la fotografía o el video.

El arte, emancipándose de las instituciones como Iglesia y Estado, ha propugnado desde la época de la modernidad una actitud de resistencia en la acción social y política tornándose la razón intrínseca de muchas prácticas artísticas que asumen un rol en el activismo social de manera crítica buscando modificar la mirada desde la cual el individuo percibe la realidad, induciendo una variación en el complejo dispositivo mental y cultural en el que se encuentra inmerso. Aunque subsisten las estrategias críticas, el ensamble entre el arte y el activismo parece mostrar signos de desgaste y crisis. ¿Qué relevancia están teniendo los proyectos artísticos en el esfuerzo contra el gran capital?

Nicole Eisenman, Bienal 2012 Museo Whitney   Forrest Bess "Documentation on his genital surgery", Bienal 2012 Museo Whitney   Oscar Tuzaon "For Hire", Bienal 2012 Museo Whitney

Will Ryman "Anyone and no one" Galería Paul Kasmin Will Ryman "Anyone and no one" Galería Paul Kasmin  Charles Spurrier Galería Margaret Thatcher Projects

La creación más extendida y expuesta en las galerías de Nueva York se mostró escéptica de la tecnología perdiéndose en el polo opuesto de la trivialización de fastuosidad plástica como dispositivo cultural; la dimensión estética se desliga de lo social acentuando lo individual. Una instalación de Greg Haberny, sintetiza esta actitud de introspección: una psicótica agrupación de objetos inspirados en su niñez y juventud, disfuncional y tormentosa, que origina esta revuelta y caótica presentación. En la galería J. Cacciola se desgranaban obras basadas en la acumulación como intrincadas estructuras donde el equilibrio físico se halla en la multiplicidad justa. El acopio de materiales plásticos, manipulados y fragmentados, da como resultado, con Charles Spurrier, geométricas composiciones abstractas pictóricas que evocan, en contraste realista, a los paisajes de enmarañadas hojarascas y ramas de senderos de bosque en la pintura de Allison Gildersleeve. Las construcciones-collages reivindicando espacios interiores de Arne Quince bajo la inscripción ‘My safe secret garden’ donde de nuevo, de manera reflexiva, el entrecruzamiento de tiras de madera y chorreado pictórico se descuelga hacia el abismo de un espejo. Las pinturas de Allison Miller, formas abstractas palpitantes de rastro caligráfico, y las de Chris Martin, compuestas de varios materiales que se incorporan a sus lienzos, hacen de la improvisación registro de la huella-lenguaje personal. Susan Dory, en sus pinturas de acrílico y veladuras de resina en ordenaciones dinámicas de color se adentra en las capas de sus propias memorias como recuerdos de aromas del pasado. Esta introspección en la vivencia humana se revela también en el gran formato de retrato de Piet Van den Boog donde los rostros realizados entre óleo y acrílico aparecen desbastados por áreas presentándose como metáforas de las cicatrices internas que todos poseemos. Lo colectivo es interpretado como una densidad saturada de imágenes en forma de ambiciosos collages en la obra de Aaron Morse como topografía de la humanidad.

Lo común en el recorrido de galerías por Nueva York es encontrar destacables procedimientos de realización o espectaculares escenificaciones que, en ocasiones, quedan limitados en su calidad a la apariencia grandilocuente como es el caso de Will Ryman quien con la intención de congregar a ‘cada ser humano’ ocupó todo el perímetro de la galería con una figura cuyos miembros están formados a base de 30,000 tapones de botella, así como la camisa con 250 suelas de zapato y en una habitación contigua, semejando la cabeza, el visitante se adentraba en un laberinto cerebral construido con 200,000 brochas.

Dionisio González "Favelas" Galería Richard Chris Martin Galería Mitchell-Innes & Nash Aristides Ruiz "Evelio" Galería Lyons Wier

Donde se encontraba la robustez de muchas obras en las galerías era en su congruencia entre material y significado. Elaine Richek utilizó el bordado desarrollando el mito del hilo que Ariadna dejó a Teseo para encontrar la salida del laberinto del Minotauro. James Busby conectó una brillante superficie de grafito, que responde a la luminosidad y el entorno, sobre canales horadados en la capa de base de gesso creando una poética visual geométrica. Esta actitud de involucrar la posición del espectador se enfatizaba en las obras de Mary Corse cuyos cuadros cambiaban ante la más ligera variación de lugar en obras minimalistas que convocan la dinámica perceptiva en constante cambio, del mismo modo que las obras de Norbert Brunner con rango espacial donde sólo situándose frente a la obra se configuraban los distintos puntos de color compuestos con una frase y luces sobre tres planos y un espejo donde la aparición de unos ojos convocaban al espectador a confrontarse consigo mismo.

La fotografía operaba desde la influencia para la creación de la imagen en las obras expuestas en la galería Lyons Wier donde, desde el sentido de la apropiación, se movian del mero realismo hasta la re-contextualización. En la serie de autorretratos de Frank Yamrus se exploraba la propia presencia afirmando la identidad transitando por los momentos que conforman su ser actual adentrándose en su homosexualidad. Dionisio González presentó una mirada arquitectónica a la problemática de la favela en Brasil con impactantes panorámicas combinando la ficción digital a partir de escenas reales que en conjunto aparecen con una objetividad testimonial que reclama una reacción subjetiva ante las coloristas composiciones. Lo digital es empleado por Melanie Willhide como aportación con el tratamiento de los pixeles en la imagen fotográfica al recuperarlas desde el disco duro corrupto que le ofreció nuevas posibilidades de actuación gráfica.

Múltiples galerías más ofrecían una mirada a expresiones estilísticas determinadas o exploración temática recuperando figuras o estilos dentro de la oferta del mercado del arte en consonancia con intereses y preferencias actuales que hacen de la urbe de Nueva York una efervescente ciudad de arte hacia donde las creaciones de todo el mundo buscan posicionarse.



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Para saber más __________________________

DATOS DEL AUTOR:

Ramón Almela (Lorca, Murcia, España, 1958). Doctorado en Artes Visuales por la Universidad Complutense de Madrid. Tesis doctoral: ‘La Pictotridimensión. Proceso Artístico Diferenciado’. Constatación en Nueva York, 1989-90. Revalidado como ‘Ph.D. in Art’ por ‘World Education Services’. Licenciado en Pintura, Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Revalidado como ‘Bachelor´s and Master´s Degree in Fine Arts and Art Education’ en 1992 por ‘World Education Services’. Título de Profesor de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.