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Algunas consideraciones sobre Movimiento Moderno, Racionalismo y Estilo Internacional en arquitectura
Eduardo T. Galnares Arias
08/01/2008



Nuestro enfoque a lo largo de este ensayo tratará de desvelar, clarificar y definir algunos conceptos, y desentrañar una terminología, que en algunas ocasiones puede resultar compleja, debido a que como veremos, muchos de los conceptos van a utilizarse o entenderse de diversas formas a lo largo de la historia.

W. Gropius, Fábrica Fagus W. Gropius, Fábrica Fagus W. Gropius, Fábrica Fagus

Trataremos tres términos fundamentalmente:

- Movimiento Moderno
- Racionalismo
- Estilo Internacional

Comenzando con el primer término, es obligatorio hablar de la Bauhaus como fuente impulsora y desencadenante de ese movimiento moderno, y es podemos decir el germen donde se apoya e inicia el movimiento moderno. Así la Bauhaus fue iniciada en 1919 donde destacaron figuras como Walter Gropius o Ludwig Mies Van der Rohe , los cuales establecieron las bases de dicha arquitectura, dando posteriormente origen al estilo internacional, el cual difundiría planteamientos internacionalistas sobre arquitectura y diseño.

La Revolución Rusa de 1917 tuvo una influencia esencial en la gestación de una conciencia europea como una fuerza de cambio internacional.

El movimiento moderno supuso una ruptura con la arquitectura clásica creando un nuevo lenguaje arquitectónico. Posiblemente, el funcionalismo, donde la forma queda al servicio de la función, fue el eje del movimiento moderno.

Ludwig Mies Van der Rohe, pabellón de Barcelona Ludwig Mies Van der Rohe, pabellón de Barcelona

Hay que hablar de los CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna), donde en 1927, tanto en el concurso para la Sociedad de Naciones y la exposición de Stuttgart han manifestado claramente que un conjunto de arquitectos, de diferentes naciones europeas, trabajan con métodos muy similares, siendo sus contribuciones compatibles entre sí. Así en 1928 se organizó en La Sarraz Vaud (Suiza), un congreso de arquitectos modernos. De esta manera vemos como desde 1929 a 1931, se configura un lenguaje unitario, el cual se extiende por el resto de países, salvando las diferencias nacionales y materializando casi el ideal expresado varios años atrás por Gropius al utilizar la fórmula 'arquitectura internacional'. Es este el momento en el que hay un reconocimiento por parte de los discrepantes con respecto a este movimiento moderno, donde lo clasifican como un estilo funcional o racional.

Señalaremos además que el movimiento moderno no actúa como otros estilos o corrientes arquitectónicas, ya que no ofrece soluciones pensadas a priori, sino indicaciones en cuanto a la metodología para la búsqueda de soluciones siempre distintas, consistiendo fundamentalmente en realizar valoraciones de grado.

Bajo mi punto de vista el movimiento moderno va a suponer el nacimiento de una nueva forma de hacer arquitectura. Además supone un concepto más abarcativo que el racionalismo o el estilo internacional, quedando ambos bajo el común denominador del movimiento moderno.

Observamos por tanto como el movimiento moderno maduró y podemos decir nació en Europa, dentro de un abanico de ideas que irían desde Owen a Ruskin, a Morris, a Van de Velde y a Gropius, pudiendo incluso establecer el lugar concreto que sería en la Alemania de Weimar, permitiendo a la cultura europea dejar a un lado los límites históricos y avanzar hacia un movimiento internacional.

En cuanto al racionalismo, tendríamos que decir que sus inicios se encuentran también en la Bauhaus. El racionalismo tomó a todos los hombres por igual, sin distinción de clases sociales, esto llevó a una estandarización de la vivienda, con el objetivo de lograr un mayor beneficio social.

Este racionalismo surge como respuesta a la necesidad social y a los cambios políticos que estaban transcurriendo en Europa tras la primera Guerra Mundial, siendo necesario un nuevo concepto en el sector de la construcción y el urbanismo, donde sería fundamental el servicio social, por otro lado hay que tener en cuenta el capitalismo, el cual va a demandar unos bienes de consumo, siendo la industrialización un aporte fundamental.

Los racionalistas concebían el diseño como una actividad ante todo social y ética, apostando por edificios económicamente asequibles, aunque posteriormente hubo una extensión o derivación del término funcionalista como sustituto del racionalismo.

Le Corbusier, Chandigarh, The Secretariat  Le Corbusier, Chandigarh, The Secretariat  (Fot. Harry Seidler)


Así podemos considerar al racionalismo como la arquitectura de nuestro tiempo, es el tipo de vivienda que normalmente estamos acostumbrados a ver, los conceptos urbanísticos y el paisaje cultural modificado por la mano del hombre es también de origen racionalista.

La sistematización de la construcción de un discurso racional y funcional, respaldado por ideas nacionalistas, se encuentra en la gran mayoría de los movimientos modernos. Sin embargo los primeros arquitectos italianos que constituyeron el Gruppo 7 en 1926, y aquellos que crearon el MIAR (Movimiento Italiano per l´Architettura Razionale), en 1931 escogieron preferentemente el término racionalismo.

Vemos de esta forma como las circunstancias en las que la vanguardia centroeuropea forjó la actitud nacionalista, dando posteriormente lugar a diversas tendencias arquitectónicas que subyacen en lo que generalmente conocemos como racionalismo, acrecentando además el debate entre tradición y modernidad.

Entre las características que definen al racionalismo, la principal podríamos decir que contiene el pragmatismo, siendo siempre el resultado de un proceso que va a tender a racionalizar, a hacerlo por tanto más eficaz. Así veremos algunos aspectos como:

- racionalizar el uso del espacio
- racionalizar los procesos constructivos
- racionalizar los procesos de formalización

En este último punto vemos la necesidad de reducir a lo imprescindible lo que por definición resultaría hasta el momento superficial.

Teniendo en cuenta las características citadas anteriormente, podríamos ver el racionalismo como movimiento, solamente siendo aceptable cuando surge como resultado del ejercicio de ciertas vanguardias urbanas, trascendiendo intelectualmente las nociones de lugar (de ahí su rechazo a la ornamentación, ya que es una característica que apoyaría el referente histórico).

Comentaremos someramente el racionalismo en España, donde destacaron personas como: Fernando García Mercadal, Rafael Bergamín y Josep Lluís Sert, entre otros.

Será la Guerra Civil española (1936-1939) la causante de la ruptura del movimiento moderno en España, volviendo a resurgir progresivamente conforme avanza el siglo XX.

Asimismo conviene destacar la figura de Josep Lluís Sert, como líder del GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea). Sert construye la Casa Duclós en Sevilla (una Sevilla regionalista y su ambiente dentro de la exposición Iberoamericana del 29), donde el arquitecto va a preludiar tanto en su plano conceptual como vocabulario formal, el posterior desarrollo de su arquitectura en Cataluña.

Dentro de la arquitectura racionalista en España es fundamental destacar el GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles Para la Arquitectura Contemporánea), que surge dentro de un ambiente intelectual propiciado por la Institución Libre de Enseñanza, trayendo a Madrid prestigiosos arquitectos como: Breuer, Gropius, Mendelsohn o Le Corbusier. En Italia destaca dentro del racionalismo Giuseppe Terragni.

Giuseppe Terragni, Casa del Fascio  J. LL. Sert, Casa Duclós en Sevilla

Por último nos ocuparemos del último término que mencionábamos al principio, el denominado estilo internacional; donde desde los años de 1925 a 1965 se va a diferenciar por las creencias positivas en las nuevas tecnologías de la industrialización, las cuales se hicieron comprensibles por medio de ideas racionales tanto a la arquitectura como al urbanismo, dando como resultado un mundo de mayor calidad. En este 'proyecto de modernidad' se tuvo en cuenta tanto los problemas sociales como la forma.

Conviene destacar que después de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en Estados Unidos, la arquitectura moderna, encontró un lugar de expresión floreciente. Esas formas fueron indagadas y exportadas posteriormente a Occidente y al resto del mundo tanto por empresas, como por instituciones o personas.

El término estilo internacional, fue recogido por Henry – Rusell Hitchcock y Philip Johnson en 1932, donde recogía las características principales de la arquitectura moderna hecha en Europa por arquitectos de la talla de Le Corbusier y los miembros de la Bauhaus, entre otros, aunque según su definición ese estilo internacional estaba unido con la forma, pero separado de su contenido social.

El internacionalismo era una forma de actuación dentro de un mundo que universalizaba, donde la arquitectura internacionalista (entendida como una arquitectura que no pertenecía a ningún lugar y que era transferible a cualquier parte del planeta, siendo además conductora de principios modernos y universales).

Así destacaremos dentro de este estilo internacional lugares como Brasil o Japón, donde por una parte se va a conseguir un producto de valor internacional, no estando incluso ya vinculada a estereotipos europeos o estadounidenses, alcanzando un desarrollo tanto en América como en Asia.

A modo de conclusión podríamos decir, como ya dijeron R. Atkinson y H. Bagenal, que la arquitectura era la representación de las necesidades, los temores, aspiraciones de una época, siendo la forma real de su civilización. También como ya apuntó Luis Borobio, la arquitectura no será buena porque represente una cosa u otra, sino porque los ambientes, con su escala, con sus relaciones espaciales, su luz, con la calidad de sus paramentos, logra que vivamos íntimamente la emoción del mensaje arquitectónico.

Glass House, o casa de vidrio, de Phillip Johnson Oscar Niemeyer

Dentro de estos movimientos y corrientes arquitectónicas de las que hemos hablado, hay un aspecto que correspondería a la misión social del arte, la cual va a permitir que el arte de pueblos enteros, constituyan conjuntos homogéneos, unidades expresivas, estilos que van a trascender la simple expresión individual y el estilo personal, para convertirse en la comunicación de un pueblo entero y de toda una época con las demás generaciones y nacionalidades, originándose una auténtica comunicación universal entre los hombres (creo que es aquí donde transcurre el punto álgido de la arquitectura internacional, ya que no sólo es un edificio, sino que además hay una transmisión de sentimientos, e inquietudes).

Como colofón me gustaría recordar, como ya señaló Bruno Zevi, y es que no deberíamos reducir la historia de la arquitectura a 'fotografías arquitectónicas', ya que descuidaríamos la realidad específica, el topos, siendo este el lugar donde la arquitectura vive esplendorosa, solitaria.

 


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Para saber más


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DATOS DEL AUTOR:

Eduardo T. Galnares Arias (Sevilla, 1980). Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla (2003). Estudios de doctorado del periodo docente finalizado, dentro del programa "Patrimonio artístico andaluz y su proyección iberoamericana" perteneciente al departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla (2004 - 2005).