sumario
art XX-XXI
contacta
 


Balthus en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Redacción Homines.com
19/02/2019


El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid expone en sus salas, parte de la obra del artista Balthasar Klossowski de Rola (1908-2001), conocido como Balthus, organizada conjuntamente con la Fondation Beyeler en Riehen / Basilea. También han colaborado y prestado obras para esta exposición el MoMA y el Metropolitan Museum de Nueva York, el Centre Pompidou de París, así como el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden de Washington, entre otras instituciones y colecciones privadas.

  

La muestra, comisariada por Raphaël Bouvier, con el apoyo de Michiko Kono, y Juan Ángel López-Manzanares, reúne pinturas clave de todas las etapas de su carrera desde la década de 1920, arrojando luz sobre las diversas formas de interacción intelectual en sus cuadros entre las dimensiones de espacio y tiempo, la relación entre figura y objeto, así como sobre la esencia de su enigmática obra. Está organizada cronológicamente en siete secciones, donde se va viendo la evolución desde las oscuras y volumétricas pinturas hacia unas más planas y de tonos pastel. En su última etapa, además, el pintor incidió menos en la crudeza carnal de las figuras adolescentes o púberes de sus primeros años. Y declaró que él no había pintado niñas con un sentido erótico; había pintado “ángeles”.

Considerado como uno de los grandes maestros del arte del siglo XX, Balthus es sin duda uno de los pintores más singulares de su tiempo. Su obra, diversa y ambigua y tan admirada como rechazada, siguió un camino virtualmente contrario al desarrollo de las vanguardias. El propio artista señala explícitamente algunas de sus influencias en la tradición histórico-artística, de Piero della Francesca a Caravaggio, Poussin, Géricault o Courbet. En un análisis más detenido, se observan también referencias a movimientos más modernos, como la Neue Sachlichkeit, así como de los recursos de las ilustraciones populares de libros infantiles del siglo XIX. En su desapego de la modernidad, que podría calificarse de ‘posmoderno’, Balthus desarrolló una forma personal y única de arte de vanguardia, un estilo figurativo alejado de cualquier etiqueta. Su personal lenguaje pictórico, de formas contundentes y contornos muy delimitados, combina los procedimientos de los maestros antiguos con determinados aspectos del surrealismo y sus imágenes encarnan una gran cantidad de contradicciones, mezclando tranquilidad con tensión extrema, sueño y misterio con realidad o erotismo con inocencia.

    

Como ha dicho Juan Ángel López-Manzanares, uno de los comisarios, “fue un pintor independiente que estuvo al margen de las vanguardias, de la abstracción, sobre todo. Siguió un camino personal y, como ha demostrado la teoría posmoderna, no solo siguió una línea uniforme hacia el futuro, sino que se fue nutriendo de los pintores del pasado, de la pintura oriental y de los primitivos italianos”.

Esta exposición propone una revisión del artista a través de 47 piezas de gran formato, de las que más de 15 no se han visto antes en España. Además es la primera exposición monográfica dedicada a Balthus que se presenta en este país en más de veinte años.

Los desnudos de adolescentes, los paisajes de postguerra, los autorretratos, o alguna escena callejera es lo que vemos dentro de este recorrido. Pueden verse algunas de las obras principales de la producción de de este gran artista como “La calle” (1933), en España por primera vez, “La toilette de Cathy” (1933), “Los hermanos Blanchard” (1937), ), que perteneció a Picasso y fue la primera obra de un artista vivo que se expuso en el Louvre, “Los buenos tiempos” (1944-1946), “Thérèse” y “Thérèse soñando”, ambas de 1938 o “La partida de naipes” (1948-1950), una pieza que forma parte de la colección Thyssen, recientemente restaurada.

Todas sus obras son impactantes, pero donde el artista alcanza su cúspide es en los trabajos sobre las adolescentes, donde algunos gendarmes de la moral sitúan el escándalo. Precisamente sobre esto habló Guillermo Solana, director artístico del Thyssen que dijo: “Balthus es un artista como muchos artistas modernos que exploran los límites de la experiencia humana y sondea al espectador y lo pone en situaciones complejas. Nos tienta; y eso, a veces, produce un malestar, una inquietud, pero el espectador es libre de dejarse sondear o no por un artista. Uno puede decir no leo a Shakespeare porque no me gusta que haya tantas muertes en escena”.

     

    

López Manzanares ha quedido dejar claro en este mismo sentido que el museo “no ha querido ser censor” de la obra de un Balthus que “va más allá de la provocación. Es un gran maestro de la pintura, uno de los grandísimos del XX”.

Debido a la gran polémica generada por el escándalo que hace poco más de un año se vivió en Nueva York por la petición para que el Metropolitan Museum retirase la obra “Thérèse soñando”, donde una preadolescente aparece sentada en actitud de relax y muestra ligeramente su ropa interior, Setsuko Klossowska, viuda de Balthus, en la presentación de la exposición también quiso hablar preguntándose: “¿Hablamos de arte o hablamos de otra cosa? Si hablamos de cosas ajenas al arte, me parece muy bien que haya gente con valores distintos..., aunque a mí no me importa nada lo que digan”. Pero es una pena, añadió, “que se cree un problema por esta clase de observaciones que desvían la atención respecto a la creación artística”. Se trata, como se dice en Macbeth, concluyó, de “una historia contada por un idiota”.

Más allá de toda esta polémica y de estrechez de miras de algunos, la muestra es, sin lugar a dudas, una buena ocasión para ver buenas obras de arte de un artista que nadó contracorriente en pleno desarrollo de las vanguardias.


Balthus
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado, 8, Madrid, España
Desde el 19 de febrero hasta el 26 de mayo de 2019

_______________________