En la fotografía
convergen los elementos de la imagen actual desde la mirada a la producción,
la reproducibilidad y su difusión, desde la denuncia social a
la mera elaboración estética. La fotografía se
propaga en el universo popular por su fácil acceso y manipulación
digital. La imagen fotográfica abarca hoy todos los rubros de
comunicación, análisis y archivo haciendo de este medio
un recurso inmediato y al alcance de todos.
La fotografía era una especialidad ejercida por el fotógrafo
que bien se ocupaba del retrato o la documentación periodística,
por el particular para atesorar su memoria personal y algunos pioneros
en el campo artístico. Su distinción estaba determinada
por su preparación técnica y la sujeción al proceso
del revelado. Aún todavía, en la definición establecida
por el diccionario, la fotografía no viene determinada como medio,
sino como técnica de realización, al contrario que la
pintura que es definida asociada a su identidad como género artístico.
Hasta se puede observar una exposición actual en donde las cédulas
de las fotos indican ‘Técnica: fotografía’.
La adscripción de la fotografía
a la dimensión creativa de las artes visuales ha sido reciente.
Tan sólo hace tres décadas, hasta que el museo de Arte
Moderno de New York comenzara a atender la fotografía como medio
artístico, en la mayoría de los museos de arte contemporáneo
la existencia de una colección fotográfica era nula, o
si existía algo apenas se mostraba o era reducido a un recóndito
espacio. Los museos rechazaban la adquisición de obra de precursores
como Bill Brandt que luego sería reivindicada.
La fotografía desde los años
noventa experimenta una transición de sus aspectos tanto técnicos
como conceptuales. Se produce una reelaboración de la apariencia
en una vuelta hacia lo real dilatando los recursos de representación
por el aumento de formato y su vinculación con el procesamiento
electrónico. El Museo Reina Sofía de Madrid mostró
hasta diciembre de 2007 una magnífica exposición, selección
de su colección permanente, bajo el título ‘Jano:
La doble cara de la fotografía’ con nombres relevantes
del panorama actual que exploraba territorios de la imagen, la arquitectura,
el paisaje y las personas como análogos medios por los que se
vierte, transmite y canaliza el poder mostrando con una museografía
impactante y seductora los cambios sucedidos en la fotografía
actual.
La crítica de la realidad baña
en destellos la percepción de estas imágenes fotográficas
de cautivante tamaño, resolución e impresión que
de manera contundente atrapan las miradas. Los nueve metros de continuos
paneles con las imágenes de las favelas de Sao Paulo, en las
que Dionisio González superpone digitalmente arquitectura contemporánea,
conducen hacia la penetrante mirada ciega de esta subyugante mujer de
Mali de Jean Baptiste Huynh, mientras el panorama de una alfombra de
flores rojas en un bosque, de Rosemary Laing, alude a la domesticación
de la selva virgen. Fotografías que con la sutil intervención
o toma instantánea conmueven y provocan la reflexión.
Del mismo modo que con los museos, el oficio del fotógrafo ha
ido sufriendo una transformación en la disyuntiva de su ocupación
meramente técnica o su dedicación especializada al arte
comercial o alternativo. La Institución-Arte no acepta la posición
del fotógrafo en su peculiaridad técnica, prepondera la
del artista visual que emplee eventualmente la fotografía, y
no que precisamente se denominen fotógrafos. La misma palabra
‘fotógrafo’ ha perdido mucho su sentido al simplificarse
la dimensión técnica del medio: ya no hace falta ser un
técnico especializado para hacer fotos; el artista visual utiliza
el medio para la articulación de su discurso visual y así
también el individuo común.
De esta forma, en la exposición
‘Oficio de fotógrafo’, resulta anacrónico
reunir una panorámica sobre fotografía enfatizando en
el título el oficio de fotógrafo, cuando el propósito
se centra sobre la mirada, apuntando sus semejanzas al utilizar la fotografía
como medio. Lo que los semeja los desune, y estos 13 artistas usando
la fotografía remiten en su mayoría a propuestas pictóricas
cargadas de simbolismos icónicos a través de la adecuación
del modelo y escenificación, la composición lumínica,
la construcción significativa, la elección del punto de
vista, la estructura ordenadora, o la concepción textural.
En general, en estos artistas predomina
la inclinación plástica a la hora de traducir impresiones
visuales. Reflexión que induce la cuestión creciente del
cruce semiótico entre la pintura y la fotografía ¿Son
realmente diferentes? ¿No serán propiamente pintura y
fotografía ciertamente una cuestión primordial de la realidad
esencial y pertinente de la imagen? Aunque su clasificación diferenciada
procede del modo como impacta su funcionamiento dentro del sistema extendido
de la cultura visual, la esencia de ambas se encuentra profundamente
fundida.
Mientras la pintura y la fotografía
se distinguen bajo lo específico de sus elementos constitutivos
y procesos técnicos; en lo genérico de su naturaleza,
es decir, en el comportamiento de la imagen existen semejanzas ontológicas,
se encuentran íntimamente ligadas. Todavía decía
Roland Barthes: ‘La Fotografía ha estado, está todavía
atormentada por el fantasma de la Pintura’.
El conjunto de estos autores de fotografía en Puebla, México
no dejan de resultar interesantes bajo la aproximación curatorial
planteada por Iván Ruíz, aunque se anhelaría una
mayor dimensión del formato que la fotografía alcanza
actualmente junto a la calidad de impresión y de muestra directa
sin el obstáculo del cristal para la visión de la superficie
de los trabajos.
La muestra consiste en una reflexión
con amplitud de ‘miras’ que, precisamente, sitúa
a la fotografía y su estrategia creativa en los ámbitos
de la construcción pictórica. Desde el manejo conceptual
de Yara Almoina a la barroca disposición de Everardo Rivera,
hasta los sentidos escenográficos de claroscuro de Daniel Mendoza
y Claudia Romero, o los efectos cromogénicos espaciales sobre
el cuerpo humano de Javier González son producto de una inclinación
significativo-pictórica que encuentra su expresión con
la cámara.
Los conceptos más afines a los elementos propios de la fotografía:
la contingencia y el punzamiento, ‘Punctum’, al que se refiere
Roland Barthes como ‘ese azar que en ella me despunta’ aparecen
en esta exposición remarcados con la obra de John O`Leary, Mónica
Bello y Enrique Soto que acercan al espectador a instantes que retienen
lo fugaz de la realidad.
‘Oficio de fotógrafo’ muestra diferentes
modos de aprehensión de lo circundante matizado por el espíritu
de una mirada personal vinculada al hacer visual y técnico de
cada uno de los diferentes artistas, pero en la que falta una medida
común que realmente los reúna más allá del
oficio, que como he comentado antes, cada día resulta menos distintivo
para tomar fotografías.
Índice iconográfico
1. Jean-Baptiste Huynh ‘Mali - Portrait XXIV’, Gelatinocloruro
de plata sobre papel. 119.5 x 119.5 cm. 2004.
2, Mike Brodie ‘Mike Brodie sosteniendo una cámara’.
3. Bill Brandt, ‘London.
Nude’, 1945.
4. Desiree Dolron ‘Study for Xteriors XIII’, Impresión
cromogénica sobre papel Endura montado en madera y aluminio.
80 x 68 cm. 2007.
5. Dionisio González ‘Nova Heliópolis I’.
Fotografía siliconada sobre metacrilato. 180 x 900 cm. (3 paneles)
2007.
6. Rosemary Laing,‘Groundspeed (Red Piazza) 4’. Color tipo
C sobre papel. 110 x 219 cm. 2001.
7. Jose María Mellado ‘Castillo urbano’, 2004, Giclée;
pigmentos encapsulados en resina sobre papel, 150 x 100 cm.
8. Thomas Ruff ‘d.p.b.02’, Impresión cromogénica
sobre papel. 185 x 285 cm. 1999.
9. Yara Almoina ‘Táctica’ 2006.
10. Everardo Rivera, ‘Repintados-Borrados’ 2005.
11. John O`Leary, ‘Cristo de Actipan’, 2006.
12. John O`Leary, ‘Globalización de Gene Simmons’
2006.
13. Mónica Bello, ‘El-más-si-osare’, 2007.
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Para
saber más
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DATOS
DEL AUTOR:
Ramón Almela (Lorca, Murcia, España,
1958). Doctorado en Artes Visuales por la Universidad Complutense de
Madrid. Tesis doctoral: ‘La Pictotridimensión. Proceso
Artístico Diferenciado’. Constatación en Nueva York,
1989-90. Revalidado como ‘Ph.D. in Art’ por ‘World
Education Services’. Licenciado en Pintura, Facultad de Bellas
Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Revalidado como ‘Bachelor´s
and Master´s Degree in Fine Arts and Art Education’ en 1992
por ‘World Education Services’. Título de Profesor
de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Madrid.