FICHA TÉCNICA DE '12
AÑOS DE ESCLAVITUD'
+
Dirección: Steve McQueen
+ Guión: John Ridley, basado
en la biografía de: Solomon Northup
+ País: EE.UU.
+ Año: 2013
+ Duración: 133 min.
+ Interpretación: Chiwetel
Ejiofor (Solomon Northup); Michael Fassbender (Edwin Epps); Brad Pitt
(Samuel Bass); Lupita Nyong'o (Patsey); Sarah Paulson (Mary Epps); Benedict
Cumberbatch (William Ford); Paul Dano (John Tibeats); Adepero Oduye
(Eliza); Paul Giamatti (Theophilus Freeman); Garret Dillahunt (Armsby);
Scoot McNairy (Brown); Taran Killam (Hamilton); Chris Chalk (Clemens
Ray); Michael K. Williams (Robert); Kelsey Scott (Anne Northup); Alfre
Woodard (Mistress Harriet Shaw); Quvenzhané Wallis (Margaret
Northup); Devyn A. Tyler (Margaret Northup de mayor); Cameron Zeigler
(Alonzo Northup); Rob Steinberg (Parker); Jay Huguley (Sheriff Villiere);
Christopher Berry (James Burch); Bryan Batt (Judge Turner);Bill Camp
(Radburn); Dwight Henry (el Tío Abram); Ruth Negga (Celeste).
+ Producción: Brad Pitt,
Dede Gardner, Jeremy Kleiner, Bill Pohlad, Steve McQueen, Arnon Milchan
y Anthony Katagas
+ Fotografía: Sean Bobbitt
+ Música: Hans Zimmer
+ Montaje: Joe Walker
+ Vestuario: Patricia Norris
Basada
en la historia de Solomon Northup, que en 1850, era un culto músico
negro -y hombre libre- que vivía con su familia en Nueva York.
Tras compartir una copa con dos desconocidos, Solomon descubre que
ha sido drogado y secuestrado para ser vendido como esclavo en una
plantación de Louisiana. A pesar de todo no abandona la esperanza.
Solomon deberá luchar no sólo por continuar vivo sino
también por preservar su dignidad frente a la crueldad de su
amo. Su esperanza, alimentada por inesperados gestos de amabilidad
y ayuda, no le abandonará a lo largo de su odisea de doce años.
Tener paciencia y esperar en la justicia divina o rebelarse con fortaleza
ante una situación inmoral que clama al cielo. Ese es el dilema
que atormenta al protagonista de 12 años de esclavitud,
Solomon Northup, un hombre negro y libre que es secuestrado en el estado
de Nueva York para después ser vendido como esclavo en el Sur.
Entre la consternación y la
indefensión, Salomon pierde su condición, su familia y
hasta su nombre… pero no la dignidad ni la esperanza de recobrar
su libertad y de reencontrarse con su familia. Aunque debe pasar por
analfabeto y silenciar su pasado, aunque tenga que soportar humillaciones
y torturas, aunque se le obligue a actuar contra su conciencia, Solomon
es un hombre íntegro que entiende lo que son las leyes humanas
y las divinas… y por eso espera el día en que la Historia
haga justicia con tan lamentables barbaridades.
Al comienzo de la película, Steve McQueen nos advierte que la
historia está basada en hechos reales, a partir de la autobiografía
del propio Solomon publicada en 1853. Eran momentos previos a la Guerra
de Secesión estadounidense y la cuestión esclavista/abolicionista
estaba a la orden del día. En las plantaciones de algodón
o de caña de azúcar y en las explotaciones de madera,
los trabajadores de color eran considerados propiedad de sus amos…
que les trataban como mano de obra sin derecho alguno o como mercancía
para satisfacer sus propios instintos más primarios. Por esas
difíciles y penosas situaciones tuvo que pasar Solomon, y dar
muestra de aguante físico, de astucia e inteligencia, y también
de personalidad y estabilidad emocional.
En esa historia épica, McQueen consigue ir cargando poco a poco
de tensión a su protagonista, mientras que un genial Chiwetel
Ejiofor sabe transmitir con su semblante esa angustia creciente…
y el espectador espera el momento en que las cuerdas se tensen demasiado
y se rompan, como sucede a las del violín.
La fuerza de la historia y del guión
es innegable, mientras que la estética realista hace que resulte
muy dura y en ocasiones espeluznante. Se suceden momentos de crudeza
como el azote hasta la rasgar la piel de la joven, con otros de angustia
como el del ahorcamiento interminable, o de íntima dureza emocional
como el de la carta (en un alarde fotográfico). De cualquier
forma, se nos da mucha violencia y brutalidad solo suavizada con algún
apunte de humanidad porque siempre hay algunos hombres buenos…
también en el Sur, y porque una familia que le espera en un emotivo
-aunque no demasiado- encuentro final.
Por otro lado, la historia está bien contada en sus saltos temporales
-buen trabajo de montaje- y mantiene un constante ritmo narrativo, mientras
que el espectador sufre con Salomon al vivir su misma tragedia y encontrarse
en la encrucijada de callar o gritar. La cuestión moral y la
oportunidad de actuar se la plantea el protagonista y quien está
sentado en la butaca… que no sabe cuál será el menor
mal y hasta dónde se puede ceder.
Entre seres despiadados que descargan su ira con el látigo y
su lujuria con cualquier indefensa jovencita -Michael Fassbender resulta
creíblemente sádico y banal-, entre mujeres orgullosas
que liberan sus celos y su vanidad con los más inocentes, entre
capataces que arrastran un ego o un sentido de culpa que ahogan con
el alcohol o con violencia… aparecen algunos individuos que aún
creen en la humanidad, en la igualdad y en la libertad. Por otra parte,
esa tensión social que se vive en algunos momentos cruciales
de la Historia es acertadamente recogida en la película de McQueen,
para trasladar ese universo en conflicto y lleno de paradojas a la cabeza
de un Salomon que debe debatirse entre vivir o sobrevivir, entre velar
por los de su condición o salvar los muebles de su casa.
La película es una de las favoritas
a los principales premios del año y, aparte de su buena factura
técnica e interpretativa, tiene a su favor tratar temas de vital
importancia y hacerlo con profundidad moral… y también
de nadar a favor de la corriente.
_______________________
Para
saber más
__________________________
DATOS
DEL AUTOR:
Julio Rodríguez Chico, natural de Gijón
(Asturias). Licenciado en Historia y máster en Historia y Estética
de la Cinematografía por la Universidad de Valladolid. Miembro
del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) y de
la Asociación SIGNIS-España. Editor del blog La
Mirada de Ulises, incluida en las plataformas digitales
Paperblog y Globedia. Crítico de cine y colaborador
de las revistas La Butaca, Film Historia (Univ. de Barcelona),
Cinemanet, La peli que quieres ver, y En taquilla.
Autor del libro Azul, Blanco, Rojo. Kieslowski en busca de la libertad
y el amor (Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid 2004),
de En busca del hombre y de la libertad. El cine polaco en la Seminci
(Ed. Polonica Matritensis, Madrid, 2009), así como de artículos
publicados en revistas y congresos especializados, sobre todo en torno
al cine de autor. Desde el 2002, he participado en cine-forum y ciclos
de cine entre universitarios, y cubierto el Festival de Cine de Valladolid
(SEMINCI).