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Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia): Huyendo de la realidad
Julio Rodríguez Chico
15/01/2015



FICHA TÉCNICA DE 'BIRDMAN'

Birdman+ Dirección: Alejandro González Iñárritu
+ Guión:
Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris, Armando Bo
+ País: EE.UU.
+ Año: 2014
+ Duración
: 118 min.
+ Interpretación: Michael Keaton (Riggan); Emma Stone (Sam); Kenny Chin (Korean Grocer); Jamahl Garrison-Lowe (Daniel (Stagehand)); Zach Galifianakis (Jake); Naomi Watts (Lesley); Jeremy Shamos (Ralph); Andrea Riseborough (Laura)
+ Producción: Alejandro González Iñárritu, John Lesher, Arnon Milchan y James W. Skotchdopole
+ Música: Antonio Sánchez
+ Fotografía: Emmanuel Lubezki
+ Montaje: Douglas Crise y Stephen Mirrione
+ Diseño de producción: Kevin Thompson

Se trata de la historia de un actor que fue popular por interpretar a un famoso superhéroe, y que ahora tendrá que hacer frente a su ego y sus problemas familiares, asi como levantar una obra en Broadway que supondrá su última esperanza en el mundo del espectáculo.


Hay veces que el individuo se ve superado por el afán de éxito y de protagonismo, que sucumbe a su propio ego y a su orgullo hasta límites insospechados. En el mundo de la interpretación, donde el actor debe asumir papeles distintos a su forma de ser, la persona corre el peligro de ser destruida y sustituida por el personaje. La realidad es fagocitada por la ficción, y el fracaso vital se disfraza con una máscara de representación engañosa.

  

En Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia), Alejandro González Iñárritu nos presenta a uno de esos actores que un día fue superhéroe del cine y que ahora trata de levantar una obra de teatro… a la vez que su propia vida familiar y personal. Entre el drama existencial y la comedia negra, entre la representación simbólica y el teatro surrealista, el director mexicano nos habla del fracaso de una vida labrada sobre la simulación, de la esquizofrenia que la fama produce cuando uno deja de tener los pies en la tierra, del vacío de un entorno escénico y de las etiquetas de una crítica destructiva (¡menudo repaso le da el protagonista!).

Pocos aspectos del mundo cinematográfico-teatral quedan al margen del sarcasmo de Iñárritu, aunque su mordacidad se ceba sobre todo en el individuo que es incapaz de distanciarse de esa aureola de irrealidad.

Riggan es un ser frustrado en lo personal, un hombre que no ha conseguido ser amado, que ha volado con sus super-poderes pero que ha caído en lo más bajo de la condición humana. Su objetivo real en la vida era ser admirado, que confundía con ser querido, pero acabó convirtiéndose en una ruina como marido, padre y persona. Y derrotado en el escenario, algo dentro de él le dice que la gente no quiere la vida ordinaria con sus dramas y desengaños de poca monta, que prefiere las aventuras fantásticas de Birdman… y entonces el héroe vuelve a adueñarse de su pobre personalidad. Huyendo de la realidad se da de bruces con ella, y queriendo volar tan alto cayó al abismo de lo patético.

 

En la película hay otro personaje que tampoco congenia bien con la realidad. Se trata de Mike, el actor comparsa que busca en la representación la vida que no tiene fuera del escenario. Es otro fracasado, otro simulador… y eso aunque en el juego con la joven Sam diga que él siempre quiere ‘verdad’ y no ‘acción’. En realidad, anhela una verdad que no encuentra en la vida, y carece de una acción real porque su existencia está vacía.

A Riggan y Mike les acompañan unas mujeres desencantadas, salvo la esposa del protagonista, que mariposean en su entorno sin peso específico, y también una historia teatral de infidelidad y muerte. Por eso, en la vida y en la representación, Iñárritu nos dice que el mundo se ha vuelto loco (‘¿cómo hemos acabado aquí?’, dice Riggan al comienzo), y nos lo muestra con una cámara que recoge largos planos-secuencia en su recorrido por los laberínticos pasillos del teatro, por ejemplo. Un guión extraordinario nos lleva de la realidad a la ficción, del mundo artístico al personal, del cine al teatro… y no hay puntada que se dé sin hilo, diálogo que no vaya envenenado.

Pero la historia no sería tan trágico-patética sin la interpretación de Michael Keaton, que consigue habitar varios mundos y pasar del escenario a la vida y de ésta a la fantasía sin solución de continuidad, y que rivaliza magníficamente con Edward Norton.

  

Keaton ha ganado el Globo de Oro 2014 como mejor actor de comedia, mientras que la película se llevaba el premio al mejor guión. Una tragicomedia audaz e imprevisible, de humor grotesco y ácido, con varios niveles de lectura y crítica, que sabe volar alto y bajar a los infiernos, donde todos tratan de huir de la realidad y de buscarse un lugar para el ego renacido.

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Para saber más

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DATOS DEL AUTOR:

Julio Rodríguez Chico, natural de Gijón (Asturias). Licenciado en Historia y máster en Historia y Estética de la Cinematografía por la Universidad de Valladolid. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) y de la Asociación SIGNIS-España. Editor del blog La Mirada de Ulises, incluida en las plataformas digitales Paperblog y Globedia. Crítico de cine y colaborador de las revistas La Butaca, Film Historia (Univ. de Barcelona), Cinemanet, La peli que quieres ver, y En taquilla.
Autor del libro Azul, Blanco, Rojo. Kieslowski en busca de la libertad y el amor (Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid 2004), de En busca del hombre y de la libertad. El cine polaco en la Seminci (Ed. Polonica Matritensis, Madrid, 2009), así como de artículos publicados en revistas y congresos especializados, sobre todo en torno al cine de autor. Desde el 2002, he participado en cine-forum y ciclos de cine entre universitarios, y cubierto el Festival de Cine de Valladolid (SEMINCI).