DATOS
TÉCNICOS:
+ Dirección
y guión: Michael Moore.
+ Países: USA y Canadá.
+ Año: 2002.
+ Duración: 123 min.
+ Género: Documental.
+ Intervenciones: Arthur A. Busch,
George W. Bush, Dick Clark, Barry
Galsser, Charlton Heston, Marilyn Manson, John Nichols, Chris Rock,
Matt
Stone.
+ Producción: Michael Moore,
Charles Bishop, Jim Czarnecki, Michael Donovan
y Kathleen Glynn.
+ Música: Jeff Gibbs.
+ Fotografía: Brian Danitz
y Michael McDonough.
+ Montaje: Kurt Engfehr.
"La mañana
del 20 de Abril de 1999 era una mañana como otra cualquiera en
América: el agricultor iba al campo, el lechero repartía
la leche, el Presidente bombardeaba otro país de nombre impronunciable,
en Fargo, Dakota del Norte, Kerry McWilliams daba su paseo matinal,
en Michigan, la señora Hughes recibía a sus alumnos para
comenzar otro día en la escuela, y en un pequeño pueblo
de Colorado dos jóvenes iban a jugar a los bolos a las 6 de la
mañana. Si, era un día normal en los Estados Unidos de
América."
En
los EEUU hay unas 11.000 muertes por arma de fuego al año. En
el caso de Canadá, Australia, Inglaterra, Alemania, Francia,
Japón y algunos países más, si sumamos, la cifra
se queda alrededor del millar de muertes. ¿A que se debe esto?
Esta es básicamente la pregunta a la que Michael Moore intenta
encontrar respuesta en este documental. El párrafo que da inicio
a este texto es la introducción a Bowling for Columbine, el país
de nombre impronunciable es Kosovo, más concretamente el bombardeo
fue en Bogutovac, donde la OTAN lanzó 22 misiles en una zona
residencial; Y los jóvenes que iban a la bolera fueron los que
perpetraron la "matanza del instituto Columbine" unas horas
más tarde. Un día normal después de todo.
A
lo primero que debo referirme es a la libre venta y posesión
de armas en los EEUU, un derecho constitucional. Esto es un gran problema
puesto que cualquiera, CUALQUIERA, puede poseer un arma y el simple
hecho de esa posesión hace que sea más fácil usar
una. Los chicos de Columbine no habrían podido matar a nadie
(o al menos no a tanta gente) si no hubieran tenido un arma a mano.
Por supuesto la cuestión de la violencia armada en EEUU no se
basa solo en que se pueda o no tener un arma legalmente. Vemos otros
países, como Canadá, en los que las cifras de venta y
posesión de armas de fuego son muy similares a las estadounidenses,
pero donde no hay casi asesinatos con pistolas, escopetas o fusiles
si lo comparamos con los EEUU. Hay gente que argumenta que la historia
estadounidense al ser cruel y sangrienta, ha derivado en una cultura
mucho más violenta que las demás; otros dicen que los
medios de comunicación tienen mucho que ver en esta diferencia.
Si analizamos estos dos argumentos veremos que muchos otros países
tienen una historia manchada de sangre: Alemania con Hitler, España
con Franco, Rusia con Stalin, e incluso mucho antes, con Alejandro Magno
o el Imperio Romano, y no por eso hay ahora más asesinatos, así
que este punto de vista no tiene lógica; en cuanto a los medios
de comunicación, no se puede negar su influencia, y no sólo
en nuestra agresividad, sino en todos los aspectos de nuestra vida.
Es algo de lo que deberíamos preocuparnos, porque acabamos confundiendo
la realidad con la ficción (de esta hay incluso en los informativos
más serios). En
el caso que nos ocupa, esa influencia es lo que provoca, según
el escritor Barry Glassner, "La cultura del miedo": Se viene
dando en los últimos años una tendencia en los medios
de comunicación estadounidenses que ahora está entrando
en Europa, se trata de la constante retransmisión e información
de hechos violentos,preocupantes, que hacen que la gente se sienta en
peligro y vea necesario el tener que estar siempre alerta para defenderse
de lo que pueda pasar. Lo cierto es que, por simple estadística,
hay pocas probabilidades de ser víctima de un acto violento.
Al final, y dado que vivimos en el tipo de sociedad que vivimos, a lo
mejor todo se puede reducir a lo que dice el humorista y no muy buen
actor Chris Rock en un momento del documental: que no hace falta impedir
el acceso a las armas de fuego, que con subir el precio de las balas
a 5.000 $ la unidad se acabaría el problema. "Si han matado
a alguien lo primero que pensaremos es: Seguro que ha hecho algo, sino
no le habrían metido 50.000 $ por el culo".
Sin
grandes medios técnicos, sólo él, Michael Moore,
y un cámara, viajan por los EEUU y Canadá para intentar
buscar respuestas, para darlas y para crear una polémica que
es muy necesaria. Extrañamente este documental recibió
el oscar, digo extrañamente porque la academia suele ser bastante
conservadora y patriotera, y gracias a este premio la película
se difundió mucho más.
La
gente empieza a tener las cosas más claras, la verdad nunca suele
ser la que nos cuentan (decir esto me obliga a recomendaros la lectura
de algún libro de Noam Chomsky), pero aún queda mucho
camino para que todo se arregle.
Moore
entrevista a muchos personajes, entre los que están el cantante
de metal-gótico Marilyn Manson, que se defiende de las voces
que le acusan de instigar a la violencia; o el actor Charlton Heston,
presidente de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), al que
se le da la oportunidad de excusarse por provocar cuando da conferencias
a favor del uso de armas de fuego en lugares donde el día antes
ha habido algún asesinato con este tipo de armas, pero hace oídos
sordos y se niega a responder.
Es
un documento que nadie debería perderse. Se dicen muchas mentiras
en los medios de comunicación, y por supuesto que la película
no tiene una visión objetiva, pero sí es mucho más
fiable que la mayoría de las informaciones que nos llegan a través
de canales oficiales.