CONCEPTO
DE VIDEOCLIP
Cuesta,
claro que cuesta. La heterogeneidad de sus formas, la compleja maquinaria
que lo sostiene, la multitud de profesionales que en él participan,
su breve pero intensa historia, provocan que el acercamiento hacia el
concepto videoclip sea harto complicado. Sin embargo, después
de mucho leer y desentumecer el cerebro reflexionando sobre el tema,
puedo afirmar que el análisis del término discurre entre
dos vertientes, antagónicas pero conectadas entre sí:
Por un lado, queda patente la innegable función comercial del
producto. El videoclip tiene como primer objetivo la venta de un disco,
de una canción interpretada por un grupo. A través de
la promoción publicitaria, que puede incluir spots televisivos,
posters callejeros, videoclips en la MTV, se llega a la creación
de una imagen corporativa, como la de las grandes empresas. Esta imagen
es acorde a las preferencias materiales y/o ideológicas de su
público objetivo y en gran parte, de ella dependerá el
éxito o fracaso comercial del disco en cuestión. Claro
que también contará la calidad de la música, aunque
en mucha menor medida de la que podamos imaginar. Así de triste
es el mundo que hemos creado.
La otra vertiente en la que se fundamenta el videoclip parece la más
interesante y es en la que intentaré centrarme. Me refiero a
la perspectiva artística del asunto, las formas de descripción
y narración, los parámetros espacio-temporales en los
que se fundamenta los efectos y técnicas utilizadas, la escuela
marcada por los más importantes directores, etc. A través
de una serie de códigos connotativos del producto audiovisual
podemos llegar a una definición plausible, formal y muy generalizada
de lo que es el término:
Un
videoclip es un formato audiovisual complejo sometido al ritmo y tempo
de un tema musical que marcará su duración, pero no
así su saldo o tema, pudiendo ser éste lineal, complementario
o totalmente conceptual o metafórico. Caracterizado por la
radicalidad y experimentación en materia de efectos visuales
y por la agilidad de sus cortes, el clip se basa en texturas, filtros
y contornos que le otorgan una identidad propia a cada uno, pudiendo
afirmar que, con seguridad, no existen dos videoclips iguales. Sus
formas y estilos han ido evolucionando desde su creación, y
nada mejor para ahondar en el concepto que hacer un recorrido a lo
largo del siglo XX, para ver de dónde viene, quién lo
introdujo y algunas cuantas curiosidades más.
ANTECEDENTES Y UN POCO DE HISTORIA
La
asociación entre la música y la imagen en movimiento no
surge como tal, hasta que el cine decide irrumpir en pantalla. Resulta
conveniente citar las experiencias sinestésicas que mantenían
compositores como Schönberg con pintores como Picabia o Kandinsky,
en las que se hacía una perfecta combinación de música,
imagen, color y sonido. El cine, las vanguardias, la televisión
y la tecnología aplicada a la imagen, asistirán a la creación
de un nuevo formato audiovisual, el videoclip, que cuenta con numerosos
antecedentes:
Oskar Fischinger, cineasta de las vanguardias europeas, comenzó
a crear las primeras obras de música visual. Durante los años
20, realiza pequeñas películas animadas en las que las
imágenes intentaban adaptarse a la música, normalmente
jazz. Fue el primero en aplicar el color y el sonido, utilizando
la geometría, el movimiento y
el espacio como recursos de relación con el tema musical.
En los años 30, surge el cine sonoro con el estreno de El cantante
de Jazz y en los 40 se inaugura en Hollywood un nuevo género:
la comedia musical. Modificando las estructuras del relato clásico,
los directores insertaban piezas bailadas, donde los cambios de plano
eran marcados por la música. Pero no sólo eso. El movimiento
de cámara, los gestos de los actores y actrices, la coreografía,
danza y escenografía se supeditaban a los temas musicales elegidos
para la película. En la décadas de los 50 y 60, este
género seguirá diversificándose hacia la creación
de los mitos musicales como Elvis Presley o Los Beattles. A partir
de estos iconos se comenzarán a hacer películas creadas
para el lucimiento personal del artista, complementando la historia
con las grandiosas actuaciones musicales del protagonista. Se comienza
a descubrir a la juventud como gran público consumidor al que
se le empieza a educar audiovisualmente.
Pero la película musical por excelencia, que fue precedente
de los videoclips la dirigió Richard Lester en 1964 y la tituló
"A Hard Day´s Nigth" (Qué noche la de aquel
día). Con influencias del cine underground, la Nouvelle Vague,
el Free Cinema Inglés y el Cinema Verité, en la cinta
se producen una gran cantidad de innovaciones, como la ruptura de
las convenciones espacio-temporales, los continuos saltos de eje,
espontaneidad documental, instintiva interpretación de los
actores, que hicieron que el film estableciera muchos de las reglas
que todavía en la actualidad, dominan en la realización
de videoclips.
Alejándonos
un poco del cine, se podría decir que el Scopitone es
el primer antecedente directo del videoclip. Después de la caída
del Panoram, un aparato que reproducía ochos cortos musicales
de 3 minutos que se ponían en una sola cinta, surge alrededor
de 1960, un nuevo aparato que reproducía filmes a color y daba
al consumidor la libertad de hacer selecciones específicas de
sus canciones. Es el ya mencionado, Scopitone. Los videos musicales
de aquella época tenían una máxima clara: ilustrar
la canción y hacerlo de manera sexy.
Si surgió el Scopitone fue como reclamo para que el público
acudiera más a los bares, ya que éste se encontraba demasiado
enganchado a la recién inventada televisión y no salía
demasiado de casa en su tiempo libre.
Los primeros programas de TV que comienzan a combinar música
y actuaciones son los talk-show. Al principio, la simplificación
de escenario y aspectos técnicos, limitaba al solista a interpretar
su tema a cámara. La fórmula del playback permitió
a aquellos solistas despreocuparse por su calidad vocal y a centrarse
en la coreografía, expresiones faciales, posturas corporales...
supone una clara apelación al espectador, materializado en la
cámara en un intento de implicación y también de
seducción.
Se empezaron a distribuir (de forma reducida) videos de actuaciones
filmadas, en concierto o en estudio, y se vio que aquello funcionaba
y que necesitaba expandirse. Surge el que se considera el primer videoclip
de la historia: Bohemian Rhapsody, del grupo Queen, dirigido por Bruce
Gowers y que data de 1975. Su repetida emisión por TV provocó
no sólo que
el single estuviera durante 9 semanas como número uno, sino que
aquella canción se convirtió en el himno insustituible
de una época y marcó un antes y un después dentro
de la música rock. El clip es considerado hoy "La mamá"
de este tipo de formato audiovisual.
Después de este éxito apabullante no tardarían
en llegar muchos más, que trajo como consecuencia más
directa la creación en EEUU de un canal por cable dedicado exclusivamente
a la emisión de videoclips las 24 horas del día. Me refiero
a la MTV, que nace el 1 de agosto de 1981 con unos cuatro millones de
suscriptores iniciales. Número que crecería espectacularmente
en los años posteriores. El primer video que emitió fue
"Video Killed de Radio Star" interpretado por The Buggles.
La aparición de la cadena impulsó un profundo cambio en
las formas de difusión y promoción de la música.
Aquella nueva plataforma conseguía competir con las estaciones
FM de radio, que se dedicaban únicamente a programar a los grupos
más exitosos del momento. MTV se convirtió en la única
manera de promoción para los grupos noveles, que emitía
en stereo y además difundía imagen. Cosa que la radio
no hacía. Asimismo, se produjo otro cambio más doméstico:
se compaginaba sintonización de esta cadena con las tareas del
hogar ya que ésta, no exigía una atención total
sino parcial. La MTV introdujo los videoclips en los colegios y bares,
asegurándose la captación de la audiencia juvenil que
va desde los 12 a los 34 años.
Desde su creación, otros muchos canales se han dedicado en exclusiva
a la emisión de videos musicales (más de quinientos sólo
en EEUU). Pero es MTV la que se lleva el gato al agua, con su expansión
a Europa en 1981, el nacimiento de MTV Brasil en 1990, MTV Asia cinco
años después y MTV Latino en 1993. Sus cifras en la actualidad
son inmejorables: más de 300 millones de suscriptores en todo
el mundo.
Los
videoclips producidos en los 80 estaban llenos de colorido, siendo deudores
de la estética pop tan valorada en décadas pasadas. Por
norma general, contaban con el solista cantando en una escenografía
bastante simple, profusa en colores pastel, contoneándose mientras
se iban haciendo cortes que conseguían diversas tomas del protagonista,
generalmente con planos contrapicados de gran duración si los
comparamos con los que se hacen en la actualidad.
Duran Duran consiguió a base de jugar con sus videoclips, una
imagen que conquistaría la década de los 80, convirtiéndolos
en la mejor banda pop de la década. De entre sus vídeos
destacan "The reflex" o "Wild Boys" ambos dirigidos
por Russell Mulcahy.
Michael Jackson fue otro de los visionarios y enseguida contrató
a John Landis para que dirigiera alguno de sus clips. El más
famoso fue, sin lugar a dudas, "Thriller", que contaba una
historia de terror complementada con un muy creíble maquillaje
y coreografías que marcaron a toda una generación. Fue
de los primeros que decidió cambiar el formato típico
de vídeo que se iba a haciendo para contar una pequeña
historia, como una mini película de tres minutos de duración.
Una reorientación hacia el séptimo arte que se resumía
con una regla no escrita, pero bien presente en el espíritu de
los directores "cuando más parecido fuese el clip a una
película de cine, mejor".
Sin embargo, a pesar de la gran expansión que el videoclip tiene
el mundo, sufre una crisis a principios de los años 90. ¿La
causa? Una combinación entre desinterés por parte del
público ante la novedad que deja de ser novedad y una gran falta
de propuestas creativas y expresivas. Muchos se temían que el
videoclip hubiera tocado fondo. Pero allí estaban la informática,
la infografía y una nueva oleada de directores que renovarían
el panorama del singular lenguaje del videoclip.
EL PANORAMA ACTUAL DEL CLIP
La
década de los 90 se ha dado en llamar "dorada" por
la multitud de cambios que se dieron. El primero y más importante,
un devenir en el formato que negará cualquier tipo de historieta
para volverse descriptivo, antinarrativo y esteticista. Fueron dos los
fotógrafos los que tuvieron más que ver en este cambio:
Anton Corbijn, que llevó a Depeche Mode a la cima gracias a imágenes
manipuladas desde un laboratorio: mezcla de soportes y texturas, desenfoques,
virados... Y Jean-Baptiste Mondino que dirigió entre otras a
Madonna en su polémico "Justify for love". Otra figura
importante es Tim Pope, que ha conseguido durante quince años
perpetuar la imagen siniestra de The Cure, a través de videoclips
impactantes, innovadores y de gran calidad técnica, que rayan
desde lo infantil hasta lo experimental. Su visión oscura y minimalista
lo llevaron a dirigir "El cuervo 2: ciudad de ángeles".
Loquillo define al videoclip como "una escuela de cine" y
su parte de razón tiene, ya que los más exitosos videoclippers
probaron suerte en el mundo del cine, como Pope, aunque con desigual
suerte. Sin embargo, desde el surgimiento del videoclip varios directores
han vuelto sus ojos hacia él como una de las formas de expresión
más libres y sobre todo, única.
Kevin Godley y Lol Creme, aparte de ser músicos profesionales,
han realizado numerosos videoclips, con experimentos fotográficos
con disolvencias en "Cry", considerado por MTV como uno de
los mejores 100 videos de la historia. También han dirigido a
Police, Duran Duran, Blur, Sting o U2 entre otros.
Alex Proyas dirigió a Crowded House en "Don´t dream
it´s over", aunque es más conocido por ser el director
de "El cuervo", film en el que falleció Brandon Lee
durante el rodaje, lo que visto desde una perspectiva maquiavélica,
ayudó a engrosar la taquilla. Samuel Bayer, declarado "porrero
anarquista" supo encontrar la esencia de Nirvana al hacer uno de
los mejores videoclips hasta la fecha "Smells like teen spirit".
Significó la llegada del grunge como corriente opuesta
al rock ochentero, lleno de hairspray, donde el aspecto y la imagen
lo eran todo.
Pero
la tendencia que se considera más vanguardista viene de Europa,
y en especial de Francia, país que ejerce en la actualidad poderosa
influencia sobre el medio.Y es que en la corta historia del videoclip,
dos de las más grandes influencias han sido el ya citado J.B.
Mondino y Michel Gondry.
"Gondry probablemente ha puesto el vídeo pop al nivel del
arte real. Hay más invención, inteligencia, poesía,
emoción y generosidad en cada uno de sus vídeos que en
el 95% de los actuales largometrajes. "Bachelorette" de Björk,
"Around the world" de Daft Punk, son gemas, llenas del tema
de la infancia, constantemente invirtiendo hechos y ficción,
inyectando una rara fe creciente en el gesto artístico".
Por lo que parece, los críticos no lo tratan del todo mal, según
sugiere la cita que he escogido de uno de ellos.
Este prolífico director, ha realizado videoclips desde 1992 para
Sinead O´Connor, Chemical Brothers, Radiohead, Kylie Minogue,
Sheryl Crow, Rolling Stones o Foo Fighters.
Spike
Jonze
La
lista de artistas con los que ha trabajado es larga y extensa: entre
otros, se han puesto delante de su cámara Björk, Beastie
Boys, Fatboy Slim, Breeders, Daft Punk y REM. Jonze explica su pasión
por el videoclip: "Este formato te permite hacer lo que sea, cualquier
cosa, por eso me gusta.
Y encima en tres o cuatro minutos. Supongo que debe resultar difícil
condensar una historia que se puede ser compleja en tan poco tiempo
pero, cuando lo puedes hacer de cualquier manera, literal, metafóricamente,
emulando cualquier género o arte, no tiene por qué serlo.
No pasa como con el cine: aquí es inspiración absoluta,
una historia con un personaje, sin él... Lo puede ser absolutamente
todo".
Jonze ha explotado todas las posibilidades narrativas que el videoclip
permite. Su estilo tiene una identidad propia, expedida por él
mismo: un personaje original, estrambótico y algo enclenque.
Sus vídeos parten de un personaje base y de las relaciones que
ejerce con el medio. Los cantantes parecen convertirse en actores, lo
que le ha llevado irremediablemente al cine.
Su primera película, Cómo ser John Malkovich, sentó
las bases de un universo personal que se ha caracterizado siempre por
la creatividad y la ocurrencia. Obra original donde las halla, su segunda
película, "Adaptation: El ladrón de orquídeas"
no se quedó atrás, narrando los problemas creativos y
de adaptación social de Charlie Kauffman, el guionista de la
película, que para la ocasión se inventa un hermano gemelo
y lo incluye en los títulos de crédito.
Chris Cunningham
Apodado
como el nuevo padre del videoclip, este artista visionario inglés
de tan sólo 29 años, ha protagonizado varias de las ediciones
de Art Futura recibiendo sonoros homenajes por su influencia en la industria.
Sus creaciones le han valido el reconocimiento de crítica y público,
que lo han definido como la figura más innovadora y revolucionaria
de la historia de los videos musicales. El videoclip que más
éxitos le ha reportado ha sido el que hizo para la islandesa
Björk titulado "All is full of Love", donde se observan
dos perfectos robots que protagonizan una extraña y sensual historia
de amor lésbico.
Cunningham afirma "Mucha gente piensa que mis trabajos son terroríficos.
Personalmente, yo los encuentro hilarantes. Terroríficos para
mí son, por ejemplo, los vídeos de las Spice Girls".
Lo suyo es la mezcla de texturas distorsionadas y extrañas imágenes
subliminales. Utiliza todo tipo de efectos especiales mecánicos
y digitales con el fin de asustar al espectador.
En la actualidad se ocupa de traducir en imágenes la obra "Neuromante"
de William Gibson, la cual dio origen al ciber-punk y que definió
por vez primera el concepto del ciberespacio. La adaptación al
cine de este clásico de la ciencia-ficción se encuentra
en fase de pre-producción y no la podremos contemplar hasta dentro
de unos años.