FICHA TÉCNICA DE 'CRANK
HIGH VOLTAGE'
+ Dirección y guión: Mark
Neveldine y Brian Taylor
+ País:
USA.
+ Año: 2009
+ Duración: 96 min.
+ Interpretación: Jason Statham
(Chev Chelios), Amy Smart (Eve), Dwight Yoakam (Doc Miles), Efren Ramirez
(Venus), Clifton Collins Jr. (El Huron), Bai Ling (Ria), David Carradine
(Poon Dong), Reno Wilson (Orlando), Joseph Julian Soria (Chico).
+ Producción: Michael Paseornek,
Tom Rosenberg, Gary Lucchesi, Skip Williamson, Richard Wright, David
Rubin
+ Música: Mike Patton.
+ Fotografía: Brandon Trost.
+ Montaje:Fernando Villena.
+ Vestuario: Dayna Pink.
+ Diseño de Producción:
Jerry Fleming.
Mark Neveldine y Brian Taylor, presentaron en el año 2006 su
ópera prima, Crank, una película de acción
sin tregua, con un punto de partida intrigante del cual se desprende
un film hecho con ingenio, humor, una dosis de adrenalina envolvente
y soberbiamente llevada a la pantalla grande. En esta segunda entrega
de Crank: High Voltage, los directores vuelven a impactarnos con una
filmografía frenética, de acelerado ritmo de edición,
estilo video clip, colores contrastados y una historia tan acelerada
como inverosímil.
Estamos frente a dos directores que vienen del mundo de los videos,
la publicidad y el documental, donde han cosechado amplia experiencia
y prestigio. Su primer largo, Crank, sorprendió al público
y a la crítica. El film nos muestra un tipo acción de
la cual es difícil escapar, entrando en una carrera que logra
hacernos comprimir todos los músculos del cuerpo y de vez en
cuando relajarlos con una buena dosis de humor negro y una interesante
burla y uso inteligente del género gore.
En la primera parte de la saga, nuestro protagonista, Chev Chelios,
un asesino que está intentando llevar una vida normal con su
novia pero se mete con la gente equivocada por lo que una mañana
amanece aturdido y recibe una llamada que le devela que ha sido envenenado
mientras dormía y que sólo le queda una hora de vida.
La única manera de sobrevivir era mantenerse en movimiento, es
decir, aumentar la adrenalina al máximo, lo que le da un toque
casi histérico a la cinta que en sus 87 minutos de duración
no da respiro. Crank High Voltage, retoma exactamente la historia en
el final de la anterior, con Chev Chelios cayendo de un helicóptero
y no solo sobrevive a la caída sino que su corazón parece
haber vencido al veneno que amenazaba con matarlo. Este corazón
indestructible, se convierte en la segunda parte en el karma de Chev,
ya que un mafioso chino muy anciano, que necesita un trasplante de corazón,
decide secuestrarlo y robarle el órgano vital, que es sustituido
por una batería, la cual requiere de descargas de electricidad
para seguir funcionando.
La historia si bien raya en lo fantástico,
resulta en una cinta sumamente vertiginosa e imparable: peleas, patadas,
puñetazos, y alucinantes descargas eléctricas, que como
medicina vital debe recibir Chev para mantenerse vivo y así poder
recuperar su corazón. Más allá de la inverosimilitud
del planteamiento inicial, la cinta está construida con solidez,
un ritmo narrativo frenético, excelente edición rápida
y certera, un guión interesante, colores fuertes que en conjunto
producen una envolvente película que revive el género
de acción con su originalidad.
En ambos films sus jóvenes directores usaron la tecnología
de la nueva generación de equipos de Alta Definición (HD)
que les permitía dar forma a un planteamiento visual propio y
singular. Se trata de realizadores que no usan la tecnología
HD por una cuestión de bajar presupuesto sino porque son amantes
de esta nueva forma digital y la explotan al máximo, aunque no
están cerrados a probar otros formatos.
Esta segunda entrega no hubiese sido
posible sin el carismático Jason Statham, que logró convertir
al personaje de Chev Chelios en un icono. El actor es famoso por no
usar dobles en la mayoría de las tomas peligrosas, y al realizarlas
el mismo, sin duda le inyecta realismo al resultado. Esto coincide con
la intención de los directores de no usar gráficos computarizados.
Por último, en este film el toque de humor negro es llevado al
límite, con partes de un gore muy gracioso, que usado de esa
manera resulta divertido. Es un film excesivo en todo, con escenas demasiado
explicitas, que no son para todos los gustos. Es memorable una de sexo
entre Chev y su chica (Amy Smart) en el medio de una pista de carreras
de caballos, por solo citar algunas locuras de esta imparable cinta.
Mark Neveldine y Brian Taylor es una
dupla que hace cine por placer y para superar nuevos retos, son humildes
y no piensan que sus films son obras de arte, no pretenden ser intelectuales
del cine y sin embrago han logrado entregarnos dos films que proporcionan
una oxigenada dosis de entretenimiento para los amantes del género
de acción. Son muy productivos y estrenarán este mismo
año la película ‘Gamer’ protagonizado
por Gerad Butler cuya sinopsis adelanta que en un futuro cercano, de
nano-aparatos implantados, del control de la mente ajena mediante tecnología.
Así es posible el control remoto masivo de humanos por otros,
en un juego online, con múltiples contrincantes. Kable, el contendiente
más hábil, es la sensación mundial, está
situado en el primer puesto del ranking de un juego denominado ‘Slayers’.
Con millones de personas pendientes de sus movimientos, Kable decide
recuperar su identidad y hundir el sistema que le ha aprisionado. Sin
duda, luce interesante a la luz actual, donde los juegos virtuales han
llegado al límite de permitir que tengamos alter egos en un mundo
imaginario, lo que es tan interesante como peligroso.
Por ahora, nos quedamos con Crank High Voltage, una carrera
contra reloj, que nos deja pegados la butaca en sus 96 minutos de duración
y que dejará satisfechos a los que gustaron de la primera parte
de la saga con un Chev Chelios más extremo que nunca.
Imperdible!