FICHA TÉCNICA DE 'CURIOSO
CASO DE BEJAMIN BUTTON'
+ Dirección: David Fincher
+
Guión: Eric Roth; basado en un argumento de Eric Roth y Robin
Swicord; sobre un relato de F. Scott Fitzgerald
+ País:
USA.
+ Año: 2008
+ Duración: 166 min.
+ Interpretación: Brad Pitt
(Benjamin Button), Cate Blanchett (Daisy), Taraji P. Henson (Queenie),
Julia Ormond (Caroline), Jason Flemyng (Thomas Button), Elias Koteas
(Sr. Gateau), Tilda Swinton (Elizabeth Abbott), Jared Harris (capitán
Mike), Elle Fanning (Daisy con 6 años), Mahershalhashbaz Ali
(Tizzy), Joeanna Sayler (Caroline Button).
+ Producción: Kathleen Kennedy,
Frank Marshall y Ceán Chaffin
+ Música: Alexandre Desplat.
+ Fotografía: Claudio Miranda.
+ Montaje: Angus Wall y Kirk Baxter.
+ Vestuario: Donald Graham Burt.
+ Diseño de Producción:
Neil Spisak.
David Fincher, director de películas emblemáticas como
Seven, El Club de la Pelea o Zodíaco,
abandona su cine oscuro para traernos una historia que ahonda en el
significado de la vida y la muerte, a través de la extraña
existencia de Benjamin Button: un hombre que nace en cuerpo de anciano
y en vez de envejecer rejuvenece con el paso del tiempo. Sin duda
un premisa interesante, que parte del cuento de Scott Fitzgerald,
en el cual se basó el guión del film y que con una realización
deslumbrante, y un reparto sólido, se convierte en una película
de cita obligada para los hambrientos de propuestas diferentes.
Fincher, nacido en Denver (Usa), comenzó a hacer películas
a la temprana edad de ocho años con su cámara de 8 mm.
Se salto la escuela de cine y empezó a trabajar cargando cámaras
y haciendo trabajos manuales para una compañía importante
y participo de films como ‘El Retorno del Jedi’
o ‘Indiana Jones y el templo maldito’. En 1985
comenzó su carrera en los video clips con el documental musical
‘The Beat of the Live Drum’ (1985) sobre el músico
Rick Springfield. El reconocimiento le llegó rápido y
dirigió videos para bandas como Rollings Stones, Aeromith, Madonna,
entre otros.
En 1986 fundó la productora Propaganda films que también
incursionó en publicidad haciendo comerciales para Revlon. Nike,
Pepsi, etc. En el año 1992 empezó su carrera en el cine
con una cinta por encargo ’Alien 3’, que figura
como una de las películas con más alto presupuesto para
un director debutante, aunque fue un fracaso de taquilla y tuvo mala
crítica. En 1995 sorprendió a todos con ‘Seven’,
un ejemplo del mejor cine negro, un thriller psicológico que
marco una pauta tal que le siguieron innumerables films sobre asesinos
metódicos que nunca alcanzaron la calidad de la película
original: con una narrativa potente y visualmente fascinante.
En 1997 realizo ‘The Game’,
un film muy bueno, lleno de tensión y paranoia pero que no fue
causo grandes revuelos. En 1999 se desquitó con la excelente
cinta ‘El Club de la lucha’, que en el momento
de su estreno causó gran polémica y con los años
se ha convertido en una película de culto. Repleta de vericuetos
mentales para componer un rompecabezas maravilloso, encierra así
mismo una crítica a la sociedad de consumo y de cómo el
vacío de esta puede llevarnos a los más peligrosos extremos.
A este film le siguió en el 2002, ‘La habitación
del Pánico’, sin duda una cinta interesante, pero
no tan contundente como sus anteriores creaciones. En el 2007 nos entregó
‘Zodíaco’, de excelente factura en unos
de los mejores ejemplos del buen cine negro, apoyado en una historia
real, lo que le proporciona aún más fuerza.
El cine de este director por lo general está cargado de tensión
psicológica, pesadillas, demonios, en suma los miedos más
profundos. En su última obra, si bien indaga en el significado
de la existencia, lo hace desde un lugar menos denso pero sin duda original
y extraño, logrando una historia fuerte, con una ambientación
que deleita, un maquillaje soberbio, que parece un ensayo cinematográfico
sobre el significado de la vida y la muerte.
El curioso caso de Benjamin Button,
es fundamente una historia de amor, llena de descubrimiento y desencuentro.
Sin embargo detrás del apasionado romance yacen preguntas y reflexiones
sobre el sentido de la vida, la capacidad de aceptarla y vivirla a plenitud,
entender que no se puede medir y que solo tenemos momentos de felicidad
que hay que aprovechar y atesorar en la memoria porque a la larga son
estos momentos los que definen lo que somos.
La historia se centra en la agonizante Daysy, una anciana en un hospital,
con la única compañía de su hija. Daisy decide
repasar el diario de Benjamin Button, un hombre nacido en extrañas
circunstancias, que en contra de los dictámenes de la naturaleza,
nació con el aspecto físico de un anciano y a lo largo
de su vida fue rejuveneciendo progresivamente. Para Benjamin su rareza
no fue obstáculo para correr grandes aventuras, visitar lugares
de todo el mundo y conocer al amor de su vida, una bailarina que es
la anciana que yace en su lecho de muerte y que decide revelarle a su
hija la historia de su verdadero amor. Cuando conoce a Daysy, Benjamín
aparenta 80 años y ella solo 6. Sin embargo ambos están
empezando a vivir, a través de patrones opuestos en el tiempo,
una era de descubrimiento de la vida. Los inocentes ojos de la niña
son capaces de ver a su par detrás del aspecto envejecido y decrepito
del cuerpo de Benjamin. El tiempo pasa y llega el punto exacto donde
sus líneas temporales coinciden y en ese reencuentro se desata
el más apasionado romance. Se trata de un amor muy intenso debido
a su fragilidad, es inevitable que ambos sigan sus procesos vitales
y estos son antagónicos: ella envejecerá y el se convertirá
en un niño. Es un amor lleno de nostalgia y la necesidad de vivir
con total plenitud cada momento.
Con una dirección impecable,
Fincher, un director amado por los cinéfilos, nos entrega este
film, que revela un maravillosa dirección de actores, un montaje
de época espectacular, una fotografía y un montaje resaltantes,
con el estilo propio y la firma de este creativo siempre innovando e
impactado al espectador con su controversial cine del que han brotado
joyas cinematográficas inolvidables.
El film es visualmente estremecedor,
sin embargo el ritmo narrativo es algo lento, haciendo que las dos horas
y media de duración se sientan algo excesivas. Las actuaciones
son soberbias pero no se percibe mucha química entre sus protagonistas,
ese halo mágico que a veces se da entre los actores y a veces
no, lo que le resta fuerza a la historia. Apartando estos detalles se
trata de un film cautivador, realizado con convicción y carácter
de un director que no da tregua en desafiarnos con cada una de sus obras.
Imperdible!