FICHA
TÉCNICA DE 'EL RENACIDO'
+ Dirección: Alejandro
González Iñárritu
+ Guión: Mark L. Smith y Alejandro
González Iñárritu basada en la novela de Michael
Punke
+ País: EE.UU.
+ Año: 2015
+ Duración: 156 min.
+ Interpretación: Leonardo
DiCaprio (Hugh Glass), Tom Hardy (John Fitzgerald), Domhnall Gleeson
(Andrew Henry), Will Poulter (Bridger), Forrest Goodluck (Hawk), Paul
Anderson (Anderson), Kristoffer Joner (Murphy), Joshua Burge (Stubby
Bill), Duane Howard (Elk Dog).
+ Producción: Arnon Milchan,
Steve Golin, Alejandro González Iñárritu, James
W. Skotchdopole, Mary Parent y Keith Redmon
+ Fotografía: Emmanuel Lubezki
+ Música: Carsten Nicolai,
Ryûichi Sakamoto
+ Montaje: Stephen Mirrione
+ Vestuario: Jacqueline West
En las
profundidades de la América salvaje, el trampero Hugh Glass
resulta gravemente herido y es abandonado a su suerte por un traicionero
miembro de su grupo. Con la fuerza de voluntad como su única
arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, a un
invierno brutal y a la guerra constante entre las tribus de Nativos
Americanos, en una búsqueda heroica e implacable para conseguir
vengarse.
La película comienza con unos cazadores de pieles que en 1820,
en el territorio septentrional de la Compra de la Luisiana sufren una
brutal emboscada por un grupo de indios Sioux, que creen que estos han
secuestrado a la hija del jefe de la tribu. Una larga secuencia donde
los planos sirven tanto para mostrar la batalla como los múltiples
detalles que deja tras de sí el salvajismo.
Entre los sobrevivientes, Hugh Glass,
el único hombre que conocía la ruta de regreso, resulta
mortalmente herido por el ataque de un oso. Al ver la enorme dificultad
de cargar con un moribundo, y en el crudo invierno, el capitán
de la expedición Andrew Henry decide abandonarlo en el bosque
con su hijo indígena, Hawk y dos de sus hombres, el joven Jim
Bridger y el ex militar John Fitzgerald. Este último intenta
asesinarlo, sin embargo, Hawk se interpone y muere. Fitzgerald abandona
a Glass a su suerte, pero este sobrevive e inicia un viaje en busca
de venganza.
La trama gira en torno a Hugh Glass, una especie de guía en el
infierno nevado, que deberá sobreponerse a las terribles heridas
sufridas por el ataque del oso y al abandono de sus compañeros.
Cada paso que da, es una muestra de tenacidad infinita, lo que lo mantiene
con vida es la necesidad de vengarse de quienes lo dejaron atrás
y mataron a su hijo. El western vira hacia el cine de aventuras, siendo
esta entendida como un acto de supervivencia en el límite de
la vida y la muerte.
Lo que acapara la atención
del espectador, es que durante dos horas y media de película
se respira únicamente el tormento del protagonista entre nieve,
barro, sangre y lágrimas. Pero no hay que dejarse embaucar por
la espectacular lucha por la supervivencia de un hombre solo, abandonado
a su suerte, ya que no hay que desmerecer los planos inmensos de naturaleza,
con su sobrecogedora belleza, pero también con su hostilidad.
La ambientación se engrandecida por la magnífica fotografía
de Emmanuel Lubezki, y por la música, una partitura atmosférica
que acentúa aún más el insoportable frío.
Sin apenas diálogos, de hecho existen largos silencios sólo
interrumpidos por los gruñidos y los suspiros de dolor de DiCaprio,
el film se configura como una historia de supervivencia y venganza,
donde podemos respirar el miedo de cada uno de los personajes, la hostilidad
inhumana que habitan y la vileza del cobarde de Fiztgerald que repite
una y otra vez a propósito de los indios “nunca dejarán
de perseguirnos”, para calmar su conciencia y abandonar Glass.
El Renacido deja a un lado el intelecto y apela a los instintos más
primitivos del ser humano.
Iñárritu, mediante unos
impresionantes planos secuencia y unos momentos oníricos y flashbacks,
donde un delirante Glass sueña con su esposa fallecida levitando
o unos pájaros nacen del interior de heridas de muerte, pretende
elevar el tono de una película principalmente visceral, pero
a menudo rompe la narración principal.
En definitiva una película que se hace larga, por la lentitud
de la narración, algo espesa en algunos momentos, pero que Iñárritu
ha sabido sacar partido gracias a un DiCaprio excepcional.