FICHA
TÉCNICA DE 'ESO QUE TÚ ME DAS'
+ Dirección: Jordi
Évole y Ramón Lara
+ Guión: Màrius Sánchez
y Silvia Merino
+ País: España
+ Año: 2020
+ Duración: 64 min.
+ Interpretación: Pau Donés y Jordi Évole
+ Producción: Atresmedia
Cine, Producciones del Barrio
+ Montaje: Mònica Jové
+ Fotografía: Lluís Galter, Marc González
y Bernat Sampol
+ Música: Àlex Vílchez
En 2015
a Pau Donés, compositor, líder y vocalista del grupo
español Jarabe de Palo, le diagnostican un cáncer contra
el que lucha durante 5 años. Veinte días antes de morir
llama a su amigo Jordi Évole desde el hospital, y le propone
una idea, una charla entre amigos. “Eso que tú me das”,
es el resultado, un documental que recoge la última entrevista
del cantante, grabada a finales de mayo, en la que hizo un alegato
a la vida. Sabía que le quedaba poco tiempo, falleció
el 20 de junio, y quería mostrar la otra cara de su vida.
El metraje, que se estrenó en una sección fuera de concurso
de la 23 edición del Festival de Málaga el pasado miércoles
26 de agosto, contiene la última charla de Pau Donés con
el presentador. Tengo que decir que fuí una de las personas afortunadas
que pudieron visionarlo y de poder escuchar lo que tenía que
decir Évole y su equipo acerca del proyecto, y que me impresionó.
Por desgracía somos muchos los que hemos convivido con esta enfermedad,
y es desgarradora, ver como alguien al que quieres se va deteriorando
es horrible, por lo que el documental me daba algo de respeto. Pero
salí llena de energía, de positividad y ganas de vivir,
y suscribo las palabras de Évole cuando dice que muchas de las
frases de Pau "se tendrían que suministrar como un medicamento
cada ocho horas".
La idea surgió de Pau Donés quién, a través
de una llamada de teléfono, invitó a Évole pocos
días antes de su fallecimiento, a su casa en las montañas
del Vall d'aran: "Me quedan muy poquitos días de vida y
quiero pasarlos en mi casa de la Vall d'Aran. Me gustaría que
subieses, pudiésemos tener una charla, que la grabes y hagas
con ella lo que quieras", así surgió este bonito
y emocionante proyecto.
La película comienza con el
viaje en coche del equipo hacia la casa de Donés, de fondo la
conversación que mantiene Jordi Évole con la oncóloga
de Pau, Elena Élez, del Servicio de Oncología del Hospital
Universitario Vall d’Hebron, quien le trató desde que le
fue detectado el cáncer de colon. La entrevista se desarrolla
en dos lugares, en el salón de la casa y termina en un prado,
al que llega conduciendo el propio Donés.
En la casa el músico está acompañado de toda su
familia. Sus tres hermanos, Marc, Bernat e Isabel, su expareja y su
hija Sara de 15 años, así como su padre, Amado, que aunque
no vive ahí lo acompaña muy a menudo.
Ante la pregunta de Évole sobre por qué quiere hacer esto
Donés responde: “Quería hablar con alguien, dar
la imagen de las personas corrientes. Necesitaba explicar mis cosas
sin entrar en la frivolidad artística. Quiero que quede un testigo
real de lo que soy”. Quiere hablar de la vida y no de la muerte,
aunque es imposible y a lo largo de la charla se habla de ella varias
veces. Donés dice no temerle, se enfrentó a ella con 16
años cuando su madre, depresiva crónica, se suicidó,
“Mi madre me preparó unos días antes. 'A lo mejor
te tienes que quedar tú al frente de la familia', me dijo”.
También habla del miedo en general, ese que te paraliza y no
te deja avanzar, ese es al que hay que temerle porque "el miedo
es terrible, te bloquea y te corta la libertad". A lo que sí
le tiene “respeto” es al sufrimiento.
La conversación es natural,
habla de lo que quiere hablar, hay un trabajo de guión pero no
es constreñido, se dejan llevar, y aunque vemos 64 minutos de
las tres horas que se rodaron, está todo lo que tiene que estar.
Con una fotografía de Camarón de la Isla en blanco y negro
de fondo, habla de cine, de música, de sufrimiento, del origen
payés de su familia, de su entierro o cómo su hija le
enseñó a decir “te quiero”. Recuerda a Antonio
Vega, quien le marcó a la hora de componer, y de Celia Cruz,
que le enseñó a ser humilde. Ante la pregunta, con algo
de malicia, del presentador para que dijese quien no le gustaba como
artista Pau no da nombres, sentencia con una gran frase: “No me
gusta la gente que no respeta el arte de la música”. Confiesa
que siente “una felicidad cabrona” cuando piensa que si
en vez del mes que viene se fuese el año que viene, si la enfermedad
se lo hubiese permitido, le hubiera gustado hacer una gira de cinco
conciertos en grandes ciudades Barcelona, Madrid, México, Nueva
York y otra que no recordó. Y haber llegado a los setenta y tantos
para disfrutar más de su hija y ver a sus nietos, al decir esto
último se escucha la voz de su hija que le apunta.
Ante la pregunta de cómo le gustaría que lo recordasen
responde, “la gente que me recuerde por mis canciones no por mí”
y en cuanto a los músicos “Me gustaría que mis compañeros
me recordaran con respeto, como un compositor de canciones bonitas que
las hizo con honestidad”.
Como reconoce Évole no era un trabajo fácil de realizar,
no quería que fuese una entrevista lacrimógena, pero tampoco
podía ser frívola, y lo consigue. A ratos no puedes dejar
de ver que es una persona en estado terminal, podemos verlo demacrado,
muy delgado y con una sonda en la nariz. Pero poco a poco esto se te
va “olvidando” y ves más allá, ves a una persona
vital, con ganas de disfrutar lo que le queda de vida, que quiere vivir.
El 'feeling' entre los dos queda patente, hasta le vuelve a hacer la
misma pregunta con la que se conocieron y fue tan comentada, cuando
Évole era el Follonero en el programa de Buenafuente: “Vamos
a lo importante, “Bonito” y “Depende” son la
misma canción ¿verdad?” provocando risas y complicidad
entre ambos.
El documental termina con dos grandes
momentos, el primero mientas se quita la gorra que lleva y se atusa
el pelo diciendo: “Tenía ganas de irme diciendo muchas
gracias por todo. Lo que me ha dado la vida ha sido estupendo y lo quiero
agradecer, lo he pasado muy bien”. Y con el que se termina la
entrevista cuando Évole le pregunta qué música
quiera que se ponga, y él contesta cantando la canción
'El sitio de mi recreo' de su admirado Antonio Vega, con su voz rota,
sentado en una roca en el valle frente a sus queridas montañas.
Se trata del segundo largometraje del periodista Jordi Évole.
Su primer proyecto 'Astral', retrató la crisis de los refugiados
en el mar Mediterráneo. Con sus dos trabajos, de momento, no
deja indiferente a nadie, está claro que se involucra hasta la
médula en los temas que trata.
“Eso que tú me das”, llegará el 8 de octubre
a las salas de cine, si todo esto que está pasando lo permite,
y recaudación que les corresponde a su equipo como productores
la van a destinar a la investigación del cáncer. Y previsiblemente
ya en 2021 se estrenará en televisión.