FICHA TÉCNICA DE 'SUPER
8'
+
Dirección y guión: J.J. Abrams
+ País: USA
+ Año: 2011
+ Duración: 114 min.
+ Interpretación: Joel
Courtney (Joe Lamb), Kyle Chandler (Jack), Amanda Michalka (Jen), Elle
Fanning (Alice), Gabriel Basso (Martin), Ron Eldard (Louis), Noah Emmerich
(Nelec), Riley Griffiths (Charles), Zach Mills (Preston), Ryan Lee (Cary).
+ Producción: J.J. Abrams,
Steven Spielberg y Bryan Burk
+ Música: Michael Giacchino
+ Fotografía: Larry Fong
+ Montaje: Maryann Brandon y Mary
Jo Markey
+ Vestuario: Ha Nguyen
+ Diseño de Producción:
Martin Whist
Abrams, productor de series como Felicity
(1998-2002), Alias (2001-2006) o Perdidos (2004-2010)
y director de Misión: Imposible III (2006) y Star
Trek (2009), es el encargado de traer de nuevo el espíritu
de E.T.
Con un presupuesto estimado de 50 millones de dólares, Super
8 fue rodada en Weirton, Virginia Occidental, una pequeña
ciudad de menos de 20.000 habitantes, y producida por el propio Steven
Spielberg .
Fiel a la temática y al espíritu aventurero que caracteriza
al cine de Steven Spielberg, J.J.Abrams nos ha regalado Super 8,
con toda la trepidación, sentimiento, emoción y algún
que otro guiño cinéfilo a las películas de terror
y catástrofes. De fondo, el miedo como generador de violencia
y el amor como vehículo para resolver los conflictos, aquí
desde la vertiente del perdón y del sacrificio.
En la primera secuencia, vemos la herida
abierta que sufre el pequeño Joe tras la muerte de su madre y
la distancia que se ha creadado respecto a su padre… a la vez
que se siente atraído por Alice, un amor prohibido por 'cuestiones
de familia'. Lo extraordinario llega enseguida, con un nuevo E.T. y
con un ejército en orden de batalla que se mueve con intenciones
oscuras y métodos cuestionables.
Abrams también nos ofrece una vertiente meta-cinematográfica,
donde la vida vuelve a presentarse como algo más rico que la
ficción hasta llegar a alimentarla, a pesar de la ya poderosa
imaginación que demuestran esos niños que juegan a ser
directores de cine.
El dúo Spielberg-Abrams construye
una historia con dos mundos superpuestos que amenazan con no llegar
a conciliarse nunca, el de los adultos y el de los niños. Mientras
que los mayores se debaten entre asuntos de vida y muerte en la lucha
con las misteriosas fuerzas que les visitan, para los más pequeños
todo se reduce a ser considerados en la película que protagonizan
y en lograr presentarla en el concurso, o a lo sumo en conseguir una
sonrisa de ese primer amor. Son dos esferas en apariencia irreconciliables
pero que participan de una misma herida, la de una familia rota por
la muerte o por la infidelidad. Es patente el deseo –y la preocupación
constante de Spielberg en su cine– de ofrecer la familia como
lugar para la reconstrucción de una sociedad amenazada por elementos
extraños o interiores (el mal acecha desde cualquier esquina
o se incuba también en el interior, viene a decirnos), y para
eso debe imperar el perdón y la capacidad de sacrificio en las
relaciones.
La escena final es esencial para poner
la guinda a esta entretenida película llena de valores, pues
Joe siente cómo las circunstancias le reclaman un último
acto de heroísmo para su total regeneración y la de su
familia. El extraterrestre necesita una prueba más de esos sentimientos
positivos en favor de la vida que ha apreciado en los ojos del niño
cuando se disponía a sacrificarlo (imposible olvidarse de King
Kong que claudica ante la belleza), y por eso le exige la entrega de
lo que es más precioso para él: el recuerdo de su madre,
el medallón, que se había levantado como obstáculo
para mantener unida la familia en torno a su padre. Es asimismo la pieza
que faltaba a la nave espacial para poder volver 'a casa' (resuenan
los ecos de E.T. El Extraterrestre) y formar un hogar.
Entonces, fruto de su generosidad y madurez, Joe está ya en condiciones
de crear una familia duradera… con Alice por ejemplo, porque ha
aprendido a tomar iniciativas con audacia y arrojo (tanto que resulta
irreconocible para sus vecinos), porque conoce el valor del sacrificio
y el perdón.
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Para
saber más
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DATOS
DEL AUTOR:
Julio Rodríguez Chico, natural de Gijón
(Asturias). Licenciado en Historia y máster en Historia y Estética
de la Cinematografía por la Universidad de Valladolid. Miembro
del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) y de
la Asociación SIGNIS-España. Editor del blog La
Mirada de Ulises, incluida en las plataformas digitales
Paperblog y Globedia. Crítico de cine y colaborador
de las revistas La Butaca, Film Historia (Univ. de Barcelona),
Cinemanet, La peli que quieres ver, y En taquilla.
Autor del libro Azul, Blanco, Rojo. Kieslowski en busca de la libertad
y el amor (Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid 2004),
de En busca del hombre y de la libertad. El cine polaco en la Seminci
(Ed. Polonica Matritensis, Madrid, 2009), así como de artículos
publicados en revistas y congresos especializados, sobre todo en torno
al cine de autor. Desde el 2002, he participado en cine-forum y ciclos
de cine entre universitarios, y cubierto el Festival de Cine de Valladolid
(SEMINCI).