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Tres anuncios en las afueras
Laura Brasstein Martín
02/03/2018



Tres anuncios a las afuerasFICHA TÉCNICA DE 'TRES ANUNCIOS A LAS AFUERAS'

+ Título: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri
+ Dirección: Martin McDonagh
+ Guión:
Martin McDonagh
+ País
: Reino Unido Reino Unido y EE.UU.
+ Año: 2017
+ Duración
: 115 min.
+
Interpretación
: Frances McDormand (Mildred Hayes), Sam Rockwell (Dixon), Woody Harrelson (Willoughby), Peter Dinklage (James), Abbie Cornish (Anne), Caleb Landry Jones (Red Welby), John Hawkes (Charlie), Kerry Condon (Pamela), Lucas Hedges (Robbie), Darrell Britt-Gibson (Jerome), Amanda Warren (Denise), Zeljko Ivanek (Desk Sergeant), Clarke Peters (Abercrombie), Kathryn Newton (Angela), Sandy Martin (Madre Dixon), Brendan Sexton III (Crop-Haired Guy).
Producción: Graham Broadbent, Pete Czernin y Martin McDonagh
+ Fotografía: Ben Davis
+ Música: Carter Burwell
+ Montaje: Jon Gregory
+ Vestuario: Melissa Toth

Mildred Hayes, una mujer cuya hija adolescente ha sido violada y asesinada, decide iniciar por su cuenta una guerra contra la Policía de su pueblo, Ebbing, al considerar que no hacen lo suficiente para resolver el caso. Su primer paso será contratar unas vallas publicitarias denunciando la situación y señalando al jefe de policía, William Willoughby como responsable principal de la pasividad policial.


Se trata de la tercera película del director irlandés Martin McDonagh, sus anteriores trabajos, “Escondidos en Brujas” (In Bruges, 2008) y “Siete psicópatas” (Seven Psychopaths, 2012), eran dos comedias negras con poso tarantiniano que conseguían que el espectador se plantease si en ocasiones era oportuno reírse o no de determinadas situaciones.

 

En esta ocasión, narra la hazaña de una mujer de cincuenta años, reivindicativa e implacable que hace todo lo que está en su mano para encontrar al autor de la violación y asesinato de su hija, Angela. Tiene claro que las autoridades no hacen todo lo posible para resolver el macabro caso. Este es el hilo conductor para retratar el universo paleto de la pequeña comunidad de Ebbing, Missouri, un pueblo de la América profunda.

El caso, a cargo del especialmente inepto e ignorante agente de policía Jason Dixon, que bajo la pésima influencia de su madre, una campesina ignorante y racista del Sur Profundo, se ha dedicado a golpear a negros, en lugar de buscar al asesino de Angela. Dixon recibe la protección del sheriff Bill Willoughby, quien más por lástima, que por negligencia, le permite ciertas atribuciones.

Para denunciar la falta de acción de las autoridades, Mildred, alquila tres vallas publicitarias en las afueras del pueblo donde puede leerse: “VIOLADA MIENTRAS MORÍA”, “¿Y TODAVÍA NO HAY DETENCIONES?”, y “¿CÓMO ES POSIBLE, JEFE WILLOUGHBY?”. Esto trae consecuencias, y cambia la vida de muchos habitantes de Ebbing. Mientras que al hijo de Mildred, Robbie, le gustaría olvidar el tema y lo evita, el ayudante del sheriff Jason Dixon se siente atacado personalmente por la acción de Mildred y comienza a planear una venganza contra ella y sus amigos. Red Welby, el que alquiló las vallas publicitarias a Mildred es amenazado, o Denise, amiga y compañera de trabajo de Mildred es arrestada, por posesión de marihuana.

  

La gente del pueblo está molesta por las vallas. El secreto a voces de que Willoughby sufre de cáncer de páncreas terminal aumenta su desaprobación. Si bien Willoughby simpatiza con la frustración de Mildred, considera que las vallas publicitarias son un ataque injusto contra su persona.

Willoughby detiene a Mildred para interrogarla después de un altercado con su dentista. Durante el interrogatorio, el sheriff comienza a toser sangre, un signo de que su enfermedad se ha vuelto severa. Después de ser internado, Willoughby abandona el hospital y tras pasar un gran día con su esposa Anne y sus dos hijas, se suicida de un disparo en la cabeza. Deja notas de suicidio para varias personas en Ebbing, incluida una para Mildred en la que le explica que ella no fue la causa de su suicidio y que de hecho había pagado en secreto los gastos para mantener los anuncios un mes más, divirtiéndose por el antagonismo que le seguirán dando a ella incluso después de su muerte.

El panorama es desgarrador y trágico, pero el director-guionista también introduce algo de comicidad, de humor surrealista, y esta mezcla funciona en ciertos momentos de la película.

Los diálogos son hilarantes, llenos de palabrotas y faltas de respeto, el mejor ejemplo es la secuencia que Mildred tiene con el sacerdote del pueblo, y que es a la vez un chiste perfecto y una reflexión agudísima sobre una tragedia cotidiana. Los monólogos no se quedan a la zaga, ya que están llenos de deliciosas obscenidades que los actores parecen lanzar como si fueran piedras, mezclados con momentos de calma surgida de lo inesperado.

La descripción y el desarrollo de los personajes son extraordinarios; el vaivén entre lo trágico y lo cómico es puro equilibrio; y la violencia está gestionada con habilidad.

  

La tensión no disminuye, llega hasta el final que probablemente nadie pueda imaginar al comienzo. Gracias a unas magníficas interpretaciones y una trama variada, la película escenifica sin pretensiones una impresionante montaña rusa emocional, pero que en muchos momentos se percibe como un experimento decepcionante.

Lo que si queda claro es que al final los protagonistas confluyen en un punto y que después de todo son capaces de entenderse y tener una meta compartida.