Alfredo Jaar; el secuestro
de las imágenes y el proyecto Ruanda
Adolfo Vásquez Rocca
18/02/2009
1.- Aproximación político–estética
al fenómeno de la guerra
La guerra es un fenómeno específicamente humano. El hecho
de que la guerra haya mutado de manera tan radical a lo largo de los
tiempos evidencia claramente que se trata de un producto de la cultura.
Desde una perspectiva antropológica y una aproximación
estético-política de la guerra –según el
modelo inaugurado por Jünger y sus Tempestades de Acero
[Nota 1] y continuada
por Sloterdijk en sus Temblores de Aire
[Nota 2] –, podemos sostener que la guerra moderna
ha cambiado de modo radical con el hecho logístico –no
menor– de no poder verle el rostro al enemigo, esto hace que ya
no pueda hablarse de un Frente. En el frente ya no se hayan actores
humanos sino monitores, cámaras (la imagen reemplaza a las palabras
escritas, con su aplastante fuerza visual y mediática), ya no
se ve el rostro del adversario ni el de las víctimas sólo
mercados, edificios devastados y oficinas de monitoreo con evaluadores
militares. Las guerras modernas son, pues, asépticas, son guerras
donde no se ven las víctimas, donde no hay sangre ni quejidos
de heridos [Nota 3].
El paradigma de la guerra mediática
fue la noche del 17 de enero de 1991 cuando las imágenes enviadas
por la CNN dieron la vuelta al mundo, una guerra donde no se veían
las víctimas, donde no había sangre ni quejidos de los
heridos... La imagen reemplaza a las palabras escritas, con su aplastante
fuerza visual.
2.- El Proyecto Ruanda o cuando el horror no tiene rostro.
En la última década
hemos sido testigos de un fenómeno estético-político
de gran alcance, una operación político gubernamental
de blanqueamiento de imagen, de manipulación de imágenes
o –si se quiere– de su secuestro, perpetrado por países
como Estados Unidos, que bajo alianza estratégica con bancos
de datos como los de Microsoft, no dejan circular ciertas fotografías
y registros visuales que comprometen su imagen en el concierto internacional:
imágenes de la intervención militar en Iraq o las prácticas
de encierro y tortura en los campos de prisioneros en las bases militares
de Guantánamo. Probablemente por ello, por este secuestro de
las imágenes y a diferencia de Vietnam – donde el rol jugado
por los corresponsales de guerra fue decisivo para sensibilizar a la
población civil– la cobertura extensiva de la guerra en
Iraq mantuvo el nivel de conformidad pública en los Estados Unidos,
a pesar de la vociferante oposición masiva. Durante la invasión
de Iraq, desde marzo hasta mayo de 2003, se produjeron más imágenes
–ya fuera en televisión, en fotografía o en internet–
que en cualquier otro período comparable de la historia, sin
embargo aquí ha tenido lugar, en el decir del artista visual
Alfredo Jaar, un secuestro de las imágenes. Las mismas que el
ha intentado recuperar, mediante su prolífico trabajo de documentación
de catástrofes y genocidios como el acontecido en Ruanda [Nota
4]. Jaar trabaja con la idea de la desaparición de
las imágenes. En esta misma instalación encontramos la
idea de la manipulación de las imágenes, su privatización
y posterior desaparición. Esto obedecería a la convicción
de los gobiernos acerca del poder de las imágenes, tesis refrendada
históricamente por el caso de Vietnam, donde las imágenes
detuvieron una guerra, jugando allí un rol preponderante los
corresponsales de guerra que lograron sensibilizar a gran parte de la
población civil. A esto se le teme, por ello no se deja a las
imágenes circular y más bien se les secuestra.
A esta lógica, esto es al aprendizaje
de la lección de Vietnam, corresponde el así denominado
efecto CNN, donde por medio de una gran operación mediática
de maquillaje se presento una –aparente– guerra aséptica
e indolora.
La Guerra del Golfo, con sus mentiras y falsa creencia de que podía
retransmitirse una guerra ‘limpia’ e indolora, sin sufrimiento
y en directo, inauguró una nueva época en cuanto al tratamiento
de los conflictos por parte de los medios de comunicación, preparando
el terreno de lo que luego sería otra operación mediática
maquillada: Somalia. Desde entonces se habla del llamado ‘efecto
CNN’, para describir la existencia de un tremendo poder de influencia
de la televisión para desencadenar respuestas políticas
ante determinados escenarios conflictivos, en los que el sufrimiento
de las personas es retransmitido en directo.
Ahora bien, partir de los años '80, paralelamente al proceso
de desregulación de los sistemas de comunicación, de la
privatización de las telecomunicaciones y del crecimiento de
los conglomerados donde estaban reunidos el software y el hardware,
hubo una desestabilización conceptual. Es decir, muchos conceptos
que tenían un sólo sentido, se volvieron polisémicos.
Paralelamente, también, surgieron nociones como ‘globalización’,
‘mundo libre’ que nuclearon los debates internacionales.
En una primera etapa el concepto de globalización se usó
en los sistemas financieros y luego se expandió a partir del
uso de la red de internet. Y esto sucedió en un contexto triunfalista
del modelo de desarrollo neoliberal.
3.- Alfredo Jaar: El lamento de las imágenes.
Alfredo Jaar, uno de los más importantes artistas visuales latinoamericanos,
desarrolló su obra-proyecto Ruanda con miras a la sensibilización
sobre el genocidio acontecido en 1994, y sobre el cual hubo un silencio
cómplice por parte de la comunidad internacional. Conmovido por
el genocidio de Ruanda de 1994, viajó allí, y en lugar
de mostrar imágenes cruentas de una de las peores matanzas de
la edad moderna, optó con sabia sensibilidad por focalizar el
hecho en los ojos de Nduwayzu –un pequeño sobreviviente–
imagen que reitera copiándola un millón de veces hasta
formar una montaña de un millón de diapositivas, se trata
del Lamento de las Imágenes, el reverso de su instalación
donde se experiencia una luz cegadora, donde ya no quedan imágenes
posibles para representar el horror.
Para ciertos analistas convencidos del ‘efecto CNN’ en Ruanda
no se actuó durante los dos meses de apogeo genocida por la ausencia
de imágenes, mientras que el desembarco mediático sí
se produce cuando surge el éxodo de millones de personas y se
extiende el cólera y la muerte, con escenas que el gran público
no puede soportar-consumir [Nota
5].
4.- El espectáculo humanitario.
Ciertos tratamientos mediáticos de las crisis humanitarias, y
en virtud de las posibilidades de retransmitir en directo, han logrado
convertir auténticos dramas humanos, éxodos masivos o
epidemias de gran mortalidad en espectáculos de gran audiencia.
Hemos comentado ya el caso dramático de Ruanda en 1994, cuando
se produce un genocidio sin apenas periodistas internacionales que pudieran
explicarlo, y mucho menos mostrarlo. No es hasta dos meses después,
cuando el cólera se cobra decenas de miles de muertos en los
alrededores de Goma, que centenares de periodistas de todo el mundo
se acercan a la zona, invaden todos los hoteles de la ciudad, ocupan
el aeropuerto con un impresionante despliegue de parabólicas
y ordenadores, y se organiza un auténtico ‘escaparate telemático
de la muerte’, cuando no una verdadera búsqueda y captura
del agonizante más esquelético o el cadáver de
mayor impacto visual, además de mostrar las proezas de os nuevos
héroes, los ‘humanitarios’. Roskis puso el dedo en
la llaga cuando señalaba que no fue la guerra civil, la masacre
planificada de centenares de miles de tutsis y de opositores hutus,
lo que inspiró más a las cámaras, periódicos,
magazines y televisores, sino la liturgia humanitaria, ‘éxodo
y sacos de arroz, huérfanos y dispensarios, humanidad maltratada
y benefactores decididos, imágenes de desgracia y movimiento
de salvadores’ [Nota 6].
Periodistas y humanitarios se vieron
obligados a compartir mesas en hoteles y restaurantes, pero acompañados
a veces de unos recién exiliados: militares y políticos
del defenestrado gobierno ruandés, los planificadores del genocidio
y los escuadrones de la muerte, sin que fueran realmente interpelados
por nadie, porque la atención mediática no pasaba por
adentrarse en las causas de cuanto sucedía, ni en señalar
los causantes de tanta muerte, sino únicamente en mostrar el
espectáculo de las consecuencias. Y así durante semanas
y meses, consumiendo imágenes de muerte y desolación,
sin atinar en que si hay víctimas es que también, forzosamente,
ha de haber culpables. De esta forma, el espectáculo humanitario
basado en operaciones para su consumo mediático se convierte
en el peor enemigo de la misma acción humanitaria, porque dicho
espectáculo ‘no significa el retorno al altruismo, sino
el confort moral, nueva modalidad de la satisfacción hedonista’
[Nota 7].
Bibliografía
- BAUDRILLARD, Jean, Pantalla Total, Editorial Anagrama, Madrid.
- BAUDRILLARD, Jean, La Transparencia del mal, Editorial Anagrama.
- BRAUMAN, Rony, L'action humanitaire, Flammarion, 1995.
- CROVI DRUETTA, Delia, ‘Medios y telecomunicaciones
en el camino de la desregulación’, en Razón
y Palabra, Número 12, Año 3, octubre 1998 - enero 1999.
- FISAS, Vicenc, Cultura de paz y gestión de conflictos.
Ediciones UNESCO, Barcelona, 1998.
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, ‘Sloterdijk;
Entre rostros, Esferas y Espacio interfacial. Ensayo de una historia
natural de la afabilidad’, En EIKASIA, Revista de Filosofía,
Nº 17 - 2008, ISSN 1885-5679 - Oviedo, España, pp. 221-235
http://www.revistadefilosofia.com/17-05.pdf
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, ‘Peter Sloterdijk: Temblores
de aire, atmoterrorismo y crepúsculo de la inmunidad’,
En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas
- Universidad Complutense de Madrid, | Nº 17 | Enero-Junio 2008
-1º / 1 | pp. 159-168, http://www.ucm.es/info/nomadas/17/avrocca_sloterdijk3.pdf
- VÁSQUEZ ROCCA. Adolfo, ‘Ernst Jünger: tempestades
de acero o la entrada en escena de los titanes’, en KONVERGENCIAS
Literatura, Nº 7 – 2008, Capital Federal, Argentina, pp.
62-74,
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2572644&orden=154145&info=link
- WOLTON, Dominique, ‘Elogio del gran público. Una
teoría crítica de la televisión’, Ed.
Gedisa, España, 1992.
Anexo
Alfredo Jaar nació en Chile y a los cinco años
partió con su familia a la Isla Martinica. Volvió a Santiago
a terminar la secundaria. Tras estudiar arquitectura y cine creó
el proyecto Estudios sobre la felicidad (1979-1981). Al terminar éste,
a los 25 años, se fue del país en 1981 rumbo a Nueva York.
Su trayectoria incluye hitos como ser el primer latinoamericano invitado
al Aperto de la Bienal de Venecia en 1986, y a Documenta 8, en 1987, en
Kassel; la presentación de su obra El lamento de las imágenes,
en Documenta 11 (2002); y la participación en las bienales de Sao
Paulo, Johannesburg, Sydney, Estambul y Kwangju. Durante este año
2006, estará en las bienales de Brighton y de Sevilla. Sus exposiciones
individuales se han realizado en lugares como el New Museum of Contemporary
Art en Nueva York, en el Whitechapel de Londres, en el Museum of Contemporary
Art en Chicago, en el Pergamon Museum de Berlín, en el Moderna
Museet de Estocolmo, y, más recientemente, en MACRO, Museo Arte
Contemporáneo de Roma.
Hasta el momento tiene más de 40 intervenciones públicas
(la primera fue en Chile, Estudios sobre la Felicidad, 1979-1981) realizadas
en lugares como Nueva York (Times Square y en el subway, estación
de Spring Street), Washington, San Diego, Seattle, en los Estados Unidos;
Toronto y Montreal, en Canadá; Tijuana, en México; Catia,
en Caracas, Venezuela; Rio de Janeiro, en Brasil; Berlín, Frankfurt,
Stuttgart y Leipzig, en Alemania; Estocolmo, Mälmo, Umea y Sköghall,
en Suecia; Amberes, Bélgica; Lyons, Francia; Barcelona y Cádiz,
España; Fukuroi y Niigata, en Japón; Kwangju, en Corea del
Sur, Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, y varias en Internet, abiertas
al público del mundo.
Actualmente, Jaar es profesor invitado en el Center for Public Practice
del San Francisco Art Institute. Entre las distinciones recibidas está
la beca Guggenheim (1985); en el año 2000, el llamado "Mac
Arthur Genius Award", otorgado por la Fundación MacArthur,
y el más reciente, el premio "Extremadura a la Creación
2006", en España, por la mejor trayectoria artística
iberoamericana.
Alrededor de 36 monografías describen su obra, destacándose
entre ellas Emergencia (MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla
y León), The Fire This Time, Public Interventions 1979-2005 (Milán),
Alfredo Jaar (MACRO, Roma), Alfredo Jaar, The Aesthetics of Resistance
(Fondazione Antonio Ratti, Como).
Todo lo anterior refleja la amplia labor de Alfredo Jaar en los escenarios
mundiales en tres vertientes principales: el arte público, el arte
en museos y galerías, y la enseñanza. Característica
de su trayectoria ha sido buscar extender su impacto a través de
las intervenciones de arte público y de seminarios intensivos de
enseñanza en distintas instituciones, tanto académicas como
comunitarias.
Alfredo Jaar's Rwanda Project:
Alfredo Jaar's Rwanda Project: 1994–2000
is a series of photography-based installation works derived from his
experiences in Rwanda. He first travelled there in the summer of 1994
while the genocide was still ongoing and overwhelmingly ignored by
the international community. It is estimated that almost one million
people were killed over a period of three months, from April–July
1994.
The Rwanda Project attempts to counter and transform the conventions
of photojournalism, which frequently objectifies violence through
unmediated images of victimization. Alternatively, Jaar reverses the
lens' eye to focus on the eyes of the witnesses and the hauntingly
beautiful landscape in which this massacre was enacted as a means
of eliciting an emotional response from the viewer.
Alfredo Jaar was born in 1956 in Santiago, Chile. His work has been
exhibited internationally, participating in the Venice, Sao Paulo,
Johannesburg, Istanbul, and Kwanju Biennials, as well as Documenta
in Kassel. Recent solo exhibitions include those at the New Museum
of Contemporary Art, New York; the Museum of Contemporary Art, Chicago;
the Whitechapel Gallery, London; the Pergamon Museum, Berlin, and
the Moderna Museet, Stockholm. The Rwanda Project 1994-1998 has been
shown in Europe, Japan and the United States. Alfredo Jaar currently
lives in New York, his website is at: www.alfredojaar.net.
Nota
1: JÚNGER, Ernst, Tempestades de Acero, Ed. Tusquets,
Barcelona, 2005.
Nota 2: SLOTERDIJK,
Peter, Temblores de aire, en las fuentes del terror, Ed. Pre-Textos,
Valencia 2003.
Nota 3: VÁSQUEZ
ROCCA, Adolfo, 'Sloterdijk; Entre rostros, Esferas y Espacio interfacial.
Ensayo de una historia natural de la afabilidad', en EIKASIA, Revista
de Filosofía, Nº 17 - 2008, ISSN 1885-5679 - Oviedo, España,
pp. 221-235 http://www.revistadefilosofia.com/17-05.pdf.
Nota
4 : El Tribunal Internacional de la ONU que juzga el genocidio
de Ruanda ha condenado recientemente (diciembre de 2008) al ex coronel
ruandés Theoneste Bagosora a cadena perpetua como principal instigador
del genocidio que asoló Ruanda en 1994. 'El coronel Bagosora
es culpable de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes
de guerra', sentenció la corte del Tribunal Penal Internacional.
El ex coronel Bagosora lidero la matanza de cientos de miles de tutsis
y hutus en 1994. La masacre cobró la vida de 937.000 personas.
Para ello Bagosora, puso en pie las temibles milicias Interahamwe, formadas
por hutus extremistas, que fueron las que llevaron a cabo gran parte
de las matanzas. En apenas tres meses, acabaron con la vida, con métodos
tan salvajes como el machetazo, de cientos de miles de personas, principalmente
tutsis.
Nota 5:
FISAS, Vicenc, Cultura de paz y gestión de conflictos.
Ediciones UNESCO, Barcelona, 1998, p. 69.
Nota
6 : ROSKIS, Edgard, Fotografía y Verdad, Le Monde
Diplomatique, diciembre 1996, pp. 26 – 29.
Nota 7:
BRAUMAN, Rony, L'action humanitaire, Flammarion, 1995, p. 89.
Nota
8 : ROSKIS, Edgard, Fotografía y Verdad, Le Monde
Diplomatique, diciembre 1996, pp. 26 – 29.
__________________________
DATOS DEL AUTOR:
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense
de Madrid, Departamento de Filosofía IV. Profesor de Postgrado
del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética
en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés
Bello UNAB. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación
Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México.
– Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación
Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo
Internacional de Konvergencias, Revista de Filosofía y Culturas
en Diálogo, Argentina. Director de Revista Observaciones Filosóficas.
Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla y Profesor Asociado al Grupo Theoria
–Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM.
Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación
y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha
publicado recientemente el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada
cósmica y políticas de climatización, Colección
Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el
Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008.
|