Saña, la nueva
obra de la escritora mexicana Margo Glantz (1930) es, según el
escritor Mario Bellatin, una obra maestra. Ha venido trabajando en ella
a lo largo de toda su vida. Fue publicada en México por editorial
Era, en Perú por Sarita Cartonera y acaba de ser publicada en
España por editorial Pre-textos.
Alrededor de doscientos fragmentos en su apariencia
independientes acerca del arte, el holocausto, la vida dual de Rimbaud,
el cuerpo, la globalización, las religiones orientales, la vida
del músico Doménico Sacarlatti, Bacon, Schubert, Primo
Levi, y hasta la moda: zapatos, grandes diseñadores, ropas, collares,
van creando una trama que a medida que avanza vamos descubriendo que
están reunidas microscópicamente ante un solo sentimiento,
la saña. La ira que aborda y desborda todo el libro, y por ende
al ser humano, tanto en su lenguaje como en las imágenes que
va tejiendo la autora. Pone de frente al diseñador Armani y al
artista Francis Bacon, dos sujetos tan disímiles, pero a la vez
unidos por la plástica de las figuras, por la perversión
de la mirada, del espectáculo.
‘Desde
la pica donde llevaban su cabeza guillotinada, la princesa de Lamballe
gozaba de una vista privilegiada de La Bastilla’ (Cuestión
de óptica). ‘En un templo parsi apenas visible en el recodo
de una calle de Bombay –se prohíbe contemplar los rituales
funerarios de esta antigua religión- revolotean los buitres sobre
los cadáveres. Después, sus huesos se blanquearán
al sol’. (Revuelo). Se van sucediendo así imágenes
crueles en que la saña se presenta como uno de los sentimientos
capitales de los seres humanos. ‘En que todo lo que nos rodea
lo revela’. El sentimiento que reúne manifestaciones tanto
del arte como destructivas. Dos caras de la misma moneda. ‘La
vida y la muerte se dan la mano, también lo sublime y lo grotesco,
las sedas y la basura’. Porque también en lo irracional
y en la barbarie de las culturas podemos encontrar la belleza. En sus
manifestaciones más crueles.
Margo Glantz es una de las escritoras
mexicanas más destacadas hoy en día. Nació en la
Ciudad de México en 1930. Es autora de Las mil y una calorías,
novela dietética, Doscientas ballenas azules; El día
de tu boda; Las genealogías (Premio Magda Donato); Síndrome
de naufragios (Premio Xavier Villaurrutia); De la amorosa inclinación
a enredarse en cabellos; Zona de derrumbe; El rastro (finalista
Premio Herralde y Premio Sor Juana Inés de la Cruz); Historia
de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador.
Ha obtenido las becas Guggenheim y Rockefeller, el Premio Universidad
Nacional y el Premio Nacional de Ciencias y Letras en el área
de Literatura. Es profesora emérita de la UNAM, miembro de número
de la Academia Mexicana de la Lengua, investigadora emérita del
Sistema Nacional de Investigadores y ha sido profesora visitante en
varias universidades. Además de su obra de creación tiene
una abundante obra académica y es columnista de La Jornada,
Babelia y otras publicaciones. En Chile ha publicado el libro Animal
de dos semblantes, por Lom Ediciones en el 2004.
- ¿Le molesta cuando le preguntan
si es Saña una novela? ¿Y por qué trabaja
usted con ese sentimiento?
No; más bien compruebo que la gente tiene necesidad de poner
límites, enmarcar, catalogar y que les inquieta cualquier salida
de madre de lo tradicional, aunque muchos antes que yo han infringido
los códigos de género (textual).
Trabajo con la saña porque es un sentimiento natural que solemos
desconocer y porque todo lo que nos rodea lo revela. ¿No decía
Alfonso X que era importante que los reyes se liberasen cazando para
contener su saña?
- ¿Por qué cree usted que Rimbaud, Bacon y Scarlatti son
excelentes representantes de la saña?
Creo que en Rimbaud y Bacon es evidente que los animaba el furor de
la saña; en el caso de Rimbaud, su violenta reacción contra
la sociedad en que vivía y contra su familia, y más tarde,
cuando dejó de escribir, sus peregrinajes por África y
sus actividades mercenarias lo demuestran en sentido contrario. Todas
los cuadros de Bacon han sido pintados con saña. En el caso de
Scarlatti la saña es más apagada, más contenida,
más interna, una rebelión contra el encarcelamiento al
que lo sometía su padre, y luego se manifiesta en su incapacidad
de salir de la prisión, pues al aceptar irse a la corte de María
Bárbara de Braganza quedó encarcelado una vez más;
pero en este caso, y también en el de los otros dos ejemplos,
la saña es un incentivo para crear, es casi imposible crear sin
encarnizamiento y quizá también es imposible liberarse
de la saña sin encarnizamiento.
- ¿Es para usted el concepto de arte algo extraño, algo
escatológico, a veces ominoso, como dice Freud?
No sé si sólo el arte lo es, más bien es la vida
y la posibilidad de expresar su tiranía y sus bellezas mediante
el arte.
- ¿Cómo es que encontramos la belleza en las manifestaciones
más horrorosas de la humanidad: el holocausto, las enfermedades,
las modelos anoréxicas, el dolor, la guerra?
No creo que sean bellas en absoluto, son imposibles de soportar, pero
en contra de Adorno, creo que es necesario hablar de ellas sin sentimentalismos,
con sobriedad y con otro tipo de saña, la de la escritura.
-Pareciera que usted muestra en su libro la capacidad que tienen los
artistas de trabajar con ese sentimiento, no así los sujetos
que no lo son.
Creo que al publicar el libro, me creí con esa capacidad, aunque
necesité mucho tiempo para lograrlo.
- ¿Por qué le atrae tanto la moda, las modelos, el cuerpo
de las modelos?
Simplemente porque me gusta mucho la moda:
la ropa, los zapatos, los accesorios, los cosméticos, porque
leer revistas de moda me descansa de otras cosas, aunque después
de escribir Saña ya no las frecuento tanto. Porque además
la moda representa uno de los encarnizamientos más terribles
contra el cuerpo, sobre todo el femenino y porque el establishment la
ha elevado ya a una forma de arte ( aunque creo que siempre lo ha sido
y una de las manifestaciones más importantes de la cultura).
¿Acaso los diseños de Armani no fueron ya exhibidos en
el Guggenheim y puesto a la misma altura que Giacometti, Mahlevich,
Rothko, Tamayo? No tengo nada en contra de vestirse bien y ser coqueta,
estoy en contra de la esclavitud que la moda impone sobre las modelos
y sobre las mujeres, muchas de ellas aceptan su esclavitud y sufren
de anorexia y de bulimia: Es otra de las manifestaciones nocivas de
la globalización y el consumo; pero dicho así, suena casi
a panfleto.
- En todo el libro, finalmente lo que resalta mucho es la historia de
los cuerpos humanos y sus manifestaciones. El grito, el dolor, la muerte,
los pies, los pelos, las manitas, las cabezas mutiladas, la orina, la
defecación, la desnudez. ¿Qué le interesa el trabajo
con el cuerpo en esos estados?
Basta leer los periódicos para ver cuerpos mutilados, escombros,
suciedad, pobreza; ignorarlo me parece inútil y absurdo. Las
religiones y muchos regímenes de corte fascista, antes y después
de la letra, abominan de las imperfecciones corporales y prohíben
el acceso de los que llevan esas marcas a los lugares sagrados. Ir a
la India me demostró con violencia que la discriminación
contra los mutilados es considerada como algo natural.
- Este texto parece el fruto del trabajo de años. Es también
en cierta medida un diario de vida, de viajes, de aficiones, de lecturas.
¿Es su historia personal de su encuentro con la saña?
Evidentemente es un libro que me ha costado
mucho trabajo, muchos años de reflexión y de pulido de
los textos y también de selección. Saña
podría ser un libro interminable. ¿Mi autobiografía?
Todos los libros en parte lo son.
- ¿Qué relación encuentra usted entre su obra y
la de Mario Bellatin? ¿A qué otros escritores considera
cercanos a usted en términos estéticos?
Con Mario coincidimos en muchas cosas, pero la manera de expresarlas
es distinta. Admiro mucho su escritura y supongo que él también
la mía.
Por otro lado, le podría hablar de gusto, pasión, afinidades,
no de cercanía: Borges, Barthes, Benjamín, Bernhard, Sebald,
Kafka, Dostoiewski, Rulfo, Garro, Campobello, Pitol, Levi, Celan, Agamben,
etc.
- ¿Se considera una escritora académica? Es decir, ¿qué
tanto ha influido la teoría en su obra, en su trabajo?
Creo en la cercanía de los géneros
o en su entrecruzamiento. Es evidente que haberme dedicado tanto tiempo
a la enseñanza y a la investigación influye sobre mi obra.
También me ha permitido hacer un muestrario de los efectos de
la saña.
- ¿Qué relación tiene usted con la religión?
De tradición, soy judía; admiro la Biblia, pero no soy
religiosa y abomino de los fundamentalismos. Creo que las religiones
monoteístas son fundamentalistas cuando las jerarquías
eclesiásticas ejercen su dominio.
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Saña,
Margo Glantz,
Editorial Pre-Textos
Valencia, 2007
245 pp
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DATOS DE LA AUTORA:
Claudia Apablaza (Chile, 1978).- Estudió
Psicología y Magíster en Teoría Literaria ©
en la Universidad de Chile. Hizo estudios de Escritura Creativa en la
Universidad Autónoma de Barcelona y en el Ateneo Barcelonés.
Ha publicado el libro de relatos Autoformato (Lom Ediciones,
2006.www.lom.cl
Ha obtenido el Primer lugar en el Concurso de Cuentos de la Revista
Paula 2005, primer lugar en el Concurso Filando cuentos de mujer (Asturias,
España, 2004), entre otros. Ha publicado en las antologías
Pozo (Lanzallamas, Chile, 2006), Mi nombre en el Google y otros cuentos
(Alfaguara, Chile, 2005), Lenguas: Dieciocho jóvenes cuentistas
chilenos (J.C. Sáez Editor, Chile, 2005), Que el libro sea la
llave (Asterión, Chile, 2004) y en las revistas: Los Noveles,
Bilis, Lanzallamas, entre otras. El año 2006 obtuvo la beca de
estudios de postgrado en el extranjero que otorga el Ministerio de Cultura
de Chile. Actualmente reside en Barcelona y colabora en Literaturas.com.