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La provocación inteligente de Rogelio Villarreal
Elena Méndez
12/04/2007


Fotografía
Lilian Solórzano

Rogelio Villarreal: una presencia lúcida, polémica. Una escritura fresca, provocadora, inteligente.
Rogelio Villarreal nació en Torreón, Coahuila, en 1956. Después de vivir durante largos años en la Ciudad de México se fue a radicar a Guadalajara, Jalisco.

Estudió la carrera de Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual abandonó para dedicarse a la edición, la corrección de estilo y de pruebas tipográficas en diversas editoriales y universidades, así como a escribir para diferentes diarios y revistas.

Es autor, con Juan Mario Pérez Oronoz, de Fotografía, arte y publicidad (Federación Editorial Mexicana, 1979) y editor de Aspectos de la fotografía en México I (Ídem, 1981)
 [Nota 1].

Ha colaborado en numerosas revistas, diarios y páginas virtuales nacionales e internacionales como Metapolítica, Reforma, Casa del Tiempo, Gaceta del FCE, Zona de Obras, Café a la Turca y zonezero.com —por citar sólo algunas— y es coautor en varios libros colectivos y autor de textos para varios catálogos de artistas mexicanos y extranjeros.

Dirigió las revistas La Regla Rota (1984-1987) y La Pus moderna (1989-1996) (ganadora en 1991 del Premio a Revistas Culturales Independientes, otorgado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, así como de una Beca de Coinversión Cultural, otorgada por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes).

Publicó en el año 2000 el libro de relatos Cuarenta y 20 en la editorial de Guillermo Fadanelli, Moho.

Desde octubre de 2004 a la fecha funge como director editorial de la revista cultural trimestral Replicante, fundada junto con Roberta Garza, directora de la publicación.

Es autor también de El dilema de Bukowski (Ediciones Sin Nombre, 2004) y de El periodismo cultural en tiempos de la globalifobia (Ediciones Sin Nombre-Conaculta), libros en los que aborda la crítica de la cultura, del arte, de la idiosincrasia y de las ideologías, lo que plantea con gran sentido del humor, tremenda ironía, lenguaje culto salpicado de referencias populares. Próximamente saldrá a la luz otro volumen que llevará por nombre Sensacional de contracultura.

Supe de Replicante por un amigo tapatío, Manuel Tlauiztli Maciel —aspirante a literato, lo mismo que yo-. La cubierta de aquel primer número me perturbó: aparecían besándose un hombre rubio y un simio, lo que creí una glorificación del amor gay. [Nota 2]

Al devorar la revista, comprobé que tal provocación sintonizaba con el contenido: una serie de textos e imágenes subversivas, lúdicas e inteligentes; un equipo de excelentes colaboradores (citemos a Roger Bartra, Guillermo Fadanelli, Heriberto Yépez y Adriana Díaz Enciso).

Decidí escribirle a Rogelio para felicitarlo por la calidad de la publicación que dirige. Me respondió muy amablemente; desde entonces somos ciberamigos.

Contestó la presente entrevista por internet.



- ¿México es un país en ruinas?
[Nota 3] 

Definitivamente. Echa un vistazo a tu alrededor... Desde que este país existe como tal siempre ha estado en crisis: en ruinas morales, ideológicas y políticas, por no hablar de la devastación y depredación constante provocada por una clase política voraz, ignorante y mezquina —del signo que sea. Mira los sindicatos y sus dirigentes. Ve nada más cómo ‘trabajan’ los congresistas, y lo que ganan... Mira la manera feroz de hacer negocios, los gigantescos monopolios de la televisión y de las comunicaciones. Echa un vistazo a las ciudades, al campo, al deterioro progresivo e irreversible de sus recursos, a la destrucción imparable. Escucha el discurso medieval de los jerarcas de la Iglesia... La intolerancia rampante de todos contra todos y la inseguridad, el poder del narcotráfico. ¿Tú crees que esto se va a solucionar algún día? No. En ese sentido soy un pesimista —aunque esta visión no me impide ser irónico o festivo, a la manera de Quevedo. Estamos a cien años de distancia de acceder a la civilidad de los españoles y a doscientos de la de los suecos, por lo menos..


- ¿La televisión es el opio de los pueblos?

No sería tan elemental. Hay extraordinarios programas de televisión de todo tipo, nacionales y extranjeros. El problema es cuando la oferta de programas frívolos o deleznables rebasa con mucho a la de los culturales, educativos, científicos o informativos. Ya lo dijo el viejo Azcárraga: Los jodidos quieren ver basura. Y Televisa y TV Azteca se las ofrecen gustosamente a manos llenas. Indudablemente hay una apertura de la televisión comercial a otro tipo de programación, pero es insuficiente aún.


- ¿Por qué abomina del comunismo y cómo incide esto en su quehacer periodístico/literario?

El fallecido historiador francés Jean François Revel equiparó con sobrada razón el comunismo con el fascismo —algo que muchos intelectuales y políticos de la llamada izquierda en nuestro país no quieren advertir. Hemos visto a muchos de ellos rendirle tributo a Fidel Castro o a Hugo Chávez, por poner un ejemplo penoso. Diversos historiadores y escritores, como Martin Amis en Koba el terrible, han dado cifras espeluznantes de los muertos y asesinados durante los regímenes soviético, chino, kampucheano, cubano y otros. El totalitarismo comunista fue una trágica realidad que sólo trajo hambre, desolación, muerte e ineficiencia económica. La caída del socialismo soviético fue producto de su propia inoperancia. La izquierda moderna, en el mundo entero, no puede ya comulgar con credos anacrónicos y autoritarios, debe buscar la verdadera igualdad en la democracia.

He escrito de esto más que nada en ensayos y textos periodísticos. Quizá en la novela que pronto empezaré sobre mi padre escriba de esta cuestión, ya que él fue un comunista convencido toda su vida.



- ¿Cuál es su opinión acerca del periodismo cultural que se produce en México actualmente?

En general, diría que hay buen periodismo cultural, aunque para ello debamos rastrear un sinnúmero de publicaciones periódicas regionales en diversos puntos del país y no solamente atender a las grandes publicaciones con sede en la Ciudad de México. Las secciones culturales de los grandes diarios, por ejemplo, dependen en su mayoría de boletines de prensa o de ‘grandes’ acontecimientos para hacer sus notas. No hay en ellos mucha investigación ni reportaje, hay pocas crónicas; no se sale a la calle y la nota del día por lo general es una exposición de arte, la publicación de una novela o el premio o la muerte de alguien famoso. Pero en otros medios creo que esto es diferente: hay extraordinarios periodistas, reporteros, cronistas y críticos desperdigados desde Tijuana hasta Mérida trabajando —muchas veces precariamente— en revistas, suplementos culturales y, desde luego, en sitios electrónicos, y que dan cuenta de distintos aspectos de la cultura cotidiana mexicana y del extranjero.


- ¿Qué aportaría Replicante a la contracultura mexicana, según su perspectiva?

He escrito mucho sobre la llamada ‘contracultura’ mexicana y he encontrado que ésta es una caricatura de lo que fue la contracultura estadounidense de los años sesenta. He tenido ásperas discusiones con los defensores o voceros o representantes de la ‘contracultura’ mexicana y he concluido que solamente repiten estereotipos un tanto gastados. La vida bohemia, la noche, los antros... y vivir eternamente del Estado mediante becas y anuncios u otro tipo de patrocinios. Replicante, en ese sentido, es una publicación independiente que ha dejado atrás esos estereotipos y apostado por el tratamiento crítico y a profundidad —y aun permitiéndose la ironía— de diversos temas, como las ideologías, las migraciones, la posmodernidad, las religiones, la música, la ciencia, la sexualidad, las ciudades, el arte, el humor y la música, entre otros. (Y trataremos próximamente temas como el cine, los medios, la violencia...) En cada número hemos convocado a periodistas, escritores, académicos y artistas para que profundicen en la materia y establezcan diálogos provechosos entre los diversos géneros. Así, la academia aprende de la narrativa periodística y el periodismo aprende
de la investigación académica, y todos aprenden de los artistas y fotógrafos que a su manera también interpretan la realidad.


- ¿Qué función tendría la literatura en un mundo cada vez más globalizado?

La de conectar a habitantes de los más diversos puntos del planeta y hacerlos compartir vivencias muy particulares. Quizá hoy los jóvenes —y hasta los adultos— de Hermosillo tengan más en común con los de Pretoria o Moscú que nunca antes en la historia. Los seres humanos, a final de cuentas, quizá no sean tan distintos entre sí. La literatura hoy da cuenta de las diferentes historias de cada hombre o mujer sobre la Tierra.


- ¿Cómo influye Charles Bukowski [Nota 4] en su obra?

Mi obra narrativa es muy escasa aún, y en ella el buen Buk influyó con su visión desparpajada y generosa. Creo en una literatura libre y cínica, despojada de sentencias morales y de inhibiciones. Pero también creo que debe ser una literatura escrita con inteligencia y originalidad. De otro modo no será más que una copia vulgar y reiterativa.


- ¿Se considera parte del llamado ‘realismo sucio’ mexicano? En tal caso, ¿qué tendría en común su obra con el resto de los demás autores incluidos en ella?


Fue Heriberto Yépez quien me ubicó en esa categoría, y quizá tenga razón, aunque se refiere solamente a mis relatos de Cuarenta y 20. Todo lo que he escrito antes y después de ese pequeño volumen es más bien de índole periodística y ensayística. Seguramente hay afinidades con otros autores como Fadanelli, Ruvalcaba o Servín, pero ellos han escrito una obra infinitamente más vasta que la mía en ese sentido. Estoy seguro de que lo que escribiré en el futuro inmediato no caerá en esa clasificación, me he estado nutriendo e identificando más con autores como Adrián Curiel Rivera, Martín Solares o, si hablamos de extranjeros, y guardando las debidas proporciones, como V.S. Naipaul o Martin Amis.

- ¿Diana Palaversich acusa en el ensayo ‘Las trampas del sexo. Dos caras del ‘realismo sucio’ ‘ [Nota 5] que en Cuarenta y 20 su narrativa cae en preceptos machistas en vez de subvertirlos. ¿Qué podría decirnos al respecto?' 

En parte Diana tiene razón, sobre todo cuando se refiere a descripciones que caen en los lugares comunes del sexo y el acto sexual y la visión de la mujer, así como la omisión de las características propias del hombre que narra. Me explico: Diana dice que la mujer en mis relatos siempre es hermosa y voluptuosa, de formas apetecibles, en tanto que el hombre —protagonista y narrador— jamás se atreve a describirse a sí mismo. Ella ejemplifica en su ensayo con fragmentos muy crudos de una obra de un autor australiano, pero me parece que se excede cuando sugiere que toda descripción de un acto sexual deba ser, además de autocrítica, grotesca, desenfadada, cruda y honesta —esto porque el autor australiano no tiene empacho en coger con hembras gordas y poco atractivas o en confesar su eventual impotencia. Es una crítica feminista que abomina del machismo aun en la literatura, pero cae en el exceso de ignorar o desdeñar una realidad literaria que puede ser una caricatura, una ensoñación o una mera fantasía. La conozco bien y hemos hablado mucho a este respecto, pero no siempre coincidimos. No es que ella caiga en la corrección política, ni mucho menos, pero hay algo en su crítica que peca de injusta: un escritor debe escribir lo que necesita escribir, aun cuando se trate de temas aberrantes —eso sí, debe evitar a toda costa caer en una narrativa pobre, tonta. Imagínate meter en este predicamento a Céline o al mismo Bukowski, a Nabokov o al García Márquez de Memoria de mis putas tristes...

- ¿Por qué le resulta tan criticable Letras Libres?[Nota 6] 

Déjame aclararte que leo Letras Libres y me parece una revista necesaria y valiosa, con autores extraordinarios y temas siempre pertinentes sobre la realidad nacional y del mundo. Mis críticas a ella van en el sentido de que en contadas ocasiones dan cabida a nuevos autores y a otras manifestaciones de la cultura, lo que les resta un público joven, preparado y con ganas de ver otros contenidos. Por esa razón a ésta y a otras como Nexos las llamo revistas cerradas y verticales, independientemente de su calidad y de sus aportes. Otra crítica va en el sentido de que fuera de lo que consignan en sus páginas no parece haber nada más... Son revistas de grupos intelectuales claramente definidos y que se han erigido en interlocutores del Estado, aunque a últimas fechas demuestren un poco más de apertura y de liberalidad y hasta se permitan intercambiar a los mismos autores, algo impensable en la época de la Vuelta de Octavio Paz, cuando ésta y Nexos eran enemigas irreconciliables; incluso han tratado de mejorar su diseño ante la avalancha de nuevas y buenas publicaciones que invaden el mercado.

(Entrevista realizada el 30 de marzo de 2007)

 


Nota 1: En coautoría con Pedro Meyer, Lázaro Blanco, José Luis Neyra, Katya Mandoki, Mariano Flores Castro, Felipe Ehrenberg, Arnold Berkin y Carla Stellweg.

Nota 2: TEn realidad se trataba de un fotograma de la película El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968). Los personajes son el Capitán Taylor y la Doctora Zira.
El diseño de dicha portada fue realizado por Kelly Coats. La fotografía del fondo es de Álvaro Capistrán.

Nota 3: Aludimos aquí al lema de Replicante: 'Ideas para un país en ruinas'.

Nota 4: Escritor estadounidense nacido en Andernach, Alemania, en 1920. Autor de más de 50 libros. Murió en Los Ángeles, California, en 1994.

Nota 5: Dicho ensayo puede consultarse en: www.literaturas.com

Nota 6: Revista cultural editada tanto en México como en España. Fue fundada en 1999 por el historiador mexicano Enrique Krauze (Ciudad de México, 1947), director de la publicación.

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MÁS DE ROGELIO VILLARREAL:

http://villarreal.blogspot.com
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REVISTA REPLICANTE

www.revistareplicante.com
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DATOS DE LA AUTORA:

Elena Méndez (Culiacán, Sinaloa, México, 1981).- Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Narradora. Ha participado en los talleres literarios de los escritores mexicanos María Baranda, David Toscana y Cristina Rivera Garza. Cuentos suyos han sido publicados en TEXTOS, La Pluma del Ganso, La Línea del Cosmonauta y Expreso; y en www.aviondepapel.com, www.letras.s5.com, www.homines.com y www.antilibros.com.