sumario
palabras
contacta
 


Eternamente agradecido
Ricardo M. Santién de la Cruz
21/04/2007


El pasado viernes lo dediqué a pasear. Hacía una tarde agradable y entre paso y paso rumiaba feliz, ensoñaciones de exilio, sin esperar demasiado de la ciudad que soportaba mi caminar. Me equivoqué, el camino teñido de melodías agridulces me condujo hacia una grata sorpresa.

Me topé con una niña recién nacida de tamaño descomunal. Una pieza desconcertante titulada A Girl, realizada por el artista australiano Ron Mueck (Melbourne, 1958). Una escultura en fibra de vidrio y silicona de un realismo llevado al estado máximo, que me fascinó. La pieza se encontraba en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y ahí permanecerá expuesta hasta el 17 de junio.

      

El CAC Málaga y su director, Fernando Francés, han situado en cuatro años a esta ciudad mediterránea en la órbita cultural internacional. Es la gran excepción, un respiro dentro de la miseria cultural establecida.

En la colección del Centro de Arte hay piezas de diversa calidad, pero es innegable, por encima de gustos personales, que nos ha permitido a todos los amantes del arte contemporáneo coquetear con la elite sin coger un avión. Muchas de las exposiciones temporales han sido señaladas entre las más destacadas internacionalmente. Por sus paredes blancas han desfilado Tony Cragg, los hermanos Chapman, Julian Opie, Alex Katz, Anish Kapoor, Vanesa Beecroft o el actual Ron Mueck, entre otros. Artistas que jamás habrían pisado tierras malagueñas, muchos de ellos ni siquiera españolas, sin la mediación de Francés.

               

El secreto de la eficiencia, que se traduce en estos buenos resultados, es el trabajo de todo un equipo que está dando una lección, de la que espero tomen nota muchos. Sólo hay que pensar en recientes desastres como la gestión de Mariluz Reguero al frente de la Fundación Picasso, un hazmerreír caótico y desprofesionalizado, que sonrojaría al más sinvergüenza. Para ver que el CAC Málaga es una vendita ‘anomalía’ dentro del panorama cultural de esta ciudad.

Eternamente agradecido… Sr. Francés.