Comenzó el Festival Internacional de Teatro en Manizales, Colombia.
'Esta 29ª versión del Festival Internacional de Teatro es
una nueva oportunidad de invitar al mundo a conocer Colombia y en especial
a Manizales, ciudad teatral de América' reza la publicidad.
Sin duda se trata de un ejercicio
de política cultural y difusión del patrimonio artístico
iberoamericano que ha sentado precedente desde hace casi tres décadas,
sin que haya muchos esfuerzos por ampliar la oferta. El Festival de
Manizales y Cádiz continúan siendo los referentes principales
para mirarnos en el espejo del teatro mundial. Y aunque el festival
de Manizales se oferte como internacional, es bien sabido que
representa la piedra angular del teatro iberoamericano (junto a Cádiz).
Inaugurando el Festival con la obra Otehitzari Biraka, una coproducción
de Kukai Logela y Tantakka el País Vasco es invitado de honor
de esta emisión, lo cual ha despertado algunos conflictos al
interior de la más dura cúpula de teatreros españoles
y especialmente entre ciertos funcionarios culturales de éste
y aquel lado del mundo, muchos de los cuales han considerado la invitación
a Euskadi como ‘país’ una provocación (a mitad
de un doloroso proceso de reconocimiento de la cultura euskalduna).
Y en otra postura –según se lee en foros de Internet–
no han faltado quiénes se pregunten si la cultura vasca o euskalduna
debe considerarse iberoamericana. El argumento más importante
de algunos ‘hispanistas’ es que los mecanismos de producción
en Euskadi son los mismos que en España y que en general comparten
un presupuesto de subvenciones y mantenimiento o creación de
foros, por lo que la invitación debería ser para España
y dentro de ésta para la Comunidad Autónoma del País
Vasco. Buena parte del dinero con el que se hacen y viajan las obras
euskaldunas ‘es de España’ no exclusivamente de la
región del País Vasco, decía un comentario anónimo
en los foros de opinión de un periódico.
En fin, que el tema de los nacionalismos,
la independencia de Euskadi y su posición en la península
ibérica no está lejos de las propuestas culturales y artísticas,
del manoteo político cultural y básicamente de la historia
reciente de este país, cultura o pueblo.
Sin embargo, hay un tema de fondo que vale la pena tocar y del que creo
se han hecho pocas reflexiones: las lenguas iberoamericanas y el teatro:
su integración.
La inclusión de Euskadi y con él de su lengua, el euskera,
plantea una incógnita para el devenir de este festival y para
el esfuerzo de identidad como continente iberoamericano. ¿Abrir
paso a todas las lenguas o dejar uno o dos idiomas mayoritarios? Desde
luego, el sentido común nos dice que la respuesta es la inclusión
dado que el término ‘Iberoamérica’ no sólo
considera a España y sus antiguas colonias, sino también
a Portugal y Andorra.
El problema de fondo es que en Iberoamérica existen casi una
centena de lenguas y aunque muchas de éstas siguen en constante
lucha para no desaparecer –por lo cual sería ridículo
pedirles una propuesta escénica– un número considerable
de lenguas vernáculas sí podrían tener participación
en cualquiera de los festivales que se dicen Iberoamericanos y acrecentar
así la reunión, reflexión y puesta en escena de
textos de lo pueblos indígenas, culturas ancestrales o recientes
que habitan y pululan en Iberoamérica.
No son festivales Hispanoamericanos o Latinoamericanos; son encuentros
multiculturales y multilingües desde y para la cultura iberoamericana,
o por lo menos eso deberían ser. En ese tenor habría que
buscar que en cada edición (de los festivales teatrales iberoamericanos
en el mundo) por lo menos exista un montaje cuya lengua no sea mayoritaria,
desde las indígenas como el maya, náhuatl, quechua o mapuche,
pasando por las autonómicas en España como el euskera,
gallego, catalán y valenciano además de las formaciones
lingüísticas de grupos de emigrantes como el spanglish o
el véneta. ¿No es el teatro una forma de conservación
de la cultura?
Es lamentable observar los esfuerzos de otras artes y colectivos o comunidades
artísticas para preservar lenguas originales – o estudiar
las nuevas – y al contrario, la pasmosa lentitud del teatro iberoamericano.
Se traduce poco a las lenguas minoritarias,
pero sobre todo se desconoce su literatura dramática y sus procesos
escénicos milenarios o contemporáneos. Sabemos por ejemplo
que existe una tradición teatral mesoamericana, anterior al estado
de evangelización, ¿por qué no podemos verla en
escena?
Si la traducción (estudio o reflexión) del castellano
a las lenguas minoritarias hay poco, de éstas al castellano o
portugués el panorama es todavía más árido,
quiénes son los dramaturgos más importantes en lengua
maya, por ejemplo.
La comunidad teatral iberoamericana debe contribuir al debate sobre
la integración de las lenguas en los territorios iberoamericanos
– que próximamente incluirán países de Asia
y África – y además implementar acciones para dotar
a esta integración de presencia en la escena, que es al mismo
tiempo un reconocimiento cultural que el teatro ha postergado inútilmente.
Debe ser la comunidad artística la que ponga el ejemplo y oferte
a nuestras sociedades igualdad o por lo menos ideas sobre la multiculturalidad:
su pertinencia o inadecuación.
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Para
saber más
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DATOS DEL AUTOR:
Enrique Olmos de Ita (Llanos de Apan, Hidalgo,
México, 1984).- Dramaturgo, narrador y crítico de teatro
en Milenio diario. Está publicado en varias antologías
de dramaturgia y cuento contemporáneo, entre ellos los trabajos
No ganarás (Tierra Adentro-Centro Cultural Helénico),
Últimas simientes (Universidad Nacional Autónoma
de México) Un curso de milagros (Cd-Rom–Dramaturgos
mexicanos) Ciudad catorce (Ficticia) Huelga de bebés
y Exaudi quaesmus Dómine (Fonca) y Perla triste
(Letras pachuqueñas), además del libro La voz oval
(Fondo Editorial Tierra Adentro), que contiene seis piezas teatrales.
Becario FOECAH 2004, beneficiario de PACMYC 2006, becario FONCA Jóvenes
Creadores 2005-2006, becario por la Fundación Antonio Gala para
jóvenes creadores, en España 2006-2007, y del Consejo
de las Artes y de las Letras de Québec-FONCA 2007, en Montreal,
donde actualmente radica.