Javier Valdez Cárdenas,
Levantones. Historias reales de desaparecidos y víctimas
del narco,
Aguilar,
México, 2012,
304 pp.
Javier Valdez Cárdenas (Culiacán, 1967) se ha caracterizado
por humanizar a las víctimas del narcotráfico. Esas que
de manera tan insensible llamó el Mandatario mexicano ‘daños
colaterales’, de la absurda guerra que emprendió para legitimarse
a los ojos del pueblo.
El periodista sinaloense, corresponsal del diario La Jornada y reportero
fundador del semanario RíoDoce, fue reconocido en 2011
con el premio Maria Moors Cabot por la Universidad de Columbia, ‘por
su valiente cobertura del narco y ponerle nombre y rostro a las víctimas’.
En Levantones. Historias reales de desaparecidos y víctimas
del narco (Aguilar, 2012), el autor compila 33 crónicas
estremecedoras donde se registra la desventura de dichos personajes:
el que siembra la mota, el que la vende, el que la consume. El de la
madre buscando al hijo del que ya nada sabe. El de la buchona que ha
conocido el vértigo junto a su amante sicario. El del muchachito
confundido con el maleante que debe morir.
Como se explica en el prólogo: ‘El narco arrasa con todo.
Con la siembra de la droga también siembra la violencia, las
ejecuciones de inocentes, las venganzas más atroces, el dolor
más cabrón que el ser humano puede soportar: si el hecho
de tener un ser querido asesinado es una astilla feroz en el alma, no
saber si está vivo es una pesadilla con ojos abiertos, una amargura
cotidiana que atenaza’. (p. 15).
En la capital sinaloense, considerada la cuna del narcotráfico
por antonomasia, ocurren gran parte de los casos que el autor registra.
La violencia no discrimina; ya resulta ingenuo asegurar aquello de “el
que nada debe, nada teme”, porque ya miles la han pagado, debiéndola
o sin deberla. Y sus restos no hallan la paz ni un refugio decoroso
porque aparecen vueltos cachitos, tirados en lotes baldíos, o
son confiscados de la morgue.
‘En Culiacán y en otras ciudades manchadas por la violencia
generada del narcotráfico, desaparecer es no existir: morir es
una delicia frente a esta cada vez más generalizada práctica,
igualmente macabra y criminal, de privar de la libertad a una persona,
de desaparecerla’ (p. 73) refiere el periodista en su texto ‘Se
vende cadáver’, donde se relata el caso de Eloísa
Pérez Cibrián, quien tiene dos años buscando a
su joven hijo albañil, que nunca anduvo ‘chueco’,
que quería ser abogado y lloró cuando le anunciaron, al
terminar la secundaria, que ya no había para pagarle los estudios.
El título alude a que ‘personal del Servicio Médico
Forense recibe hasta dieciséis mil pesos mensuales a cambio de
favores a las empresas funerarias de Culiacán y diez mil pesos
por entrega rápida de cadáveres, de acuerdo con investigaciones
que al interior ha realizado personal adscrito al despacho del Procurador
General de Justicia del Estado’ (p. 82).
Numerosos jóvenes acuden a esta industria
ilegal por hambre, por ambición, o por querer sentir el vértigo
de empuñar una pistola, de tener una existencia alucinante, sin
importar el abrupto final. Como El G, quien declaró antes de
morir que era ‘insoportable’ llevar dos semanas sin cometer
asesinatos.
Los matones, al verse inactivos, roban, asaltan, secuestran, envalentonados
por la adrenalina y los enervantes. Como declara un menor que quiere
dejar el negocio: ‘(…) a los plebes les basta con que les
den carro y charola, o sea una clave para salir de broncas, y con eso
son felices… el dinero ahí se la averiguan cómo
le hacen para obtenerlo’ (p. 152). Otro chico declara que ‘los
sicarios aceptan pagos de quinientos pesos y un poco de mariguana por
matar a alguien’ (p. 156).
Con este nuevo libro, Valdez Cárdenas sigue oponiéndose
al ‘ejecutómetro’, que ‘ha contribuido a insensibilizar,
porque es un tratamiento frívolo, irresponsable e irrespetuoso,
sobre todo respecto a las víctimas’, como él mismo
declarara en entrevista conmigo acerca de su obra anterior, Los
morros del narco.
_________________________
DATOS DE LA AUTORA:
Elena Méndez (Culiacán, Sinaloa,
México, 1981).- Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas
por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Narradora. Redactora
de www.homines.com Subdirectora de www.revistaespiral.org Ha participado
en los talleres literarios de los escritores mexicanos María
Baranda, David Toscana, Cristina Rivera Garza, Andrés de Luna,
Federico Campbell, Anamari Gomís y Antonio Deltoro. Textos suyos
han sido publicados en España, Chile, México, Estados
Unidos, Brasil y Colombia.