Eve Gil,
El perrito de Lady Chatterley.
Cuentos casi completos y un bonus,
Col. Poliedro de El Búho,
Fundación René Avilés Fabila/
Instituto Politécnico Nacional,
México, 2009,
188 pp.
Eve
Gil (Hermosillo, 1968) es una narradora que ha privilegiado
el género novelístico dentro de su obra. Ello se debe,
según la propia autora declara, a que se siente incapaz de escribir
textos cortos. Sin embargo, tiene ya dos volúmenes de cuentos
en su haber: Sueños de Lot (Editorial Porrúa/Gobierno
Municipal de Tampico, 2007); La reina baila hasta morir (Ediciones
Fósforo, 2008).
Dichos volúmenes son recopilados en El perrito de Lady Chatterley.
Cuentos casi completos y un bonus. Se añaden, además,
‘Arsénico y caramelos’, relato incluido
en la antología La dulce hiel de la seducción
(2007) y el citado ‘bonus’, un texto nuevo: ‘Ella
adoraba las tormentas’.
Tanto Sueños de Lot como La reina baila hasta morir
poseen una sólida unidad temática: mientras que en el
primero se aborda el incesto –real o simbólico- y el complejo
de Electra, en el segundo la autora recurre a los cuentos de hadas,
parodiándolos.
Sus relatos suelen protagonizarse por personajes femeninos que incurren
en las más variadas transgresiones, como respuesta al mundo hostil
en que se desenvuelven.
En ‘Vocación de Electra’ -cuento que abre
Sueños de Lot-, Ifigenia, una joven actriz, liada con
su director, un hombre casado, devasta su cuerpo y su dignidad, de por
sí ya mancillados al haber sido violada por amigos de su madre
cuando pequeña.
‘Last
tango reloaded’ refiere un jocoso y sensual encuentro entre
una Gaby, una chica de abolengo y Pascal, un prostituto de lujo, ya
maduro, que bien podría ser su padre. Él se encargará
de desvirgarla, hecho trascendental para ambos, por revelársele
a Gaby el placer y por comprobarse a sí mismo que aún
es un hombre atractivo.
‘Kundera dixit’ es el tercer y último cuento
de Sueños de Lot. Nos muestra un encuentro casual entre Cronopio
y Aquamarina, una pareja que se ha conocido por internet y cuyo deseo
se desborda tras una mutua primera impresión fallida.
En contraste con el crudo realismo de Sueños de Lot,
en La reina baila hasta morir la autora se regodea en lo fantástico.
Como ella misma afirma, ha vivido obsesionada con los cuentos de hadas
desde niña, máxime cuando descubrió que sus versiones
originales distan años luz de aquellas edulcoradas que ha popularizado
Disney.
Así, Eve reescribe/parodia ‘La Cenicienta’,
‘Blanca Nieves y los siete enanos’, ‘Rumpelstiltskin’
y ‘Caperucita Roja’; asimismo, recurre a las leyendas
vampíricas.
‘Alicia o el diablo' trata de la conmovedora historia
de la otrora Liesselotte, quien fuera campeona de Rubik. Ella ha sido
recuperada por su familia tras años de haber sido raptada por
un hombre del cual se ha enamorado durante su convivencia. La pérdida
de su amado y la hostilidad de su madre la tornan inconsolable.
‘Cenicienta hardcore’ está protagonizado
por una promiscua actricita prefabricada, Lorna Villagrán, que
se venga de la explotación de su descubridor y marido acostándose
con tipos que levanta por internet.
‘Las abuelas’ está narrado desde la perspectiva
de una niña pequeña, cuyo fantasma procura atormentar
a su ‘abuela mala’, que para ella fue su lobo feroz.
‘Ataraxia’ trata del odio que Reina Cardoso, directora
del diario El Metropolitano, manifiesta hacia Nieves, la brillantísima
jefa de redacción, quien está enamorada de ella. Odio
que la hará atentar contra ésta, con algo más sofisticado
que manzanas envenenadas.
‘Cerridwen y las sirenas’ es el único relato
con un narrador-protagonista masculino, Arturo, quien comparte el acontecimiento
misterioso que lo hizo perder a su familia.
‘Claveles salvajes’ evoca la fascinación
que un espectáculo callejero de mimos despierta en Nelly, una
oficinista solterona, quien comparte luego esta experiencia con su mejor
amiga, Lili, sin imaginar el giro sobrenatural que tomarán las
cosas…
‘La culpa es de los bolcheviques’ cierra La
reina. En este relato, se hace un paralelismo entre la malograda
Anastasia, hija de los últimos Zares, y la extinta escritora
mexicana Elena
Garro, perseguida, exiliada, proscrita.
Por su parte, ‘Ella adoraba las tormentas’ es un
ambicioso texto que colinda con el ensayo –característica
propia de la narrativa evegiliana-. En él, una narradora-testigo,
la académica Larraine Mc Caughrean, analiza el epistolario virtual
sostenido durante seis meses entre dos afamados escritores, Ana Lizalde
y Orlando Linderos, en cuya singular relación asumen el reto
de ficcionalizarse el uno al otro, sublimando sus ansias eróticas
mediante alardes de erudición que revelan su otredad.
‘Arsénico y caramelos’
nos presenta a Emma, una Madame Bovary lesbiana, seducida por una brillante
y rebelde alumna suya, Portia, menor de edad, con quien entabla una
relación harto destructiva.
Eve Gil posee un estilo vertiginoso, delirante, truculento, sensual,
terriblemente irónico. Siempre afanado en deleitarse en la transgresión,
para bien de los lectores a quienes ha vuelto adictos a su prosa.
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DATOS DE LA AUTORA:
Elena Méndez (Culiacán, Sinaloa,
México, 1981).- Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas
por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Narradora. Redactora
de www.homines.com Subdirectora de www.revistaespiral.org Ha participado
en los talleres literarios de los escritores mexicanos María
Baranda, David Toscana, Cristina Rivera Garza, Andrés de Luna,
Federico Campbell, Anamari Gomís y Antonio Deltoro. Textos suyos
han sido publicados en España, Chile, México, Estados
Unidos, Brasil y Colombia.