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PIRANESI / SCHUITEN. Arquitectura, Comics y Clasicismo [3ª parte]
Luis Miguel Lus Arana
08/07/2007

De Piranesi a Schuiten: La Hipertrofia del estilo

IV.IV Piranesi, Escher y la construcción de lo imposible.
Perspectiva,visión y otros temas


‘Piranesi muestra claramente que la geometría euclidea
no representa para él la única solución arquitectónica. La
ruptura definitiva del artista con las leyes de la perspectiva
central es aquí eviente. Piranesi no sólo cambia el punto de
fuga de la pintura, sino que incluso adopta varios puntos
de fuga, causando el colapso literal del espacio euclideo.’

Ulya Vogt-Göknil.
 [1]


La obra de Piranesi, pese a su singularidad, se encuentra estrechamente vinculada a las corrientes de pensamiento que venían desarrollándose en el siglo XVIII. Una nueva visión del mundo empírica y subjetiva estaba entrando en conflicto con el ‘conocimiento objetivo’ y el idealismo heredados del Renacimiento. Con la publicación de ‘The Pleasures of Imagination’ (1712), una nueva puerta se abría para el perspectivismo y una concepción primordialmente visual de la experiencia y el placer. Lo inabarcable, la gran escala ganaban asimismo una progresiva importancia que culminaría en la reinvención de lo sublime por Kant [2]. No es sorprendente, pues, que todos estos conceptos aparezcan en unas Carceri que son, literalmente, ‘cárceles de la imaginación’. En la construcción perspectiva de éstas, Piranesi aplica sin dudarlo el método de Bibiena de la scena per il angolo, probablemente aprendido a través de las familias de diseñadores teatrales Valeriani o Zucchi. En este método la superposición de varios ejes de perspectiva produce un efecto de dilatación del espacio que sobrecoge al espectador. Las Carceri absorben al espectador al recrear la realidad de la experiencia perspectiva. Cuando éste desplaza la mirada, la perspectiva cambia con él. Como en una pintura cubista, el espacio interior reacciona ante el observador, ofreciendo un punto de vista constantemente cambiante, con fugas igualmente cambiantes. El espacio interior de las prisiones está hecho de sucesos, de partes –y miradas- individuales orquestadas en un esquema, pero que no se pliegan a la tiranía de éste, teniendo como resultado la aparición de un movimiento y una tensión internos que responden a esta lucha entre unidad e individualidad. En palabras de Andreas Huyssen, ‘Piranesi se negó a representar un homogéneo espacio iluminado (Ilustrado) en el que encima y debajo, dentro y fuera, pudieran ser claramente distinguidos. (...) masivas y estáticas en su encajonamiento, las prisiones sugieren aun así movimiento y transición, un adelante y atrás, arriba y abajo que desconcierta la mirada del espectador’. Pero, a diferencia de los cubistas, Piranesi no hace bandera de esta discontinuidad. Como Escher, Piranesi crea continuidades imposibles que producen un efecto desasosegante [3] : ‘(...) Ulya Vogt-Göknil ha mostrado cómo espacios tridimensionales se transforman en planos bidimensionales, cómo las profundidades son desmanteladas, y las anchuras menguan’ [4]. En Schuiten, por el contrario, no existe esta búsqueda de la paradoja espacial, de la discordancia narrativa (por ‘performativa’, si se me permite el anglicismo) o de la exageración escenográfica. Schuiten completa el ciclo, reconvirtiendo en un espacio geométricamente coherente y estable el espacio Piranesiano, proveniente de la distorsión del espacio euclídeo. Schuiten crea, así, una veduta de la veduta.

‘(...) En las Carceri, el constreñimiento no proviene
de la ausencia de espacio, sino de su apertura al infinito.’

Manfredo Tafuri.

Pero sí hay una obsesión con la representación del infinito (una ‘sucesión y uniformidad de las partes capaz de construir un infinito artificial’, de acuerdo con Tafuri) que también encontramos en E.C. Escher y en Schuiten, una ruptura con la geometría euclídea que multiplica las dimensiones en una hoja de papel; un doblar y desdoblar el espacio sobre sí mismo sin que colapse, como la red que coexiste en el mismo espacio ocupado por Urbicanda.


IV.V De máquinas y de hombres.
La figura humana y los inventos en Schuiten y Piranesi

‘La Torre parece, pues, ser un espacio lúdico,
o más bien un espacio narrativo y experimental
en el que ambos autores explotan las posibilidades
del medio, juegan con los diferentes significados de
conceptos tales como el mismo de ‘Ciudad Oscura’,
de laberinto o de cuadro; manipulan las imágenes.’
 [5]


Piranesi y Schuiten, el dramaturgo y el contador de historias

En ambos mundos, el de las Carceri y el de La Tour, la figura humana es el contrapunto necesario para reforzar su identidad. En Piranesi, la crítica ha señalado frecuentemente su tendencia hacia la representación de una humanidad degradada. El ser humano es caricaturizado y dibujado en su condición más oscura, patética y extrema. En sus grabados, el italiano introdujo lisiados, mendigos, jorobados, representantes de la miseria que en las Carceri se convertían en torturados prisioneros, como esclavos romanos bajo castigo [6]. Las cárceles han sido calificadas de ‘prigione pittoresca’ (Paolo Contessi). Hylton Thomas argumentaba que, en lugar de ‘naturalezas muertas’, Piranesi grababa ‘arquitecturas muertas’ [7]. Sin embargo, las Carceri no pueden estar más vivas. Más allá de su naturaleza de composiciones perfectamente estudiadas, las Carceri son un vórtice que atrae al espectador hacia ellas, haciendo de él un actor más. Las cárceles están perpetuamente abarrotadas de gente, como los dibujos de Escher o una sección de Norman Foster. Pero su papel excede al de estos últimos. Las multitudes de éstos tiene un rol primordialmente indicativo: en el primero, ayudan a situar visualmente el plano del suelo, haciendo manifiesta la incómoda anormalidad del espacio. En el segundo, subrayan la presencia de los espacios comunes y dan escala. Estas funciones se dan en las Carceri como en cualquier otra representación arquitectónica, pero el papel de la figura humana no es únicamente subsidiario. Los desheredados de Piranesi dan carta de realidad a las prisiones, como embajadores del observador en éstas, impregnándose en el proceso de las cualidades de un espacio mutante en el que la escala se dilata y contrae al ritmo de la mirada.


Le Citate de l’invenzione (De Obscurae Civitatis): atmósfera, escenario y realidad


'No conozco nada que sea sublime y que no
esté relacionado con la sensación de poder; esta
rama procede naturalmente... del terror, el origen
común de todo aquello que es sublime’

Edmund Burke [8]

Por el contrario, la Torre de Schuiten, y sus ciudades, están vacías. Incluso las pocas gentes que encontramos en ellas nos resultan alienados de su entorno, como ajenos al lugar, como pertenecientes a otro plano diferente de realidad del que hubieran sido arrancados, en un cruel experimento. Las Ciudades Oscuras retoman el tema romántico de ‘el hombre frente a la naturaleza’. En la figura de Giovanni contemplando el horizonte construido de una torre que se pierde en la inmensidad encontramos al caminante sobre el mar de niebla (1817-18) de Caspar David Friedrich, transformado en ‘el hombre frente a la arquitectura’, o mejor, ‘el hombre contra lo urbano’. Los personajes de los mundos de Schuiten son también esclavos. Cuando uno lee Aux médianes de Cymbiola, Les murailles de Samaris, La fièvre d'Urbicande, L'archiviste o La tour, no puede evitar una cierta sensación de inevitabilidad. En el mundo de las Cités Obscures la arquitectura toma el control, es el personaje principal, y los seres humanos no son sino marionetas, cuyo destino es controlado por las ciudades que habitan, pero a las que no pertenecen.

En las Carceri de Piranesi, hombre y arquitectura pertenecen a la misma realidad. La nimiedad del primero refuerza la grandiosidad de la segunda, en una relación simbiótica que los entreteje, creándose una representación, no en cuanto a imagen, sino a performance arquitectónica. En los escenarios de Schuiten, se da una curiosa variación del Principio Estereoscópico de Campbell tal como lo define Thierry Smolderen [9]. En sus ciudades, miramos efectivamente al mundo desde nuestra posición de lectores omniscientes, pero también desde los ojos del personaje principal. Sin embargo, esto no resulta en empatía alguna. El negro y opresivo mundo de le Carceri es más visceralmente cercano a nosotros que las no tan negras, sino Oscuras Ciudades de Schuiten, y sus caricaturizados habitantes nos resultan más reales. Dibujados en un estilo naturalista, preciso y frío, los personajes de Schuiten parecen autómatas, seres artificiales que deambulan en un entorno urbano e inhumano.

Por más teatrales y dramáticas que sean, el drama de las carceri nos es familiar. Por el contrario, hay algo inhumano, maquinal, en el mundo oscuro. Si bien hemos comentado la doble naturaleza de las Carceri como escenario teatral y personaje protagonista, es en Urbicanda, Xhystos, Samaris o Brüssel donde encontramos la insoportable artificialidad, la sensación de «realidad congelada» que sólo un decorado puede transmitir

Como Tafuri apunta, el amenazante uso de máquinas por parte de Piranesi puede ser una reacción crítica –inconsciente o no - a la «atmósfera de culto a la máquina del siglo XVIII (...) con su antinaturalismo y escepticism » mezclada con su anhelo de Justicia Romana (y ahí, la celebración de la tortura de la Lámina II). Pero también explica la presencia de la figura humana « más para acentuar el funcionamiento de las máquinas que para comunicar la experiencia del tormento ». También Giovanni encuentra máquinas (Figura XVIII) en su ascensión por la Torre (« a veces incluso descubríamos curiosas máquinas cuyo uso no era capaz de adivinar »). Pero los mecanismos que descubren, ¿son máquinas de construcción o de tortura? ¿Son grúas y poleas, o patíbulos ? Quizá ambos. Schuiten muestra en sus historias la pasión por la maquinaria de un relojero suizo. Ruedas dentadas, cuerdas, poleas, manómetros, motores de vapor y relojes se combinan para hablar de un optimismo mecánico procedente del XIX, de Verne, y, en La Tour, de Leonardo. Pero esta fascinación tiene su lado escalofriante cuando impregna al mundo entero, cuando también la ciudad, o las personas, son mecanismos animados, En Samaris es la propia ciudad, como máquina viviente, la que atrapa a sus visitantes, no las ocultas –pero vivas- fuerzas que se ocultan tras una cualquiera Ciudad Oscura [10].


V. Piranesi y Schuiten: el futuro en el pasado
Perspectiva, prospectiva y el problema de Autonomía

‘Je me méfie beaucoup de l'imagination soit-disant
pure. (...) Pour créer un univers fantastique, j'ai
besoin d'avoir une foule d'éléments de référence,
ce faisant je m'instruis, je continue à apprendre.’

François Schuiten [11]

‘No os agotaré repitiéndoos una vez más la maravilla que
sentí al observar los edificios romanos de cerca, la absoluta
perfección de sus partes, la rareza e inconmensurable cantidad
de mármol que puede encontrarse en todas partes, o el vasto
espacio, una vez ocupado por los circos, los foros y los palacios
imperiales: os diré solamente que aquellas ruinas vivientes,
parlantes, llenaron mi espíritu con imágenes tales que ni siquiera
los magistrales dibujos del inmortal Paladio, que tenía conmigo
en todo momento, podían recrear en mí. Es por ello que he tenido
la idea de hablarle al mundo de algunos de estos edificios.’

Giambattista Piranesi [12]

A lo largo de su vida, Giambattista Piranesi excavó Roma en busca de un pasado que reconstruir. En la antigüedad romana buscó la vitalidad, grandeza y el encanto de una Etruria mítica que le daría carta de legitimidad para superar el corsé que suponía la codificación del clasicismo de Winkelmann. Piranesi era plenamente consciente del valor pedagógico de sus vedute, pero no como meras réplicas de una antigüedad de la que aprender. El legado de Piranesi fue el de sus invenciones [13], no sólo en lo relativo a la creación de un estilo, sino de una nueva concepción del espacio y la individualidad. Como Picaso, Piranesi ofreció un nuevo modo de mirar. Ambos poseyeron una mirada que escrutaba la realidad con un enfoque caleidoscópico que iba más allá de los problemas de estilo o zeitgeist.

Si trazos de las Carceri pueden apreciarse en los espacios de Peter Eisenman (Wexner Center for the Visual Arts, Ohio, 1989), y la performative architecture que Jeff Kipnis identifica en Rem Koolhaas busca crear eventos por medio de un efectivo transprograming, la Urbicanda de Schuiten materializa la intertextualidad barthesiana (heredada a través de Peeters) que Tschumi buscaba metafóricamente en La Villette. Como Eisenman o Rossi, Piranesi buscaba una autenticidad del estilo y el espacio que sólo es posible en la libertad del dibujo o la imaginación. Como Andreas Huyssen señala, ‘(...) las Carceri presentan (...) espacios puramente arquitectónicos alejados de la naturaleza, complejas salas interiores que parecen ser, parte ruina, parte edificios inacabados’ [14].

Cuando Milena y Giovanni escapan de la Torre, ésta se desmorona, literalmente deja de existir. El universo en blanco y negro del ensueño de la arquitectura da paso a la colorida, aunque mundana, realidad. La Torre existe en una realidad en la que la coherencia de un megalomaníaco mundo imaginado se sostiene por la voluntad del soñador. Según Kupfer, la Torre presenta un argumento sobre los límites de la arquitectura y el intelecto humano.

Como Piranesi, también Schuiten recupera en sus trabajos la herencia de una tradición que reinventa, poniendo en diálogo los diferentes estilos históricos, mezclándolos y desarrollándolos hasta llegar a un grado de terminación, de saturación, de hipertrofia. En La Torre, Schuiten construye un edificio-ciudad- mundo que nos transforma en voyeurs de una realidad surgida del sueño del estilo, un sueño que, en el caso de Piranesi, el cómic parece capaz de evocar más fácilmente que la arquitectura construida o el cine. Schuiten traslada a las páginas de su novela gráfica parte del ímpetu narrativo de las Carceri, simplificándolas, pero reivindicando su esencia y su presencia. En la Torre Schuiten recrea la experiencia de la superposición, el collage, la heterotopía, para un espectador que contempla la arquitectura desde la soledad, como pasajero en el cuerpo de los desesperadamente aislados personajes de sus libros. Con su anacrónica, habilidosa artesanía, Schuiten inventa un Grand Tour a través del imaginario piranesiano con una tactilidad olvidada en la era digital.




BIBLIOGRAFÍA

I. Bibliografía seleccionada sobre Giambattista Piranesi

ALFIERI, M. ‘Il complesso del Priorato all’Aventino.’ In P.Santoro et al., eds. Piranesi nei luoghi di Piranesi. Rome, 1979, 4ff.

CONTESSi, Gianni. Scritture Disegnate. Arte, Architettura e Didattica da Piranesi a Ruskin. Serie ‘Nuovi Saggi’. Edizioni Dedalo, Bari. 2003.

DE QUINCEY, Thomas. Confessions of an English opium-eater and other writings. Edited with an introduction and notes by Grevel Lindop. Oxford: Oxford University Press, 1998.

EISENSTEIN, Sergei. ‘Piranesi, or The Fluidity of Forms’ in ‘The Sphere and the Labyrinth’. Cambridge, MA, 1987. First appearance in Oppositions 11. The Institute for Architecture and Urban Studies/ MIT Press, 1978.

FICACCI, Luigi. Piranesi: The Complete Etchings. Köln ; New York : Taschen, c2000.

KAUFMANN, E. ‘Piranesi, Algarotti, and Lodoli (A Controversy in 18th Century Venice)’ GBA (1955).

KIEVEN, E. VON. Bernini bis Piranesi. Romische Architekturzeichnungen der Barock. Stuttgart, 1993.

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PAZZI, Sandro (a cura di). Giovanni Battista Piranesi : stampe del Gabinetto delle stampe e dei disegni della Biblioteca comunale di Fermo: Fermo, Chiesa del Carmine dal 19 luglio al 23 novembre 2003 (Texts by, Maria Chiara Leonori, Anna Lo Bianco). Italy : s.n., 2003

PERONA SÁNCHEZ, Jesús J. La Utopía Antigua de Piranesi. Universidad de Murcia. Servicio de Publicaciones. Murcia, 1996.

PIRANESI, Giovanni Battista. ‘Parere su’llArchitettura’ (1756) in Oppositions. Spring, 1984. 5-25.

TAFURI, Manfredo. ‘The Wicked Architect: G.B. Piranesi, Heterotopia and the Voyage' in 'The Sphere and the Labyrinth’. Cambridge, MA, 1987. 25-35.

THOMAS, Hylton. The Drawings of Giovanni Battista Piranesi. Faber and Faber, 1954

VV.AA. Piranesi (Giambattista Piranesi: Le Antichità Romane, Carceri, Alcune Vedute di Archi Trionfali, Vedute di Roma). The Montreal Museum of Fine Arts – Fondazione Antonio Mazzotta. 2001.

VV.AA. Giovanni Battista Piranesi: Faszination und Ausstrahlung: Begleitpublikation zur Ausstellung im Grassimuseum Leipzig/Museum für Kunsthandwerk. Leipzig, Das Museum, 1994.

WITTKOWER, Rudolf. ‘Piranesi as an architect’ in Studies in the Italian Baroque. London, 1975. 247-58.

II. Bibliografía seleccionada sobre François Schuiten

CASTRO, Roland ; Peeters, Benoît; Schuiten, François: «Un lieu d'images» in 'Connaissance des arts' n.460, June 1990, pp.80-87

GROENSTEEN, Thierry. «Schuiten», in ‘Le cahiers de la bande dessinee’, n.56, 1984.

LAMEIRAS, João Miguel; SANTOS, João Ramalho; SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. As cidades visíveis: a história do 1o. Congresso sobre as cidades obscuras de Schuiten e Peeters e dos estranhos acontecimentos que aí ocorreram. Organização de João Miguel Lameiras e João Ramalho Santos, com ilustrações de François Schuiten e posfácio de Benoît Peeters. Lisboa: Edições Cotovia : Bedeteca de Lisboa, 1998.

PEETERS, Benoît; SCHUITEN, François. Maison Autrique : metamorphosis of an Art nouveau house. Translation, Marie-Françoise Pinteaux-Jones; photographs, Marie-Françoise Plissart ; lay-out : Martine Gillet. Bruxelles: Les impressions nouvelles, c.2004.

VERNE, Jules. Paris au XXe siècle ; suivi de, Une ville idéale. Illustrations par François Schuiten; établissement du texte Véronique Bedin et Piero Gondolo della Riva ; [édition, Véronique Bedin avec Marianne Lechapt]. Paris: Hachette, c1995.

VV.AA. Schuiten & Peeters. Autour des Cités Obscures, Mosquito, 1994.

III. Bibliografía seleccionada de François Schuiten

III.I. Mutations

SCHUITEN, François; RENARD, Claude. Aux médianes de Cymbiola. Les Humanoïdes Associés, 1980.

SCHUITEN, François; RENARD, Claude. Le Rail, Les Humanoïdes Associés, 1982

III.II. Les Terres creuses

SCHUITEN, François; SCHUITEN, Luc. Les Terres creuses (I): Carapaces, Les Humanoïdes Associés, 1981

SCHUITEN, François; SCHUITEN, Luc. Les Terres creuses (II) : Zara, Les Humanoïdes Associés, 1985

SCHUITEN, François; SCHUITEN, Luc. Les Terres creuses(III) : Nogegon, Les Humanoïdes Associés, 1990

III.III Les Cités Obscures:

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Les murailles de Samaris, Casterman. Tournai. June,1983.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. La fièvre d'Urbicande. Casterman, Tournai. 1985.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. ; SMOLDEREN, Thierry. Le mystère d'Urbicande, par Régis de Brok,) Presses de l'Académie des Sciences de Brüsel, reprint Schlirfbook. 1985.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. L'archiviste, Casterman. Tournai. 1987.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. La tour, Casterman. Tournai. 1987.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. La route d'Armilia, Casterman. Tournai. 1988.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Encyclopédie des transports présents et à venir par Axel Wappendorf, Casterman. Tournai. 1988.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Le musée A. Desombres : catalogue raisonné des oeuvres et des biens ayant appartenu a Augustin Desombres, François Schuiten, Benoît Peeters, Marie-Françoise Plissart, F. Young, T. Génicot. Casterman, Tournai. 1990.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Brüsel. Casterman, Tournai. 1992.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. L'écho des cités. Casterman, Tournai. 1993.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. L'enfant penchée. Casterman, Tournai. 1995.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Le guide des Cités obscures. Casterman, Tournai. 1996.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. L'ombre d'un homme. Casterman, Tournai. 1999.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Voyages en Utopie. Casterman, Tournai. November, 2000.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. La Frontière invisible, tome 1. Casterman, Tournai. 2002.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. La Frontière invisible, tome 2. Casterman, Tournai. 2004.

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Book of Schuiten . Translated by Catherine Mc Millan. NBM Publishing Company. 2004

SCHUITEN, François; PEETERS, Benoît. Les Portes du Possible . Casterman, Tournai. October, 2005

Índice iconográfico

LÁMINA XVII. El voyeur interior. Giambattista, en su 'libre deambular a través de las Carceri' nos
ofrece imágenes del 'espacio absoluto' de Newton..

LÁMINA XVIII. El ingeniero y el relojero suizo. Giovanni encuentra la maquinaria utilizada por los
' pioneros' para construir La Torre..

LÁMINA XIX. Donde la cárcel termina. El centro de la Torre y el final del viaje de Giovanni, una
entrópica espiral que desciende hasta el origen.

LÁMINA XX. The book of Prisons: Ilustración publicada en The Book of Schuiten (Schuiten, François; Peeters,
Benoît. Book of Schuiten . Traducción al inglés de Catherine Mc Millan. NBM Publishing Company. 2004).


COPYRIGHT DE LAS IMÁGENES

'“Le dernier spartiate' y 'Les légions perdues' © Casterman. Copyright sobre la edición en castellano: 'Las legiones perdidas' © Oikos-Tau, Barcelona, 1970.

'Les Lauriers de César' © Dargaud. Copyright sobre la edición en castellano: 'Los Laureles del César' © Grijalbo-Dargaud, Barcelona, 1972.

'Opera Boum' © Alex Varenne

'Les Murailles de Samaris', 'La fièvre d'Urbicande', 'La Tour', 'L’Archiviste' © Casterman. Copyright sobre la edición portuguesa: 'As Muralhas de Samaris' © Witloof Ediçoes, Abril de 2003. Copyright sobre la edición española 'La torre'© Eurocomic, Madrid, 1988.

'Book of Schuiten'© NBM Publishing Company. 2004.



 [1] En Vogt-Göknil, Ulya ; Giovanni Battista Piranesi: 'Carceri'. Zürich. Origo-Verl. 1958.

[2] Immanuel Kant, Crítica del Juicio (1790).

[3] En su ensayo, Tafuri también cita a May Sekler: 'En la descripción de la prisión, un estímulo mucho más efectivo que las alusiones a su aspecto diabólico es la sustitución e incluso la destrucción de lo que se lleva a creer y suponer al observador (...) Lo que parece coherente a primera vista, se desintegra cuando se examina con detenimiento: la mente es finalmente derrotada en su intento de racionalizar lo irracional.' En Sekler, Patricia May. 'Giovanni Battista Piranesi’s Carceri:Etchings and Related Drawings'. The Art Quaterly 25, no. 4 (1962). Pp. 331-336.  

[4] Una de las paradojas espaciales más desasoegantes es la que Ulya Vogt-Göknil destaca en la lámina XIV, donde la presencia de las escaleras en la esquina inferior izquierda contradice la condición coplanar de los pilares, de un modo totalmente 'Escheriano'. Tal y como el autor concluye, 'el espacio ocupado por el tramo de escaleras, realmente, no existe.'.

[5] En Thibault, Franck. Obscurae Civitates et Phantasticae Imagines: Visite égarée de 'La Tour' de Schuiten & Peeters. Sept. 2001.

[6] Comparar, con los prisioneros capturados y la posterior celebración 'mantis religiosa' que Schuiten recrea en Zara. Schuiten, François; Schuiten, Luc. Les Terres creuses (II): Zara, François Schuiten, L. Schuiten, Les Humanoïdes Associés, 1985.

[7] Introducción. Thomas, Hylton. The Drawings of Giovanni Battista Piranesi. Faber and Faber, 1954.

[8] En Enquiry into... the Sublime and the Beautiful (1756). La cita es de Tafuri.

[9] SMOLDEREN, Thierry. HISTOIRES EN FORME DE PLANETES, DE VILLES ET DE BATEAUX (les Cahiers de la Bande Dessinée n°69, Mayo-Junio 1986).

[10] La refacción perpetua de un paisaje urbano impostor sería explorada posteriormente en la curiosamente homónima Dark City , de Alex Proyas, si bien con un acercamiento más cercano a la ciencia ficción que, aun así, evoca la matafísica Samaris. Ver Proyas, Alex. Dark City, New Line Cinema, 1998.

[11] En VV.AA. Schuiten & Peeters. Autour des Cités Obscures, Mosquito, 1994. P. 82.

[12] En Prima parte de architetture e prospettive (1743).

[13] En palabras de Tafuri, 'La invención, fijada (...) por medio del grabado, hace concreto el papel de la utopía, que es el de presentar una alternativa que se aleje de las condiciones históricas reales, que pretenda existir en una dimensión metahistórica – pero únicamente para proyectar en el futuro(...) las contradicciones del presente.'

[14] Huyssen, Andreas. 'Nostalgia for Ruins' in Grey Room 23. MIT, Cambridge. Spring 2006, pp. 6-21.