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New York: Voluntad figurativa
Ramón Almela
03/02/2011


El frío en las calles de Nueva York congela el pensamiento, envuelve todo en un aura de recogimiento. La acostumbrada apertura despejada y espontánea en público se transforma en clausura bajo prendas de abrigo cubiertos con todo tipo de elementos que protegen de la menor exposición de la piel al viento hiriente. Las actividades prosiguen sin cesar, pero las calles se transforman en paso y circulación acelerada, aunque no dejan de ofrecer peculiaridades y atractivos para la mirada atenta. Pero, un aire de tensión domina entre mucha población. Se palpa la infelicidad de muchos individuos con los que hay que interaccionar inevitablemente entre compras y transporte. La tirantez y el desdén predominan en la atención de los servicios en la ciudad. Todo se sobrelleva, el frío y la descortesía, en esa exploración artística de las posibilidades que este conglomerado urbano ofrece.

    

El conjunto de galerías y museos continúa el ritmo que define la ciudad. Nada se estanca, y el arte, de la mano de la miríada de artistas activos, sigue proporcionando los canales de reflexión sobre la actividad vital de la sociedad.

Aunque no se puede generalizar una tendencia dominante con la amplitud de expresiones en un ámbito donde se reúnen actitudes culturales distantes, se pueden identificar en un recorrido por las predominantes galerías de arte actual varios elementos unificadores de las manifestaciones artísticas expuestas. Muchas de las obras convergen en la disciplina de la fotografía con una carga de contacto con la realidad, una voluntad figurativa, que cuestiona desde los intereses del mercado del arte hasta la guerra contra el terrorismo pasando por la indagación de lo cotidiano, con un toque de trascendencia y belleza, inclinaciones por lo gótico contemporáneo. La tecnología de las pantallas digitales planas, otra materialización de la adoración de la mirada gótica hacia la luz, se extiende como dispositivo para mostrar obras de video apuntando a la incorporación objetual de estos monitores que constituyen por sí mismos una atracción visual.

La misma figuración como voluntad se bifurca hacia las tendencias de la desmaterialización del objeto pugnando por la representación inmersa en lo cotidiano sin perder lo cautivante de lo artístico. Las obras se mueven en esa delgada frontera donde algo deja de ser lo que parece y puede ser otra cosa. La imagen de lo común desde las disciplinas dominantes de la pintura y la fotografía, junto a la recuperación de lo artesanal a través de instalaciones o piezas individuales pernea en muchas expresiones. Una ciudad que destila figuración en la abstracción de lo real-cotidiano.


     

Acercarse a una actividad plástica tan densa como sucede en la ciudad de Nueva York será ineludiblemente fragmentada; no se llega a abarcar las múltiples situaciones plásticas limitados por el tiempo y el espacio, pero aún así deja rastro de un determinado aroma visual; esos elementos destacados que permanecen en la memoria cuando pasa el tiempo de la visita y que serán el eje de la reflexión.

La particularidad del espacio y calles neoyorkinas ofrece incitaciones visuales que se acercan a los parámetros del arte reafirmando la creciente fusión entre arte y vida común. Quizás una visión ajena al ámbito cotidiano de la ciudad selecciona con acierto esos datos que proliferan, pero que resultan asimilados para el que vive inserto entre ellos, y que no los extrae en su propio ámbito. Así, desde el automóvil publicidad rodante del teatro-restaurante Jekyll & Hyde hasta las agrupaciones objetuales abandonadas, pasando por los habitantes locales con peculiares atuendos, todos convocan la mirada.

  "Banners of persuasion" en la galería James Cohan

Otro de los hechos que conmueven la reflexión estética conduciendo el pensamiento acerca de la desmaterialización del arte y el espacio humano es la presentación en el Museo Guggenheim de una intervención de Tino Sehgal que crea experiencias interactivas que resultan difíciles de definirse inicialmente como obra de arte. No envuelven ni instrucciones escritas, transformación de material o archivo de imágenes (No se permiten, ni el artista realiza registros fotográficos) y, sin embargo, son adquiridas por museos y galerías. Para el 50 aniversario del edificio del Museo, realizado por Frank Lloyd Wright, creó una obra con una situación específica. Al entrar al inmenso vacío del museo, el visitante se encontraba con una pareja de bailarines desarrollando movimientos pausados y cadenciosos con una fuerte carga erótica de disfrute sensual entre caricias y entrelazamiento corporal..., nada más. El público no cesaba de circular por la elipse ascendente del edificio no hallando -por primera vez en su historia- ninguna obra de arte, sólo encontraba al público mismo y el espacio arquitectónico que ahora interactuaba como parte de la situación creada. La coreografía de los bailarines se mantenía continua durante dos horas hasta ser reemplazados por otros dos que ejecutaban la misma secuencia de movimientos seductores de abrazos, besos y caricias extendiéndolas entre posturas en pie y tendidos.

Tino Seghal con su obra de coreografía continua actuada por dos bailarines en el medio del espacio del Museo Guggenheim de Manhattan  Tino Seghal con su obra de coreografía continua actuada por dos bailarines en el medio del espacio del Museo Guggenheim de Manhattan  Tino Seghal con su obra de coreografía continua actuada por dos bailarines en el medio del espacio del Museo Guggenheim de Manhattan

Otra de las exposiciones que, insertándose en el espacio museístico gana la legitimación del arte, a pesar de ser recriminada, es la retrospectiva del realizador de cine, Tim Burton en el Museo de Arte Moderno. Su inquietud artística le llevó a que su obra rebasara los límites de la ilustración y la cinematografía fundiendo el entretenimiento con la creación de mundos singulares donde lo adolescente y lo adulto interaccionan entre sentimientos, cinismo y humor. Es la expresión de un niño formado en una familia disfuncional que canalizó su soledad, dolor y pena en dibujos que se convirtieron en películas con protagonistas que triunfan o sucumben ante un mundo de reprimente mediocridad. Más de 700 objetos raramente vistos se muestran entre dibujos y esculturas que fueron germen de la realización de sus películas inspirados en una cultura pop surrealista desarrollados en sus 27 años de carrera (Durante 4 años trabajó como animador en Disney). Su línea se acerca, sin pretensión de configurarse como obra, a las creaciones de Takashi Murakami y Jeff Koons ¿Todavía queda duda sobre si la ilustración se concibe como obra de arte, cuando se le niega ese rango en base a que su función es ser reproducida, o porque responde a una idea comunicativa?

La impresión generalizada de que el arte ha perdido contacto con la realidad anima a muchos artistas a tratar asuntos reales. De ahí esa voluntad figurativa, esa intención de realidad, que no está limitada a la existencia de elementos reconocibles, sino que se extiende hasta la vivencia de la experiencia y de los objetos.

Tim Burton en el Museo de Arte Moderno Tim Burton en el Museo de Arte Moderno Tim Burton en el Museo de Arte Moderno

Una de las muestras que permanecen en la memoria después del recorrido por New York es la de un artista mexicano, Gabriel Orozco, que se orienta desde la actitud de plasmar vivencias: sus fotografías son el vínculo comunicativo de la experiencia vivida. Un personaje que se define a través del constante desplazamiento y en el desarrollo de ideas plásticas nacidas desde la interacción con los objetos que lo rodean.

Una caja de zapatos vacía fue resultado de una operación de síntesis recopilando objetos con intención exploratoria en ese esfuerzo de estar en contacto con la realidad. Al reunir los objetos, utilizando cajas de zapatos, se percató de lo interesante que era la caja vacía... asimismo ocurrió con el acto de oprimir una masa de barro con las manos; es observando y extrayendo de la realidad los aspectos que pasan desapercibidos por donde destacan sus operaciones plásticas. Su exposición -gracias a CONACULTA y Televisa- en el Museo de Arte Moderno, donde resalta el esqueleto de la ballena trasladado desde la Biblioteca Vasconcelos de México DF y una amplia instalación de grabados, se muestra con una excelente museografía resultando un buen acercamiento a la dinámica del objeto y las estrategias de intervención y selección que han impulsado la metodología de Gabriel Orozco.

Gabriel Orozco. "Mobile Matrix" grafito sobre esqueleto de ballena. 2006 Gabriel Orozco. "Caja de zapatos vacía" 1993  



El objeto también es recontextualizado por otro mexicano, Adolfo Patiño, poco difundido y fallecido en 2005, que aparece en estos días en la galería Ramis Barquet. Sus piezas, que siguen la estética de las cajas de Joseph Cornell, son denominadas ‘Frames of Reference’. A través de un conjunto de objetos encerrados en cajas con forma cuadrangular o triangular aborda temas políticos y autobiográficos con desinhibición y sátira elevando la plástica al rango de poesía visual significativa.


La fuerza de voluntad figurativa y del deseo del arte de hablar sobre la vida, lleva la fotografía a los terrenos de la belleza, siempre en entredicho, que es de nuevo reclamada explorando temas de raza y clase social a través de la fotografía de Erwin Olaf un fotógrafo de publicidad comercial que desde el fotoperiodismo y la imagen de estudio se ha impuesto en el arte por sus controvertidas series. En la galería se muestran: Dawn & Dusk, y Hotel. En Dawn & Dusk, los ámbitos luminosos y tenebrosos forjan desde la idiosincrasia de la raza blanca y la negra la opuesta visión de educación y vida. Con Hotel, la erótica intimidad de la habitación de hotel crea el ámbito para la pose fabricada de modelos sutilmente atractivos.

En medio de la preeminencia tecnológica, la continuidad y recuperación de lo moderno como impulso emancipatorio de las prácticas de producción simbólica se va oponiendo a la hegemonía de lo postmoderno; una actitud postmoderna -vacía de renovación- con inclinación homogénea en lo visual, moda de la industria cultural, que ha perdido la actitud controvertida y crítica inicial. Los artistas ahondan en estas reflexiones buscando el desarrollo y el ‘progreso’ articulando nuevas ideas bajo formas discursivas de conocidas disciplinas.

Erwin Olaf, Fashion Victims (2000) Erwin Olaf, Fashion Victims (2000) Erwin Olaf . De la serie "Hotel" Erwin Olaf . Muestra de obra de video de la serie "Dawn & Dusk" en dos pantallas LSD

Una exposición de la galería Marlborough ‘Look Again’ (Mira otra vez) aborda artistas que actúan perturbando expectativas del espectador sobre la obra de arte al encontrarla fuera de su contexto, reapropiando, y subvirtiendo el significado del arte. Estas piezas reinterpretan temas familiares o adoptan el estilo de maestros modernos difundiendo esta crítica a la razón estética con artistas emergentes y consolidados.

Y en esta recuperación de lo moderno, ‘Banners of persuasion’, una muestra de la técnica de tapices de seda o lana hechos a mano, desusada, asociada a la decoración y descartada por el arte en esta era de la imagen electrónica y producción mecánica, es replanteada con artistas renombrados componiendo una panorámica interesante en la galería James Cohan. Entre paisajes ficticios, abstracciones y conflictos del terrorismo, raza y género los diferenciados estilos son volcados como historias y relatos gráficos.

Asimismo, la cerámica es revalidada con la atención a Viola Frey que, después de su obra en la galería Nancy Hoffman, se abre su retrospectiva en el ‘Museum of Arts & Design’. Ya fallecida, es conocida por la monumentalidad de sus figuras vistiendo trajes de negocio y atuendos con una extraña e imponente presencia física de innegable, feo e inquietante, estilo caricaturesco.

La abstracción pictórica se reafirma en los últimos años, con una distinguible dualidad propositiva: lo múltiple orgánico o la formalización geométrica. Varias galerías exploran las diversas opciones que el espectador aborda como diálogo entre plástica y realidad como con William Daniels que con piezas de pequeña escala instaladas en la monumental galería Luhring Augustine, representa complejas composiciones de color y forma partiendo de modelos fotografiados de papel aluminio donde la luz reverbera en múltiples resplandores colorísticos.

Emulando la combinación ecléctica de los D`js musicales, Martin Denker en la galería Bruce Silverstein crea gigantes e intrincados collages de imágenes en una tónica pop volcando sus experiencias vitales bajo un caótico estilo eminentemente orgánico. Josh Dorman, en resonancia estilística, se inclina a la combinación compositiva desde las formas naturales que se entrelazan armónicamente con objetos artificiales que presenta en la galería Mary Ryan desde una densa narrativa entre mapas, objetos y paisajes.

Recurriendo a las composiciones geométricas abstractas derivadas de la percepción del espacio arquitectónico, Christian Hellmich, presenta en la galería Lemann Maupin una muestra contundente donde el color se ensambla con aciertos de organización estética bajo una dinámica de líneas y texturas.

Y en la óptica de Richard Diebenkorn, Frances Barth presenta en la galería Sundaram Tagore campos de color fuertemente horizontales desgranando vibrantes sinfonías de formas estratificadas, terrenos de luminosidad y calma que obliga a la mirada a recorrerlos como secuencias temporales.

New York, la figuración como voluntad que insiste en hablar de la vida sin cejar su endiablado ritmo urbano que el arte prosigue apuntando a una recuperación del proyecto modernista enraizado en la renovación de las formas discursivas, proliferando la activa dispersión crítica en la sociedad.


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Para saber más __________________________

DATOS DEL AUTOR:

Ramón Almela (Lorca, Murcia, España, 1958). Doctorado en Artes Visuales por la Universidad Complutense de Madrid. Tesis doctoral: ‘La Pictotridimensión. Proceso Artístico Diferenciado’. Constatación en Nueva York, 1989-90. Revalidado como ‘Ph.D. in Art’ por ‘World Education Services’. Licenciado en Pintura, Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Revalidado como ‘Bachelor´s and Master´s Degree in Fine Arts and Art Education’ en 1992 por ‘World Education Services’. Título de Profesor de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.