¿Ha llegado carta?:
El misterioso Bob envió unas palabras
¿Estuvo en Suecia el Oráculo de Delfos?
- La Antesala
¿Qué dirá Bob Dylan en su discurso durante
el banquete del Nobel en Estocolmo? ¿Unas cuántas palabras
formales, ceremoniales, para salir del paso y cumplir con la tradición
del emblemático lauro? ¿Quién le convenció
a cumplir con el protocolo, después de un largo silencio y excusas
sobre compromisos previos? ¿O quizás cuestione que la
rueda del mundo está atascada frente al abismo?
¿O dirá que el pasado tritura el presente como si el futuro
fuera una rebanada de queso? Hay que conocer la trayectoria de un hombre,
para entender su voz. Hay un Dylan que no se gasta en el olvido. De
ninguna manera se puede dejar de constatar el hecho, que él ha
construido su propia leyenda de equívocos sobre sí mismo.
Un primer Dylan, es parte de su historia real, imitaba a Charles Chaplin
y hacía de payaso. Alguien tan distante, al parecer, a este vaquero
huraño del folk rock, que alguna vez dijo que era de New México
o Texas, huérfano, inventando una nueva realidad personal, despistando
a sus seguidores y entrevistadores. Tal vez quería ser otro o
muchos más. No le alcanzaba el doble borgiano, porque lo multiplicaba
hasta su propia imaginación. Durante un tiempo prolongado para
este tipo de actos y situaciones, se hizo el sueco ante la Academia
sueca, y congeló cualquier respuesta frente al lauro, en su tónica
de personaje inefable, que toca distintos instrumentos en sus presentaciones
y donde el silencio es su toque personal, maestro, dota de una indiferencia
sublime a sus actos de comienzo a fin y deja para respirar una atmósfera
donde solo está su voz arrastrada e instrumentos en el formidable
eco de su audiencia.
¿Puso música a la poesía o poesía a la música?
El escenario escandinavo se abre como un cisne blanco en la nieve para
el festín de la música y la palabra. Un plató especial,
quizás haya pensado, pero es un escenario del stablishment,
después de todo.
Se callarán los muertos/pero
no mi voz/que retumbará entre los vivos/como un ronco tambor/
subirá desde los sepulcros/a los cielos inimaginables/la luz
infinita se convertirá/en tu universo/No habrá silencio/ni
muerto que no se levante/con su propia voz./Todos somos tránsito/en
una misma estación/Ha llegado el silencio/a reclamar su espacio/el
tiempo y las horas/a fijar su tiempo verdadero/No hay final/sino un
más allá. (RG).
Tiene por espacio el infinito y por tema el aquí y ahora, esas
urgencias que el tiempo convierte en sal y agua. Un minuto feliz para
colocar la cereza al final del banquete, y poner un poco el dedo en
la yaga para que les duela a los indolentes, y sobre a todo, a los "invisibles
poderes fácticos" que dicen poderlo todo.
En cualquier mesa pública y más en un banquete de banquetes,
donde los intelectuales y científicos del mundo se banquetean,
deben estar los nombres de Afganistán, Irak, Libia, Siria, Palestina,
de los pueblos arrasados de África, de aquellos países
donde la pobreza adquirió mayoría de edad y no sienten
vergüenza, los estados fallidos por mandato de los poderes fácticos,
las migajas y miserias de la vida real. Sentados en esa misma mesa,
antes del baile de gala, debiera desfilar el gran paisaje de las especies
en extinción, de las lenguas en extinción, de las etnias
en extinción, de la vida en extinción. Nada que vaya a
dejar de existir, puede estar ausente. ¿Apocalipsis, now?
¿Qué gran tribuna para no decir nada? ¿Para marcharse
con el tic tac mudo de la historia? Debe haber un Big Ben que
no solo de la hora en inglés. Las manecillas de un reloj, son
patrimonio de la humanidad en cualquier tiempo y época.
Los de a pie/ los inocentes/ los arrinconados en un callejón
sin salida,/aquellos que viven en el valle de los caídos/ pasajeros
de este mundo/quienes están por el pan y la sal de la vida/ los
distraídos transeúntes de las megápolis/los amantes
de los comics/los que caminan con la cabeza gacha/miran al infinito
y no ven/los triturados por el sistema/los excluidos/marginados/diferentes/ignorados/pisados/ofendidos/olvidados/usados
como carne de cañón/los que se ganan el pan con el sudor
de su frente/y no les alcanza/los desplazados/migrantes/exiliados/los
que mueren frente a un muro/ en el mar Mediterráneo/por un dron
en una boda o en el desierto/los decapitados por el Daesh/los desaparecidos/
los que vagan en búsqueda de un techo en las noches/los que buscan
un plato de comida caliente/ las mujeres humilladas en cualquier sitio
de la Tierra//los olvidados por olvidar/Todos sin excepción/Bienvenidos
a la mesa de un mundo nuevo/por comenzar.
- Patti Smith en Estocolmo
El texto ya está escrito y lo envió a la Fundación
del Nobel. Sólo se conocerán sus palabras, hasta que las
lea públicamente un miembro de la Academia en voz alta cuando
los comensales hayan degustado el banquete. Esta responsabilidad protocolar
y que esperamos no sea un mensaje retórico para la ocasión,
lo leerá Horace Engdahl. Y ha encomendado además, Dylan,
a su emblemática amiga Patti Smith, una poeta punk rockera histórica,
que cante en su nombre una de sus más emblemáticas canciones:
A Hard Rain’s A-Gonna Fall. Pareciera no faltar mucho más,
palabras y música, para la fiesta de los sentidos. De eso se
trata este nuevo Premio Nobel, una innovación en el pentagrama
de los académicos suecos. A muchos ha gustado esta aparente boutade
sueca y a otros, no tanto, porque consideran que se trata de un lauro
estrictamente literario. Los suecos se hicieron los suecos con estas
normas y protocolos aparentes, vinculados a un supuesto género
o reglas prisioneras de una tradición que no había sido
vulnerada hasta ahora. Nadie pensaba que los académicos nórdicos
eran trasgresores.
A Hard Rain’s A-Gonna Fall, cantará Patti Smith
para el mundo en unos pocos días más. ¿Por qué
escogió esta canción entre tantas? Solo el inefable Bob
Dylan ha de saberlo. No es una letra para acunar el mundo, dar una palmadita
en la espalda al establecimiento (lo estás haciendo bien), no
es una letra romántica, son palabras que pueden flotar en el
viento, caer a plomo como la lluvia e inundar los corazones de interrogantes.
El escenario que describe, dentro de su acostumbrada ambiguedad, de
los días previos a la crisis de los misiles del 62 en Cuba, no
es distinto al que se perfila en este tiempo y los venideros. Palabras,
ideas, atmósferas relatadas con futuro y universalidad: la injusticia,
el sufrimiento, la guerra, el dolor.
- ¿Un grito
silencioso por la humanidad?
Lo que leo es un grito silencioso por la humanidad y esto es lo que
hace grande al gran Bob, su mensaje sin fronteras. No deja de plantarle
cara a la realidad, tal vez no se comprometa más que con unas
cuantas interrogantes y certezas, pero está para decirlas y avalarlas
con su presencia, detrás de sus gafas oscuras, con ese sombrero
alón que le da alas a sus palabras y la guitarra que no ha dejado
de tocar en más de 50 años.
Para algunos estudiosos de su trayectoria, de los hilos detrás
de sus letras, esta canción que homenajeará la fiesta
del Nobel, más que un himno, manifiesto sobre el Apocalipsis
-aunque fue escrita los días previos a la crisis de Octubre,
donde se respiraban los aires de una guerra nuclear,- lo vinculan con
el Apocalipsis de San Juan. Un texto bíblico controversial, muy
conocido por el cantautor, judío, converso católico, según
he leído, pero que viene como anillo al dedo, premonitoriamente,
más bien un aviso a los hechos en curso, de la crisis de Octubre
que mantuvo en vilo al mundo. Estábamos frente a un holocausto
contemporáneo a la medida de esa pequeña isla colindante
con el gran vecino del Norte, mientras el mundo sudada pánico
y consternación ante esos acontecimientos que volvían
a poner a la especie a manos de su propia extinción. El hijo
de ojos azules, a quien se dirige el cantante e interroga, es el joven
norteamericano y cuyo padre le habló. Dice que vio espadas y
pistolas en manos de niños. Cualquier comparación con
el Medio Oriente es mera coincidencia y también en casa.
- El Bob trasgresor, como los académicos
Indiferente como un misionero
sin fronteras.
El golpe silencioso a la cátedra que da el invisible judío
de Minnesota, es que Patti Smith no estuvo de acuerdo con que le dieran
el Premio Nobel a Bob, y su candidato era el japonés Haruki Murakami.
¿Patti Smith, piensa como algunos, que Dylan dejó de ser
rebelde? Sin embargo, estará en Estocolmo, quizás como
una representante de todos los géneros vanguardistas musicales
de una brillante generación y por su intelectualidad. No sabemos,
los hilos lo maneja el más inefable de los cantantes modernos
con una historia larga y brillante.
Ambos cantantes recibieron una
fuerte educación religiosa, pero ella de una condición
social y económica mucho más modesta que Bob, trabajó
como obrera en una fábrica para ayudar a su familia en pobreza.
Quizás Dylan diga más
sin decir nada, tal vez su silencio, su ausencia quizás, el no
estar físicamente nos puede decir algo de una época que
viaja en el tobogán de las redes sociales.
Ya la suerte está echada y la leyenda del folk rock ha tenido
tiempo para meditar y esperemos que no solo salga del paso y supere
la retórica banal del elogio, los cumplidos o nos haga un modesto
selfie de la vida y de sus compañeros de ruta, privando de paso
a su generación de la historia, el compromiso, la denuncia, el
desencanto, la visión, la letra y canción del futuro.
Ha pasado mucha agua y sangre bajo los puentes desde que abandonó
el Medio Oeste rumbo a Nueva York, la capital de los sueños deslumbrantes
y de sus inicios que no se detendrían hasta ahora. Lo cierto
es que sigue siendo dura, muy dura la lluvia que sigue cayendo de injusticias
y terror.
- El mensajero sigue siendo el mensajero
No son tiempos para aplausos, todo se ha enrarecido desde el medio ambiente
a la vida misma, Europa, escenario del Nobel, está en una crisis,
ni pasajera, ni intrascendente y algunos capítulos oscuros de
su historia los vuelve a repetir, como si la vieja piedra medieval se
le hubiese pegado al zapato.
El escenario de los premios nobeles es para la lucidez, un momento y
lugar único para este tiempo y los venideros, más cuando
se ha vivido como protagonista una historia, la historia del rock, folk,
pop, la cultura musical de un país y se ha compartido una época
llena de desafíos, de oscuros, brillantes amaneceres.
Bob Dylan es un sobreviviente de aquellos movimientos que enfrentaron
guitarra en mano, con la música y la poesía, el establecimiento,
denunciaron el racismo, la guerra de Viet nam, escenario de los 60,
setenta, que según algunos se repite ahora en una época
muy distinta, con diferentes actores, matices, aunque la atmósfera
es igualmente asfixiante. Tuvo el talento para adecuarse a los tiempos
y mantenerse en la cima. Ya era el Everest antes de ser laureado por
Estocolmo, dijo Leonard Cohen, cuando conoció la noticia del
Nobel. Èl formó a su manera, parte de esa generación
dorada, entró en su segunda juventud, en su propio estilo inconfundible,
de poeta y músico siempre renovador. No fue moda, sino Leonard
Cohen.
Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, estará
en palabras en Estocolmo, el mismo rebelde, inconforme,-nunca fue un
revolucionario, ni socialista- sí un tipo sin etiqueta e impredecible.
Sólo este recorrido silencioso post Nobel y su ausencia a la
reciente cita de la Casa Blanca, retratan su postura ante la vida. No
me encasillen pareciera estar diciendo a gritos, desde la historia y
ahora en tiempo presente, aquí y ahora. Tiene anécdotas
que superan el presente y son más que simples cuentos, porque
descansan en el lugar filoso de la historia y acontecimientos reales.
Se la jugó en momentos y escenarios especiales, por ejemplo,
cuando recibió el Grammy cantó Masters of War,
cuya letra es un himno antibélico y el país estaba embarcado
en la Guerra del Golfo. Habla de los fabricantes de armas, los tilda
de cobardes y les desea la muerte.
- Conozcan a Dylan, el verdadero Bob
Ya ha tenido desplantes a lo largo de su dilatada carrera artística,
este hijo, discípulo, del Viejo Testamento. No debiéramos
asombrarnos y no pedirle más a la realidad que su propia realidad.
Los más contestatarios murieron o no llegaron al Nobel, y en
esa generación fueron los poetas y escritores, como Ginsberg,
Kerouac, Ferlinghetti, Burroughs una generación que no dejó
de aullar, gritar su verdad y en términos progresistas, la encabezó
Allen Ginsberg.
Allen, Allen/nadie puede gritar más que el horror/no hay
más tiempo para inhalar /que el fuego cruzado, el plomo con uranio
enriquecido/la muerte en todas sus dimensiones desconocidas/cabezas
que ruedan por el desierto/drones que revientan tus vísceras/Estás
no son las calles de los sesenta/ni el manicomio del establecimiento/se
muere antes de nacer si es preciso/pero se muere. Cero rock/la muerte
va en serio. (RG).
Definitivamente los Beatnik incomodaron al sistema porque fueron un
movimiento contracultural, anti materialista, anticapitalista y antiautoritaria,
antisistema. Buscaban reflejarse en el yo interior, ser mejores abandonando
lo material y las reglas que imponía el sistema.
Cayó el telón de los cincuenta y tanto, sesenta y setenta,
pero la historia pareciera circular como las viejas ruedas medievales
y vuelve a girar ida y vuelta, una y otra vez, y un hamster superdotado
la guía al compás de los tiempos modernos.
NIÑOS DE SIRIA
Por qué nos roban la luz y el porvenir/Por qué quieren
borrar la memoria/y en un espejo roto mirar nuestra infancia/Dime si
aún te preguntas /¿dónde has estado, mi joven querido?
/Todo ha quedado al parecer/ en viejas palabras olvidadas/enmohecidas
celdillas vacías/ sin luz ni memoria. /Un abismo quisiera subir/a
rezarnos/un futuro sin ojos/ni oídos/un tiempo mutilado/Qué
mundo se ha instalado/en el mundo/2016 no acabará de matarnos/Príncipe
del Pop/Rey de un nuevo rock/Alteza real del folk/Qué bàrbara
civilización/nos pulveriza/Voy a jugar en el patio de la muerte/el
teatro de la guerra/a no ver tu rostro/tu rostro blanco de papel/que
algún día desaparecerá/entre tantos muertos/que
la muerte se lleva/entre sus fantasmas/y estas ruinas que crecen/por
jardín/y paisaje. (RG).
Del Epilogar
Todo lo escrito anteriormente, fue dicho antes que Patti Smith cantara
en Estocolmo, A Hard Rain’s A-Gonna Fall . El oráculo de
Delfos lo sabe, porque lo vio y si alguien prefiriere ignorar esta afirmación,
debe consultar con Homero. Podría concluir aquí y estaría
casi todo dicho por mi parte, pero hubo dos discursos, uno de Bob Dylan
y otro de la Academia. Antes, debo explicar que desde que recibió
el premio, con largos intervalos, he intentado descifrar al indescifrable
Bob Dylan, que probablemente el mismo no se conozca. Una aproximación
al personaje siempre es un éxito. La obra, siempre estará
sobre un artista, aunque ambos son indisolubles, porque dependen de
si mismos.
El anuncio que Bob Dylan no asistiría a pronunciar su discurso
era real, no fue. Lamentó, en unas palabras que envió
para ser leídas, no estar presente, pero sí dijo en espíritu.
Hizo memoria cuando recibió el lauro y recordó: "Yo
estaba de gira cuando recibí estas sorprendentes noticias y me
tomó varios minutos procesarlo completamente. (…) Como
Shakespeare, estoy demasiado ocupado persiguiendo mis empresas creativas
como para lidiar con todos los aspectos de la vida mundana. '¿Quiénes
son los mejores músicos para estas canciones?' '¿Las estoy
grabando en el estudio correcto?'"
"En ningún momento tuve tiempo para pensar, '¿Mis
canciones son literatura?', señaló aludiendo tal vez a
las críticas de algunos escritores consagrados y agradeció
a la Academia Sueca que lo haya hecho por él.
- ¿Dónde están lo chicos beat?
En sus breves palabras, donde se asocia a Shakespeare en la cotidianeidad
de este oficio de hacer arte, poesía, teatro, de prepararse para
los escenarios, olvidó completamente a su generación,
amigos, con quienes compartió las carreteras de la vida, las
canciones, compromisos, denuncias, toda una época, la historia
profunda de la cultura popular musical norteamericana que se ha evaporado
de sus palabras en el banquete del país escandinavo. ¿Dónde
está Ginsberg, Bob? ¿Kerouac, Bob? ¿Burrouhgs,
Bob? ¿Dónde están los chicos beat, Bob? ¿Joan
Baez, Bob?
Todo artista genial evoluciona, sin duda Dylan no es la excepción,
busca, crea nuevas cosas, innova, recrea, bucea, y a pesar de este gran
recorrido por la cultura musical popular norteamericana, sus años
dorados son los sesenta y detrás de Bob está la sombra
de Joan Baez, una de las más destacadas intérpretes del
folk de esa época, quien puso a volar a su amado Bob. Cuando
rompieron el idilio, algo perdió Dylan, no la fama que siguió
subiendo como espuma, pero hay otras cosas irreparables que se quiebran
en el camino como si no supiéramos que el cristal requiere de
un cuidado especial. (eras tan bueno con las palabras y manteniendo
las cosas ambiguas...le canta Joan Baez a Bob en una despedida de final
triste)
Hay que leer a Bob Dylan en inglés, en su idioma original, como
a cualquier poeta, porque la poesía es intraducible y el legendario
compositor de Minnesota, no es la excepción, tiene un lenguaje
ambiguo, muy críptico a veces, lleno de aparentes baches, silencios,
pausas, mensajes que su propio autor se resiste en reconocer.
Por alguna razón escogió una canción emblemática
de los sesenta para que interpretara Patti Smith. ¿Tomó
distancia del futuro? ¿Del relámpago tecnológico
al que se subió en algún momento de su dilatada carrera?
¿Nos quedamos en los sesenta? No, todo evoluciona, pero la historia
pesa como un arpón en el lomo de un tiburón. No todo en
la vida de un autor, cantante, puede ser protesta ni compromiso social,
el mayor de todos los deberes de un artista es con la obra, la música,
la poesía de calidad, la trasgresión si es posible, cambiar
el ritmo a las palabras. Algo de eso dicen que hizo en sus buenos tiempos,
Bob.
Sus letras cuentan otras cosas que le vienen bien a la gente en cualquier
parte del mundo y eso lo convierte en universal: Que tus manos no
descansen / Que tus pies nunca desmayen / Que tus cimientos sean fuertes
/ Cuando soplen nuevos vientos / Ten el corazón alegre / Y que
suene tu canción…: forever Young.
Queremos creer que la Academia lo premió también por THE
TIMES THEY ARE A CHANGIN, y no es solo volver a los sesenta, porque
el pasado se ha convertido en un presente continuo en este agitado siglo:
Vengan gente, reúnanse,
dondequiera que estén
y admitan que las aguas
han crecido a su alrededor
y acepten que pronto
estarán calados hasta los huesos,
si creen que están a tiempo
de salvarse
será mejor que comiencen a nadar
o se hundirán como piedras
porque los tiempos están cambiando.. Vengan escritores y
críticos
que profetizan con vuestra pluma
y mantengan los ojos bien abiertos,
la ocasión no se repetirá,
y no hablen demasiado pronto,
pues la ruleta todavía está girando
y no ha nombrado quién
es el elegido
porque el perdedor ahora
será el ganador más tarde
porque los tiempos están cambiando.
No es una letra sembrada a los cuatro vientos sin son ni ton. Apunta
a un estado de cosas nauseabundas, al establecimiento, a los inminentes
y radicales cambios, a que los vientos soplan tempestades, no es
un Bob Dylan contemplativo, un observador a distancia, y hace algunas
advertencias.
Afuera hay una batalla
furibunda
pronto golpeará vuestras ventanas
y crujirán vuestros muros
porque los tiempos están cambiando.
- Volvamos a Bob en Suecia
Supongo que cualquiera que esté escribiendo un libro, (volvamos
a Bob en Suecia, ausente)- señaló en sus palabras-, un
poema o una obra de teatro en cualquier parte del mundo podría
albergar ese sueño secreto en su interior, de aspirar al Premio
Nobel. Probablemente ese sentimiento esté enterrado tan profundamente
que ni siquiera saben que está allí, precisó, quién
17 años después de recibir el llamado Nobel de música,
(Premio de Música Polar) acaba de recibir el Nobel de literatura
por ambos géneros.
Del otro lado del Atlántico, la Academia Sueca interpreta el
galardón que otorgó, con un discurso de banquete. La Academia
es la Academia y no se va a quedar atrás respecto de sus decisiones,
muy discutidas por expertos y profanos. Lo que rompe los esquemas escandinavos
es que el Premio Nobel de Literatura es (era) a la palabra. El mismo
Bob Dylan se preguntó en sus palabras enviadas a Suecia: ¿Mis
canciones son literatura? En alguna ocasión afirmo que no pretendía
enviar ningún mensaje. ¿Escribió para el viento?
La Academia que le elevó al Olimpo sueco, tenía la respuesta,
que Dylan nunca se hizo, porque no tuvo interés, tiempo, lo consideraba
algo superfluo, tal vez, por lo que fuere, ahí estaban esperando
las palabras de Horace Engdalh para la posteridad. "La poesía
en el pasado distante se cantaba o recitaba con melodías, nos
recuerda el académico, los poetas eran rapsodas, trovadores,
bardos, líricos, y me parece que cita las palabras de Octavio
Paz: lyrics, letra de canciones y lyre, instrumento musical.
Vladimir Mayakoski, el poeta de la revolución rusa, en los años
20 cautivaba con sus masivos recitales al pueblo soviético de
ese entonces y allende las fronteras, porque recorrió Francia,
Alemania, Estados Unidos, México, con su palabra encendida y
futurista. Esto ocurrió en pleno siglo XX, sin ir más
lejos, pero la poesía ha evolucionado y no porque se escriba
en libros, se imprima en papel. (De eso ya hablaremos) Enrique Lihn,
poeta chileno, dijo en uno de sus escritos que Pablo Neruda fue el último
Aedo, cantor de poemas épicos. Homero señala el camino
de los Aedos con su Odisea e Ilíada. Los rapsodas vinieron después
y son diferentes, porque no usan instrumentos, sino un bastón
para llevar el ritmo. Neruda, Premio Nobel, murió en 1973. La
Academia lo llamó " poeta de la humanidad violentada",
algo así como poeta de y para todos los tiempos, porque se trata
de la condición humana misma. La humanidad actualmente está
siendo horrorizada y con el Pop no es suficiente, pareciera. La acción
de una fuerza elemental que alumbra el destino y los sueños de
un continente”, precisaron los académicos suecos.
No olvidemos la decisión sueca al premiar a Dylan, por "crear
nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición
musical estadounidense", razonable porque así ha ocurrido
a lo largo de su rica, variada, intensa carrera artística. Me
gusta lo que dice Beatriz Vignoli, argentina, novelista y poeta: la
obra de Dylan es un eslabón entre el rock y la literatura. "Las
letras de sus canciones constituyen poemas y relatos en verso".
"¿Qué causa los grandes cambios en el mundo de la
literatura? A menudo suceden cuando alguien se apodera de una forma
simple, pasada por alto, desechada como arte superior, y la hace mutar.“,
dijo Engdalh (qué complicados son los suecos con sus nombres).
Dylan, el norteamericano, descubrió entre reliquias y la chatarra,
en la rima rápida y el ingenio rápido, las maldiciones
y las oraciones piadosas, en las bromas dulces y las palabras crudas,
él extrajo oro de la poesía. Fusionó el lenguaje
de la calle y la Biblia, argumentó el académico. Realmente
ha estado inspirado con este reconocimiento: "Al mismo tiempo,
cantó al amor con un poder de convicción que todos quieren
poseer. De repente, gran parte de la poesía de los libros de
nuestro mundo se sentía anémica, y las letras de canciones
rutinarias que sus colegas seguían escribiendo eran como pólvora
anticuada después de la invención de la dinamita".
Es "un cantante que merece un lugar junto a los griegos, junto
a Ovidio, junto a los visionarios románticos, a los reyes y las
reinas del blues, a los maestros olvidados de brillante calidad",
según dijo Engdahl . "La belleza de sus canciones es de
la más alta categoría", sostiene el sueco, un artista
que ha cambiado "nuestra idea de lo que puede ser la poesía".
Su revolución, siguió, fue devolver “a la poesía
su altura, perdida desde los románticos”, pero no para
“cantar eternidades, sino para hablar de lo que pasa a nuestro
alrededor. Como si el oráculo de Delfos estuviera leyendo las
noticias de la tarde”, concluyó una jornada gloriosa de
elogios y distinciones que supera el oído más ambicioso
en cualquier época. ¿Videncia de lo cotidiano? ¿Dante/Shakespeare/Rimbaud/
en una voz? ¿Qué será del viejo Walt Whitman, me
pregunto, es el sacrificado en esta última cena?
La gran pregunta: ¿esta letra en el papel tiene el mismo sonido
que detrás de una guitarra?
- ¿En la palabra y los sentidos
está la poesía?
Pareciera que está todo dicho, pero siempre puede haber un poco
màs. Algo que el tintero no ha derramado. En poesía, digo,
es un decir, Nicanor Parra, hermano mayor de una compositora reconocida
después de muerta, Violeta Parra, es el que reúne el ideal
de algunos elogios importantes de Engdalh, sobre los cambios y lo popular
experimentado y hecho realidad para este género, que considera
acartonado, momificado-son palabras mías- este vanguardista jurado
sueco. Parra cumplió 102 años este 2016 esperando alguna
novedad desde el país escandinavo y que sonara la flauta del
Nobel. Neruda, un observador agudo, le llamaba juglar, no poeta, a Nicanor
Parra. ¿Se adelantaba a los tiempos, los retomaba o era más
bien un calificativo peyorativo, bajarlo del Olimpo, como el propio
Parra proclamaba hacer con el Vate de Residencia en la Tierra?
La historia está llena de palabras, anécdotas, movimientos,
tendencias, autores, algunos más ciegos que Homero o Borges,
hechos sin duda, pasado y más pasado, y la poesía no está
solo para banquetes, o el placer de reyes, dioses, jorobados con sus
trucos en las cortes de los milagros, saltimbanquis, monjes, videntes,
hijos de la Antigüedad, Edad Media, Renacimiento, el tiempo que
sea, haya sido y el porvenir, siempre habrá nuevos amaneceres
como en un principio.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, dice Neruda en su
célebre Poema 20; Heráclito de Efeso, el oscuro, cinco
siglos antes de Cristo, dijo; Nadie se baña dos veces en el mismo
río porque todo cambia en el río y en el que se baña.
Movimiento, fluidez, la materia y la energía no se detienen,
y la poesía tampoco, cada época con sus poetas, historia,
afanes, realidades, intereses, desafíos, movimientos, ismos:
la lengua es cosa viva, la poesía se imita así misma y
se supera, busca irremediablemente un modo de decir las cosas y no siempre
es igual. Los temas nacieron con los cinco sentidos del hombre y sus
conflictos, contradicciones, la naturaleza humana, lo que le rodea,
apasiona, intriga, ama, vive, simplemente siente y se cuestiona. Se
repiten y de vez en cuando, un destello, la luz que el guijarro esconde
en el camino. Si algo caracteriza a la poesía, es su capacidad
de asombro. A eso apela el lenguaje y trabaja con lo desconocido, materia
prima enigmática del poema. El poema, siempre, de alguna manera,
aspira a ser descubierto y cada vez que alguien lo lee, se recrea nuevamente.
No debiéramos despreciar, ni analizar tan alegremente la intimidad
de la lectura, cuyo ritual se repite una y otra vez en los lugares menos
esperados.
La poesía se recrea desde tiempos inmemoriales, siempre en la
palabra, forma y contenido, y la palabra ininterrumpidamente, con periodos
excepcionales se supera en la creatividad y los hallazgos de una época,
viaja en la espiral de su tiempo e historia, no permanece muda, estática,
ausente, más bien no deja de indagar y para ello utiliza todos
los recursos a su alcance, se articula así misma en el presente,
no se desentiende necesariamente del pasado y menos ignora el futuro.
Todas las épocas son esta época, nos recuerda Octavio
Paz cuando alude a la obra de Pound y Eliot, y a veces el pasado puede
ser nuevo y en ese sentido ambos poetas enfrentaron la crisis moderna,
aunque Pound inició una aventura aún más enfocada
hacia el futuro.
La poesía seguirá contaminándose de época,
en su continua búsqueda, experimentación, humanismo, realidad,
futuro, del hombre, de lo que somos, no hemos dejado de ser, seremos,
vamos siendo. A veces siento que no hay época, ni tiempo, solo
un espacio inédito para inaugurar con la palabra.
El 2016, la Academia sueca se subió al escenario del Pop y está
en su derecho rescatar las palabras y la voz musical, la oralidad. Forma
parte de las grandes tradiciones y de las masas contemporáneas.
Pero, no se debe ignorar la gran renovación poética de
época en época, la complejidad y sencillez del lenguaje,
Quevedo, Villon, Blake, Baudelaire, Lautremont, Vallejo, Celan, Mallarmé,
Darío, Apollinaire, inevitablemente Rimbaud, Pound y Eliot en
idioma inglés, pero de otros siglos y muy atrás, nuestros
padres que hablaban en tantas lenguas originarias, con los dioses, las
estrellas, el sol, la luna, la naturaleza, el hombre, la madre tierra
y soñaban con un mundo siempre conectado a todas las cosas esenciales.
La rueda de la poesía ha seguido rodando de generación
en generación, en nuevos y renovados caminos, formas y contenidos
para distintas épocas, gustos, experimentaciones, búsquedas,
escuelas, innovaciones, y no hay más receta que el pulso de nuestro
tiempo en cada época, la poesía y las cosas, la poesía
y el hombre, la poesía y todos los temas relacionados con la
vida humana, en el lenguaje inconfundible de la poesía, lo inefable
y esta asombrosa realidad que respiramos. En todos lo idiomas del mundo,
alguna vez el hombre, ha pedido lo imposible, ha asaltado el cielo e
invocado al porvenir como meta para alcanzar la felicidad. La poesía
no le ha abandonado. Solo eso, es una muestra de compromiso, vitalidad
y trascendencia en el tiempo.
La poesía puede ser canción, rimada, en forma y estilo
soneto, verso libre, verso blanco, surrealista, romántica, moderna,
hermética, metafísica, filosófica, política,
amorosa, etc etc, el caleidoscopio de la vida y usar todas las fórmulas
que "aguante" el lenguaje, que permita el género, camaleonearse
a su antojo, pero nunca dejar de ser poesía en el real y estricto
sentido de la palabra. El ejercicio de definirla es tan arbitrario,
que la poesía nos dice ella misma, que está en todas partes.
Quiero culminar este largo Epilogar con el Arte Poética del poeta
chileno Óscar Hahn, que enseña los dientes, el fuego,
la oscura luz de la verdadera poesía, a mi entender.
Arte Poética
La puta madre de mi poesía
la frígida la virgen la caliente
la que me pone cuernos en la frente
la que aprieta los muslos a porfía.
y no me suelta lo que yo querría:
la flor de su hermosura irreverente
su corola que late noche y día
envuelta en llamas y en rocío ardiente.
La que me engaña con cualquier vecino con
Rilke con Pessoa con Vallejo la que traza en los astros mi destino
La beata la agnóstica la impía la
que pinta mis labios en su espejo la puta madre de mi poesía.
(Óscar Hahn)
Epílogo al epilogar
¿Dónde y con quién
habrá visto la ceremonia del Nobel, el laureado Bob? ¿
Qué habrá pasado por su mente cuando escuchaba en otra
voz y en una época distinta, que pudiera ser la misma, pero no
era, ni él tampoco, sino la mitad de su espejo.? El misterio
detrás de sus ojos azules. ¿El mundo no solo es Pop?
"Vi a un recién nacido rodeado de lobos /vi una autopista
de diamantes por la que no iba nadie / vi una rama negra goteando aún
sangre fresca". Viaja por bosques, se para frente al abismo...
(Hoy vemos como el plomo enriquecido con uranio asesina el alma, la
raíz de un ser humano y sus alrededores. Cae una civilización
de civilizaciones, las runas son del siglo XXI, qué modernidad,
Bob. Como la muerte se ajusta el cinturón para volar con seguridad
ante los cadáveres a su paso victoriosos, inmortales. Hay terror,
Bob, en tus propias calles) ¿Ni Homero, ni Borges, fueron tan
ciegos para creer en el Nobel? Son especulaciones, en la distancia y
la poesía. Sigamos en Estocolmo.
Cuando Patti Smith, suspendió su voz hermosa en el silencio del
cristal roto de la ceremonia escandinava, surgió la Norteamérica
folk, rockera, beat, pop, esa de las grandes carreteras del soul, blues,
góspel, jazz, con toda la fuerza, transparencia y claridad de
cada generación. Todo lo que venía era poesía,
en clave sueca, pero letra y ritmo norteamericano.
ROLANDO GABRIELLI©2017
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Para
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DATOS DEL AUTOR:
Rolando Gabrielli (Santiago de Chile, 1947).
Estudió Periodismo en la Universidad de Chile. Ejerció
hasta el 11 de septiembre de 1973 en su país. Fue Corresponsal
Extranjero en Colombia y Panamá (1975-79). Funcionario Internacional,
experto en la industria bananera, encargado de estrategias para los
ocho países de la región miembros de la UPEB, Editor de
la publicación científico-técnica y económica,
con circulación en 56 países, columnista de la revista
alemana D+C (1979-89). Escribe para varios periódicos panameños
como Analista Internacional y trabajó en el programa de la Unión
Europea-PNUD, Tips On Line, mercadeo de oportunidades empresariales
vía Internet. Asesor en estrategias empresariales, editor de
Suplementos especializados, ha trabajado y lo hace actualmente en marketing
y desde hace década y media en una reconocida empresa de arquitectura.
Hace 20 años se inició en Internet. Ha publicado dos libros
de Poesìa en Colombia: Entre parèntesis, amor
y Los Poetas de Chile. Tiene varios libros por editar: poesía
y prosa.