El Puerto de Málaga
Desde la parte sur de la Plaza de la Marina accedemos al Puerto de Málaga
que data del siglo XVI. Ya en el 1491 el cabildo había iniciado
peticiones para poder cargar y recibir embarcaciones. Las reparaciones
son continuas, dirigidas por el maestro Juan de Gullisasti, desde 1545.
Pero no será hasta el reinado de Felipe II cuando se le da el
impulso necesario, bendiciéndose las nuevas obras por el obispo
Luís García de Haro. En 1588 dan comienzo las obras a
cargo del ingeniero genovés, maestro e ingeniero del Puerto de
Palermo, Fabio Bursoto.
A pesar de la lentitud de las obras debido sobre todo a la falta de
caudales, en 1612, el dique de levante ya tenía una extensión
de 450 metros y dos niveles. El más bajo con 24 columnas de jaspe
para el amarre. De 1619 a 1630 el arquitecto Pedro Díaz de Palacios
trabajó como maestro e ingeniero mayor erigiendo en 1621 el llamado
Torreón del Obispo, costeado por el prelado Luís Fernández
de Córdona. En 1624, y durante su visita a la ciudad, Felipe
IV dedicó su jornada a conocer las obras del puerto. Sin embargo,
en 1677 la extensión del dique había avanzado bastante
poco.
La llegada de los Borbones a comienzos del siglo XVIII, dio un nuevo
giro a las obras, reiniciándose, bajo la dirección del
ingeniero de origen flamenco Bartolomé Thurus, la construcción
de muelles capaces de albergar las actividades mercantiles y militares.
En 1718 se inició el muelle
de levante y un año más tarde el de poniente. La colaboración
del ingeniero Pedro Aubeterre trajo a Málaga al Ingeniero General
Jorge Próspero Verbom para supervisar las construcciones, criticando
duramente a Thurus, por lo que finalmente terminó dirigiendo
las obras. Entre 1730 y 1732 el ingeniero Coysevoux construyó
la capilla del puerto, trasladada en 1973, tras la ordenación
del paseo de la Farola.
En 1738 el ingeniero Martín
Zermeño, ante los bancales de arena ocasionados por el Guadalmedina,
propone ampliar el muelle de levante unos 136 metros y cambiar la dirección,
no obstante, y después de varias propuestas que incluían
prolongarlo otros 400 metros, no se realizó. En el siglo XIX
se reanudan algunas intervenciones de forma muy lenta bajo la dirección
de Joaquín Maria Peri, hasta que hacia 1887 las modificaciones
de Francisco Prieto configuran su imagen actual.
En la actualidad existe un proyecto de remodelación del Puerto
de Málaga para sustituir zonas obsoletas por otras de nueva implantación
que permitan la aplicación de nuevas tecnologías que en
la actualidad se usa en el tráfico portuario. Entre las actuaciones
está prevista la ampliación de la calzada de circulación
del actual andén del dique, lo que permitirá facilitar
la comunicación entre la parte del recinto portuario más
cercana a la ciudad y la nueva estación marítima, los
puntos de atraque del dique de Levante y el puerto deportivo alojado
a su abrigo. Algunas ya se han iniciado.
En el interior del recinto del Puerto
se encuentran algunos edificios interesantes, como la Sede de
la Junta de Obras, construidos entre 1932 y 1935 con proyecto
y dirección del ingeniero Manuel Aceña González,
inspirado en la fachada de la Lonja de Barcelona, de finales del XVIII.
El edificio presenta un gran cuadrado de cuerpo bajo almohadillado,
adelantando en la entrada un pórtico tetrástico dórico
que sostiene una balconada, donde se abren los vanos centrales del piso
principal, a partir de ahí arranca un apilastrado gigante alternando
con el fenestraje y remata en un gran frontón con reloj y los
escudos del cuerpo de Ingenieros y de la Ciudad.
Sobre el muelle de poniente se ubicaba el Silo construido
entre 1942-1949 por el Servicio Nacional de Trigo, según proyecto
del Ingeniero José Inzenga Caramazana, resuelto por dos naves
insertadas formando una estructura casi en cruz, cuyos brazos no sobresalían
en planta. La Junta del Puerto decidió eliminar el inmueble conservando
su equipamiento para fines museísticos.
El Paseo del Parque
Salimos del puerto, atravesando de nuevo la verja principal, esta vez
hacia la ciudad, y accedemos a la Plaza de la Marina. El recorrido que
propongo del Parque es a modo de circuito y lo iniciamos por el lado
izquierdo.
El parque consta de tres paseos principales
de unos 800 metros de longitud y diez de anchura, uno en el lado norte
y dos en el lado sur del gran paseo central para vehículos. La
superficie es de más de 33.000 metros cuadrados del jardín
sur, y si se unen los 5.300 del norte y los 6.200 de los llamados Jardines
de Pedro Luís Alonso, llega a una superficie total de 64.250
metros cuadrados.
Fue Cánovas del Castillo quien consiguió del Rey Alfonso
XII una Real Orden en virtud de la cual los terrenos ganados al mar
quedaban a disposición del Ayuntamiento para convertirlos en
prolongación de la Alameda Principal hasta el comienzo del Paseo
de la Farola. Inmediatamente la corporación aprobó el
anteproyecto presentado por el Marqués de Larios y creó
un arbitrio municipal cuyos beneficios se destinaron a financiar las
obras. La real Orden definitiva fue firmada por la Reina Maria Cristina
el 10 de julio de 1897. Decisiva fue la ayuda y protección de
la Casa de Larios, de Manuel Agustín Heredia y del filántropo
Marín García, para la realización de esta gran
empresa que ilusionó a la Málaga de fin del XIX y que
ha terminado por convertirse en el parque con más variada flora
tropical y subtropical de la ciudad. Fue una obra de envergadura realizada
por el arquitecto Eduardo Strachan Viana-Cárdenas, sobre cuyo
diseño el arquitecto Manuel Rivera Valentín trazó
el definitivo, menos paisajístico y pintoresco que el anterior.
Al mismo tiempo que iba formándose
arquitectónicamente el parque actual, con sus fuentes, estanques,
estatuas y paseos, se iban plantando especies traídas de todas
partes del mundo hasta llegar a las 150 que hay en el parque sin contar
con las flores de temporada. Por lo tanto, no se trata de un simple
paseo ornamentado, sino un conjunto botánico con más de
33.000 metros cuadrados de extensión, poblado de flora tropical
de gran interés.
En la actualidad, las últimas, obras de remodelación del
Parque de Málaga han consistido en la eliminación de barreras
que dificultaban la accesibilidad a las zonas ajardinadas, la renovación
del mobiliario y la creación de nuevas vías de circulación
para agilizar el tráfico en el perímetro del Parque, para
ello se han eliminado los estacionamientos de los laterales del Parque
y se han creado carriles bus. Así mismo, se han restablecido
el trazado de caminos y parterres originales de finales del siglo XIX.
En el recinto Eduardo Ocón se ha sustituido
el graderío de hormigón por otro que permite la visión
del puerto desde el Parque. Además, se han reubicado y renovado
los kioscos y zonas de juegos infantiles y se han sustituido el estanque
de los patos por uno más pequeño destinado a plantas acuáticas.
Entre la variada flora tropical del
Parque, nos atrae la atención especialmente algunas especies
que encontramos mientras plácidamente seguimos el itinerario
trazado.
La Encina o Quercus lex,
árbol este típico de España. Siempre se ha dicho
que España se podía atravesar de norte a sur saltando
de encina a encina. Actualmente, en la Serranía de Ronda, Málaga,
en la zona de la Sauceda, término del municipio de Cortes de
la Frontera, hay buena representación de estos bosques autóctonos.
La Palmera china de abanico o Trachycarpus fortunei,
su hábitat natural son las montañas del centro de China.
Es muy resistente al frío y al viento marino. Alcanza los 15
metros de altura, el tronco es delgado y está cubierto de fibras
color café. Las hojas son palmadas de forma redondeada de 0,60
a 1 metro, de color verde oscuro por arriba y verde plateado por el
envés. Se utiliza mucho en jardines pequeños y también
en maceteros. Es apta para interiores de amplios espacios.
La Howea fosteriana o Kentia,
procede de la isla de Howe situada entre Australia y Nueva Zelanda.
Se cultiva frecuentemente en maceta como planta de apartamento. Cuando
llegan a su pleno desarrollo pueden alcanza 10 o 12 metros de altura.
El tronco es liso, verdoso y anillado, debido a las cicatrices dejadas
por las hojas caídas. Son pinadas, de 2 o 3 metros de longitud.
La Howea fosteriana es abundante en el Parque. Tiene las hojas elegantemente
arqueadas, con los folios colgantes, las inflorescencias son ramificadas
y los frutos alargados.
La Jacaranda nativa del noroeste de Argentina y posiblemente
de Perú y Bolivia, nos deslumbra cada primavera con el esplendor
de su azul violáceo de su bellísima floración,
estableciendo una armonía entre el color de sus flores y el azul
del cielo de Málaga.
La Palmera Vietnamita,
nativa de ciertas áreas del Vietnam, Laos y la parte cercana
de China, suelen vivir en los márgenes del río Mekong,
tan largo como siete Guadalquivires. De tronco delgado y pequeña
copa transparente resultan ideales par dar una estética pincelada
al mar o a cualquier vista o fachada bonita sin taparla. En la naturaleza
y en los viveros hay muchos ejemplares con varios tallos, a menudo airosamente
curvados.
El Coco Plumoso, especie originaria de América
del Sur, su hábitat natural es junto a vegetación boscosa.
Su tronco es largo y delgado y alcanza una altura aproximada de 15 a
18 metros. Sus hojas largas y pinadas forman una corona que se mueve
con el viento semejando plumas.
El Bambú vulgaris ofrece una grácil estampa
asiática. Hay centenares de especies y ofrecen una atractiva
pincelada exótica al jardín. Resultan ideales para adornar
los márgenes de un lago o un arroyo, y forman elegantes setos
y pantallas. Ostentan el record mundial de crecimiento vegetal, ya que
pueden crecer un metro por día.
La Palmera de abanico mejicana, también llamada
Washigntonia robusta, es precisamente de tronco delgado,
llamada así en honor a Washigton. Son nativas de Sonora y de
la península de México, llamada Baja California.
Hay un magnifico Ficus australiano con hojas de magnolio,
que tiene hermanos todavía más espectaculares en Málaga.
Al verlos nadie diría que son hermanos de la modesta higuera
y de los pequeños Ficus, variedad esta que adorna tantos salones,
patios y terrazas.
A partir de este punto, divisaremos
cuatro edificios emblemáticos de Málaga. En primer lugar,
la antigua Casa del Jardinero Mayor del Parque, hoy
edificio de Información y Turismo, resuelto a modo de palacete
en forma de cruz con una sola planta y sótano. Fue proyectada
por Manuel Rivera Vera en 1908.
El edificio de la Universidad de Málaga, Rectorado,
antigua sede central de Correos y Telégrafos fue proyectado por
Teodoro de Anasagasti y Algán en 1916, siendo inaugurado en 1923.
Es uno de los 53 edificios de correos construidos en tiempo del Presidente
del Gobierno Antonio Maura, con objeto de promover el desarrollo de
las comunicaciones postales y telegráficas. El diseño
entraña con la estética regionalista de rasgos mudéjares.
Presenta planta cuadrada con las esquinas de la fachada principal redondeadas.
La planta baja la forma un amplio basamento de piedra irregular con
hilada de ladrillo. La puerta principal, descentrada, se abre a un arco
de medio punto de ladrillo. En 1998 fue adquirido por la Universidad
de Málaga, llevándose a cabo su restauración por
los arquitectos Rafael Roldán y Álvaro Gómez. Durante
el transcurso de las mismas se descubrieron varias piletas de salazones
incorporándose a la imagen final del inmueble en una perfecta
lectura de la Málaga antigua y contemporánea.
Después del edificio anterior
y en clara oposición volumétrica y estilística,
se encuentra el Banco de España, edificio de
raíz neoclásica diseñado por el arquitecto José
Yarnoz, entre 1933 1936. El pórtico exástilo de orden
corintio, da paso a las tres plantas del inmueble, mostrando una gran
solidez y estabilidad perfectamente integrado lo clásico con
el lenguaje art deco. El vestíbulo se recubre de mármol
gris con forma ochavado dejando a la vista hornacinas en los ángulos.
El patio de operaciones se cubre con una magnifica claraboya de diseño
decor con extensas galerías de arcos de medio punto.
Y por último, en lo que es
la primera manzana del haza baja, la Casa Consistorial.
El Ayuntamiento de la ciudad de Málaga, instituido por la Real
Cédula del 27 de mayo de 1489, ha contado en sus más de
cinco siglos de historia con diversos emplazamientos, generalmente caracterizados
por la falta de adecuación arquitectónica a su importante
función social.
En el siglo XIX se produjo un importante desarrollo socioeconómico
y urbanístico de la ciudad, provocando un desplazamiento de las
instituciones malagueñas desde el ámbito de la Plaza Mayor
a otras zonas. El Ayuntamiento fue la última institución
en marcharse de la plaza. Tras unos años de incierta sede en
1868, el Cabildo Municipal se alojó provisionalmente en un local
de la calle Cister. A finales del XIX se acordó la construcción
de un edificio que sirviera como sede municipal estable, acabando con
el largo peregrinar de las décadas precedentes. Se convocó
en 1911 un concurso para la construcción de un nuevo edificio
al que se presentaron dos proyectos. El Ayuntamiento eligió el
presentado conjuntamente por los arquitectos malagueños Fernando
Guerrero Strachan y Manuel Rivera Vera. El 11 de abril de 1919 el Excmo.
Ayuntamiento de Málaga presidido por el alcalde Manuel Romero
Raggio, tomo posesión de la actual sede.
La casa consistorial es un inmueble exento de forma rectangular, organizado
en torno a un vacío central, con tres niveles de altura, más
un ático. En la composición se detecta un eje axial respecto
al cual el edificio es absolutamente simétrico.
Nos disponemos cruzar la calzada central
del parque por el último paso de peatones, no sin antes advertir
que las dos grandes aceras de dicha calzada están flanqueadas
por la Palmera de Canarias o Phoenix canariensis.
Es una especie endémica de Canarias, desde donde se ha difundido
por todo el mundo, debido a su gran valor ornamental y a que puede superar
heladas con temperaturas mínimas de hasta diez grados bajo cero.
Ennoblece paseos y villas de la Costa Azul y de los Angeles, desde hace
más de un siglo. Su silueta es tradicional en los cortijos andaluces.
Y seguimos ahora contemplando variedades de plantas del itinerario.
El Árbol del Fuego Australiano o Grevillea
robusta es un de los árboles de ornamentación
más preciada de los trópicos. Esta especia se debería
plantar mucho pues prospera estupendamente y resulta muy ornamental,
gracias a su llamativa flora anaranjada que justifica su nombre.
La Kentia o Howea belmoreana
procede de la isla de Lord Howe, al este de Australia. La Palmera rizada,
Howea belmoreana, es menos frecuente y mucho menos conocida que su prima
Kentia, Howea forsteriana, pero comparte su capacidad de crecer bajo
poca intensidad lumínica y tolera el abuso y la negligencia.
Su esbelto y fino tronco puede llegar a alcanzar más de ocho
metros de altura por tan solo unos dieciocho centímetros de diámetro,
aunque suele tener la base ligeramente más hinchada. Es de crecimiento
muy lento y hojas muy arqueadas. Es muy utilizada en macetones y jardineras
para decorar patios y terrazas, edificios privados y públicos,
también se usa para decoraciones de interiores.
El Ahuehuete de México,
árbol de corteza rojiza y fibrosa, de hasta 40 metros de altura.
Cuenta la leyenda que Hernán Cortés pasó la noche
triste con los suyos bajo un Ahuehuete.
El Pandano. Hay muchas especies. Esta es un árbol
oriundo de Madagascar. De porte verdaderamente insólito. En su
país natal llega a conseguir 20 metros de altura. Las hojas son
largas y estrechas, finamente aserradas. Lo hemos visto en flor en abril
y mayo y con su vistosa inflorescencia desde agosto hasta marzo.
El Tulipero de Ganbón, llamado también
árbol de las tulipas por la semejanza de las flores con una copa.
Lo más llamativo de este árbol son sus flores de tamaño
grande en forma de copa o tulipa con un color rojo vivo y el borde festoneado
de amarillo. Florece a finales de verano y otoño. No es abundante
en Málaga. Los únicos ejemplares conocidos son estos,
situados junto al recinto musical de Eduardo Ocón.
La Araucaria bidwillii. Esta Araucaria es
de copa más redondeada que otras especies y de hojas más
grandes y coriáceas. Es oriundo del nordeste de Australia, siendo
escaso en Málaga.
El Aguacate, árbol de hasta 20 metros de hoja
perenne de forma elíptico-lanceolada de 10-20 cm., de color verde
brillante. Las flores de color amarillo verdoso se forman en gran número
de racimos, pero solo llegan a dar frutos en la proporción de
un cinco mil. Es oriundo de América tropical y su nombre procede
del Azteca ‘ahuacati’ que significa testículo,
por sus semejanzas obvias. Algunos ejemplares del parque son de gran
porte.
La Araucaria Columnaris,
uno de los pocos ejemplares de la llamada Araucaria. El nombre de araucaria
viene de la especie Araucaria de Chile, de copa redondeada, hojas grandes
y coriáceas, oriunda del nordeste de Australia, situada junto
al recinto musical.
El Pino de Canarias, se distingue por sus hojas largas
verde azuladas y en grupo de tres. Piñas muy grandes. Hay dos
bosquetes en el parque.
El Ave del Paraíso Gigante, que llama la atención
por unas llamativas flores con aspecto de pájaros exóticos,
adornados con los más resplandecientes matices del azul, del
naranja y el blanco y con sutiles pinceladas purpúreas. Brotan
en verdes matas de un metro y pico de altura y tiene flores más
grandes pero menos coloristas. La menor se la enviaron desde Sudáfrica
en 1772 al rey Jorge III de Gran Bretaña y la Reina Carlota de
Mecklemburgo-Strelitz, a la cual alude el nombre científico,
y fue plantada en su finca Kew Gardens, el hoy el famoso jardín
botánico de Londres.
La Palmera real australiana, su esbelto y anillado
tronco hace que sea una de las más bellas palmeras. Puede alcanzar
los 30 metros de altura y unos 20 cm. de diámetro, siendo la
base más gruesa. Hojas en penacho al final del tronco, pinadas,
ligeramente arqueadas, sobre un capitel dilatado formado por las vainas.
Crece en una amplia gama de climas desde tropical a templado frío
y es excelente como palmera de interior dándole una luz brillante.
La Cycas circinalis o Cica elegante
o Cicas de hoja largas del Asia sudoriental,
suele ser plantas de un solo tronco, aunque hay ejemplares grupos muy
cotizados. Es de crecimiento lento y hojas reunidas en una corona. De
largas hojas de las a 3 m de color verde brillante, formando una ancha
corona. Es muy decorativa. Muy buena para macetas decorando patios y
terrazas. Prefiere la semisombra y le perjudica el pleno sol.
La Cycas resoluta,
arbolito con aspecto de palmera pero que no tiene nada que ver con estas,
estando mucho más cerca de las coníferas. Pueden llegar
a tres metros de altura y su crecimiento es muy lento. Proceden de Java
e islas adyacentes. Se trata de auténticos fósiles viviente.
Abundan en Málaga.
La Palmera de cola de pescado con varios troncos, nombre
científico o latino: Caryota miti.
Palmera de troncos múltiples, anillados, de 6-10 metros de altura.
Excelente como pie aislado, o en grupos. Fácil de cultivar, crecerá
prácticamente en cualquier clima libre de heladas.
La Araucaria de Norfolk en Oceanía, o Araucaria
heterophilla. Cuentan que el Capitán Cook, uno
de los más grandes navegantes y exploradores ingleses, estaba
dando una de sus vueltas al mundo, hacia 1775, cuando avistó
una isla que parecía un mágico navío con altísimos
mástiles que enarbolaban grandes velas verdes. Al acercarse,
resultaron ser estas imponentes coníferas, como abetos con muchos
pisos.
El Palmito o chamaerops humilis, habita en
la región mediterránea occidental. Es la única
palmera autóctona de la península Ibérica, muy
abundante en los matorrales de las palmeras costeras y subcosteras.
Las hojas son de forma de abanico. Chamaerops procede del griego ‘chamai’,
enano, y 'rhops', matorral, alusivo al porte de estas plantas.
La Palma azul Mejicana, oriunda de Méjico, de
tronco grisáceo y robusto, que puede alcanzar 12 metros de altura.
Las hojas de color verde azulado, tienen firma de abanico, plegadas,
recortadas, con segmento bastante rígido.
La Palmera datilera,
su tronco no es tan grueso ni tan recto como el de la palmera canaria.
Sus hojas son de color verde azulado. Produce los conocidos dátiles
del comercio. Hay buenos ejemplares en el Parque. Probablemente procede
del suroeste de Asia, pero su origen exacto es oscuro, debido a la antigüedad
de su cultivo que se pierde en la noche de los tiempo.
El Drago de Canarias, al que se le atribuían
propiedades medicinales y que fue pintado por el Bosco en su cuadro
Jardín de las Delicias. Ello demuestra lo legendario
que era ya en aquel entonces este árbol, debido a su notable
aspecto y longevidad.
Hay más especies, tales como el plátano de sombra, el
palo borracho, la adelfa, el jazmín del Paraguay, la Yuca, la
clivia y otras muchas.
Las fuentes del parque
Otro elemento que completa la ornamentación del Parque son las
fuentes, que además de sus posibilidades plásticas, también
tienen un aporte cultural en el devenir de la ciudad. Representan la
herencia de la antigua Roma, de la tradición árabe, así
como de las corrientes renacentistas, del gusto decimonónico
o del urbanismo del siglo XX. En Málaga, ha sido constante el
trajín de las fuentes de un lugar a otro. No solo las monumentales
sino las de simple suministro.
Comentemos algunas que habremos descubierto
en nuestro caminar por el Parque.
La Fuente de la Ninfa del Cántaro, conocida
como la de ‘La muñeca’, se compone de un pequeño
pilón de azulejos sevillanos con motivos vegetales, en cuyo centro
se eleva rocalla y azulejos. Sobre este pedestal se eleva una grácil
figura femenina, de hierro fundido y pintada en color de bronce, que
representa a una ninfa. Se cree que procede del fundidor francés
Durenne.
La Fuente de la Ninfa de la Caracola, situada en su
Glorieta, recuperada en la reciente remodelación del Parque,
con azulejos blancos y negros, al igual que la cenefa. La escultura
es de hierro fundido patinado en colores de bronce, de clara reminiscencia
clásica.
La Fuente de los amorcillos,
con un mural de terracota en el que se recrea en relieve ocho figuras
infantiles llenas de movimiento que evocan la alegría de vivir,
mientras un búho contempla la escena desde la parte superior
derecha.
La Fuente de la Glorieta de Narciso Díaz Escovar,
rodeada de bambúes, palmeras y banco inspirados en el estilo
de Gaudí. La fuente es de mármol de magnifica calidad.
Consta de una pila rehundida en el suelo de forma cuadrilobulada rodeada
por un seto y vástago a modo de fuste de columna que sujeta amplia
y hermosa taza decorada con cuatro mascarones de cabeza de sátiro.
Termina como su antiguo surtidor a modo de balaustre estriado.
Entre sus frondas el parque esconde,
así mismo, monumentos que al paseante sorprenderán. Señalaremos
los de los poetas Salvador Rueda y Rubén Darío, aunque
hay otros muchos que el caminante habrá descubierto en su caminar.
Bibliografía
- AYORA, Ana
y otros.: Flora ornamental de Málaga. Editorial Arguval.
Málaga, 1984.
- CAÑIZO, J.A.y
otros.: El Parque de Málaga y su entorno monumental.
Fundación Málaga.
- MONTIJANO GARCIA, J.
M./ASENJO RUBIO, E.: Paseos por Málaga. Málaga.
Universidad de Málaga, 2002.
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