Los
ladrones redujeron a los agentes de seguridad del centro y se
apoderaron de las pinturas antes de escapar de manera apresurada
del Museo de Bellas Artes Jules Chéret.
Los testigos no han facilitado una cifra exacta de los asaltantes,
que, según la Policía, conocían bien el
emplazamiento de las pinturas que les interesaban, pues tardaron
poco tiempo en apoderarse de ellas.
La escena fue presenciada por numerosos testigos, dado que la
afluencia al museo era notable, favorecida porque se trata de
un día de entrada gratuita.
El Museo, que se encuentra ubicado en uno de los extremos (el
más alto) de la avenida des Baumettes de la ciudad francesa
de Niza, posee importantes obras de artistas de los siglos XVI,
XVII, XVIII, XIX y XX.
Para esta institución, no es la primera vez que le sustraen
obras de arte. En septiembre de 1998 fue objeto de otro robo
y entonces las piezas codiciadas eran sendos cuadros de Monet
y Sisley, que aparecieron días más tarde en un
barco en reparación en un puerto cercano. Entonces fueron
detenidos el conservador del museo y dos cómplices, que
acabaron condenados a cinco años de cárcel.