El
parque está situado en la isla de Granada, en la extremidad
meridional de las islas de barlovento en el Caribe, rodeada
por el Océano Atlántico al este y del Caribe al
oeste.
El escultor Jason de Caires Taylor nació en 1974, de
padre británico y de madre guyanesa. Educado en Inglaterra,
estudió en Camberwell College of Art. Su desarrollo artístico
ha sido inspirado por los trabajos de Richard Long, Christo
y Claus Oldenberg.
Sus esculturas destacan por los procesos ecológicos con
los que están realizadas, pero también exploran
las relaciones intrincadas entre el arte moderno y el ambiente.
Usa esculturas para crear los filones artificiales. Las intervenciones
del artista promueven esperanza y la recuperación del
medio marino, y subrayan nuestra necesidad de entender y de
proteger el mundo natural.
Con cada obra quiere transmitir un mensaje que haga reflexionar
al espectador sobre el mundo y su destrucción por el
hombre. Taylor ha declarado que un 40% de los arrecifes en el
mundo han sido destruidos y que, tal como los niños crecen
y se adaptan, el paisaje marino también cambia. Las obras
de Taylor se convierten en arrecifes artificiales, atrayendo
una gran gama de fauna y flora marina.
El escultor también es un instructor de buceo profesional,
con más de 14 años de experiencia en varios países
del mundo, por ello ha elegido el medio marino para disponer
sus obras. Taylor explica que la experiencia de estar bajo el
agua es muy diferente a la de estar en tierra firme. Las consideraciones
físicas y ópticas son distintas. Los objetos parecen
25% más grandes en el agua. El agua constituye un medio
maleable que ofrece al espectador una gran gama de ángulos
y perspectivas para apreciar las esculturas. Los colores se
alteran cuando el agua absorbe la luz a diferentes velocidades,
mientras la profundidad del agua los cambia aún más.
La fuente de luz proviene de la superficie, y esto produce efectos
caleidoscópicos gobernados por el movimiento del agua,
las corrientes y la turbulencia.
Algunas de las que pueden verse en este impresionante museo
son: ‘El corresponsal perdido’, donde muestra un
hombre sentado en un escritorio cubierto de periódicos
de los años setenta. Algunos tienen un significado político,
pues detallan la alineación entre Granada y Cuba justo
antes de la revolución. Según el artista esta
obra representa los cambios de comunicación entre generaciones.
Tomando la forma de un corresponsal tradicional, la solitaria
figura se convierte en un fósil perteneciente a un mundo
perdido.
El trabajo de Taylor refleja su propia experiencia: ‘Tuve
muchos cambios desde temprana edad, porque mi familia se mudó
de un entorno cultural a otro. De ahí mi fascinación
por la forma en que cambian los objetos cuando se alteran los
paisajes y el contexto en el que se encuentran’. ‘La
Diablesse’ fue comisionada por el Ministerio de Turismo
de Granada. La figura celebra la tradición oral y el
folclor de la isla caribeña. El término ‘La
Diablesse’ proviene del francés y significa ‘La
Diabla’. Tradicionalmente, en la cultura de Granada la
diabla tiene un rostro como de cadáver, escondido por
un sombrero de ala ancha. ‘Un-Still Life’, es un
bodegón o una naturaleza muerta, refleja la composición
clásica de los cuadros tradicionales, de la vida inmóvil.
Sin embargo, esta obra está llena de vida, dado que una
colonia de corales se estableció por encima, convirtiéndola
en un trabajo en proceso.
Jason Taylor sigue trabajando en este sentido, ya tiene planes
para una nueva serie de esculturas y ahora está buscando
localizaciones convenientes y patrocinadores.