La
Biblioteca Nacional inauguró su nuevo museo, un espacio
de 1.400 metros cuadrados, divididos en ocho salas donde los
visitantes podrán conocer la historia de la Biblioteca,
cómo se trabaja en ella, la historia del libro, desde
el papiro hasta la era digital. Ayer fue su apertura institucional,
es a partir de hoy cuando el público puede disfrutar
de este nuevo espacio cultural.
El proyecto que, según la ministra de Cultura española
Carmen Calvo, era uno de los principales objetivos que se había
marcado Rosa Regás desde que llegó a la dirección
de la Biblioteca en mayo de 2002, es una renovación y
ampliación del antiguo Museo del Libro, que se instaló
en la Biblioteca en 1995, cuando todavía no se había
implantado Internet y los medios digitales.
Así, el proyecto, en el que ha invertido el Ministerio
de Cultura 1,4 millones de euros, tiene un objetivo didáctico
y pedagógico.
De sus 1.400 metros cuadrados, unos 755 están dedicados
a exposiciones, y el resto, 645 están destinados a salas
para talleres y actividades.
Concebido como interactivo, se exhiben piezas originales, facsímiles
y objetos y curiosidades relacionadas con los casi tres siglos
de vida de la Biblioteca Nacional.
Posee ocho salas, en la primera de ellas, los visitantes conocerán
la Biblioteca a través de su historia. Aquí se
juntan una gran variedad de recursos donde se alternan piezas
y pantallas de vídeo con una maqueta interactiva del
edifico. En la segunda sala se muestra cómo es el trabajo
día a día en este centro. Un tercer espacio muestra
el tratamiento de la escritura y sus distintos soportes a lo
largo de la historia. Y en la cuarta sala, uno de los espacios
medulares del museo, tres vitrinas albergan 25 originales emblemáticos,
que se irán sustituyendo cada tres meses. 'La memoria
del saber' ocupa la quinta sala, y en ella se alternan reproducciones
facsimilares y diferentes objetos del patrimonio de la Biblioteca.
Desde el Códice de Metz hasta Internet pasando por los
incunables. 'Talleres y café literario' es el nombre
del sexto espacio, una sala dedicada al estudio y laboratorio
muy decorada y donde se dan la mano las artes gráficas,
la literatura y la música. El penúltimo espacio
es el aula Quijote donde los visitantes a través de juegos,
bibliografía y audiovisuales podrán profundizar
en el personaje de Cervantes. Finalmente, la última y
octava sala (Espacio Museo), de casi 500 metros cuadros, está
dirigido al público más diverso con teatro, títeres
y proyecciones, que será utilizado los sábados
por la tarde y los domingos por la mañana.