El
Hasta el momento, se ha conseguido recuperar más de 300.000
piezas arqueológicas de gran valor histórico.
Entre los detenidos figuran 30 expoliadores, 13 intermediarios
en la venta de los objetos y nueve coleccionistas.
En los 68 registros domiciliarios en los que se han intervenido
objetos que pertenecen a las culturas ibérica, romana,
visigoda y árabe, entre otras, procedentes de 31 yacimientos
de Sevilla (14), Badajoz (11), Cádiz (3), Málaga
(1), Huelva (1) y Jaén (1).
Las investigaciones se iniciaron a raíz del análisis
de la documentación intervenida en la operación
'Bahía' realizada entre febrero y abril de 2005, cuando
la Guardia Civil detuvo a 10 personas y fue desmantelada una
organización dedicada al expolio de yacimientos arqueológicos
subacuáticos en las costas de Cádiz.
El dispositivo desplegado, en el que han participado más
de 200 agentes, ha puesto al descubierto las distintas redes
que colaboraban entre sí y a la inmensa mayoría
de sus componentes, algunos de los cuales han sido sorprendidos
cuando intentaban retirar precipitadamente los objetos expoliados
de sus domicilios.
Los objetos de una importancia menor quedaban en su poder y
los de mayor importancia eran vendidos por elevadas sumas de
dinero a intermediarios (en algunos casos, comerciantes de numismática),
que a su vez, los vendían a coleccionistas de Madrid,
Barcelona, Cádiz y Sevilla. Pero no sólo lo hacían
en España, los integrantes de esta red exportaban objetos
a otros países. Uno de los cabecillas detenido, un intermediario
italiano, era el encargado de mantener los contactos con coleccionistas
extranjeros. También se ha averiguado que algunos de
los detenidos no sólo expoliaban restos arqueológicos,
sino que también falsificaban objetos similares a los
expoliados, para posteriormente comercializarlos a incautos
o profanos en la materia.
Debido al volumen y fragilidad de los materiales, una gran parte
de estos ha tenido que quedar depositado en los lugares donde
se hallaban, pendiente de un posterior traslado.
En la actualidad, se analiza la documentación intervenida,
para poder determinar otros yacimientos expoliados y personas
implicadas.