El
proyecto, que incluye la creación de nuevas salas de
exposiciones y la restauración del antiguo claustro del
convento de los Jerónimos, forma parte del programa que
prevé la incorporación al Prado de edificios de
su entorno, conformando así un Campus museístico
que reforzará la oferta del llamado ‘paseo del
arte’.
El nuevo edifico diseñado por Rafael Moneo, con un presupuesto
de 152 millones de euros, incorpora más de 22 mil metros
cuadrados de superficie, el 50% más que la superficie
actual, y permite disponer de forma más ordenada y amplia
de los servicios públicos y funciones relacionadas con
la exhibición y conservación de las colecciones
del museo. El diseño de Moneo une el museo con un complejo
formado por la construcción de nueva planta y el Claustro
restaurado de los Jerónimos.
Desde el exterior, el enlace entre los dos edificios queda oculto
por una plataforma ajardinada de boj que remite a los jardines
del siglo XVIII, ofreciendo una perspectiva urbana que se funde
con el Jardín Botánico.
El nuevo volumen de ladrillo y granito edificado en torno al
antiguo Claustro se alinea con la fachada de la Iglesia de los
Jerónimos dejando ver desde el exterior parte de la arquería
restaurada y restituida.
Su fachada se abre al exterior a través de las monumentales
puertas de bronce realizadas por la escultora Cristina Iglesias.
El interior se distribuye en tres plantas de acceso público
unidas por una doble escalera mecánica y otras cinco
entreplantas para servicios internos del museo.
La nueva construcción rehabilita el uso de la entrada
principal del edifico Villanueva, la llamada puerta de Velázquez,
al conectar este acceso de forma directa con la ampliación
a través de la gran sala basilical, ahora Sala de las
Musas, convertida en vestíbulo de distribución.
Junto a esta, dos nuevas entradas dan acceso a un amplio vestíbulo
que conecta los dos edificios y donde se sitúan los principales
servicios de atención al visitante, así como la
tienda y cafetería.
Por su parte, el desarrollo de la actividad expositiva y cultural
del Museo se amplía con la dotación de nuevos
espacios para la celebración de exposiciones temporales
y un nuevo y moderno auditorio.
Con ello, el Prado podrá incrementar su programación
cultural en paralelo con su actividad expositiva. Al disponer
de un acceso diferenciado desde el vestíbulo creado por
la ampliación, el visitante podrá encontrar una
oferta complementaria de actividades durante el horario de apertura
del Museo.
El nuevo edificio dedica una parte importante de su extensión
a la conservación y movilidad de sus colecciones (talleres
de restauración, laboratorios, gabinete de dibujos y
grabado y depósitos de las colecciones no expuestas).
Asimismo, la ampliación de los Jerónimos posibilita
la recuperación de una cuarta parte de espacio en el
Museo, cuarenta salas en las que se mostrarán 500 obras
más de la colección.